17 de marzo: Día de la memoria y solidaridad con las víctimas del atentado contra la embajada de Israel
El 17 de marzo de 1992 un atentado terrorista voló la embajada de Israel en la ciudad de Buenos Aires. Murieron 29 personas, hubo cientos de heridos y fueron dañados viviendas vecinas, una parroquia, un hogar de ancianos y una escuela. La Ley N° 27417 incorporó esta fecha al calendario escolar de todas las jurisdicciones con el objetivo de que las escuelas trabajen para conocer y comprender lo sucedido, recuerden a las víctimas y contribuyan a la búsqueda de justicia.
A 27 años del atentado a la Embajada de Israel, las aulas pueden ser un espacio para recrear la memoria sobre un acontecimiento del que, aún hoy, no se saben cantidad de cosas.
Por un lado, hay que hacer un esfuerzo para comprender por qué la Argentina de aquel entonces ingresó brutalmente en la agenda del terrorismo internacional, al tal punto que dos años después de este atentado, hubo otro, en 1994, esta vez en la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina), donde murieron 85 personas y más de trescientas resultaron heridas.
Por otro lado, también es desafiante analizar qué significa buscar justicia en un atentado que afectó nada menos que a una delegación extranjera.
Los familiares y los sobrevivientes lucharon desde siempre por la memoria, la verdad y la justicia. Convirtieron el predio donde estaba la embajada en una plaza de la memoria; se siguen juntando cada 17 de marzo para recordar a las víctimas y lograron, entre otras cosas, que el tema se marque en el calendario escolar.
Carlos Susevich -padre de Liliana, una de las víctimas del atentado- y el principal querellante en la causa de la Embajada hasta el día de su muerte entendía la gravedad del tema cuando repetía dos frases contradictorias pero también complementarias: “En el fondo de mi corazón pienso que no va a haber justicia pero no quiero irme a la tumba sin saber lo que pasó”.
Proponemos dos recursos para trabajar este tema en el aula:
1-Un discurso de un sobreviviente, Jorge Cohen que trabajaba en la embajada como responsable de prensa cuando fue el atentado.
2- Una selección de volantes y afiches que convocan a los actos del 17 de marzo.
Jorge Cohen trabajaba en el área de prensa cuando fue el atentado a la embajada. Logró salir con vida pero vio morir a muchos de sus compañeros y compañeras. En estos 27 años fueron muchas las veces que tomó la palabra para narrar la experiencia límite que le tocó vivir y para reflexionar en torno a cómo superar la adversidad y seguir adelante. Este es uno de los discursos que preparó para uno de los actos:
“El que sigue es un hecho, no una interpretación: aquel martes 17 de marzo de 1992 la casona de la embajada, en la esquina de Arroyo y Suipacha, voló por el aire con nosotros adentro. Y con otras víctimas que estaban en la vereda, en la calle, enfrente, a la vuelta, al lado, cerca o lejos, que los criminales se ocuparon de que también estuvieran dentro del edificio. La explosión y el terror nos alcanzaron por igual, los escombros fueron los mismos. La pena y los desgarros, el vacío.
Fue un horrible privilegio: el del primer atentado, hasta ese momento el más terrible de este tipo, el que abrió la puerta del tercer milenio en nuestro país. Y de ahí en más, los reclamos, desde entonces hasta hoy. Y tres palabras que se entrecruzan y cuestionan la cultura de la impunidad.
Esa esquina del viejo Barrio Norte porteño, hoy la Plaza de la Memoria, es la representación territorial de lo que (nos) dejó aquel 17 de marzo. A nosotros, al país de la bandera celeste y blanca.
Cito otro hecho, en línea con el anterior: en el ataque hubo 22 muertos identificados; 9 trabajaban en la embajada, 13 eran transeúntes o vecinos. Ciudadanos argentinos, israelíes, bolivianos, paraguayos, uruguayos e italianos. Es decir, seis banderas.
Muchas veces percibo como poco útiles los discursos, pero nunca los recuerdos. Me acompañan y me ayudan a ser el testigo -que antes fue una víctima y un fantasma de tierra y sangre- que se levanta y da testimonio.
Recuerdo que aquel 17, acostado en una camilla, arriba de una ambulancia del Cipec que arrancaba rumbo al hospital, tomé una parcial conciencia de lo sucedido. Y aturdido, al no saber quién manejaba la ambulancia y suponer que eran terroristas, con los pies golpeé las puertas traseras, las abrí y me tiré. Estaba herido y en shock pero con las defensas altas, me dijeron días más tarde los médicos que me atendieron.
Más recuerdos (viene de re-cordi, volver a pasar por el corazón): hace seis años, el aniversario también cayó en sábado y según la tradición judía, este día se reserva al descanso y al esparcimiento, a la alegría. Por eso el acto del 17 se corrió, como este año, al viernes anterior. Pero hace seis años, aquel sábado, a las tres menos cuarto -hora de la explosión- quienes trabajábamos en la embajada nos encontramos en la esquina de Arroyo y Suipacha, en ese que había sido nuestro lugar, nuestra casa. Los sobrevivientes argentinos y muchos de los israelíes, que habían viajado para el aniversario. Fue un día de calor, parecido al original. Y el más emocionante. Dany Carmón -cónsul en 1992, quien pierde a su mujer en el atentado, y él tuvo graves heridas- lo dijo esa tarde, entre lágrimas: "Este es nuestro acto, el acto central". Este sábado pasado fue igual, allí estuve, acompañado de esas palabras emocionadas de Carmón, por la voz, los rostros, los gestos de mis ex compañeros. Ese volvió a ser el acto central.
Con el paso del tiempo no dejo de aguardar para saber quiénes fueron y cómo lo hicieron y, como consecuencia, que los criminales vayan a la cárcel. Y vuelvo, entonces, a las tres palabras citadas más arriba que, a costa de toda esperanza, se presentan entre signos de pregunta: ¿Se hará justicia? Y que alguna vez se escuche, en una sala de los tribunales "Será justicia".
Afiche del año 2011, realizado por el área Juventud de las organizaciones judías (jóvenes de entre 14 y 22 años de diferentes organizaciones judías de la sociedad civil)
Afiche del año 2012, realizado por el área Juventud de las organizaciones judías.
Afiche del año 2013, realizado por el área Juventud de las organizaciones judías.
Afiche realizado por el Congreso Judío Latinoamericano, que nuclea a las organizaciones judías de diferentes países de América Latina.
Año 2014, afiche realizado por la Embajada de Israel
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Publicado: 19 de marzo de 2019 Última modificación: 19 de marzo de 2019
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