17 de agosto: «Liberar la Patria»
Las y los invitamos a abordar la figura de Juana Azurduy y su papel en las luchas revolucionarias por la independencia latinoamericana desde la colección «El género de la patria»: un afiche, propuestas de actividades por nivel educativo y para conversar en familia, con materiales complementarios para volver a pensar nuestro pasado como nación.
La colección «El género de la patria» es una apuesta para conocer y reflexionar sobre la historia desde una nueva agenda de derechos, una oportunidad para profundizar el nexo entre efemérides y democracia. Por esta razón, proponemos pensar las luchas por la independencia de la “Patria Grande” entrelazando la historia de vida de José de San Martín con la de Juana Azurduy, una de las más destacadas lideresas de las guerras independentistas, recuperando el carácter plural y popular de la emancipación americana desde la vida de una mujer, mestiza, revolucionaria y sudamericana.
¿Qué se recuerda el 17 de agosto?
El 17 de agosto se conmemora el paso a la inmortalidad del general José de San Martín Matorras, quien falleció en Boulogne Sur Mer, Francia, en 1850. San Martín es una de las figuras más destacadas de la historia argentina y latinoamericana, a tal punto que por su actuación durante las luchas por la independencia en Sudamérica se transformó en una referencia mundial de los procesos de descolonización.
San Martín nació en Yapeyú, hoy provincia de Corrientes, un 25 de febrero de 1778. Hijo de Juan de San Martín, teniente gobernador de Yapeyú, y de Gregoria Matorras, su familia partió a Cádiz cuando tenía apenas 5 años. En España se formó como militar, peleó contra las tropas napoleónicas y ascendió de capitán de caballería al de teniente coronel por su papel en la Batalla de Bailén (1808). Pero al enterarse de los hechos de Mayo de 1810, decidió pedir el retiro del ejército español. Su vida cambiaría radicalmente con esta decisión.
En 1812, San Martín retornó a Buenos Aires, donde se puso al servicio de la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Tenía 34 años. Se le encomendó la creación del Regimiento de Granaderos a Caballo, que tuvo su inicio con el combate de San Lorenzo. Más tarde se hizo cargo de la jefatura del Ejército del Norte, en reemplazo del general Manuel Belgrano. En ese momento concibió su plan continental que consistía en lanzar una ofensiva contra las tropas realistas ya no desde el Alto Perú sino desde Chile, lo que implicaba cruzar los Andes con un ejército que aún debía conformarse para tal fin, y así llegar a Lima a través del mar. San Martín pidió ser nombrado intendente de Cuyo, con sede en la ciudad de Mendoza, para organizar y llevar adelante este plan que quedaría en la historia política y militar como uno de sus capítulos más originales.
Más de cinco mil soldados formaron parte del ejército que cruzó los Andes cuya conformación, iniciada en 1815, demandó enormes esfuerzos colectivos. En febrero de 1817, el plan se puso en marcha. Para ingresar a Santiago de Chile, San Martín apeló a distintas maniobras distractivas, como la de dividir sus tropas en seis frentes, dos de los cuales ingresaron a Santiago de Chile por el norte, otros dos por el centro (que fue por donde efectivamente ingresó) y finalmente dos por el sur (el lugar por donde los realistas creían que llegaría el Ejército de los Andes). Este avance por sorpresa permitió el triunfo en la cuenca de Chacabuco (febrero de 1817), a lo que le siguió una inesperada derrota en Cancha Rayada (marzo de 1818) y el triunfo patriota semanas después en la batalla de Maipú (abril de 1818).
A partir de allí, y con una flota organizada y financiada por Chile, se dirigió al centro del poder español en Sudamérica, la ciudad de Lima, donde tomó el control político de la ciudad y declaró la independencia del Perú en 1821. La carrera política y militar de San Martín se cerró en Guayaquil, en 1822, al entrevistarse con Simón Bolívar, a quien le cedió el mando de su ejército. Bolívar condujo las tropas que aseguraron definitivamente, en la batalla de Ayacucho (1824), la emancipación americana de la corona española.
Juana Azurduy, una heroína popular
San Martín fue una de las referencias más importantes de una revolución plural, que involucró a múltiples actores sociales —indios, mestizos, afrodescendientes, criollos— y que tuvo un alcance continental. Una revolución americana cuyas causas guardan relación con procesos que tuvieron epicentro en Europa (desde la influencia ideológica que ejerció en las elites locales la Revolución francesa hasta acontecimientos fundamentales como la abdicación de Fernando VII en 1808 a partir del avance de las tropas napoleónicas), pero que se enraizaba en la historia de nuestros pueblos.
En efecto, los territorios de la región andina sudamericana fueron sede de varias insurrecciones populares que pueden ser consideradas como antecedentes de las luchas independentistas. En 1780, Tupac Amaru II y Micaela Bastidas lideraron una rebelión en la zona de Cuzco contra el orden colonial que fue acompañada por amplias bases sociales. En 1781, Tupac Qatari, de origen aymara, junto a Bartolina Sisa y Gregoria Apaza, sitiaron en dos ocasiones la ciudad de La Paz. Y entre 1877 y 1881, el aymara Tomás Qatari lideró una rebelión en la zona de Potosí, en la que reclamaba la recuperación de autonomía de los ayllus o comunidades. Al ser asesinado en 1871, su esposa Kurusa Yawi tomó la posta en la lucha y alcanzó a sitiar dos veces la ciudad de Chuquisaca. Todas estas rebeliones fueron cruelmente reprimidas por la corona española.
Aunque diversas, estas insurrecciones tuvieron muchos puntos en común: el expreso malestar contra el orden colonial, las amplias bases populares conducidas por indígenas que apoyaron estos movimientos y la importante participación de las mujeres no sólo en las luchas sino también en la dirección de estas rebeliones. La singular trayectoria de Juana Azurduy, protagonista central en las luchas por la independencia, se entiende mejor si se toman en cuenta el trasfondo de estas disputas.
De hecho, Juana Azurduy nació en el mismo momento en que surgían y eran ferozmente reprimidas esas rebeliones: un 12 de julio de 1780 en Toroca, una población ubicada en el norte de Potosí perteneciente al Virreinato del Río de la Plata (actualmente Bolivia). Fue hija de Eulalia Bermúdez, mestiza oriunda de Chuquisaca, y de Matías Azurduy, un hacendado de buena posición económica y con tierras en la región. Su padre le transmitió las destrezas relativas a las tareas rurales y fue en las haciendas de propiedad familiar donde conoció de cerca al campesinado indígena y aprendió los idiomas quechua y aymara.
Tempranamente sufrió la muerte de su madre y su padre, y debió completar su crianza primero con sus tíos y luego en el Monasterio de Santa Teresa de la Orden de las Carmelitas Descalzas, que abandonó a los 17 años. Ocho años después, en 1805, se casó con Manuel Ascencio Padilla, un estudiante de derecho que era hijo de unos vecinos y amigo de la familia. Tuvieron cinco hijos: Manuel, Mariano, Juliana, Mercedes y Luisa.
Tras la abdicación de Fernando VII, el pueblo de Chuquisaca formó la primera Junta de gobierno en el Alto Perú, un 25 de mayo de 1809. Tanto Padilla como Azurduy apoyaron la destitución del gobernador y se unieron a los ejércitos populares, que serían derrotados en 1810 por las tropas realistas. Con estos episodios, se reiniciaba el ciclo de insurrecciones andinas.
El matrimonio apoyó decididamente a la Revolución de Mayo (Padilla conocía a Moreno, Monteagudo y Castelli, quienes habían cursado sus estudios en abogacía en la Universidad de Chuquisaca). Prestaron sus haciendas para cobijar a parte de las tropas de la “Primera expedición auxiliadora del Alto Perú” liderada por Castelli en la que Padilla, además, se incorporó como suboficial. La derrota en la Batalla de Huaqui generó graves consecuencias entre los patriotas. En el repliegue, los realistas tomaron prisionera a Azurduy y a sus hijos. Padilla junto con otros soldados lograron liberarlos, pero a partir de este episodio Juana tomó una decisión que ya venía considerando: participar activamente en los combates.
Azurduy formó parte, en 1813, de la “Segunda expedición auxiliadora al Alto Perú”, esta vez al mando de Belgrano, con quien el matrimonio entabla una gran relación. Juana organizó una numerosa tropa compuesta por indígenas y mestizos que tuvieron una participación secundaria en la derrota de Vilcapugio. Entró en acción en la Batalla de Ayohuma, que se convirtió así en la primera de una larga serie de combates al mando del batallón denominado Los Leales.
Tras la derrota patriota en Ayohuma, el Alto Perú pasó a ser el escenario de combates que tenían, para los patriotas, objetivos predominantemente defensivos: contener y desgastar a las tropas realistas. Se crearon así las “Republiquetas”, nombre que designaba a milicias que tomaban por sorpresa al ejército español. Padilla y Azurduy estuvieron al mando de una de ellas, La Laguna, cuya acción se desplegó entre el norte de Chuquisaca y Santa Cruz. En este período, Azurduy conformó una guardia personal, “las Amazonas”, un grupo de 25 mujeres que pelearon a la par de ella.
Las victorias y derrotas se sucedieron; también las tragedias. En marzo de 1814, tras la derrota en Pomabamba, Azurduy tuvo que refugiarse en el Valle de Segura. En ese repliegue, sus hijos Mercedes, Juliana, Manuel y Mariano enfermaron de fiebre palúdica y disentería y murieron a los pocos días. En medio de ese enorme dolor, Juana Azurduy siguió peleando a lo largo de ese año, incluso estando embarazada de su quinta hija, Luisa, cuyo cuidado quedó a cargo de una indígena muy cercana, Anastasia Mamami.
En 1815, Padilla y Azurduy tomaron el control de la ciudad de Chuquisaca, pero las fallas en la conducción de José Rondeau, a cargo de la “Tercera expedición auxiliadora” al Alto Perú, permitieron que los realistas recuperaran este territorio. A partir de allí las luchas fueron aún más encarnizadas y es célebre la actuación de Azurduy en la batalla de Villar en marzo de 1816, que motivó que Belgrano solicite se la condecore para reconocer el “esfuerzo de su valor y de sus conocimientos en milicia poco comunes a las personas de su sexo”. Sin embargo, meses después Juana sufrió una herida en la batalla de La Laguna, y al intentar rescatarla, fue asesinado su esposo y compañero de luchas, Manuel Ascencio Padilla. Su cuerpo fue colgado por los realistas, junto con el de una de las amazonas, que los españoles creyeron que era el de Juana Azurduy.
En ese momento de profundo dolor, que además provocó una crisis en la guerrilla de La Laguna, Martín de Güemes acudió al pedido de ayuda de Juana Azurduy, primero con el envío de tropas al mando de Melchor Daza, luego asegurando el repliegue de Juana, que llegó a Salta en 1818. Se refugió en una propiedad de la familia de Güemes y se incorporó a su división de gauchos conocida como Los Infernales.
Tras el asesinato de Güemes, en 1821, es poco lo que se sabe de Juana Azurduy, excepto que tomó conocimiento del triunfo patriota en Ayacucho en Salta y que, en 1825, retornó a Chuquisaca. El 1 de abril de ese año, Simón Bolívar la ascendió a Coronel y le otorgó una pensión que recibió durante cinco años. Es conocida la entrevista que Bolívar y Sucre mantuvieron con Azurduy ese año, que será el eje de una película de notable factura de Jorge Sanjinés, Juana Azurduy, guerrillera de la Patria Grande (2016). Luego de la proclamación de la independencia de Bolivia, Juana intentó recuperar sus tierras, sin lograrlo, y murió en la miseria el 25 de mayo de 1862, a los 81 años, en la provincia argentina de Jujuy. Fue enterrada en una fosa común.
Sólo tardíamente serían reconocidas las luchas de Juana Azurduy por la emancipación americana. Cien años después de su muerte, sus restos fueron exhumados y trasladados a un mausoleo construido en la ciudad de Sucre, Bolivia. A partir de 2007, en Argentina se declaró el 12 de julio como el "Día de las Heroínas y Mártires de la Independencia de América", en conmemoración del nacimiento de la teniente coronel Juana Azurduy de Padilla. En 2009 fue ascendida post mortem como generala del Ejército Argentino y mariscal de la República Plurinacional de Bolivia. En marzo de 2010, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner entregó personalmente el sable y las insignias de generala ante sus restos, resguardados en la Casa de la Libertad en Sucre. Junto al presidente boliviano Evo Morales firmaron un tratado que instituyó el día del nacimiento de Juana Azurduy, como el “Día de la Confraternidad Argentina-Boliviana”.
Las historias de San Martín y Azurduy pueden pensarse como trayectorias simultáneas y solidarias dentro de un mismo movimiento regional. En el mismo momento en que San Martín abandonó las tropas españolas y comprendió que su destino revolucionario estaba en América, Juana Azurduy se sumó a las luchas por la independencia, reiniciando una larga y rica historia de rebeliones populares que tuvieron epicentro en el Alto Perú. De este modo, el carácter americano, mestizo, plural e igualitario de la revolución, que encontró en San Martín a una de sus referencias centrales, puede dimensionarse mejor a través de la historia de Juana Azurduy, cuyo recuerdo hace justicia también a la participación de las mujeres en nuestra historia. San Martín y Azurduy son, entonces, anverso y reverso de una gran epopeya: la emancipación forjada por los pueblos americanos.
Juana Azurduy, lideresa y Generala de América
Paula Zagalsky, historiadora, docente e investigadora del CONICET, reflexiona sobre la biografía de Juana Azurduy identificando sus tempranos y fluidos vínculos con las comunidades indígenas y los ayllus de zonas rurales de Chuquisaca, como parte de su pertenencia a los sectores populares que luego la reconocerán como lideresa propia.
Su destacada participación en las guerras por la independencia da cuenta de la presencia de las mujeres al frente de las luchas por la emancipación a principios del siglo XIX. Su historia, cargada de intensidad y fuertes convicciones políticas, se enlaza con los procesos previos de rebeliones indígenas en 1780, junto a las figuras de Micaela Bastidas y Bartolina Sisa.
Reivindicada por su heroísmo y compromiso con la causa independentista, ascendida post mortem a rango de Generala del Ejército Argentino, su reconocimiento desde el presente da nombre también a organizaciones sociales y feministas que recuperan sus ideales en torno a la figura de una mujer luchadora.
Sugerencias de actividades
Retratos de Juana Azurduy y José de San Martín
Compartimos una selección de retratos de Juana Azurduy y José de San Martín, en virtud de realizar las actividades propuestas para los distintos niveles educativos. Esta selección puede complementarse con otras fuentes que permitan pensar los distintos modos de abordar sus figuras.
Nivel Inicial
Cada 17 de agosto se recupera la figura de José de San Martín, protagonista de la gesta del Cruce de los Andes y referencia central en el proceso de las luchas por la independencia de las naciones sudamericanas a comienzos del siglo XIX. La propuesta que aquí se presenta para el Nivel Inicial busca abordar esta efeméride teniendo en cuenta, también, los amplios sectores que participaron en aquel proceso revolucionario. La historia de Juana Azurduy, con su condición de mujer y su vínculo con los pueblos originarios, permite comprender la multiplicidad de actores que protagonizaron la emancipación de la Patria Grande.
Nivel Primario
Cada 17 de agosto se conmemora en las escuelas, el paso a la inmortalidad del general San Martín. Su figura está asociada a un hecho trascendental, el Cruce de los Andes, que fue el punto de partida de la consolidación de la independencia en lo que hoy es Argentina, Chile y Perú. Llevar adelante esta gesta demandó enormes esfuerzos colectivos. En este sentido, la lucha de las mujeres fue fundamental en la denominada Guerra Gaucha. Con este nombre se conoce a la lucha de milicias y guerrillas llevada adelante en el noroeste argentino contra los ejércitos realistas que avanzaban desde el Alto Perú durante las luchas de la independencia en el período comprendido entre 1814 y 1825. Las mujeres no solamente eran destacadas espías sino que algunas de ellas, como Juana Azurduy, comandaban tropas en las vanguardias de las fuerzas patriotas. También se destaca en estas guerrillas la participación y el protagonismo de pueblos indígenas, un sector fundamental de este sujeto colectivo que supo defender la soberanía popular y conquistar la independencia.
Para la realización de aquellas actividades que requieren una tarea de indagación e investigación, se sugiere seleccionar algunos de los recursos propuestos en la sección Materiales complementarios para orientar a los alumnos y las alumnas en sus búsquedas.
Primer ciclo
CARTA DE SAN MARTÍN - Octubre 1816
Al gobierno de Buenos Aires:
Tocamos ya la primavera y no me mandaron ni la mitad de las cosas que pedí.
Me falta tiempo y dinero y no estoy bien de salud.
Entre el asma que no me deja respirar y los ataques de reuma que me tuvieron postrado en la cama durante 11 días, no sé con cual quedarme.
Ya sé cuál es el remedio para mis ataques tranquilidad.
Pero cómo voy a estar tranquilo si mis soldados no tienen ropa para ponerse ni frazadas para taparse en la intemperie. ¡Por Dios! Mándenme los vestuarios para los granaderos que andan en cueros.
Otro elemento que necesito son clarines, sin ellos las prácticas de caballería son muy desordenadas porque los últimos de la fila no escuchan las órdenes.
No quiero molestarlo más con tanto pedido. Pero es que con soldados así no podremos ganar ninguna guerra.
Ellos se desaniman, las enfermedades los atacan y el frío de los Andes sin ropa adecuada es insoportable.
Hagan ustedes lo necesario para que sea rápido.
FUENTE: «Un hombre, un pueblo» en Diarios para chicos curiosos. Departamento de Educación Creativa ORT, Argentina, 1993.
Segundo ciclo
A las muy honorables Juntas Provinciales:
Doña Juana Azurduy, coronada con el grado de Teniente Coronel por el Supremo Poder Ejecutivo Nacional, emigrada de las provincias de Charcas, me presento y digo: Que para concitar la compasión de V.H. y llamar vuestra atención sobre mi deplorable y lastimera suerte, juzgo inútil recorrer mi historia en el curso de la Revolución […]. Aunque animada de noble orgullo tampoco recordaré haber empuñado la espada en defensa de tan justa causa [...]. La satisfacción de haber triunfado de los enemigos, más de una vez deshecho sus victoriosas y poderosas huestes, ha saciado mi ambición y compensado con usura mis fatigas; pero no puedo omitir el suplicar a V.H. se fije en que el origen de mis males y de la miseria en que fluctúo es mi ciega adhesión al sistema patrio […]. Después del fatal contraste en que perdí a mi marido y quedé sin los elementos necesarios para proseguir la guerra, renuncié a los indultos y a las generosas invitaciones con que se empeñó en atraerme el enemigo. Abandoné mi domicilio y me expuse a buscar mi sepulcro en país desconocido, sólo por no ser testigo de la humillación de mi patria, ya que mis esfuerzos no podían acudir a salvarla. En este estado he pasado más de ocho años, y los más de los días sin más alimento que la esperanza de restituirme a mi país […]. Desnuda de todo arbitrio, sin relaciones ni influjo, en esta ciudad no hallo medio de proporcionarme los útiles y viáticos precisos para restituirme a mi casa […]. Si V.H. no se conduele de la viuda de un ciudadano que murió en servicio de la causa mejor, y de una pobre mujer que, a pesar de su insuficiencia, trabajó con suceso en ella [...].”
Nivel Secundario
Las biografías de José de San Martín y de Juana Azurduy constituyen un capítulo destacado de la historia política latinoamericana. Al mismo tiempo, invitan a repensar algunos asuntos pendientes de nuestras «dolidas repúblicas», al decir del escritor José Martí. Poner en relación ambas historias supone pensar a nuestros países a partir de itinerarios signados por problemas, pero también esperanzas comunes y colectivas. Para comprender mejor la revolución mestiza y americana que lideró José de San Martín, es necesario indagar trayectorias como la de Juana Azurduy. Como así también es necesario explorar la historia común de nuestros países sudamericanos, para abordar los desafíos del tiempo presente.
«Ya no podemos ser el pueblo de hojas, que vive en el aire, con la copa cargada de flor, restallando o zumbando, según la acaricie el capricho de la luz, o la tundan y talen las tempestades; ¡los árboles se han de poner en fila para que no pase el gigante de las siete leguas! Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes.
El buen gobernante en América no es el que sabe cómo se gobierna el alemán o el francés, sino el que sabe con qué elementos está hecho su país, y cómo puede ir guiándolos en junto, para llegar, por métodos e instituciones nacidas del país mismo, a aquel estado apetecible donde cada hombre se conoce y ejerce, y disfrutan todos de la abundancia que la Naturaleza puso para todos en el pueblo que fecundan con su trabajo y defienden con sus vidas. El gobierno ha de nacer del país. El espíritu del gobierno ha de ser el del país. La forma de gobierno ha de avenirse a la constitución propia del país. El gobierno no es más que el equilibrio de los elementos naturales del país.»
Para conversar en familia
Conversar en familia sobre esta fecha tan importante de la historia, como es el 17 de agosto, es una oportunidad para establecer un diálogo entre generaciones y reflexionar sobre la vida en común, las nociones de Patria, Identidad e Independencia. Los y las invitamos a acompañar a los niños, las niñas y los y las jóvenes en la realización de las actividades propuestas por nivel.
El pasado siempre se piensa en tiempo presente, por este motivo el abordaje de la historia argentina incorpora algunas preguntas y problemáticas que nos atraviesan en la actualidad como sociedad. A continuación, se proponen algunas actividades para mirar en familia y conversar sobre nuestra historia, incorporando una mirada de género.
Materiales complementarios para docentes
Compartimos algunos materiales para enriquecer y complementar esta propuesta exploratoria para pensar el proceso y las luchas por la independencia de la Patria Grande.
Educación Inicial / Primaria
Cuando era chico quería ser grande: Juana Azurduy - Canal Pakapaka
Anécdotas de la infancia de destacadas figuras que participaron en las luchas por la independencia de América Latina. Juana Azurduy, Artigas y Emiliano Zapata, entre otros.
Canción «Juana Azurduy» - Mundo Zamba - Canal Pakapaka
Interpretada por Gladys «La Bomba Tucumana», Juana Azurduy, Flor del Alto Perú es una de tres canciones que forman parte del capítulo La Asombrosa Excursión de Zamba con Juana Azurduy.
La asombrosa excursión de Zamba con Juana Azurduy
Zamba viaja en el tiempo una vez más para conocer a la mismísima "Flor del Alto Perú", ¡Juana Azurduy! Una guerrera única que durante años luchó por la libertad junto a su esposo, Manuel Padilla.
La asombrosa excursión de Zamba en Yapeyú
Zamba recorre las campañas independentistas de San Martín. Lo mejor de Zamba en Yapeyú ¡en un solo capítulo!
Historias de papel - Juana Azurduy - Canal Encuentro
Una original reconstrucción, en papel, de importantes momentos de la historia enmarcados en la luchas populares de Argentina y Latinoamérica.
Bicentenario del cruce de los Andes
Secuencias integradas - Nivel Primario Dirección General de Escuelas, provincia de Mendoza.
Educación secundaria
Especial 25 de Mayo «La madre de la Patria»
Abordar la Revolución de Mayo desde una mirada de género. Un afiche, propuestas de actividades por nivel educativo y para conversar en familia, y materiales complementarios para volver a pensar nuestro pasado como nación. Este material forma parte de la colección «El género de la patria» una apuesta a conocer y reflexionar sobre la historia desde una nueva agenda de derechos, una oportunidad para profundizar el nexo entre efemérides y democracia.
Mujeres Destacadas - Juana Azurduy de América
Margrucci, Ivana; Historia Visual N° 35; Mujeres destacadas: Juana Azurduy de América, Museo Roca, Buenos Aires, 2015.
El Museo Roca e Instituto de Investigaciones Históricas, a través de su programa Historia Visual, publica el número 35 titulado Juana Azurduy de América. La investigación histórica y los textos estuvieron a cargo de la profesora Ivana Margarucci, colaboradora entusiasta de este organismo.
Especial 17 de Agosto - portal educ.ar
En 2017 se celebra el Bicentenario del Cruce de los Andes y de la Gesta Libertadora Sanmartiniana, que constituye una muy buena oportunidad para reconstruir los hechos de la historia y, al mismo tiempo, revalorizar la acción de sus protagonistas.
17 de Agosto, paso a la inmortalidad del General San Martín - portal educ.ar
El 17 de agosto de 1850 falleció José Francisco de San Martín Matorras, conocido por todos como San Martín, una de las figuras más relevantes de la historia argentina y latinoamericana. Su actuación durante el primer tercio del siglo XIX en las luchas por la independencia en Sudamérica transformó su nombre en una referencia mundial de los procesos de descolonización.
Especiales Historia de un país Argentina siglo XX Efemérides / Especial José de San Martín
Producciones especiales que rememoran fechas emblemáticas de la historia argentina del siglo XX. Algunas efemérides escolares que se abordan: 2 de abril, 25 de mayo, 9 de julio, 17 de agosto, 11 de septiembre, 12 de octubre, entre otras.
Ficha
Publicado: 14 de agosto de 2020
Última modificación: 25 de julio de 2022
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Ciencias Sociales
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17 de Agosto (Aniversario de la Muerte del General José de San Martín)
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