VOLVER A FILTROS

Audios de la campaña electoral de 1983

Los audios aquí reunidos dan cuenta del proceso histórico que devolvió el país a la vida democrática. En las elecciones de octubre de 1983, la sociedad argentina debatió su futuro y discutió su pasado reciente. En estos audios se pueden escuchar las distintas propuestas electorales con sus protagonistas y discusiones.


Palabras de Antonio Salonia durante su campaña electoral


LOCUTOR: Transmite LRA Radio Nacional, para emisoras de la cadena nacional de radiodifusión. En un espacio cedido por el Ministerio del Interior para candidatos a Presidente y Vicepresidente de la Nación, hará uso de la palabra a continuación el profesor Antonio Salonia, candidato a vicepresidente de la Nación por el Movimiento de Integración y Desarrollo.

ANTONIO SALONIA: El Movimiento de Integración y Desarrollo sostiene que las elecciones generales del próximo domingo están severamente condicionadas. El MID me ha honrado con la candidatura a la vicepresidencia de la Nación, y el privilegio de acompañar a Rogelio Frigerio en la fórmula. Es a partir de esa responsabilidad que expongo el pensamiento de mi partido sobre las grandes decisiones que enfrenta hoy el pueblo argentino.

Vamos a elegir nuevas autoridades, en medio de una situación en la que está severamente amenazada la paz. Lo está en el sur, donde existe ahora una base militar extranjera en condiciones de atacar el continente. Tenemos abierto un litigio por el Beagle con la República de Chile, que las demoras en aceptar la propuesta papal mantienen como un frente potencial de riesgo bélico Y está también cuestionada la paz interior.

Se han producido violaciones a los Derechos Humanos, que una Ley de Autoamnistía pretende absolver. No habiendo mediado una explicación completa sobre lo ocurrido con los desaparecidos, que el pueblo argentino merece y reclama; y no habiendo sido asumidas las responsabilidades sobre esas acciones, no están dadas las bases para una genuina pacificación. Perturba, además, un pronunciamiento auténtico del pueblo, la actual situación económica por la que atraviesan las familias argentinas, muchas de las cuales viven circunstancias verdaderamente dramáticas para conseguir el pan, el vestido y el techo.

Sobre ese cuadro, que conspira abiertamente contra la expresión genuina de la voluntad popular, se ha realizado una vasta operación de manipulación de la opinión pública para inducir una artificial polarización del electorado.

Para ese objetivo se han utilizado diversos procedimientos de acción psicológica a través de los medios masivos de comunicación. Se ha intentado forzar a los argentinos a tener que pronunciarse entre el candidato peronista o el radical. Y para ello se los ha privilegiado en la información noticiosa. Se han desplegado procedimientos de saturación publicitaria, y se ha silenciado y ocultado el debate que pone en evidencia la falsedad de esta opción que no incluye diferencias programáticas fundamentales. Esta gigantesca manipulación de la opinión pública tiene como antecedente inmediato la que se hizo durante el operativo militar en las Islas Malvinas. Como en esa oportunidad, no hubiese sido posible si el gobierno no ejerciera un control y dominio totalitario de los medios masivos de comunicación, especialmente en la televisión.

El desarrollismo ha hecho a lo largo de las últimas semanas, un gran esfuerzo de difusión, que ha sido posible gracias a su fuerza y su organización, para contrarrestar esos propósitos, en los que se establecía una complicidad entre el gobierno y las dirigencias políticas beneficiadas con los mecanismos empleados.

Hemos tenido éxito. El MID ha puesto en evidencia la falsedad de la opción entre peronismo y radicalismo al mostrar que ambos proponen una idéntica política económica y social, cuyos resultados son inexorablemente antipopulares. Ambos creen que frenando los salarios y regimentando la producción podrán evitar la profundización del caos actual. La realidad es que se aumentarán las tensiones actuales, y que la violencia seguirá siendo utilizada para sofocar las más legítimas aspiraciones populares.

Coinciden también los partidos de la falsa opción en negarse a enfrentar las graves amenazas a la paz exterior que se ciernen sobre el país. Ambos se niegan a declarar el cese de hostilidades en las Malvinas y a aceptar la propuesta papal. Esa actitud es totalmente contradictoria con el anuncio de que reducirán los gastos militares. La contraposición entre el programa desarrollista y la falsa opción peronista radical en materia económico-social y en la política internacional, puede constatarse también en materia educativa y cultural.

Frente a esa visión empequeñecedora de las posibilidades argentinas, el MID está convencido que sin una participación realmente protagónica de los diversos sectores, la sociedad no alcanzará en el plazo más breve sus objetivos en educación y en cultura. Por eso opuso la enseñanza libre al monopolio estatal, contra la marcada oposición de quienes ahora han incluido vergonzantemente esta conquista en sus plataformas, pero sin plantear todas sus posibilidades en la formación de grandes promociones de jóvenes en todas las disciplinas profesionales.

Por eso, luchamos por una universidad con acento en las carreras técnicas, y en la formación de humanistas capaces de entender los problemas nacionales, mientras otros siguen atados a la Universidad que servía al esquema agro importador, heredado del reformismo. Por eso hicimos el Estatuto del Docente, que aseguraba la participación de los maestros en la planificación y en la elaboración de la política educativa.

Los desarrollistas vamos a las elecciones con un programa con capacidad para transformar las estructuras del atraso. Creemos que el voto es un arma del pueblo, que puede ser empleado en un sentido profundamente pacificador si se hace en respaldo de una política que sepa cómo modificar esta situación insostenible. Estamos en una instancia importante de la lucha nacional, para convertirnos en una comunidad plenamente autodeterminada.

Pero también las elecciones pueden ser una puerta hacia el abismo si triunfa y se impone la falsa opción. Habiendo probado que no hay diferencia sustancial entre peronistas y radicales, el MID surge como la verdadera alternativa para la ciudadanía. La fuerza y la claridad de su programa, encarnadas en la admirable lucha que lleva adelante Rogelio Frigerio, se contrasta nítidamente de los planes populistas.

La democracia es para nosotros, la forma más alta de la cultura, puesto que significa la participación de todos en la construcción del futuro de la Nación. La democracia se construye eligiendo entre propuestas verdaderamente alternativas.

Por eso afianza la democracia votar por el MID y su programa, y la diluye votar por miedo o resentimiento. Estamos seguros de ser bien comprendidos, estamos seguros que seremos fuertemente apoyados en todo el país. Nuestro compromiso con el desarrollo nacional es definitivo. Nuestra gravitación será cada vez mayor.

LOCUTOR: Se ha escuchado la palabra del profesor Antonio Salonia, candidato a vicepresidente de la Nación por el Movimiento de Integración y Desarrollo, en otro espacio cedido por el Ministerio del Interior para candidatos a Presidente y Vicepresidente de la Nación.
Hasta aquí, ha transmitido LRA Radio Nacional, para emisoras de la cadena nacional de radiodifusión, las que a partir de este instante, continúan con la difusión de sus respectivos programas.

Palabras de Ítalo Argentino Luder durante su campaña electoral

LOCUTOR: Transmite LRA Radio Nacional, para emisoras de la cadena nacional de radiodifusión. En los espacios cedidos por el Ministerio del Interior para candidatos a Presidente y Vicepresidente de la Nación, hará uso de la palabra a continuación el doctor Ítalo Argentino Luder, candidato a Presidente de la Nación por el Partido Justicialista.

ÍTALO LUDER: La profunda crisis que vive el país no se debe solamente a la ineptitud de los que nos gobernaron durante siete años y medio o a la corrupción de las minorías que usufructuaron el poder. Eso existió, pero no hubiera sido suficiente para producir la devastación que padecemos.
El rasgo fundamental ha sido la decisión política de quebrar la organización de una sociedad moderna que había iniciado el justicialismo en 1946. Sobre eso se montó la soberbia de los objetivos sin plazo y el discrecionalismo en el uso del poder político. Las características de la sociedad moderna están dadas por la participación y la decisión nacional. La facultad de decisión nacional preservada en un mundo conflictivo y complejo.

Durante 38 años el justicialismo rescató la bandera de la participación política en una vida institucional azarosa que mostró un duro enfrentamiento, y en algunas ocasiones la actitud de algunos sectores populares, que sirvieron inconscientemente los intereses de una sociedad anacrónica que se negaba a adecuarse a las necesidades del cambio social. La participación que postuló el justicialismo alcanzó a todas las áreas: social, económica, cultural y política. Hemos sostenido siempre que ningún sector se podía realizar si no se realizaba globalmente toda la comunidad; y al mismo tiempo, que ninguna comunidad podía realizarse si no se realizaban, al mismo tiempo, todos y cada uno de los sectores que la integran.

Yo exhorto por eso al empresariado nacional, a que tome conciencia que su aparición y su crecimiento se vio durante los gobiernos del justicialismo, que ahí estuvieron las pautas económicas adecuadas para que pudiera insertarse en una sociedad que avanzaba hacia otro estilo de vida. Que deponga antiguos prejuicios para sumarse a la reconstrucción del país que reclama la presencia de los dos sectores dinámicos de la economía como son el sector laboral y el sector empresarial.

Las metas para el sector empresarial que el justicialismo propone son muy claras: el crecimiento de la producción, el estímulo muy concreto a la exportación, no solo a través de un tipo de cambio real, sino con ayudas y estímulos concretos, la transferencia de tecnología, el crecimiento de la producción en todos sus órdenes. Por eso nosotros consideramos que el empresariado debe entender que el asalariado no es un adversario en el circuito económico, sino que es su propio socio en el desarrollo de una economía próspera.

Yo no puedo dejar de recordar en estos momentos a los sectores que más han sido castigados en estos siete años y medio. Esos sectores son la juventud y el sector pasivo, la clase pasiva. En primer lugar, la familia, como célula originaria de la sociedad y al mismo tiempo formativa desde el punto de vista ético, afectivo y moral, fue atacada desde todos los lados. Esa familia creó para el joven adolescente y el niño las posibilidades durante la época del justicialismo, de desarrollarse; de acceder al mercado laboral; de tener acceso a la educación en todos los niveles. En estos siete años, el adolescente y el niño encontró una frustración, sobre todo para los sectores de menores ingresos. La deserción escolar se debe fundamentalmente al difícil cuadro socioeconómico que ha vivido el país. Y el elitismo en la enseñanza secundaria y terciaria marcó nuevamente un proyecto político regresivo detrás de un plan económico que solo encubría ese proyecto político regresivo. Y el sector pasivo siguió las consecuencias de una caída del salario por debajo de todos los niveles históricos. Que no se confunda el sector pasivo, toda la cobertura previsional se ha dado durante los gobiernos del justicialismo. Ahí encontró el sector pasivo respeto, consideración e incorporación a una sociedad que debe integrar al hombre que ha cumplido una etapa de su vida, que entra en la declinación de sus posibilidades, pero todavía puede brindar una solidaridad y un esfuerzo a la comunidad a la cual pertenece.

Tenemos que ir hacia una democracia pluralista, respetada por todos y un polo institucional fortalecido con la contribución de todos los sectores políticos cualquiera sea la ubicación que se le haya asignado en la contienda electoral del 30 de octubre. Y exhorto a toda la ciudadanía a tomar conciencia que en esta contienda electoral no hay solamente un cálculo de resultados comiciales. Acá se juega el destino del país.

El justicialismo es la única fuerza dinámica que tiene la base social para producir el cambio e ir a una sociedad justa. El justicialismo garantiza estabilidad social en el país como la ha garantizado durante 38 años a pesar de la provocación y a pesar de las persecuciones. Si no fuera por el justicialismo, los sectores de menores ingresos se hubieran radicalizado ideológicamente; porque han sido demasiadas las agresiones y ha habido motivo suficiente para que se convirtieran en grupos contestatarios. No obstante, el pensamiento nacional del justicialismo lo encuadró en una lucha por sus reivindicaciones, pero sin apartarse de la necesidad de una sociedad solidaria a la cual se sentían perteneciendo por su esfuerzo y por tener derecho a recibir los beneficios de ese esfuerzo común.

Yo me sorprendo muchas veces que sectores económicamente fuertes no comprendan que la estabilidad social que tiene la Argentina, más allá de su inestabilidad política, se debe a la madurez del justicialismo y de los sectores que son su base social que han sabido sobreponerse a todas las injusticias para comprender que más allá de los intereses sectoriales están los intereses del país.

El justicialismo sigue siendo, y vamos a poner especial cuidado en eso, un movimiento policlasista. Reivindicamos los derechos de los sectores abandonados y de menores ingresos, pero proponemos al país una solución global. No hacemos una propuesta sectorial, sino una propuesta global al país. Si yo llego a la presidencia de la Nación, yo cumpliré el programa del justicialismo, pero yo he convocado a la unidad nacional, yo seré el Presidente de todos los argentinos y creo que ese será mi rol histórico para el futuro de la Nación.


LOCUTOR: En los espacios cedidos por el Ministerio del Interior para candidatos a Presidente y Vicepresidente de la Nación, ha hecho uso de la palabra el doctor Ítalo Argentino Lúder, candidato a presidente de la Nación por el Partido Justicialista.
Hasta aquí, ha transmitido LRA Radio Nacional, para emisoras de la cadena nacional de radiodifusión, las que a partir de este instante, continúan con la difusión de sus respectivos programas.

Aviso de la campaña de Raúl Alfonsín (I)

Raúl Alfonsín:
Deseo estar más juntos que nunca, porque sabemos que solamente a través del esfuerzo de todos vamos a ser la Argentina que sencillamente nos merecemos.

Locutor:
Ahora, Alfonsín, el hombre que hace falta.

Aviso de la campaña de Raúl Alfonsín (II)



RAÚL ALFONSÍN: Su hijo, mis hijos, mis propios nietos, los hijos de todos necesitan tener las mismas oportunidades. Para eso hace falta más presupuesto en educación. Yo afirmo que esta es una cuestión de decisión y de ganas. Entremos juntos a una Argentina en la que va a ser más importante la enseñanza primaria obligatoria que el servicio militar obligatorio.

LOCUTOR: ¡Ahora, Alfonsín!

Aviso de la campaña de Raúl Alfonsín (IV)



LOCUTOR: Más que una salida electoral, es una entrada a la vida.

RAÚL ALFONSÍN: Para luchar para constituir la unión nacional consolidar la paz interior, afianzar la justicia, proveer a la defensa común, promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que deseen habitar el pueblo argentino.

LOCUTOR: ¡Ahora, Alfonsín!

Palabras de Jorge Abelardo Ramos durante su campaña electoral



LOCUTOR: Transmite LRA Radio Nacional, para emisoras de la Cadena Nacional de Radiodifusión. En los espacios cedidos por el Ministerio del Interior para candidatos a Presidente y Vicepresidente de la Nación, hará uso de la palabra Jorge Abelardo Ramos por el Frente de Izquierda Popular.

[Suena la «Marcha de las Malvinas».]
Tras un manto de neblinas
no las hemos de olvidar.
Las Malvinas argentinas,
clama el viento y ruge el mar...
[Se desvanece.]

JORGE ABELARDO RAMOS: Al cabo de casi siete años y medio de saqueo de la economía nacional y de absolutismo político, el proceso iniciado en el año 76 se aproxima a su fin. Es un fin inglorioso. Y tan solo una luz radiante ilumina una parte de su epílogo, que fue la reocupación de las Malvinas por las tropas argentinas enfrentando el imperialismo mundial. Todo el pueblo argentino se puso de pie y toda la América Latina apoyó esa fiesta al mismo tiempo que diferenciaba radicalmente nuestra lucha contra los colonialistas ingleses del régimen militar de Galtieri.
Pero ahora ante el comicio del 30 de octubre el país se dispone a realizar la suma y la resta. El balance crítico de un largo período nocturno de la vida nacional. El Frente de Izquierda Popular ha marcado alrededor de todos estos años una conducta invariable con respecto al poder oligárquico entronizado en el sistema financiero de saqueo y al poder militar que se encargaba de cerrarle la boca a los argentinos. Esa síntesis de esas dos fuerzas estuvo expresada en el ilustre pensador contemporáneo, general Harguindeguy, del que se habla que se va a ir a radicar a Suiza, nadie va a derramar una lágrima por su ausencia; y por el doctor Martínez de Hoz, que sin duda va a ser objeto de alguna investigación de orden penal.

En este momento lo que nosotros deseamos remarcar es que el Frente de Izquierda Popular avanza hacia el futuro de inmediato del comicio, formulando tres premisas esenciales que constituyen, a nuestro juicio, el elemento fundamental para enfrentar los graves problemas heredados.
El primero de ellos es la incorporación a la democracia de la mujer argentina. Hay infinidad de candidatos, precandidatos y autocandidatos a la presidencia de la República, muchos de ellos bendecidos por el Departamento de Estado de Estados Unidos, con un fondo de recursos, este… en diversas monedas que realmente, no es envidiable porque se supone están vinculados a esos intereses extraños, que hablan de la restauración democrática. Y nosotros queremos decir que no hay restauración democrática posible, sin que las mujeres argentinas, olvidadas eternamente y relegadas al lavado y al planchado de su casa, eh, avancen hacia la vida social, hacia lo cotidiano en la vida social, y tomen en sus manos su propio destino para incorporar la mitad de la sociedad argentina a la creación de nuestra historia. Esa es la razón por la cual nosotros, desarrollando las grandes banderas que enarboló en algún momento Eva Perón, que es una mujer, ya que está al margen de los partidos, que forma parte de la gran tradición histórica argentina, en cuanto ella simbolizó la incorporación de la otra parte del género humano olvidado, a la lucha política mediante la Ley del Voto; nosotros deseamos continuar lo que Eva proyectó y realizó en su tiempo bajo una oleada de injurias y calumnias de que son testimonios los diarios de la época y los libros de la época. Ella se atrevió a decir que las mujeres debían tener iguales derechos que los hombres. Y eso, unido a su unión matrimonial con Perón, determinó que fuese execrada y calumniada en vida y después de muerta. Nosotros continuamos esa lucha, no estando en el peronismo, porque deseamos que para proteger a las mujeres exista un Ministerio de la Mujer. Así como los ganaderos han tenido durante cien años un ministerio para cuidar sus novillitos, deseamos que la mujer ocupe un Ministerio de Estado para defenderla de todos los ataques, de todas las postergaciones y marginaciones que todas las mujeres conocen sin necesidad que un hombre se las cuente.
Por otro lado, señalamos la necesidad del salario a la ama de casa. Afirmamos la exigencia de establecer un sistema de servicios en las municipalidades para municipalizar las tareas domésticas, rutinarias e indiferentes para el propio marido, pero que sin embargo constituyen un aporte esencial al Producto Bruto Interno, puesto que se trata del único trabajo argentino que no es retribuible.
Si pasamos de este tema de las mujeres, que consideramos esencial y prioritario, a los problemas de orden económico global, sabemos que no hay manera de poner de pie a la economía industrial argentina, absorber a los desocupados, elevar los salarios de los empleados, funcionarios, técnicos, trabajadores industriales, científicos, muchos de los cuales emigran, si nosotros no tomamos, este… de cara al toro por las astas y planteamos una renegociación soberana de la deuda externa, que en este momento es uno de los instrumentos que la Banca Mundial dispone para humillarnos y ponernos de rodillas. En general, la gran parte de los candidatos a presidente le hacen guiños de inteligencia a la banca en Washington o a la banca europea, tratando de obtener su bendición para que siga apoyando sus respectivas campañas electorales.

A juicio del FIP, la Banca Mundial está al borde de un colapso. Nosotros vamos a poder dormir tranquilos la noche que esa banca mundial estalle. Nunca una crisis mundial afectó a la Argentina sino favorablemente. Lo enseña toda la historia económica de nuestro país y de América Latina. Cada vez que los grandes países metropolitanos, supuestamente civilizados, entraron en crisis, esos fueron para la historia económica argentina la hora del progreso y del desarrollo industrial interno.
De modo que hay una tentativa de apichonarnos, de volvernos débiles; de volvernos temerosos y de ir con el sombrero en la mano a hablar con los banqueros. Nada más falso, argentinos y argentinas, que esa actitud. Debemos recobrar la plenitud de nuestra capacidad de decisión, decirles a los banqueros que en primer lugar vamos a tratar de reconstruir la economía nacional, y los recursos empleados para la usura vamos a destinarlos a reanimar la economía nacional. Eso supone, naturalmente, una voluntad de decisión política, y eso solamente puede hacerlo un gobierno elegido por el pueblo. No va a pasar nada. Aseguro a todos ustedes que cuando nos dicen que no va a venir ningún insumo y que nos vamos a quedar absolutamente despojados de toda, este… posibilidad de poner en funcionamiento la economía, eso es falso. Los insumos están en América Latina, además los importadores tienen en Dock Sud, Lavallol y Monte Chingolo un año de insumos, intentan ahora decir que no tenemos nada para poder elevar los precios y ponernos de rodillas ante el Fondo Monetario.

En definitiva, tenemos que ser dignos, marchar hacia adelante, como lo supimos hacer en un instante con las Malvinas, que no tenemos que olvidar. Porque las Malvinas nos reunificaron con el destino común de la patria grande de América Latina, y permitieron conocer al mundo que a pesar de tantos infortunios, en algún momento los argentinos se ponen de pie y enfrentan al colonialismo.

Señalo a todas las argentinas y a todos los argentinos que lo que nos hace falta a nosotros es, como dice el corrido mexicano, «lo mero principal». En otras palabras, el coraje moral, el coraje intelectual y la voluntad de afrontar ahora en el comicio, unidos, el FIP y el justicialismo, a esta larga constelación y tropa de gorilas y simios que van saltando, como en la selva, con su galera y su bastón, para cerrar el paso al triunfo inevitable de los candidatos populares.

Pueblo argentino, de pie, en marcha. La Revolución Nacional va a triunfar.

[Suena la «Marcha de las Malvinas».]
Tras un manto de neblinas
no las hemos de olvidar.
Las Malvinas argentinas,
clama el viento y ruge el mar...
[Se desvanece.]

LOCUTOR: En los espacios cedidos por el Ministerio del Interior para candidatos a Presidente y vicepresidente de la Nación, ha hecho uso de la palabra el señor Jorge Abelardo Ramos, candidato a Presidente por el Frente de Izquierda Popular.
Hasta aquí, ha transmitido LRA Radio Nacional, para emisoras de la Cadena Nacional de Radiodifusión, las que a partir de este instante, continúan con la difusión de sus respectivos programas.

Aviso de la campaña de Raúl Alfonsín (V)

 Raúl Alfonsín:
Me han preguntado por qué saludo así. Es una manera de estar juntos. Es un abrazo a la distancia. Y a pocas horas de una decisión fundamental de los argentinos, no para consagrar una candidatura, para elegir un rumbo nuevo, deseo estar más juntos que nunca. Porque sabemos que solamente a través del esfuerzo de todos vamos a hacer la Argentina que sencillamente nos merecemos.

Locutor:
¡Ahora, Alfonsín!

Palabras de Oscar Alende durante su campaña electoral

 Locutor:
Transmite LRA Radio Nacional, para emisoras de la Cadena Nacional de Radiodifusión. En un espacio cedido por el Ministerio del Interior a candidatos a Presidente y vicepresidente de la Nación, hará uso de la palabra a continuación el doctor Oscar Alende, candidato a Presidente de la Nación por el Partido Intransigente.

Oscar Alende:
La actual situación de bancarrota obedece al último tramo vivido desde 1976 en esta cópula ilícita entre las multinacionales y la escuela de Chicago, las cúpulas militares que han cedido también una ideología importada, la llamada Doctrina de la Seguridad nacional. Y entonces esto marca cuál tiene que ser la opción de la Argentina en el futuro: el completar el mandato del mayo de 1810, protagonista el pueblo; de julio de 1816, una nación emancipada de toda dependencia extranjera. Una nación, agrego, que debe concluir con la revolución inconclusa, aquella que soñó Hipólito Yrigoyen, aquella que soñó el peronismo pueblo, y que no se cumplió porque en el año 30 estaban intactos los aparatos de penetración de la oligarquía y de dominio del imperialismo, y en 1976 vuelve a repetirse lo mismo pero ya no en la dependencia del imperio británico, sino en lo que implicó el flujo dominante de las multinacionales y del capital de la extranjería.
No nos conforman las plataformas de otras dos minorías que compiten. No se pone el acento en esa actitud revolucionaria que debe tener el pueblo argentino, en la necesaria unidad. Porque el enemigo está todavía fuerte, la presión internacional, como Malvinas lo ha demostrado, se irá ejerciendo en forma disimulada o notoria. La presión de los intereses extraños será muy potente con su capacidad de soborno, de compra, de toma de la economía del país, lo que ya hemos visto con la patria financiera, con la enajenación del patrimonio nacional, con la situación de destrozo permanente en que se nos ha sumergido.
Y entonces señalamos que el Partido Intransigente ha elaborado su propia plataforma. Una plataforma que designa como falsa la antinomia y como falsa la opción. Que los argentinos no debemos entretenernos con todo aquello que es una trampa del enemigo, en enfrentarnos y colocarnos unos contra otros, dividirnos. El Partido Intransigente quiere sembrar, y con ello sumar, unir, juntar al pueblo argentino; quiere crear un nuevo modelo de democracia participativa en la que el pueblo nos sea el simple espectador, como sucede en una democracia de votaciones, para que el pueblo muestre su presencia y su presión en todo aquello que implique distribución de la riqueza y marcar las decisiones que el gobierno popular deba tomar. Algo que permita la presencia de los sectores menos protegidos de la comunidad nacional, que rara vez pueden contar con la prensa, los medios de comunicación, con todo lo que exprese su lógico reclamo por mejores condiciones de vida, por una sociedad más recta, justa y fraternal.
No se trata, pues, de optar, se trata de elegir; no se trata de votar negativamente para que el otro no sea, como ya ocurrió en 1973, votando por Balbín contra Cámpora o por Cámpora contra el gobierno militar. La representación proporcional asigna a cada voto un doble valor. Es decir, el que elige representantes, que en el caso del Partido Intransigente tendrán, pensamos, un poder decisorio en el futuro parlamento, porque aquí no hay partido que tenga mayoría. Somos tres las minorías principales que compiten, las que han demostrado mayor capacidad de movilización popular, las que tienen mayor acopio de presencias juvenil en sus filas.
Pero el voto por el Partido Intransigente será doblemente positiv, para tener en el parlamento los consejos deliberantes, una representación que no se complique con la debilidad, el gatopardismo, la idea de que todo cambie para que no cambie nada, sino que se convertirá en la representación de una democracia participativa, para que el país ejecute este proceso de cambio que requiere, que viene soñado y establecido como mandato fundacional de la República, y que no ha sido ejecutado debidamente, porque la presión de los intereses extraños 1930-1943 igual a 1976-1983, se han encargado de frustrar, de dividir a los argentinos para que de esta manera no puedan expresarse.
Y por otra parte, el voto por la lista 6 del Partido Intransigente que tiene electores para Presidente en todas las provincias de la Nación, que está organizado en todos los distritos, el voto será por un proceso de liberación nacional, por un proceso de cambio efectivo, con la garantía de los antecedentes de sus ciudadanos que han actuado con honradez, con franqueza en la vida política argentina; que ya en la noche del 23 de marzo de 1976 supieron advertir a la república sobre lo que iba a ocurrir, que se iba a proteger el capital multinacional, que se iba a actuar en forma competitiva frente a la industria y el comercio nacional, que iba a haber disminución de los salarios, recesión, que iba a haber proletarización de los sectores medios y de los sectores de los trabajadores, indefensión de la juventud y desaliento en sus filas. Y así ocurrió.
Por eso nuestra voz es ahora de advertencia, para reclamar la unidad de la Nación, la unidad de los argentinos, la compactación en Latinoamérica, y una sociedad más recta, justa y fraternal.

Locutor:
En un espacios cedidos por el Ministerio del Interior se ha escuchado la palabra del doctor Oscar Alende, candidato a Presidente de la Nación por el Partido Intransigente.
Hasta aquí, ha transmitido LRA Radio Nacional, para emisoras de la Cadena Nacional de Radiodifusión, las que a partir de este instante, continúan con la difusión de sus respectivos programas.

Palabras de Raúl Alfonsín durante su campaña electoral



LOCUTOR: Hará uso de la palabra el doctor Raúl Alfonsín, candidato a presidente de la Nación por el partido Unión Cívica Radical.

RAÚL ALFONSÍN: En pocos días más la decisión de cada argentino se reunirá con la decisión de los otros argentinos, para optar por el camino que emprenderá la República. La democracia ya no será una palabra, una idea. La democracia será cada uno de ustedes, porque será con cada uno de ustedes que haremos renacer a la Argentina.

Todos sabemos lo que nos pasó. Venimos de la experiencia más dura y amarga de la que tengamos memoria. Vimos desfilar a lo largo de estos años a casi todos los males a que puede ser sometida una nación. El empobrecimiento diario, la violencia, el miedo, la corrupción, la prepotencia y también la guerra. Es necesario que cada uno recuerde lo que pasó. Y cada vez que dudemos, cada vez que estemos tentados de abandonar la lucha por el renacimiento de la Argentina, simplemente recordemos el pasado.

Esta vez será diferente. Se acabó el país del sufrimiento. Comenzaremos juntos, sin marchas atrás, el país de la alegría. El país de la vida. Porque ni ustedes ni yo vamos a admitir que al obrero argentino le sigan robando a diario su trabajo. No queremos más salarios de hambre, desocupación ni miseria.

Ni ustedes ni yo vamos a aceptar nunca más una juventud amordazada, impedida de crear, formarse o trabajar. Nadie más va a encarcelar la esperanza que nace con la nueva generación de argentinos. Ni ustedes ni yo vamos a tolerar el imperio del dinero dominando y sometiendo al esfuerzo del empresariado nacional. Ni ustedes ni yo vamos a soportar nunca más que algunos hombres, por el mero hecho de tener galones, crean que son los señores de un pueblo de súbditos.

Todos fuimos usados. Y con nosotros se usó a la Argentina. Habíamos casi perdido a nuestro país. Nos dejaron desprotegidos y desamparados. Hubo miedo de hablar, miedo de producir, miedo de trabajar. Hubo miedo al futuro, a lo que podía pasar mañana en una tierra que fue en otra época la esperanza para los millones de mujeres y hombres que llegaron a ella.

Ya no volverá a suceder. Los argentinos hemos aprendido lo suficiente para no volver a equivocarnos. Y todos sabemos que en estos días, no solo decidiremos quién será el Presidente de los argentinos. Mucho más que eso, vamos a optar entre un pasado de fracaso y decadencia, y un futuro sin duda difícil, pero de esperanza y reconstrucción. Ya no hay más tiempo para cometer errores. Todos debemos aprender de nuestra experiencia, y saber que lo que en el pasado no alcanzó para ser un país fuerte, menos servirá ahora cuando las circunstancias son tanto más difíciles. De nada valen las conquistas sociales si no se logra hacer que ellas duren, que no sean borradas de un plumazo por un golpe.

No alcanza levantar banderas populares, porque además hay que saber defenderlas y poder defenderlas. Cuando un gobierno popular falla, la cuenta la paga el pueblo durante cada día de dictadura militar. No alcanza ser gobierno popular, hay que hacer un gobierno popular, construirlo día a día, garantizarlo con las mejores mujeres y los mejores hombres en la función pública, y sobre todo, con la unidad de quienes ejerzan ese gobierno. Ya hay suficientes problemas en el país para que un gobierno además tenga que ocuparse de sus fracturas internas. La tarea de volver a ser un país es demasiado difícil para que no haya unidad entre quienes deben llevar adelante esa tarea.

La unidad de mando es, en la situación de emergencia nacional que vivimos, la primera condición para salir adelante. Hace falta esa unidad para construir el poder que permitirá transformar a nuestro país. Ese poder no se lo abandonaremos a nadie. En Argentina, serán los hombres elegidos por el pueblo los que mandarán con el control del pueblo. Hemos aprendido lo que significa perder el poder frente a las burocracias, a las oligarquías, a los militares. Nos elegirán para mandar y mandaremos. Nos elegirán para transformar la república y la haremos renacer. Poder para gobernar, capacidad para transformar el país, y una historia democrática como nadie puede exhibir, constituyen nuestra fuerza para recuperar a la Argentina. Sin poder, no habrá cambios que duren. Pero sin cambios no habrá poder que sirva.
Vamos a iniciar juntos esta empresa, compartiendo las alegrías y los problemas, gobernando juntos a una Argentina que volverá a ser de todos. Comenzaremos esta maravillosa experiencia de la democracia para luchar por los dos grandes objetivos: libertad y justicia social. Recordemos el pasado para entender la opción del presente: democracia o caos. El 30 de octubre nos espera el futuro. Decidimos la esperanza.

LOCUTOR: En los espacios cedidos por el Ministerio del Interior para candidatos a Presidente y Vicepresidente de la Nación, ha hecho uso de la palabra el doctor Raúl Alfonsín, candidato a presidente de la Nación por el partido Unión Cívica Radical.
Hasta aquí ha transmitido LRA para emisoras de la cadena nacional de radiodifusión, las que a partir de este instante, continúan con la difusión de sus respectivos programas.

Palabras de Silvia Díaz durante su campaña electoral



LOCUTOR: Transmite LRA Radio Nacional, para emisoras de la cadena nacional de radiodifusión. En los espacios cedidos por el Ministerio del Interior para candidatos a Presidente y Vicepresidente de la Nación, hará uso de la palabra la señora Silvia Díaz, candidata a vicepresidente por el MAS, Movimiento al Socialismo.

SILVIA DÍAZ: Prácticamente todos los partidos que intervenimos en estas elecciones arrancamos de una coincidencia. La de que, a pesar de sus riquezas naturales, nuestro país se hace más pobre cada año mientras aumenta la miseria popular. Se dan distintas explicaciones a esta crisis, pero la más común es atribuírsela al gobierno militar. En esto hay algo de verdad, ya que durante los últimos siete años nos hemos hundido más que nunca y además hemos sufrido la tragedia de miles de desaparecidos.

Para el MAS, sin embargo, no está allí la explicación de fondo. Nuestro país viene hundiéndose desde hace cincuenta años. Durante los cuales se han sucedido distintos gobiernos, civiles y militares. Lo que han tenido de común estos gobiernos, es que todos han mantenido el sistema capitalista, dominado fundamentalmente por el imperialismo norteamericano. Lo mismo sucede en todo el mundo capitalista. Venezuela, México, Costa Rica, por ejemplo, son países que tienen treinta años de gobierno surgidos del voto popular y tienen una crisis económica terrible muy parecida a la nuestra. En Costa Rica, inclusive, no hay ejército. Lo que tienen en común estos países con el nuestro, y con otros gobernados también por dictaduras, es que todos estamos atados al Fondo Monetario por deudas externas monstruosas, y que un puñado de privilegiados son los dueños de toda la riqueza del país. De los bancos; de las tierras; de las fábricas y del comercio. Mientras nuestros pueblos pasan cada vez más hambre, ellos acumulan fortunas fabulosas y estafan a nuestros países girando la mayor parte al exterior.

El MAS sostiene que esa es la causa de la crisis y la miseria que sacude a nuestros pueblos. Para terminar con el robo imperialista, para que no haya más analfabetos ni desnutridos, es necesario que rompamos con el Fondo Monetario y que saquemos, de manos de un puñado de poderosos privilegiados, sus inmensas riquezas, para ponerlas en manos de los que trabajamos, en manos de todo el pueblo. Eso es el socialismo.

El socialismo tiene además otras características que lo distinguen. Es también el llamado a apoyar a todos los pueblos que luchan contra la explotación y la represión imperialista, y a que nos unamos todos en una lucha común contra el imperialismo y por el socialismo. Especialmente significa la unidad con los trabajadores y los pueblos brasileño, peruano, boliviano, uruguayo y chileno, que ya están enfrentando los planes de hambre dictados a sus gobiernos por el Fondo Monetario Internacional. Y también el apoyo sin desmayos a Nicaragua, atacada por tropas mercenarias, armadas y financiadas por el gobierno norteamericano. Y a los pueblos de Salvador y de Guatemala, oprimidos por dictaduras genocidas sostenidas por el gobierno de los Estados Unidos.

Estos pueblos no vacilaron en alinearse junto a nosotros cuando Margaret Thatcher y Reagan impusieron la invasión inglesa de las Malvinas y la masacre de nuestros soldados. Los socialistas del MAS llamamos al pueblo argentino a cumplir con nuestro deber de hermandad anti-imperialista, apoyando con firmeza a Nicaragua y al pueblo de Salvador y de Guatemala.

Debido a esta posición nuestra, consecuente en la lucha contra el imperialismo, algunas veces se intenta hacernos aparecer como asociados o influidos por el gobierno de la Unión Soviética. Ese intento es desmentido por los hechos. No es por casualidad que nuestro semanario se llama Solidaridad socialista como un homenaje al sindicato de los obreros polacos, que defendiendo la propiedad nacionalizada de las tierras, los bancos y las fábricas, lucha también contra la política dictatorial de su gobierno y por la libertad. El MAS reivindica el hecho de que en esos países las fuentes fundamentales de la riqueza pertenezcan al Estado, y que gracias a eso no haya desocupación, desnutridos ni analfabetos. Pero al mismo tiempo, rechazamos con todas nuestras fuerzas la falta de respeto a las libertades democráticas por parte de los gobiernos de esos países, el control de los sindicatos por el Estado y la imposición total de un régimen de prensa y de partido único.

Esto no significa tampoco que el MAS propugne un socialismo estilo Felipe González, como en España o como el de Mitterrand, en Francia. Nosotros hemos saludado y seguiremos reivindicando los millones y millones de votos obtenidos por esos partidos como expresión de la voluntad y las esperanzas de los pueblos español y francés que de verdad quieren el socialismo. Pero esto, de ninguna manera puede significar un apoyo a la política de gobiernos, como el de González y Mitterrand que han dejado prácticamente intactas las tierras, las fábricas y los bancos en manos del puñado de privilegiados que las dominan. Y cuya consecuencia ha sido el aumento de la desocupación y la baja de los salarios.
El MAS, Movimiento al Socialismo, que se presenta en estas elecciones como lista número 13, llama a la lucha por una Argentina socialista, donde las fábricas, las tierras, el comercio y los bancos, estén en manos de todas las sociedad, al mismo tiempo que por un gobierno socialista que garantice el más pleno ejercicio de las libertades democráticas, de opinión y de organización política y sindical, impidiendo todo intento de imponer el control político por parte de un solo partido. La riqueza debe ser puesta en manos del pueblo con democracia y libertad.

LOCUTOR: En los espacios cedidos por el Ministerio del Interior para candidatos a Presidente y Vicepresidente de la Nación, hizo de la palabra la señora Silvia Díaz, candidata a vicepresidente por el MAS, Movimiento al Socialismo.
Hasta aquí, ha transmitido LRA Radio Nacional, para emisoras de la cadena nacional de radiodifusión, las que a partir de este instante, continúan con la difusión de sus respectivos programas.

Palabras de Francisco Manrique durante su campaña electoral


LOCUTOR: Transmite LRA Radio Nacional, para emisoras de la cadena nacional de radiodifusión. En los espacios cedidos por el Ministerio del Interior para candidatos a Presidente y vicepresidente de la Nación, hará uso de la palabra el candidato a Presidente, por el partido Alianza Federal, señor Francisco Manrique.

FRANCISCO MANRIQUE: Yo alguna vez me he referido a una conversación íntima que tuve con el Papa Paulo VI en su biblioteca privada allá por 1969. Hablamos de muchas cosas. Muchas cosas que yo nunca referí. Pero justamente, al término de la reunión, cuando yo le pregunté al estilo así, político común, qué es lo que podía hacer a mi salida. Él puso su mano sobre mi hombro y me dijo «Manrique, usted es protagonista y no cronista», y me cerró la boca.
Pero algo sí he referido de esa conversación, y fue la respuesta a una pregunta que yo le hice con inquietud argentina. Yo le pregunté a su santidad: ¿Cuál es el problema de los argentinos? ¿Cuál es el error grave que tenemos los argentinos? ¿Cuál es esa falla tremenda que nos hace ser como somos y que nos ha detenido de esta evolución positiva, aquella que prometía tanto en el pasado? El Papa me puso sus dos ojos celestes, como lanzas, los clavó en mí y me respondió «los argentinos se han olvidado de discernir». Salí yo de aquella reunión y mucho tiempo, mucho tiempo he empleado en volver a recordar aquella expresión «discernir», en volver a tratar de rescatar de esa expresión todos sus matices, todo su contenido y todo su mensaje. Y discernir, al final, es una cosa muy simple: es poder determinar el valor de cada cosa; poderlas poner en orden; y si se trata de problemas, saber ordenarlos en forma tal de ordenar también los esfuerzos para aplicarlos útilmente en buscar la solución.

Es así que ahora los argentinos estamos enfrentando un momento electoral, y tenemos que saber cuál es el tema número uno, cuál es el tema número uno que nos aflige. Tema que por haberlo abandonado a lo mejor hemos caído en lo que estamos, y quizás solucionándolo va a evitar que en un futuro tengamos un camino de derrota. Ese tema se llama educación. La educación. Aquella educación que fue la bandera de un Sarmiento, verdadero apóstol de la justicia social. Aquel Sarmiento que quiso que la educación fuera un bien igualitario a los argentinos. Aquel sarmiento que nos enseñó a leer y a escribir, trayendo en primera instancia a aquellas maestras de afuera, que luego se multiplicaron como por arte de magia y nos hicieron tener un maestro en el colegio y maestra en casa.

Pasó un tiempo, la Argentina fue creciendo, y alguien, algunos… en algún momento, empezó a olvidarse del tema de la educación. Hoy nos podemos nosotros dar el gusto de decir que somos un pueblo que tenemos el 4% analfabeto. Pero en general no se dice cuántos no han terminado el tercer grado y cuántos no han terminado el sexto grado. Y nos califica esta sumatoria de cosas tan tristes, como un país que tiene tendencia al semi-analfabetismo, y eso es retrogradar. Eso es postergarse. Eso es aplastarse. Y eso tenemos que corregir.

De manera que el tema número uno de los argentinos es el tema de la educación. El tema que debemos encarar ya, rápidamente. Buscando los fondos donde estén, a destino de una gran obra, encarándolo con pasión argentina. Llamando al estado de asamblea a todos los maestros y maestras de todo el país; docentes de todos los escalones; docentes de todas las jerarquías; docentes de todas las especialidades, para que todos en conjunto pongamos en marcha otra vez aquel principio argentino que se llamaba «Hay que educar al soberano».

Al soberano hay que educarlo, con sentido moderno. Al soberano hay que educarlo desde que es chiquitito. Hay que dejar atrás el concepto de la guardería infantil. Hay que avanzar ahora hacia la preprimaria, la preescolar. Hay que avanzar hacia esa preprimaria, que por lo menos el último año tiene que ser obligatoria. Allá cuando el chico tenga cinco años. Seguido por la primaria que debe ser obligatoria, una primaria que ya debe empezar a dar vocaciones laborales, una primaria que ya debe empezar a dar orientaciones culturales. Cultura es el perfeccionamiento del alma. Educación es adquisición de conocimientos para la vida. Luego, vendría el ciclo básico, lo que debe ser también obligatorio. El joven argentino debe tener un ciclo básico, hasta su ciclo básico, como obligatorio en su enseñanza. A partir de allí, tiene que haber una enseñanza secundaria que complete sus conocimientos laborales, sus vocaciones, sus formas útiles de vivir, y también todos aquellos detalles… Aquellos conocimientos humanísticos que lo preparan para entrar a una terciaria que lo hará realmente beneficiario de los conocimientos de la tecnología. O para entrar en esa Universidad que debe tener carreras cortas con títulos intermedios, y luego ser continuada por aquello que se llama el doctorado.
Esto lo tenemos que hacer. Tenemos que crear una escuela para que un chico no vaya, como es en este momento en algunos casos, apenas una hora y media a las clases en cuatro turnos. Tiene que haber turnos completos, escuelas de días completos allí, escuelas con comedor escolar, escuelas albergues en muchos casos. Uno ve la filita, el chico con su guardapolvito blanco, por esas rutas alejadas del país caminando prácticamente todo el día de la escuela a su rancho, del rancho a la escuela, y con poco atractivo porque allí, en la escuela, en este momento, y a esta altura no hay presupuesto ni para enseñarle ni para ayudarlo en su alimentación.

Todo esto tiene que ser la gran revolución argentina, la verdadera reforma argentina. Es decir, hay que recuperar a la Argentina. Hay que sacarla del ambiente de mediocridad que nosotros hemos colaborado en hacer. Hay que enseñar a los políticos, y los políticos no saben que, aunque la enseñanza no dé el aplauso político de inmediato, es lo que realmente construye, sostiene a los pueblos y les da posibilidades de ser grandes. Dios no ha dado absolutamente todo, nos ha dado una gran calidad humana. Y es una verdadera blasfemia. Es un pecado sin perdón que nosotros estemos atacando allí, en estos chiquitos que son nuestros hijos o nuestros nietos, nuestros adolescentes, y estos van a ser los argentinos del mañana, por no recordarnos aquello de Sarmiento: «Hay que educar al soberano».

LOCUTOR: En los espacios cedidos por el Ministerio del Interior para candidatos a Presidente y vicepresidente de la Nación, ha hecho uso de la palabra el señor Francisco Manrique, candidato a Presidente por el partido Alianza Federal.
Hasta aquí, ha transmitido LRA Radio Nacional, para emisoras de la cadena nacional de radiodifusión, las que a partir de este instante, continúan con la difusión de sus respectivos programas.

Palabra de Guillermo Estevez Boero durante su campaña electoral

 
LOCUTOR: Transmite LRA Radio Nacional, para emisoras de la cadena nacional de radiodifusión. En los espacios cedidos por el Ministerio del Interior para candidatos a Presidente y vicepresidente de la Nación, hará uso de la palabra el doctor Guillermo Estevez Boero, candidato a presidente por el Partido Socialista Popular.

GUILERMO ESTEVEZ BOERO: Compatriotas, a cuatro días de las elecciones generales, quiero dirigir este mensaje, como candidato socialista popular a la presidencia de la Nación, a la juventud argentina. A la juventud de mi patria.

Salimos de una noche negra en la que quedaron muchos jóvenes. Una noche negra durante la cual ser joven era automáticamente una causa de sospecha. Una negra noche en la que se le cerraron a la juventud las puertas de las fábricas, las puertas de las aulas, se la obligó a emigrar de sus pueblos a la gran ciudad, y finalmente se la obligó a irse del país.

Hoy hay más de un millón de jóvenes desocupados. Hoy hay más de un millón de jóvenes que no pudieron entrar a los colegios y universidades. Y hoy hay más de un millón de jóvenes que debieron emigrar a tierras extrañas. Este es el resultado de los intereses que representó en el país el plan de Martínez de Hoz.

El Partido Socialista Popular, que está hecho por los trabajadores y por la juventud, confía en la juventud, porque ella es el futuro. Y porque lo sabe, el socialismo popular quiere una juventud que derrote a la droga, que derrote a la pornografía, que derrote al terror, que son las armas que utilizan quienes están comprometidos con las arbitrariedades del presente para destruir la mejor parte de nuestra juventud. Llamo a los jóvenes a rechazar la bomba nocturna y a preferir la construcción a pleno día. Nunca podrá construirse la Nación utilizando las armas de los enemigos de la Nación.

La juventud, como el socialismo, son la vida, son lo contrario de la muerte. Este domingo, muchos jóvenes van a votar por primera vez. Como el resto del pueblo, fueron privados de un derecho que hoy parece tan elemental como es el voto, porque este sistema ha llegado a ser incompatible con el ejercicio de la soberanía popular. Pero los jóvenes son los primeros que deben comprender que, solamente votando, no se solucionarán los problemas. Hoy hace falta el compromiso activo de todo el pueblo, y a su frente habrán de estar los trabajadores y la juventud.

Asumir la responsabilidad de cambiar al país, no un domingo cada seis años, sino todos los días del año. Participando activamente para dar solución a los problemas del barrio. Participando activamente para conseguir un medicamento para la madre que lo necesita. Participando activamente en cuidar y en mejorar la escuela, el colegio, la universidad. Participando activamente en la vecinal, en el sindicato, en el centro de estudiantes. Participar. Participar. Esta es la propuesta distintiva del Partido Socialista Popular.

No me interesa que la juventud crea en el Partido Socialista Popular. Lo que sí me interesa, como socialista y como argentino, es que la juventud crea en sí misma, en sus propias fuerzas y en su inteligencia. Y así ganará el país, que será en el futuro socialista y popular. Nos interesa una juventud al lado del pueblo, principalmente del pueblo trabajador, y no una juventud distanciada de los trabajadores. Una juventud argentina junto al pueblo argentino. Una juventud que sea la primera en dar el ejemplo en rechazar la especulación. Una juventud que no piense con cabeza prestada, sino que piense con cabeza argentina, es la juventud que será punto de partida de la construcción nacional y no punto final de la degradación actual.

Actualmente este sistema que cierra todas las puertas a la juventud, también le ha cerrado las puertas a la vida política. La gran mayoría de la juventud argentina podrá elegir este domingo pero no puede ser elegida. Miles de jóvenes no han podido integrar las listas del Partido Socialista Popular y de los demás partidos por el simple hecho de tener menos de 25 años. El Partido Socialista Popular, frente a la juventud, abrirá la participación plena en la vida del país. Y en primer lugar, establecerá la mayoría de edad en 18 años, permitiendo que toda persona que tenga edad para elegir, pueda ser elegido. El pueblo sabrá lo que hace y en su capacidad de discernimiento confiamos los socialistas populares.

Los jóvenes en el gobierno, como los trabajadores y las mujeres en el gobierno, es una de las grandes metas del Partido Socialista Popular. Porque sin la liberación de los jóvenes, sin la liberación de los trabajadores y sin la liberación de las mujeres, no será factible construir la liberación nacional que es nuestra meta. La juventud argentina, como los trabajadores argentinos, nos han dado el ejemplo a todos los argentinos de custodiar la dignidad nacional. Cuando todo era silencio, cuando nuestras avenidas y estadios estaban mudos para todo lo que fuera el valor nacional, para todo lo que fuera la cultura nacional, apareció la juventud. Apareció la juventud doblemente sana del interior, para luchar por su derecho a estudiar. Y luego, en Malvinas, estuvo sin preguntar qué le iban a dar, sin pedir ningún cheque, ninguna comisión. Allí estuvo esa juventud argentina a la que hoy no se quiere mencionar.

Juventud argentina: el domingo es un día importante para todos. El Partido Socialista Popular, no quiere mentir para conseguir un voto. La propuesta socialista es clara: estar junto a los trabajadores, unir a las mayorías nacionales, construir una nueva argentina. Una Argentina de la solidaridad, pensada y realizada con cabezas y manos argentinas. Una Argentina unida con sus hermanos de América Latina e inserta en el Tercer Mundo.

Si tu voto socialista joven, en el cuarto oscuro, estará la boleta número cuatro en la cuarta fila, si tu voto no es socialista, que sea un voto junto al pueblo. Y siempre, el Partido Socialista Popular mantendrá todas sus puertas abiertas en cualquiera de los cargos a que llegue, para que toda la juventud, para que todos los jóvenes argentinos, tenga una posibilidad de contraer familia, de estudiar, de acceder a la salud, y un futuro cierto donde establecerse y en el cual creer. Por ese futuro de vida, de paz, de tranquilidad, de justicia social, vota, compañero de la juventud, Socialismo Popular.

LOCUTOR: En los espacios cedidos por el Ministerio del Interior para candidatos a Presidente y Vicepresidente de la Nación, ha hecho uso de la palabra el doctor Guillermo Estevez Boero, candidato a presidente por el Partido Socialista Popular.
Hasta aquí, ha transmitido LRA Radio Nacional, para emisoras de la cadena nacional de radiodifusión. Las que, a partir de este instante, continúan con la difusión de sus respectivos programas.

Palabras de Rafael Martínez Raymonda durante su campaña electoral, 1983



LOCUTOR: Transmite LRA Radio Nacional, para emisoras de la cadena nacional de radiodifusión. En los espacios cedidos por el Ministerio del Interior para candidatos a Presidente y Vicepresidente de la Nación, hará uso de la palabra el doctor Martínez Raymonda, candidato a Presidente por el partido Alianza Demócrata Socialista.

RAFAEL MARTÍNEZ RAYMONDA: El 30 de octubre de 1983 aparece como una meta en el análisis de los partidos, de los politicólogos, de los comentaristas y de los ciudadanos. Para nosotros es un paso indispensable. Sin él no hay posibilidad de construir la democracia que queremos. Pero nos equivocaríamos mucho si creemos que con la sola emisión del sufragio se han resuelto los problemas de la república. Por el contrario, pensamos que el 30 de octubre es apenas el punto de partida, donde deben diseñarse, plantearse y clarificarse todo lo que son los angustiosos problemas que agitan hoy al hombre y a la mujer argentina. Pero además, las características que se dan en las etapas de salida de los gobiernos de facto, que son las que han sido la norma, en vez de ser, como debían ser, la excepción no querida en los últimos cincuenta años de la vida nacional, hacen que de golpe, en un solo día, todo tenga que resolverse desde el Presidente de la República, pasando por el Parlamento, los gobiernos provinciales y los de los pueblos y ciudades de toda la República. De esta manera, el ciudadano se ve compelido, abrumado, agolpado por la diversidad de candidatos, de cargos, de distintas categorías de funcionarios que debe elegir. Pero los medios de difusión, la acción propia de los partidos e incluso la acción del Estado parecían canalizar la atención del pueblo hacia las figuras que se intentan reverdecer y destacar de los candidatos a presidente. Esto produce, sin duda alguna, una distorsión del análisis sereno y frío que el hombre, la mujer y sobre todo los jóvenes que van a debutar, deberán hacer de todos los que tienen que elegir, para constituir el gobierno total de la República.

Nosotros queríamos tres elecciones separadas en tres domingos que no hubieran alterado el cronograma, que hubieran permitido una discriminación mucho más serena. No se pudo así, pero algo ha variado con respecto al 63 y 73. No tenemos más la sábana famosa, aquella boleta grandota que comprendía desde el Presidente hasta los concejales de los pueblos más pequeños de la República. Ahora ya no puede atraerse a través de la personalidad carismática o deslumbrante del Presidente todos los demás cargos sin ver ni siquiera por quién se votaba. De esa manera pasó en la política argentina mucha mercadería de contrabando, cubierta por el aparente deslumbramiento que generaba la figura del Presidente. Ahora tenemos tres boletas y tres colores: la blanca que comprende los electores de Presidente y los Diputados nacionales, la celeste con los Gobernadores y las legislaturas provinciales y la amarilla con los hombres que van a regir las intendencias y las comunas del interior del país. Esto posibilita que el ciudadano cree a través de un voto selectivo, sereno y reflexivo, las condiciones del equilibrio político necesario para que la democracia pueda funcionar en el futuro.

Brevísimamente yo les quiero a ustedes plantear el panorama completo de lo que se decide el 30 de octubre. En primer término, no se elige el presidente. Nuestro sistema electoral es indirecto. Lo que van a votar, ustedes ciudadanos, son electores de presidente. De esta manera, no es cierto lo que los beneficiarios de la opción electoral intentan señalar a través de la polarización que se moviliza desde todos los ámbitos. No es cierto que se pierde el voto si no se vota a Fulano contra Zultano, porque no es cierto que el que no pertenece a la ideología de ese partido vote positivamente si lo hace de esta manera. Está haciendo o formulando un voto en contra. Está queriendo derrotar al otro y no afirmar sus propios principios. Cuando el sistema es como es, indirecto, y lo que se eligen son electores, el ciudadano cuando vota por el partido más cercano a su pensamiento, o a aquel que interpreta mejor su visión del problema argentino, está votando en cambio dos veces. La primera cuando elige el elector, y la segunda cuando ese elector, en su nombre, va a condicionar al futuro Presidente de la República para que sea, no un patrón de estancia, sino un verdadero mandatario. Por eso nosotros decimos que los electores de la Alianza Demócrata Socialista, en el colegio electoral, solo votarán por el candidato a presidente que asegure que no habrá más discriminación por raza o religión en la Argentina; que los jueces serán absolutamente independientes; que los sindicatos no serán más instrumentos del gobierno o de un partido; que la educación es un deber prioritario del Estado, que los medios de comunicación, radio y televisión estarán abiertos a todos; que los hombres que gobiernan la Nación no podrán seguir usufructuando de los derechos y recursos de las provincias.
Usted, si vota a nuestros electores, los de la Alianza Demócrata Socialista, lista 41, está ganando para la democracia, porque usted le dará el perfil al Presidente.
El segundo punto que es fundamental, es el del Parlamento. También se eligen los Diputados de la Nación y en la Capital Federal los Senadores nacionales. Allí es donde el ciudadano tiene el arma, el instrumento y el modo de controlar al Presidente, para que si su personalidad, aun la más excelente, se desviara de las normas y de los mandatos constitucionales, estará la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores, el Congreso de la Nación, poniéndole una valla. Cuando no hay equilibrio entre el Parlamento y el Poder Ejecutivo, la democracia no funciona. Para que lo haya, usted tiene que llevar diputados que sean eficientes, pero que además tengan el compromiso con el pueblo que los eligió. Yo he visto, en tres años que me tocó el honor de representar a mi provincia, Santa Fe, en el Congreso de la Nación, cómo los diputados de los llamados grandes partidos respondían a los intereses del comité nacional de Buenos Aires y no a los de sus propias provincias por las cuales habían sido elegidos.

Solamente cuando los hombres cuando los hombres vengan a Buenos Aires a representar a sus pueblos y lo hagan auténticamente, tendremos un Congreso que será la reafirmación del federalismo y la garantía absoluta de que va a funcionar la democracia. Pero también se eligen los gobiernos locales, los Gobernadores y los Intendentes. Hay una larga tradición en la Argentina que nos dice «hay que votar a los hombres del mismo partido que el del Presidente porque si no el presidente no le va a poder dar plata, no lo va a ayudar». Todo lo contrario, hay que votar gobernadores que estén dispuestos a plantarse frente al poder central y defender los intereses de sus provincias. No hace falta que el Presidente lo ayude con plata que le mande desde Buenos Aires. Lo que hace falta es que el Gobernador no deje que el Presidente le robe la plata de su provincia con la cual está agrandando un Estado Federal y poniendo cada día más débiles al cuerpo social de la República.

La Alianza Demócrata Socialista, el Partido Demócrata Progresista y el Partido Socialista Democrático presentan en todas las boletas de la República hombres que van a defender ese federalismo, hombres que van a ser rebeldes en la ley para salvar a las instituciones de sus provincias y de paso, qué les parece, para hacer una democracia que funcione al contenido social que nuestra boleta, nuestro programa y nuestros hombres están dispuestos a cumplir en esta hora tan importante en la República.

LOCUTOR: En los espacios cedidos por el Ministerio del Interior para candidatos a Presidente y vicepresidente de la Nación, ha hecho uso de la palabra el doctor Martínez Raymonda, candidato a presidente por el partido Alianza Demócrata Socialista.
Hasta aquí, ha transmitido LRA Radio Nacional, para emisoras de la cadena nacional de radiodifusión, las que a partir de este instante, continúan con la difusión de sus respectivos programas.

Aviso de la campaña de Raúl Alfonsín (III)



RAÚL ALFONSÍN: Nos comprometemos a sostener como prioridades de nuestra acción de gobierno en lo económico:
Primero, combatir la miseria para desterrar la inmoralidad de la pobreza.
Segundo, combatir la desocupación para desterrar la inmoralidad de la riqueza no productiva.
Tercero, combatir la inflación para desterrar la inmoralidad del robo periódico del esfuerzo del trabajador argentino.

LOCUTOR: ¡Ahora, Alfonsín!

Aviso de la campaña de Oscar Alende



OSCAR ALENDE: ¡Nosotros queremos abrir nuestra puerta y dejar pasar a la juventud!

LOCUTOR: Piense para que todo cambie, Alende presidente.

Aviso de la campaña de Herminio Iglesias

 
[Música y canto.]
Herminio Iglesias, justicialista y trabajador, a votarlo, compañero; a votarlo el Pueblo entero, con Herminio triunfa el pueblo de Perón.

Aviso de la campaña de Ítalo Luder (I)

[Cantan con la música de la marcha peronista.]  Por los principios sociales que Perón ha establecido, el pueblo entero está unido y grita de corazón: ¡Viva Perón! ¡Viva Perón!

LOCUTOR: Vote Luder-Bittel. 

Aviso de la campaña de Ítalo Luder de 1983 (II)

Operación o dependencia. [Tambores y ovación.]
Peronismo es liberación. Luder-Bittel. La fórmula de la unidad nacional. 

Aviso de la campaña de Jesús Rodríguez

LOCUTOR: Vamos a votar otra vez.

JESÚS RODRÍGUEZ: Yo que creo que la pobreza es una inmoralidad. ¿En qué otro partido político podría estar sino en aquél que fundó la idea de la solidaridad social y además la pone en práctica?

LOCUTOR: Mejor UCR, la fuerza de la democracia. Lista 3.

Aviso de la campaña de Francisco Manrique

[Cantado.] Para que tu voto tenga voz y voto, no votes a otros solo por votar. Votalo a Manrique y así ganarás.

Palabras de Álvaro Alsogaray durante su campaña electoral

Locutor:
Transmite LRA Radio Nacional, para emisoras de la Cadena Nacional de Radiodifusión. En los espacios cedidos por el Ministerio del Interior para candidatos a Presidente y Vicepresidente de la Nación, hará uso de la palabra el Ingeniero Álvaro Alsogaray, candidato a Presidente por el Partido Confederación Nacional de Centro y la Unión del Centro Democrático.

Álvaro Alsogaray:
Buenos días señoras y señores. Estamos llegando al final de este proceso electoral, y el 30 de octubre se define el futuro argentino, tal vez por bastante tiempo. Durante la campaña, hemos presenciado, a través de la televisión y de los actos públicos, cómo se expresan las emociones. Pero nosotros nos hemos dirigido más al raciocinio y a la inteligencia, que no es patrimonio de unos pocos, sino que está difundida en todos los argentinos. Este mensaje también se dirige al raciocinio y a la inteligencia de ustedes.
Lamentablemente, según lo que hemos visto y presenciado durante la campaña, la suerte está echada. Cualquiera de los dos partidos principales que llegue al poder, el peronismo o el radicalismo, llevarán al país a una nueva crisis en el año 1984. Esto es, lamentablemente, irremediable a esta altura, de acuerdo con lo que vienen prometiendo con sus plataformas y con lo que sus principales voceros políticos y económicos anuncian.
Frente a esta situación queda el Congreso. El Congreso es muy importante. En realidad, el gobierno de un país está constituido por tres poderes: el Legislativo, que es el Congreso, el Ejecutivo y el Judicial. El Congreso ha sido subestimado, ha sido llevado a una posición secundaria durante muchos años. Esta vez es necesario que vuelva a ocupar el primerísimo plano que debe tener en una democracia. Dentro del Congreso se va más a lo cualitativo, se puede razonar mejor, se puede ayudar al gobierno. Y no se depende de las emociones a que me refería al principio y al número que significan los movimientos de masas.
¿Qué significará el Congreso en el futuro? En primer lugar, el control del poder Ejecutivo y de los funcionarios. No podrán éstos hacer cualquier cosa. No podrán deslizarse hacia la corrupción. No podrán tomar medidas que sean contrarias al interés nacional si en el Congreso hay voces que se levanten contra ellos. Y como el Congreso es una campana de resonancia de primer orden, tendrá que oírlo el país entero, empezando por el propio gobierno. Desde el Congreso se puede ayudar, como dije, al gobierno, si es que propone soluciones adecuadas al país.
A través del Congreso las minorías no pueden gobernar; en ninguna democracia las minorías son las que van a gobernar. Por ejemplo, en Alemania, hay minorías, pero esas minorías no gobiernan, pero sí deciden entre los dos grandes partidos de mayoría y son éstos los que son guiados, de alguna manera, por esa pequeña minoría inteligente. Algo así, discúlpenme la comparación, es lo que pasa con el barrilete y su cola. El barrilete es la parte grande y la cola es la parte más chica. Pero si el barrilete no tiene la cola, termina dando vuelta sobre sí mismo y estrellándose contra el suelo. Con la cola se logra la estabilidad y la orientación.
Desde el Congreso se pueden proponer las soluciones propias y nosotros lo vamos a hacer con la mayor energía posible porque esperamos verlas realizadas en la Argentina algún día y tal vez no tan lejano, como se supone, del momento actual.
Y por último el Congreso será el refugio, el reducto en el cual se defiende la libertad, en caso de que alguno de los dos partidos mayoritarios se deslice intencionalmente, o por razones de circunstancias, hacia otro totalitarismo.
Hasta aquí, el papel del Congreso y lo que éste va a significar durante el próximo período gubernamental. Veamos ahora un poco cuál es nuestra actitud en lo que respecta a la elección del Poder Ejecutivo.
Hemos demorado esta definición, a la espera de que los dos partidos presuntamente mayoritarios se rectificaran y ofrecieran nuevos planes y cosas más modernas al país. Están discutiendo todavía lo mismo de 1945, lo mismo de 1973, lo mismo que ha llevado al país del séptimo lugar que ocupaba en el mundo, al cuadragésimo, quincuagésimo que ocupa ahora. Si estas políticas han destruido casi a la nación Argentina, no veo cómo en el futuro la van a sacar a flote. Por lo tanto, como lo que estos partidos nos prometen es continuar con ese sistema que rige hasta hoy, no podemos de ninguna manera apoyarlos. Y esto nos lleva a afirmar que votaremos en el Colegio Electoral en la primera instancia por nuestros propios candidatos. No tenemos alternativa.
Pero se nos pregunta “¿bueno pero y en caso extremo?. En caso de que el voto de ustedes fuera decisivo para tener que elegir entre uno de los dos partidos mayoritarios, ¿qué harían ustedes?”.
Para poder responder a esta pregunta, debo hacer una breve digresión respecto del régimen peronista y el ciudadano peronista. Hay una diferencia esencial que hemos sostenido siempre entre el régimen y el ciudadano. Con el ciudadano peronista, aquel que lo quiso a Perón y que todavía lo sigue queriendo ahora, no tenemos problema, porque es un ciudadano argentino como cualquier otro. En cambio, el régimen peronista es esencialmente negativo para el país, es esencialmente perverso, y jamás podríamos apoyarlo, bajo ninguna circunstancia. Fue el régimen peronista el que quemó las iglesias, el que persiguió a las iglesias, el que obligó a los chicos a estudiar un texto único, el que acuñó slogans como “Zapatillas sí, libros no” o como “Haga patria, mate al estudiante”, o al que prometió desde los balcones desde la casa Rosada, matar a cinco opositores por cada uno de los de ellos que cayera. Ese régimen, que a lo último, terminó por envolver al propio ciudadano peronista y hacerlo víctima de él, ese régimen jamás será apoyado por nosotros, sino por el contrario, duramente combatido, por métodos pacíficos siempre.
De manera tal que, cuando tenemos que decir al final qué haremos, desde ya podemos dar la seguridad a todos nuestros adherentes y a todos quienes nos vayan a votar, que no propiciaríamos nunca la restauración de ese régimen. Y al mismo tiempo le pedimos al ciudadano peronista que acepte discutir las ideas, en el Congreso probablemente, para poder trabajar juntos en la solución de los verdaderos problemas del país.
Esto me lleva, finalmente, a hablar sobre su voto. Si usted, por oponerse al régimen peronista, entrega su voto de antemano al candidato opositor, supuestamente opositor porque en realidad piensan lo mismo, entrega el voto sin pedir nada a cambio, sin obtener ninguna seguridad, nada más que por ir contra el peronismo, usted en realidad está malgastando su voto, porque repito, lo entrega sin obtener ninguna seguridad de que lo van a manejar bien.
Si en cambio, vota nuestra lista, la Lista Número 18; si nos da a nosotros su representación; si nos permite que manejemos su voto inteligentemente, dándole nosotros la seguridad de que jamás votaríamos al régimen peronista, usted está obteniendo otro beneficio, porque nosotros, si tenemos que votar al menos malo, o al que se supone menos malo, si tenemos fatalmente que votarlo, entonces lo haríamos obteniendo seguridades, no para nosotros, sino para el pueblo argentino.
De manera que la manera inteligente de votar es abandonar el cálculo individual, entregarnos la posibilidad de representarlo y votar la Lista 18.

Locutor:
En los espacios cedidos por el Ministerio del Interior para candidatos a Presidente y vicepresidente de la Nación, ha hecho uso de la palabra el Ingeniero Álvaro Alsogaray, candidato a Presidente por el Partido Confederación Nacional de Centro y la Unión del Centro Democrático.
Hasta aquí, ha transmitido LRA Radio Nacional, para emisoras de la Cadena Nacional de Radiodifusión, las que a partir de este instante, continúan con la difusión de sus respectivos programas.

Ficha

Publicado: 23 de julio de 2013

Última modificación: 01 de septiembre de 2020

Audiencia

Docentes

Estudiantes

Área / disciplina

Ciencias Sociales

Historia

Formación Ética y Ciudadana

Nivel

Secundario

Categoría

Material de archivo

Modalidad

Todas

Formato

Audio

Etiquetas

radiofonía

elecciones presidenciales

campaña electoral

retorno de la democracia

restauración democrática

Autor/es

Educ.ar

Licencia

Creative Commons: Atribución – No Comercial – Compartir Igual (by-nc-sa)


;