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Punto de partida: el entusiasmo

Dado que la fuerza del entusiasmo personal es la única fuerza capaz de alentar el crecimiento y de ofrecerle al individuo la energía suficiente para enfrentar los obstáculos presentes en el camino de todo deseo o todo logro, me parece que tenemos que partir de ella en el trabajo de pensamiento que nos proponemos con la materia filosofía. Puede parecer un desvío, pero recordemos que la experiencia de pensamiento que no ancla en la sensibilidad es una experiencia meramente formal y sin sentido. Tareas de este tipo, bien afirmadas en el reconocimiento del mundo sensible del alumno, permiten construir un diálogo verídico de desarrollo insospechado. Someto a consideración este esquema de trabajo, para ver qué les parece. Los invito a aportar para mejorarlo.


Al alumno deben proponérsele las siguientes tareas (el trabajo completo puede tomar varias clases e incluso hacerse en la última media hora, para dedicar la primera al cumplimiento de un programa más formal, si resulta imprescindible cumplirlo -cosa que espero no suceda, por el bien de todos):

Tarea 1: escribí una lista con las 5 cosas que más te entusiasman (explicar: lo que te gusta mucho, lo que más te interesa)

Tarea 2: elegí una de ellas y explicá en una carilla el por qué de ese entusiasmo.

Tarea 3: respondé esta pregunta, ¿de dónde pensás que viene ese entusiasmo tuyo, qué lo originó?

Tarea 4: respondé esta pregunta, ¿adónde pensás que va, hacia qué te conduce, en qué se puede transformar?

Tarea 5: que cada alumno lea el trabajo de otro y escriba sobre el entusiasmo del compañero, cómo lo ve, qué le provoca, ¿lo comparte, podría compartirlo? ¿Qué tendría que hacer el otro con su entusiasmo?

Objetivos de la tarea:

  • ofrecer al alumno una importante puerta para pensarse a sí mismo haciendo pie en el punto central de su interés;
  • ayudar a captar el movimiento de ese interés, su historia y su futuro;
  • ofrecerle una oportunidad de pensar y comprender la diferencia basándonos en el reconocimiento primordial del deseo personal.

Sugerencia: que el profesor o profesora lo haga, a la par de los alumnos. Que el profesor lea en voz alta su trabajo y pida opiniones a los alumnos sobre su entusiasmo. Este paso agregará verosimilitud a toda la tarea y dará mayor cohesión al grupo.

Pasos siguientes para ampliar el trabajo:

Tarea 6: que lean su trabajo en su casa (o a algún familiar o amigo de afuera del colegio) y describan por escrito la situación, qué le dijeron, qué pasó. (Es importante aquí ayudarlos luego a desarrollar defensas propias para contrarrestar las críticas que pueden haber recibido al mostrarse. Es imprescindible no dejarlos solos en ese frente).

Tarea 7: que le hagan hacer el trabajo a otra persona, tipo reportaje o tarea compartida. ¿A sus familiares, a alguien del barrio?

Nota: es imprescindible que sean respetados los entusiasmos de los alumnos y que estos no caigan en hacerse los buenos hablando de cosas que en realidad no les interesan. Tal vez habría que permitirles cambiar de entusiasmo si se atascan, ayudándolos a sintonizar con aquello que realmente les produce interés.

Ficha

Publicado: 29 de julio de 2009

Última modificación: 27 de marzo de 2025

Audiencia

Docentes

Área / disciplina

Filosofía

Nivel

Secundario

Categoría

Entrevistas, ponencia y exposición

Modalidad

Todas

Formato

Texto

Etiquetas

sensibilidad

pensamiento

entusiasmo

Autor/es

Alejandro Rozitchner

Licencia

Creative Commons: Atribución – No Comercial – Compartir Igual (by-nc-sa)


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