Derecho a opinar y a expresar lo que sentimos

Esta actividad aborda el derecho a la libertad de expresión que tenemos todas las personas, con el objetivo de fortalecer la confianza y seguridad que los niños y las niñas necesitan para ejercerlo y ponerlo en práctica.

Les proponemos compartir en familia el armado de «teléfonos de vasos» para comunicarse. Para ello, se perforan dos vasos de plástico y se los une con un cordón de hilo o lana, tal como se muestra en las imágenes. Durante el armado, nos ayudamos mutuamente, sobre todo para enhebrar o hacer los nudos finales.

¡Ahora sí, ya podemos comenzar a usar los teléfonos de vasos y transmitirnos mensajes! Hay que probar a través de sillas o mesas, con hilos cortos, con hilos largos, tensando el hilo o dejándolo flojo.

Si la familia es numerosa, pueden cruzarse los hilos, armar un teléfono de cuatro o más integrantes y averiguar si es posible una comunicación entre varias personas.

Al finalizar el juego, sugerimos preguntar a los niños y las niñas de la familia:

• ¿Pudiste decir lo que querías decir?
• ¿Te resultó fácil?
• ¿Creés que pude escucharte bien?
• ¿Pudiste escuchar bien?
• ¿Qué escuchaste?
• ¿Qué dijiste?

También podemos contarles nuestra experiencia como personas adultas: si escuchamos bien, qué escuchamos, si nos gustó este juego para poder expresar lo que queremos, si nos resultó fácil decir lo que pensábamos, etc.

Para cerrar la propuesta, les proponemos que vean el microvideo de Pakapaka  «Los amigos se escuchan unos a otros» de la serie Frases en cajitas.