Campaña de 1989

Hermanos y hermanos de mi patria, amados míos, porque estoy convencido de que todavía es posible recuperar la esperanza, es que les hablo con el corazón a flor de piel, sin ataduras, sinceramente, de argentino a argentino.
No quiero repetir palabras gastadas, no quiero hablar con el idioma de nuestros viejos desencuentros, no quiero que este sea un discurso más, no quiero pedirles apenas un voto, quiero, en cambio, venir a ofrecerles un compromiso, una voluntad, una decisión. Yo, Carlos Saúl Menem, ante mi pueblo y ante la historia, vengo a asumir el compromiso irrevocable de construir una Argentina de todos y para todos, una Argentina que merezca ser vivida. Mi compromiso no es con los factores de poder, ni con los grupos de presión, ni con los entornos y siniestros, ni con la impunidad ni con los que transformaron al Gobierno Nacional en un comité partidario. Mi compromiso es con todos ustedes, es con el pueblo, es con cada uno de los argentinos. Con el pueblo, reitero, y solo con el pueblo.
No llego a esta instancia de mi vida política comprometido con pactos secretos, llego sin ataduras, con las manos limpias y libres para trabajar por mi país, sin otro condicionamiento que una profunda pasión por sacar a nuestra patria del estado de decadencia en el que se encuentra. Por eso, a quienes están con los brazos caídos, por los que tienen hambre y sed de justicia, a los que perdieron un horizonte y buscan un futuro mejor, yo les digo: hay un lugar vacante desde el cual se construye el porvenir y ese lugar nos está esperando a todos juntos.
La intolerancia, la ceguera de muchos, la soberbia y la ambición desmedida, transformó a menudo esta campaña electoral en una puja enruinecida por los agravios, las agresiones y las calumnias.
No sería leal conmigo mismo si dejara de advertir que muchos argentinos contemplaron perplejos esta situación, frente a un país que se desangra y que necesita más que nunca de nuestra unidad, de nuestra sensatez, de nuestra entrega; de ahí que este compromiso que hoy vengo asumir ante todos ustedes, ante el país en su conjunto, no tenga en cuenta tan solo el próximo 14 de mayo. Yo no tan solo pienso en eso, en las futuras elecciones, yo pienso fundamentalmente en las futuras generaciones. Yo no pienso en los futuros comicios como en una guerra donde haya que vencer al enemigo a cualquier precio. Yo pienso en el 15 de mayo como el comienzo de una historia nueva, una historia más justa, más digna, mejor. Una historia que vamos a transitar todos juntos en unidad, en solidaridad, en organización. Por eso, mi primer compromiso, mi primer solemne compromiso es el compromiso por la unidad nacional.
Estoy convencido de que en el corazón de cada uno de los argentinos anidan un conjunto de coincidencias mucho mayor del que a veces suponemos. Mi gobierno será un gobierno de unidad nacional, de participación de todos los sectores de la sociedad.
No me voy a fijar en el color del pensamiento político para convocar a los más honestos, a los más capaces, a los mejores hombres y mujeres. No me voy a transformar en el administrador de un poder comiteril, en el títere de una tecnocracia.
Yo voy a ser el presidente de todos los argentinos y voy a dejar lo mejor de mis energías para que cada argentino se transforme en un presidente de su propio destino, en lugar de continuar siendo un esclavo de la pobreza y la resignación.
Llego a esta instancia de mi vida política sin rencores, sin odios, sin heridas abiertas. No miro hacia un pasado en el cual padecí todo tipo de persecuciones, cárcel, torturas, agresiones torpes y violentas, prefiero mirar hacia un futuro que nos espera con un horizonte nuevo, porque el futuro no es lo que va a pasar, el futuro es lo que vamos a hacer, lo que vamos a ser capaces de hacer entre todos.
Estoy convencido de que los argentinos no tenemos ningún derecho a esta crisis. Una crisis que tiene profundos contenidos económicos, pero que, por sobre todas las cosas, se rige sobre nuestra incapacidad de darle una respuesta moral y ética a los problemas argentinos. Desde esta posición superadora yo también vengo a decirle a mi pueblo que sin un cambio de raíz sobre nuestros males morales, no habrá solución posible y vengo a decirles que la única solución posible es una sola: trabajo, trabajo y más trabajo.
Yo no prometo milagros de la noche a la mañana, no prometo salidas mágicas, no soy un súper hombre, no soy un mentiroso, no soy un hipócrita ni un demagogo. Yo, en cambio, sí prometo que el derecho social número uno de todo argentino será el derecho al trabajo, Este es el sentido más profundo y vital de lo que nosotros hemos dado en llamar «revolución productiva», que hoy se ha transformado en un auténtico clamor en todo el país. Gobernar es dar trabajo y dar trabajo es, lisa y llanamente, la revolución productiva.
Queremos crecimiento económico y justicia social, queremos la liberación de todas las energías y potencialidades del país. Pretendemos terminar con las trabas que hoy frenan nuestro necesario desarrollo. Le vamos a decir «basta» a la especulación financiera, al gigantismo burocrático, al exagerado centralismo, a la injusta distribución de los ingresos, al achicamiento de la producción y a la falta de incentivos.

Menem, el que avanza. Menem, el que está en todas partes. Menem, el que esperamos.
A esta Argentina la salvamos entre todos o no la salva absolutamente nadie.
Con Menem reconstruyamos junto a la Argentina.

 Spot Eduardo Angeloz versión 3 - 1989

Eduardo Angeloz:
En mi provincia la falta de viviendas era cada vez mayor. Nosotros detuvimos el aumento de ese déficit.
Yo no tengo soluciones mágicas. Jamás he hecho promesas que no pudiera cumplir. Pero estamos trabajando duro para construir más vivienda, porque todos tienen derecho a vivir mejor.
Si pudimos hacerlo aquí, también podemos hacerlo entre todos los argentinos.

 Spot Eduardo Angeloz versión 1 - 1989

Locutor:
El hombre que nos guíe debe ser fuerte, sereno, serio. Debe hablar sin contradicciones. Un hombre tendrá que hacer el duro trabajo de gobernar. Tiene que ser un piloto en la tormenta. Eduardo Angeloz. La Argentina necesita su mano firme, ahora más que nunca.

Spot Adelina Dalesio de Viola - 1989

Adelina Dalesio:
Con tantos “síganme, se puede”, “el cambio es liberal”, ¿usted ya pensó desde el Congreso quién le va a garantizar que le cumplan lo que le prometen? Yo quiero ser su diputada, la de todos los argentinos. Mire, no importa que usted sea peronista, liberal o radical. El Congreso necesita honestidad, trabajo y sentido común. Usted ya me conoce. Sabe que tengo el coraje para enfrentarlo. Solo necesito su voto.

Cantado:
Triunfo Capital.
A votar por Adelina

Vote al Más, Zamora y Parlini diputados.
No se deje agarrar más. Si no dejamos de pagar la deuda externa seguirán los tarifazos o el salario y el país.
El Más está junto a usted.

Menem, el que avanza. Menem, el que está en todas partes. Menem, el que esperamos.
A esta Argentina la salvamos entre todos o no la salva absolutamente nadie.
Con Menem reconstruyamos junto a la Argentina.

Los radicales creen que gobernar es hablar, por eso se preocupan por una silla vacía en un debate televisivo. Los peronistas estamos preocupados porque hay otros espacios vacíos y hasta hay un sillón presidencial que parece vacío. Los peronistas creemos en el país que afortunadamente no está vacío, está lleno de argentinos que el 14 de mayo van a cambiar la historia.

Se habla mucho de privatizar, todos son precios estatales. Yo diría que hay una fiebre de privatización. Si seguimos así, con todo respeto le digo al señor presidente de la Nación y al ministro empresario, si en algún momento van a privatizar al Gobierno nacional lo van a privatizar los Gobiernos provinciales y hasta a los municipales. Yo creo que esto hay que tomarlo con mucho cuidado porque, por ahí, en las privatizaciones va también la entrega de lo que es la soberanía nacional; estamos olvidando un derecho de aquello que es fundamental: la defensa nacional.
Yo creo que si los ferrocarriles no se arreglan como corresponde y se están levantando los ferroviarios, o talleres ferroviarios, por el daño que ustedes ya conocen, ese es un punto fundamental para los ferrocarriles que nosotros pensamos reactivar.
No paramos la atención en esto, es muy posible que lleguemos a situaciones límites, a situaciones muy difíciles, de corrupción. Por eso yo entiendo, que un proceso de privatización, significa disponer de bienes del estado, [no se entiende] y en un régimen democrático, ni el señor presidente, mucho menos el ministro, por sí solo, pueden, mediante decretos, empezar a entregar lo que es de todos nosotros. No somos ni privatiza ni anti privatiza, somos pragmáticos y en un estado de derecho, lo que hay que hacer, es enviar todo al Parlamento de la Nación, a nuestros representantes, para que sean ellos los que resuelvan sobre nuestros bienes.
No puede ser, reitero, que por fin el señor presidente de la Nación esté entregando los bienes del Estado hacia otros Estados que quieren privatizar el tren ¿Y con quién? Con una empresa estatal española, que quiere privatizar Aerolíneas ¿Y con quién? con una empresa mixta de estados escandinavos, Suecia, Noruega, Dinamarca…

 MAURO VIALE: Y vos, ¿por qué votarías a Menem? A ver, Tomás, ¿me podés explicar si querés?
TOMÁS: ¿Por qué votaría a Menem?
MV: Sí. No te pregunté, pero vas a votar a Menem ¿o no?
T: Sí, según si voy a votar.
MV: ¿A Menem?
T: Sí.
MV: ¿Y a Duhalde?
T: Y a Duhalde también. [Risas]
MV: Mirá que lío si decís que no. Hay testimonios de otros niños siguiendo lo de Tomás.
NIÑO 1: El Presidente es bueno y sabe amar a los niños.
NIÑO 2: El presidente es muy bueno y lo quiero con todo mi corazón.

 Spot presidencial – UCD – 1989

Locutor:
Cuando en la Argentina decimos que ha habido 1700 conflictos sindicales desde 1983, que los médicos hicieron más paros que los metalúrgicos en el año 1987, que tuvimos este año 130 paros de docentes y muy pocos días de clases correctas; estamos diciendo que el desorden y el descontrol se está adueñando de la argentina.

Mujer miembro del partido:
Vamos a estar realmente asegurándonos una victoria muy grande, porque ya le estamos ganando al peronismo. Nos falta ahora poder tocarle la espalda al radicalismo.

Hombre miembro del partido:
El voto no es una cosa mágica. Las soluciones tampoco son una cosa mágica. Y esto de que no se puede hacer magia, me hace gracia pensar en una frase de Adelina de hoy: “A Jesús recelé pero vote a la UCeDé”.

(Cantado)
Ideales, ideales.
No podemos esperar.
Un futuro será,
una Argentina grande
triunfante, ganadora y liberal.

Cantado:
¡No tiene pinta de escuchar rock and roll, eso no importa, yo lo voto a Angeloz!

Enfrentemos al Fondo Monetario para que el dinero de los argentinos lo administremos los argentinos.
Al frente con Néstor Vicente.