Diez puntos sobre el pensamiento
Se celebra el Día de la Filosofía. La filosofía diría que con un solo día no le basta, que el despliegue pensante que ella encarna necesita más tiempo y más espacio, que todos los días son suyos, pero sírvanos el pretexto de recordarla con una fecha para llamar la atención sobre su importancia y sobre la necesidad de actualizarla. Debemos darle la vitalidad que requiere, alejándola del rigor mortis en el que la tradición la confina. Sea el siguiente texto una invitación a avanzar en ese sentido.
La filosofía es la operación básica de todo emprendimiento educativo, el pensamiento eje, la militancia pedagógica elemental, el cultivo imprescindible de la propia mirada, la visión del mundo gestada y vuelta a parir innumerables veces.
- Pensar es una actividad constante. No puede ser evitada pero sí puede ser incentivada. Si el pensamiento puede a veces sentirse como un peso no debemos optar por ahogarlo: hay que mejorarlo, depurarlo, curarlo. Pensar nos molesta cuando estamos atascados, cuando tenemos ideas viciosas, cuando no hemos logrado aun pensar a favor nuestro. Cuando el pensamiento está emplazado en el lugar que le corresponde, que es el de ayudarnos a avanzar en lo que queremos, no molesta, resulta excitante.
- El pensamiento es un poder similar a la energía nuclear: parte de operaciones mínimas, casi invisibles, pero genera movimientos y poderes capaces de alterar la vida personal completa o incluso de modificar algunos aspectos de sociedades enteras.
- Pensar es un trabajo, un juego, una libertad, una disciplina, un camino, un hallazgo, una costumbre, un instante, un compromiso, un placer, un ritual, un salto, un amor, un esmero, un atrevimiento.
- El pensamiento pertenece a todas las tareas, se entremezcla con todos los proyectos, puede ser útil en cualquier circunstancia. El pensamiento es un arte guiado por el deseo y la intención, capaz de dar forma y sentido allí donde es necesario.
- El pensamiento es la respiración del sentido, el que elabora el caldo de las emociones y la sensorialidad, y entrega como fruto un alimento siempre renovado.
- Pensar hace hombre al hombre, mujer a la mujer, individuo al individuo. Lo más propio se enuncia en la constante irradiación de una conciencia activa. Esa conciencia no es dueña del ser, pero en ella la totalidad entra en ebullición permanente.
- El pensamiento inventa los problemas y las soluciones, produce los avances y los retrocesos, desata los nudos o genera trabas que pueden parecer insolubles. Del cultivo adecuado de su arte depende el rumbo que tome una vida, una comunidad o una empresa.
- El pensamiento se aprende, se cultiva, se protege, se promueve, se fortalece, se dirige, se produce, se empuja y se sostiene. El pensamiento es una acción del cuerpo que siente y busca, y está presente en todos los impulsos más ambiciosos de los que somos capaces.
- La información puede ayudar al pensamiento, pero puede también paralizarlo. La competencia puede hacerlo más vigoroso, pero puede inhibirlo. La inteligencia es una ayuda, a no ser que lleve al pensamiento por caminos errados o innecesarios, cosa que también sucede. El pensamiento requiere del ajuste de muchas variables. Se afina, como un motor o un instrumento.
- El pensamiento de un equipo bien entrenado lleva la elaboración a un nivel superior. El equipo de pensamiento debe sumar perspectivas, combinar estilos, ensayar distintas estrategias.
Ficha
Publicado: 28 de julio de 2009
Última modificación: 18 de marzo de 2025
Audiencia
Docentes
Área / disciplina
Filosofía
Nivel
Secundario
Categoría
Entrevistas, ponencia y exposición
Modalidad
Todas
Formato
Texto
Etiquetas
filosofía
pensamiento
Autor/es
Alejandro Rozitchner
Licencia
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