Desarrollo de comunidades de aprendizaje en las escuelas: herramientas TIC para la cultura del encuentro

Las comunidades de aprendizaje permiten, entre muchas otras cosas, construir conocimiento pedagógico que responda al contexto institucional o al de la red de escuelas con las que trabajamos. Gracias a lo aprendido en ellas, podemos generar mejoras y transformaciones en la gramática escolar con el fin de acompañar, cada vez más y mejor, las trayectorias de cada estudiante. 

Además, existen diversas configuraciones de estas comunidades: algunas, centradas en lo que sucede dentro de las aulas, consideran al estudiantado de distintas edades, niveles, cursos y experiencias para la construcción horizontal de conocimientos; en otras, que se enfocan en la escuela en su totalidad como comunidad de aprendizaje, directoras, directores y docentes generan el conocimiento pedagógico necesario para encarar planes de mejora en sus instituciones. 

Otro enfoque extendido ―y que cobró mayor fuerza desde la llegada de la pandemia de la COVID-19― son las comunidades de aprendizaje orientadas a construir conocimiento generalizable. Algunas de ellas funcionan casi exclusivamente a través de medios digitales. Entre estos se destacan grupos privados en redes sociales, eventos masivos de capacitación en YouTube y publicaciones digitales diversas. Estas comunidades profesionales de aprendizaje tienen carácter interinstitucional, interprovincial, incluso internacional. Un ejemplo es el caso de la Red de Directivos de Instituciones Educativa, que incluye a directoras y directores de la Argentina.

Si bien las herramientas que se mencionan en este artículo sirven para cualquier configuración, están pensadas para aplicarse en una comunidad de aprendizaje institucional.

Lo cierto es que, cualquiera sea la configuración de los espacios de intercambio y colaboración, los resultados permiten trabajar el conocimiento pedagógico junto con otras personas, en una verdadera cultura del encuentro. 

Enseñar y aprender en la cultura del encuentro

Desde hace bastante tiempo, las comunidades de aprendizaje y de práctica de configuración institucional sirven como instrumentos de encuentro entre miembros de una comunidad escolar. Nos permiten analizar la realidad de nuestras escuelas, aprender de ellas colaborativamente y generar planes de acción para mejorar diversos aspectos de su gramática. Estos son algunos de los rasgos que caracterizan a las comunidades de aprendizaje:

Temas para abordar en una comunidad profesional de aprendizaje escolar

Si bien los asuntos tratados en la comunidad de aprendizaje tendrán relación directa con las necesidades e intereses de la escuela o escuelas involucradas, compartimos algunas pistas o ideas que servirán como punto de partida para establecer los temas prioritarios de transformación y mejora.

La transformación escolar que se genera colaborativamente implica un proceso colectivo de reflexión sobre las prácticas. Por ello, un buen punto de partida es elaborar un plan de trabajo en el que prime la práctica reflexiva docente como uno de los objetivos del grupo y, a partir de allí, abordar aspectos relativos a las estrategias de enseñanza desarrolladas en la escuela.

En relación con lo anterior, sin duda es prioritario el acompañamiento de las trayectorias escolares. La comunidad de aprendizaje puede, entonces, profundizar en la construcción de conocimiento pedagógico que permita establecer mejoras para que cada estudiante inicie, transite y finalice su recorrido educativo, y que tanto las prácticas de enseñanza como otras dimensiones de la gramática escolar contribuyan a ello.

Un tercer aspecto interesante para abordar ―y estrechamente vinculado a los anteriores― es el trabajo en comunidad para establecer criterios y formatos de evaluación que permitan a quienes estudian desplegar lo aprendido en clase.

En definitiva, la práctica reflexiva y, en términos de Lila Pinto, «las dimensiones de la gramática escolar» (tales como el currículo, los espacios, los tiempos, los vínculos y la evaluación) son aspectos realmente interesantes para encarar desde una comunidad de aprendizaje escolar.

La tecnología como potenciadora

Aunque hace mucho que están a nuestro alcance, con el advenimiento de la pandemia redescubrimos herramientas tecnológicas que nos brindan soporte para la construcción de comunidades de aprendizaje en las escuelas.

En el artículo sobre dirección proactiva describimos diversos instrumentos de software para trabajar de forma colaborativa con nuestros equipos docentes. Entre ellos destacamos Slack y Trello.

Ahora bien, cuando profundizamos en la búsqueda de herramientas de colaboración a nuestro alcance en internet, encontramos Rock. Esta alternativa gratuita disponible para computadoras con sistema Windows o Linux Huayra también se puede instalar en los celulares Android e IOS. Rock nos permite trabajar con lo mejor de Slack y Trello sin tener que hacer ninguna integración adicional.

¿Cómo usar tecnología en una comunidad de aprendizaje? 

Uno de los aspectos más complicados a la hora de trabajar en comunidad es el tiempo disponible para interactuar y colaborar de forma «presencial» con otras personas. La tarea docente, tanto de aula como de dirección, hace que muchas veces sea imposible generar espacios de encuentro presencial entre múltiples miembros de la comunidad de aprendizaje. 

En nuestra comunidad de aprendizaje mediada por tecnología podremos realizar discusiones de forma sincrónica y asincrónica sin depender del tiempo disponible de cada integrante. En este sentido, la herramienta Rock combina diferentes formas de comunicación, lo que facilita el acceso a un formato de trabajo más organizado y estructurado. Con esta aplicación compartiremos fácilmente detalles relevantes en cualquier conversación para que todas las personas sepan exactamente de qué se está hablando. Esta herramienta nos permitirá generar interacciones dialogadas entre pares que funcionen tanto de modo sincrónico como asincrónico. Dichas interacciones podrán girar en torno a tareas, ideas, observaciones de clase, recursos compartidos, problemáticas institucionales, etc.

Otra opción al utilizar tecnología para desarrollar comunidades de aprendizaje es Google Docs. Con este software que funciona en la nube podremos generar documentos colaborativos donde miembros de la comunidad expresen sus ideas o incorporen sugerencias para profundizar o mejorar las propuestas de otras personas.

Con Docs será posible generar «Diarios de reflexión», «Bitácoras con observaciones de clases», «Cuadernos de retroalimentación», etc., donde podrán escribir todas las personas que integren la comunidad de aprendizaje. Todo esto permitirá mayor intercambio, mejor diálogo y más colaboración; será una oportunidad real de participación. Y es que se trata de una herramienta sumamente útil a la hora de generar acuerdos de trabajo y estrategias para organizar la tarea de escritura colaborativa.

Compartir la experiencia y el aprendizaje de manera digital

Sin duda, toda instancia de aprendizaje colaborativo necesita un espacio para compartir los conocimientos adquiridos de forma crítica y socializada. Para ello, una posibilidad es organizar encuentros y, en este sentido, la tecnología brinda muchas opciones.

Existen diversos recursos para organizar encuentros de intercambio en línea. Los más utilizados son Google Meet y Zoom, pero en el mercado hay otras alternativas gratuitas como Jitsi y GoBrunch. 

En este caso, nos centraremos en GoBrunch Esta plataforma nos permitirá organizar, de una manera muy sencilla y sin tener que instalar nada, espacios de encuentro como reuniones de equipo, webinars, exposiciones, clases y mucho más. En ella es posible armar reuniones de hasta 120 asistentes y sin límites de tiempo.

En los espacios virtuales que se generan en GoBrunch se pueden crear eventos con salas que funcionan en simultáneo. Allí podríamos compartir diferentes aspectos del trabajo realizado en la comunidad de aprendizaje. Además, en caso de querer organizar un evento de cierre o espacio de conclusiones formal, dispondremos de una página especialmente diseñada (landing page) para el registro de asistentes.

Como la idea en un evento de socialización es que nos quede registro de los conocimientos pedagógicos adquiridos por el grupo y poder dar cuenta a futuro de lo aprendido, GoBrunch ofrece la posibilidad de grabarlo para luego subirlo a algún canal de YouTube o Vimeo. 

Otra buena forma de socializar es la creación de un blog en el que se plasmen los aprendizajes pedagógicos adquiridos. Este permitirá una mirada crítica sobre lo trabajado en la comunidad de aprendizaje. En este caso, contamos con varias herramientas gratuitas para la creación de blogs, tales como Blogger, WordPress.com, Wix, etc.

En conclusión, los recursos tecnológicos disponibles brindan innumerables posibilidades para el trabajo con comunidades de aprendizaje. Estas comunidades representan una oportunidad concreta para transformar y mejorar nuestras escuelas, y lo mejor es que se desarrollan entre colegas. 

Si tenemos ganas de aprender junto a nuestro equipo docente y de forma colaborativa, transformando y mejorando las instituciones escolares en beneficio de nuestras y nuestros estudiantes, ¡este es un buen momento para comenzar!

Referencias bibliográficas

Anijovich, R. y Cappelletti, G. (Comps.). (2021). Formar en práctica reflexiva. Aique Educación.
Martín, R. B., Rinaudo, M. C. y Paoloni, P. (Comps.). (2018). Comunidades. Estudios y experiencias sobre contextos y comunidades de aprendizaje. Eduvim.
Pinto, L. (2019). XIV Foro Latinoamericano de Educación: Rediseñar la escuela para y con las habilidades del siglo XXI. Fundación Santillana.