Las netbooks, aliadas para acompañar trayectorias pedagógicas

Claro está que las tecnologías por sí solas no generan contenido pedagógico o escolar. Sin embargo, y a partir del aislamiento social dispuesto por el Gobierno nacional por la COVID-19, la escuela y toda la comunidad educativa se vio inmersa, una vez más, en grandes desafíos. Hubo que sortear muchas dificultades, y en muy poco tiempo las escuelas tuvieron que reorganizarse y modificar un formato escolar que básicamente se sostiene con la presencialidad. Esta situación llevó a que varios países del mundo desarrollaran distintas estrategias para sostener lo que se ha llamado «la continuidad pedagógica», es decir, la continuidad del vínculo entre estudiantes, escuelas y aprendizajes.

En este escenario, el acceso y el uso de dispositivos digitales se volvió imprescindible para garantizar las trayectorias escolares, y su debate se puso nuevamente en agenda. Recursos como plataformas, clases virtuales, correos electrónicos, grupos de wasap y otros dispositivos tecnológicos —que hasta entonces se utilizaban puntual o esporádicamente— resultaron herramientas clave para dar continuidad a las clases de forma sistemática. Sin embargo, como nos enfrentamos con una situación muy dispar en nuestro país, la pandemia puso de relieve los desafíos y desigualdades tecnológicos que aún debemos resolver para una inclusión genuina, no solo digital, sino también social y cultural. Se trata de garantizar el derecho a un dispositivo escolar que permita el acceso al conocimiento de las y los estudiantes.

El acceso diferenciado a recursos tecnológicos fue entonces una de las dificultades que hubo que gestionar para acompañar el aprendizaje. Según el último informe de las pruebas Aprender 2018 y la Encuesta Permanente de Hogares 2020, el dispositivo con el que cuentan las familias de la mayoría de los hogares argentinos es un teléfono celular (84 % de las personas). Y de acuerdo con la evaluación del Ministerio de Educación de 2020, un 55 % de los hogares tiene acceso a una computadora. Respecto de las desigualdades, entre un 42 % y un 44 % de los y las estudiantes que asisten a escuelas públicas (primarias y secundarias) cuentan con computadoras en sus casas; mientras que esta cifra asciende a un 80 % entre quienes asisten a escuelas privadas.

Ante este escenario —y como forma de contrarrestar las desigualdades educativas potenciadas por la pandemia—, el Ministerio de Educación de la Nación, junto a Educ.ar, desarrolló el plan Juana Manso y otras estrategias (programas de TV y de radio, cuadernillos, clases del día, y el portal educ.ar con recursos digitales y cursos específicos) para llegar a todos los rincones de nuestro país. Además, inició el proceso de distribución de netbooks del Plan Federal Juana Manso, Programa Conectar Igualdad, para los y las estudiantes de primer año de escuelas secundarias; para primer y segundo año en escuelas rurales; y en las escuelas interculturales bilingües, para todos los años de la secundaria.

¿Por qué la provisión de netbooks es un derecho social y educativo? 

La entrega de computadoras no se reduce al mero suministro de dispositivos, sino que es un gran paso en la construcción de justicia educativa y social. Educativa porque es una herramienta pedagógica central para poder enseñar y aprender mejor con contenidos socialmente significativos; y social porque permite a las y los estudiantes de todo el país acceder al conocimiento de diversas formas, desarrollar habilidades en el uso y apropiación de dispositivos tecnológicos, y comunicarse de distintos modos.  

¿Cómo pueden ayudarnos en nuestras clases las netbooks? ¿Qué uso podemos darles si no contamos con internet? ¿Conocemos, como docentes y estudiantes, los contenidos que traen? Muchas veces se piensa que sin conectividad las netbooks pierden su potencialidad y son obsoletas para el trabajo pedagógico. Sin embargo, lo fundamental radica en el uso que puedan darles docentes y estudiantes a los diferentes contenidos disciplinares y curriculares que poseen. Y es que estas computadoras están provistas de diferentes formatos y recursos diferenciados. Con relación a las y los docentes, traen un escritorio especialmente desarrollado para su trabajo, donde encuentran recursos con diferentes estrategias para el armado de clases, videos, pódcast y hasta secuencias didácticas. Además, abren las puertas no solo a la comunicación con las y los estudiantes, sino también a la organización de las clases y el armado de propuestas de trabajo de distintos niveles de complejidad. Con el fin de garantizar los aprendizajes, nos permiten abordar con variadas estrategias de enseñanza las trayectorias escolares. 

Por su parte, el alumnado de todo el país podrá contar con una herramienta útil para buscar y recibir información, pero también para realizar creaciones digitales: desde trabajos prácticos para la escuela hasta música, videos, libros y también programas, aplicaciones y videojuegos. Accederán a material de interés en formatos mucho más dinámicos y, sobre todo, a la cultura, mediante la lectura y la música. Además, las netbooks les permiten armar su propio recorrido, revisitando saberes y compartiendo con pares, es decir, construyendo colaborativamente conocimiento y experiencias. Son, de este modo, aliadas del proceso de aprendizaje estudiantil tanto para la tareas escolares como para el desarrollo de conocimientos relevantes en un mundo cada vez más tecnológico que propone nuevos formatos de comunicación e interacción. 

¿Qué recursos ofrecen las netbooks?  

En las netbooks podemos encontrar:

• Más de 200 aplicaciones y 1000 recursos educativos disponibles. La mayoría gratuitas y de código abierto. 
• El acceso a bibliotecas de literatura e historia, que contienen colecciones de los libros clásicos universales y de nuestra cultura e historia nacional. 
• Selección de enlaces de interés: aplicaciones en línea, sitios de interés general, recursos educativos para las distintas áreas curriculares, bancos de imágenes, juegos didácticos, acceso al arte y la música.  
• Los recursos se presentan como un banco de documentos, imágenes, videos y audios. Pueden ser utilizados libremente para cualquier instancia. Están categorizados según las distintas áreas curriculares.
• Además, todos los recursos son accesibles y hay colecciones específicas para educación especial. 

Tener acceso a internet es un desafío, pero la falta de acceso a una computadora implica no solo privarse de la herramienta, sino de todo lo que posibilita a nivel social y cultural. Las netbooks permiten nuevos modos de organizarse, conocer distintos formatos, otras disposiciones para el aprendizaje. El camino es largo y los desafíos que nos deja la pandemia son aún más profundos y diversos. Por eso, el acceso a dispositivos digitales garantiza derechos, ya que no solo supone la inclusión de las o los estudiantes, sino, en muchos casos, la de sus propias familias. Así, la provisión de netbooks es un modo de trabajar por los derechos educativos y también sociales.