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Los formatos breves de la cultura snack

En el siglo XXI, la cantidad de información y la velocidad a la que fluye no tienen precedentes. La competencia por la atención ha hecho que afloren numerosas piezas textuales breves que forman parte de la llamada cultura snack. Conocé cuáles son los formatos breves de la comunicación y algunas de sus características.


«En las últimas décadas se han popularizado infinidad de piezas breves que forman parte de la llamada cultura snack: clips, tuits, memes, tráileres, mobisodios, webisodios, teasers, sneak peaks, cápsulas informativas…, incluso el malvado espoiler puede ser considerado una microespecie textual que circula y se reproduce de manera viral por las redes», dice Carlos A. Scolari, doctor en Lingüística Aplicada y Lenguajes de la Comunicación, investigador argentino radicado en Barcelona cuyas principales líneas de investigación son la nueva ecología de los medios, las interfaces y las narrativas transmedia.

Scolari escribió Cultura Snack, un libro-mosaico, fragmentado y caleidoscópico, dedicado a los formatos breves de la comunicación y editado por La Marca (Buenos Aires) en octubre del año 2020.

El propio autor se considera un entomólogo textual, que desde hace muchos años colecciona microtextos de todo tipo, desde imágenes hasta relatos breves y miniobjetos. En el primer capítulo del libro, habla, por ejemplo, de Borges, microjardines, bonsáis, reliquias cristianas, gabinetes de curiosidades, maquetas, casas de muñecas, bolas de cristal nevadas, los Simpson, El increíble hombre menguante, marionetas, y todo tipo de formatos en miniatura.

Una mano está ajustando un detalle en un dormitorio en miniatura. Hay varias camas de hierro y ventanas altas.

Imagen: El dormitorio de Dan Ohlmann. Museo del Cine y la Miniatura de Lyon

En el ensayo Tweetland. Nuevos formatos textuales en la cultura, Scolari dice:

«McLuhan fue el gran maestro de los aforismos. A medida que iba desplegando sus teorías, se tomó el trabajo de traducirlas en frases breves ―como el obligatorio “the medium is the message”― que hacían las delicias de presentadores, periodistas y lectores. Una entrevista con McLuhan aseguraba, como mínimo, cinco o seis tuitulares (titulares + tuits)».

Si hay un medio que hizo de la brevedad un culto y llevó el microformato al pico de su difusión, es Twitter. Esta red comenzó con la propuesta de sintetizar cada publicación o posteo en 140 caracteres. En 2017, admitió hasta 280 caracteres como máximo. Y por último, incorporó una funcionalidad conocida como hilo, que permite agrupar visualmente diversos tuits expandiendo la narrativa o storytelling. Más allá de estas modificaciones, el desafío sigue siendo la brevedad.

«En el libro quería contar historias porque a mí me gusta el storytelling», afirmó Scolari, en una de las presentaciones del libro, realizada en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, en noviembre de 2020.

Una de las características que tiene el formato breve es que no puede contar todo. Lo que el texto no completa lo termina completando quien lee. Por eso, aquí es importante recuperar brevemente el contexto en el que surge la cultura snack.

Ecosistema mediático y el SnackAttack

Uno de los aportes más importantes de internet, como plataforma de comunicación, ha sido la redefinición de la relación entre personas productoras y consumidoras. El paradigma según el cual unas pocas personas producen contenidos para otras muchas, característico de la televisión ―broadcasting― se va desdibujando, aunque aún convive con uno nuevo, el de la red ―networking―, que ha elevado el concepto de interactividad a una de sus máximas expresiones. En las redes, todas y todos son potenciales productores al mismo tiempo que usuarios; no solo consumen, sino mezclan, recrean, producen y comparten/viralizan contenidos en diversas redes y plataformas.

En el siguiente video breve (2 minutos y 50 segundos), Scolari habla sobre prosumidores y produsuarios.

La proliferación de las redes y plataformas en el ecosistema mediático implicó también otro tipo de transformaciones, especialmente en los hábitos y formas de consumo. Si para ver contenidos en la televisión había que sentarse un día a la semana, en un determinado horario o, en su defecto, grabar ese contenido para verlo después, con la proliferación de producciones en las diversas plataformas esa «esclavitud» del canal, día y horario con su tiranía de la programación se vio superada.

En Tweetland. Nuevos formatos textuales en la cultura, Scolari explica:

«En pocos años pasamos de un ecosistema mediático poblado por pocas “especies” (prensa, radio, televisión, cine) a un entorno pleno de dispositivos y experiencias de comunicación. Esta explosión en la cantidad y variedad de medios ha cambiado radicalmente nuestros hábitos de consumo: si antes pasábamos mucho tiempo en pocos medios, ahora pasamos poco tiempo en muchos medios. El tiempo que antes pasábamos leyendo el diario, mirando la televisión o escuchando la radio hoy se distribuye, de manera atomizada, entre Twitter, Facebook, WhatsApp, YouTube, libro impreso, Netflix, World Wide Web, eBooks, podcasts, Instagram, Wattpad, TikTok, Telegram […]».

El concepto del consumo actual de manera atomizada es clave. Ya, el 1 de marzo de 2007, la revista WIRED publicó un artículo en el que la periodista y editora Nancy Miller dice que tanto las películas, los clips, los programas de televisión, las canciones y los juegos, en pocas palabras, la cultura pop ahora viene empaquetada como galletitas o papas fritas, en trozos pequeños para masticar a alta velocidad y experimentar entretenimiento instantáneo.

«Hoy en día, el picoteo mediático es una forma de vida. Por la mañana, revisamos las noticias y revisamos los correos electrónicos en nuestras computadoras portátiles. En el trabajo, pastamos todo el día en videos y blogs. En casa, el HDTV gigante es para un festín de 10 platos, digamos, una temporada completa de una serie. En el medio están los bocados que llenan esos minutos, como los llama su operador de telefonía móvil: un juego de 30 segundos en su Nintendo DS, un webisodio de 60 segundos en tu celular, un pódcast de tres minutos en tu reproductor de MP3», explica Miller en su Minifesto for a new age [artículo en inglés].

Lo de minifesto no es un error de tipeo, el título juega con lo mini, lo mínimo, la miniatura. Una de las cosas más interesantes que rescata Miller en su artículo es algo que sucedió en 1991 y que estaba a punto de cambiar el curso de la cultura estadounidense. En ese año, la empresa de alimentos Nabisco dio a conocer una de sus mayores y más influyentes innovaciones: la Mini Oreo. Reducida al tamaño de una moneda de veinticinco centavos de dólar, la Mini Oreo ofrecía una propuesta única y tentadora: consumo constante sin consecuencias. La reducción del tamaño de la golosina icónica consolidó el lugar de Oreo como número uno en el mercado mundial de galletitas.

«Reemplace Nabisco con Apple, la Mini Oreo con el iPod nano, y tendrá un anteproyecto de lo que podría llamarse snack-o-tainment o entretenimiento snack. La campaña de marketing que hizo Apple para el iPod (hablaba de melodías, y no álbumes, en su bolsillo) nos enseñó la alegría de elegir, de manera personalizada, los cortes de música para luego mezclarlos en paquetes de éxitos individuales. Lo mismo con la televisión: cuando se lanzó el iPod de video en octubre de 2005, de repente estábamos ansiosos por pagar casi dos dólares para ver un videoclip o un mobisodio reciente de la serie Lost en una versión portátil más pequeña de lo que ya estaba disponible de forma gratuita en esa gran cosa cuadrada de nuestro living», agrega Miller.

Una mujer está sentada en un sillón. Con una mano, arroja a su boca una serie de dispositivos pequeños, a modo de bocadillo.
Revista WIRED (1 de marzo de 2007). La cultura snack ¡al ataque!, con ilustración de Eddie Guy.

En su libro Cultura Snack, Scolari redobla la apuesta del «bocadillo» propuesto por Miller y hace una especie de inventario de los microformatos a lo largo de la historia.

«La historia de la humanidad está sembrada de pequeñas piezas mediáticas que esconden grandes significados. En el Renacimiento, pocos años después de que Gutenberg revolucionara la cultura gracias a unos minibloques de metal fundido, el italiano Aldo Manuzio dio vuelta el mundo de la edición de libros con sus obras in ottavo; un par de siglos más tarde la literatura popular de cordel marcaría el camino de los futuros libros de bolsillo (pocketbooks). ¿Y qué decir de los diarios, esas publicaciones periódicas de pocas páginas comparadas con un libro pero con mucha información crucial para la vida política y económica de la sociedad de masas? Los ejemplos son interminables. La propagación del telégrafo en la primera mitad del siglo XIX generó un nuevo tipo de formato informativo: la cápsula periodística», advierte Scolari en «Cultura Snack. Lo bueno, si breve».

Microficciones

En cuanto a la literatura y los formatos breves, no podemos dejar de mencionar el haiku japonés, poema breve de diecisiete sílabas, escrito en tres versos de cinco, siete y cinco sílabas respectivamente, y, por supuesto, recordar el cuento más corto del mundo escrito por Augusto Monterroso que narra así esta historia: «Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba ahí». Fin.

En la Argentina, Ana María Shua es una conocida cuentista de lo breve. Si bien, también escribe ensayos, libros para niños y novelas, cinco de sus libros abordan el microrrelato, un género en el que ha obtenido el máximo reconocimiento internacional. Libros como La sueñera, Casa de Geishas, Botánica del Caos, Temporada de Fantasmas (reunidos en el volumen Cazadores de Letras) y Fenómenos de circo son los mejores exponentes del género breve. En 2016, la escritora argentina recibió el Premio Iberoamericano de Minificción Juan José Arreola, en el marco de la XVI edición de la Feria Internacional del Libro en el Zócalo de la Ciudad de México.

El universo de los microtextos

Durante el año 2021, el profesor Scolari participó del Programa de Formación Futuros Aumentados, donde habló sobre la educación en tiempos de cultura snack, y derribó algunos prejuicios sobre los formatos breves. Aquí el tuit que incluye un fragmento de 1 minuto y 47 segundos de esa charla organizada por Cronos Laboratorio de Medios:

Scolari destaca la importancia de 10 conceptos clave para comprender no solo el universo de los microtextos, sino lo que está pasando en la esfera mediática y cultural:

  1. brevedad,
  2. miniaturización,
  3. fugacidad,
  4. fragmentación,
  5. viralidad,
  6. remixabilidad,
  7. infoxicación,
  8. movilidad,
  9. velocidad,
  10. afterpost.

Cerramos este breve itinerario, con una entrevista a Scolari realizada por Juan Mascardi: «#Signos2020: lenguaje(s) y cultura snack. Microficción, formatos breves, fragmentación».

Y como dijo Baltasar Gracián: «Lo bueno, si breve, dos veces bueno».

Textos y videos recomendados

Tweetland. Nuevos formatos textuales en la cultura snack, ensayo de Carlos Scolari publicado en 2019.

Cultura snack, libro de Carlos Scolari publicado en 2020 en Buenos Aires por La Marca Editora.

Cultura snack. Lo bueno, si breve, artículo de Carlos Scolari, publicado en 2020, sobre su libro Cultura Snack.

Miniaturas extraordinarias, selección de fragmentos del libro Cultura Snack de Carlos Scolari publicada en 2020.

En vivo | Carlos Scolari presenta Cultura Snack, video de la presentación en línea del libro Cultura Snack de Carlos Scolarien la Maestría en Comunicación Digital Interactiva, Universidad Nacional de Rosario, con Fernando Irigaray, Anahí Lovato y Lila Luchessi. Duración: 1 hora y 39 minutos.

Presentación del libro de Carlos Scolari: «Cultura Snack», video de la presentación en línea del libro Cultura Snack de Carlos Scolari en la Escuela de Posgrados en Comunicación Universidad Austral de Buenos Aires, con Damián Fraticelli, Patricia Nigro Francisco Albarello. Duración: 1 hora y 33 minutos.

Cultura Snack, video de la presentación del libro Cultura Snack de Carlos Scolari en Barcelona School of Management de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, con Gabriela Pedranti y Jorge Carrión. Duración: 1 hora y 16 minutos.

Ficha

Publicado: 07 de abril de 2022

Última modificación: 15 de agosto de 2023

Audiencia

Docentes

Estudiantes

Familias

Área / disciplina

Educación Digital

Comunicación

Cultura y Sociedad

Nivel

Primario

Segundo Ciclo

Secundario

Ciclo Básico

Ciclo Orientado

Superior

Categoría

Artículos

Modalidad

Todas

Formato

Texto

Etiquetas

cultura digital

ecología de los medios

alfabetización digital

Carlos Scolari

Autor/es

Carina Maguregui

Otros contribuyentes

Educ.ar

Licencia

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