Planificar nuestras clases con TIC
Cuando se acerca el inicio de clases surge la pregunta clave de cómo organizar el año; y otros interrogantes cuyas respuestas orientarán nuestro año escolar. ¿Cuál es el papel y el potencial de las TIC en este proceso?
¿Qué voy a enseñar? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Qué materiales puedo seleccionar? ¿Qué y cómo voy a evaluar? Estas preguntas nos hacen pensar en planificar —una de las tareas que realizamos habitualmente los docentes— como una exigencia formal. Pero también es una oportunidad para analizar esta acción como instrumento para organizar las propias prácticas en el aula.
Gimeno Sacristán, en El currículum, una reflexión sobre la práctica, diferencia seis momentos, que van desde el currículum prescrito, pasando por el currículum en acción, hasta el currículum evaluado. En todo ese proceso de transformación, el currículum se va «moldeando» desde lo políticoadministrativo hasta su concreción en la práctica.
Estos estadios que el autor denomina el proceso de desarrollo del currículum no son más ni menos que una reflexión consciente sobre nuestra práctica docente, sobre eso que hacemos todos los años, todos los días para lograr que nuestros estudiantes logren determinados aprendizajes. El momento del currículum moldeado por los profesores podría corresponder a la planificación, y a esos documentos que hacemos para organizar el año escolar, la enseñanza de un tema o la organización de una clase.
Para Sacristán, en el currículum moldeado por los profesores, el docente es un agente activo muy decisivo en la concreción de los contenidos y significados de la currícula, moldeando —a partir de su cultura profesional— cualquier propuesta que a él se le haga. El papel del docente es el de traductor, en el sentido de darle significado a las propuestas curriculares.
En esta tarea, la toma de decisiones es central pues impactarán en la práctica, en el aula, en nuestros alumnos y en la institución. Comenio consideraba que el núcleo central de la habilidad profesional del docente reside en el conjunto de decisiones que debe tomar en relación con el método de enseñanza.
Si pensamos en planificación, pueden venir a nuestra mente una serie de términos relacionados: proyectos, programas, planes, contenidos, cronogramas, actividades y evaluaciones. Debemos tomar decisiones sobre estas cuestiones para organizar la propuesta a partir de los fundamentos, los objetivos, la metodología, los materiales y la evaluación. Podemos agregarles a estas decisiones el incluir o no las TIC (tecnologías de la información y la comunicación).
El papel de las nuevas tecnologías
Incluir las TIC en los procesos educativos implica pensar previamente el para qué incluirlas. Es decir, que respondan al propósito por el cual las estamos incluyendo; que sean realmente relevantes y que sumen valor a la propuesta pedagógica (que sean un «medio para» y no un fin en sí mismas).
Por ejemplo, las tecnologías pueden incorporarse en los procesos de enseñanza y de aprendizaje de diferentes maneras y para cumplir diferentes propósitos. Pueden promover el desarrollo de habilidades como el manejo de la información, el pensamiento crítico y la resolución de problemas, mediar la comunicación entre docentes y estudiantes, o ampliar las fronteras del aula como espacio de aprendizaje, entre otros.
Cuando el docente organiza una propuesta de enseñanza, selecciona la estrategia metodológica que considera más apropiada para el logro de los aprendizajes. Al incluir las TIC en este proceso, estas se posicionan y actúan como mediadoras entre el docente, los alumnos y los contenidos. Y, precisamente, la selección de esas herramientas tecnológicas estará en función de las metas educativas.
En su artículo «Aprender y enseñar con las TIC: expectativas, realidad y potencialidades», César Coll presenta una tipología de uso de las TIC anclada en una visión socioconstructivista de la enseñanza y del aprendizaje, que se utiliza como referencia para identificar las dimensiones principales de las prácticas educativas.
Hay dos ideas fundamentales en la base de la propuesta:
- Por sus características intrínsecas, las TIC pueden funcionar como herramientas psicológicas susceptibles de mediar los procesos inter e intrapsicológicos implicados en la enseñanza y el aprendizaje.
- Las TIC cumplen esta función —cuando la cumplen— mediando las relaciones entre los tres elementos del triángulo interactivo alumnos- profesor-contenidos y contribuyendo a conformar el contexto de actividad en el que tienen lugar estas relaciones.
Al incluir las TIC, el objetivo que se perseguirá siempre serán las metas pedagógicas. Por tanto, cuando planificamos cualquier acción formativa —ya sea un proyecto o una unidad didáctica, además de definir los objetivos por alcanzar y los temas que se van a desarrollar—, seleccionamos aquellos recursos y herramientas que están disponibles para cumplir los objetivos propuestos y apoyar las actividades planteadas; entre ellos, recursos digitales, herramientas informáticas, software, etcétera.
Referencia:
- Sacristán, Gimeno. El currículum, una reflexión sobre la práctica. Ediciones Morata S. L.. Madrid, España.
Ficha
Publicado: 18 de febrero de 2013
Última modificación: 17 de febrero de 2021
Audiencia
Docentes
Área / disciplina
Tecnología Educativa
Nivel
Primario
Primer Ciclo
Segundo Ciclo
Secundario
Ciclo Básico
Ciclo Orientado
Superior
Categoría
Entrevistas, ponencia y exposición
Modalidad
Todas
Formato
Texto
Etiquetas
nuevas tecnologías
planificación educativa
metodología de planificación
planificación
Autor/es
Mayra Botta
Mara Mobilia
Licencia
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