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¿Qué es una fuente?

Este artículo define qué es una fuente y presenta una clasificación de fuentes primarias y secundarias. Además, incluye orientaciones sobre cómo utilizar las fuentes para poder hacer una lectura crítica de ellas. Este recurso integra la colección «Conectá tu historia».


Cada disciplina científica (la geografía, la matemática, las artes, la historia, por ejemplo) tiene un modo especial de hacer las cosas. Es decir, posee métodos, procedimientos y criterios de validación propios de los conocimientos que producen. La historia no escapa a esta afirmación general: los historiadores y las historiadoras utilizan procedimientos bastante complejos.

La lectura de documentos históricos es una de las tareas más habituales que llevan a cabo tanto quienes se especializan en la historia como quienes la estudian para conocer los hechos del pasado. Cuando se utiliza este procedimiento, es necesario tener en cuenta que los documentos no reflejan «lo que pasó», sino un punto de vista sobre los acontecimientos, que depende en gran medida de quién escribió el documento y en qué circunstancias lo produjo.

Qué es una fuente

Las fuentes son un conjunto heterogéneo de testimonios (escritos, orales, producciones artísticas, etcétera) que produjeron personas que vivieron en otra época y que constituyen la materia prima del trabajo de quien se dedica a la historia.

Cómo se clasifican las fuentes

A partir de la ubicación y recuperación de las fuentes, empieza la tarea propia del historiador, quien, lejos de creer ingenuamente lo que estos testimonios parecen querer revelar o decir, debe mostrarse desconfiado y someter el material a un conjunto de interrogantes, es decir, debe realizar una lectura crítica

Tradicionalmente, las fuentes se clasifican en fuentes primarias y secundarias.

Fuentes primarias

Son aquellas producidas en el período que estudia el historiador o la historiadora. Son fuentes muy variadas y pueden abarcar desde artículos de diario hasta grandes construcciones y entrevistas orales.

Las fuentes primarias se pueden clasificar según sus características particulares.

Fuentes materiales

  • Escritas: documentos, inscripciones, mapas.
  • Biológicas: restos de seres humanos, animales, plantas.
  • Artísticas: restos arquitectónicos, pinturas, esculturas.
  • Audiovisuales: películas, fotografías, discos.
  • Restos materiales: cerámicas, utensilios, prendas de vestir, fotografías.

Fuentes orales: son relatos que guardan la memoria del pasado. También son fuentes orales las narraciones de quienes presenciaron los procesos históricos investigados.

Fuentes secundarias

Aportan información y análisis sobre un período determinado, pero fueron producidas en épocas posteriores a la estudiada.

Cómo utilizar las fuentes

Lo primero que hace la historiadora o el historiador con una fuente es ubicarla en el contexto en que fue producida. Esto es importante porque, por ejemplo, un acto político será descrito de modo diferente por los organizadores del evento que por un opositor del partido. Esta contextualización puede abordarse a partir una serie de preguntas que le hacemos al texto con el objetivo de analizarlo: 

  • ¿Cuándo se produjo el testimonio?
  • ¿En qué circunstancias?
  • ¿Qué persona o qué institución lo elaboró?
  • ¿Sobre qué situación se trataba de incidir?
  • ¿Cuáles eran sus intereses al hacerlo y qué objetivos se perseguían?
  • ¿De qué tipo de texto se trata (carta, discurso, decreto, noticia, etcétera)?

Estas preguntas nos remiten a la necesidad de reconstruir la relación entre la fuente y las condiciones históricas en que tuvo lugar su producción, y constituye, justamente, el aspecto que permite diferenciar la tarea del historiador de la del cronista. Para ello, resulta indispensable realizar una minuciosa lectura previa de la bibliografía disponible sobre el tema, con el fin de contar con un conocimiento adecuado de las condiciones históricas en que se produjeron los testimonios.

Luego podemos dar el segundo paso: confrontar los testimonios de distintas personas protagonistas referidos a una misma situación, o bien las opiniones que un mismo actor formula en distintos momentos de su vida, cuando las condiciones históricas han variado.

En síntesis

Cuando estudiamos historia en la escuela o en casa, nos encontramos muchas veces con fuentes. Varios de los métodos que siguen los historiadores y las historiadoras nos sirven para entender mejor lo que leemos.

Trabajar con fuentes comienza siempre con una lectura atenta del material, distinguiendo las ideas principales de las secundarias. En el caso de una fuente original, hay que tener en cuenta que muchas palabras que se utilizaban entonces han caído en desuso y que otras no tenían en ese momento el significado actual.

Las fuentes históricas se realizan en condiciones históricas concretas y su producción se corresponde con el interés de un actor o grupo específico para conservar o modificar esas condiciones (por ejemplo, llegar al gobierno o mantenerse en él; construir un imperio o liberarse del yugo imperial, etc.). Sin embargo, para reconstruir un proceso histórico, el simple testimonio de quienes lo protagonizaron no resulta suficiente, sino que debe ser analizado en el marco de sus condiciones históricas.

Ficha

Publicado: 13 de octubre de 2022

Última modificación: 01 de diciembre de 2022

Audiencia

Estudiantes

Área / disciplina

Historia

Nivel

Secundario

Ciclo Básico

Ciclo Orientado

Categoría

Artículos

Modalidad

Todas

Formato

Texto

Etiquetas

fuentes primarias

fuentes secundarias

fuente histórica

testimonio oral

testimonio

lectura crítica

Autor/es

Carla Iantorno

Licencia

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