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Último Primer Día

El Último Primer Día de clases (UPD) es una celebración que se hizo común en los últimos años entre las personas jóvenes del último año de la secundaria. Resignificar esta fecha desde una perspectiva de cuidado permite abrir el diálogo intergeneracional y reconocer la importancia que este día tiene tanto para estudiantes como para la escuela.


En la Argentina, hay distintas fechas del calendario escolar en torno a las cuales adolescentes y jóvenes organizan festejos. Algunos ejemplos son el Último Primer Día, la Semana del Estudiante, los cierres de año, las fiestas de egreso ―entre otras―.

Es necesario reflexionar y elaborar estrategias en relación con el rol de la escuela en estas celebraciones ya que en muchos casos se viven situaciones que interpelan y generan preocupación en la comunidad educativa y que pueden dar lugar a respuestas como temor, perplejidad, impotencia. Además, a menudo estas situaciones tensionan los dispositivos con que la escuela desarrolla su tarea cotidiana, por lo que se requiere generar nuevas respuestas.

En particular, el Último Primer Día de clases, conocido como UPD, es una celebración que se hizo común de un tiempo a esta parte en la que las personas jóvenes del último año de la secundaria se reúnen la noche anterior al inicio de clases para festejar. Esta celebración, como muchas de las mencionadas, toma las características de las formas de festejo propias de cada grupo de jóvenes. Esto puede incluir entradas a la escuela con música o batucadas, banderas, cotillón, disfraces, presentación del buzo de egreso, etc. A esto pueden sumarse situaciones relacionadas con el consumo de alcohol u otras sustancias. 

Para poder complejizar nuestra mirada sobre estas celebraciones es necesario comenzar por reconocernos como sujetos inmersos en una cultura en donde el consumo de objetos y sustancias representa una vía para alcanzar el supuesto éxito y una determinada pertenencia social. De este modo, el consumo se constituye como un ordenador de las experiencias y una dimensión estructurante en la construcción de subjetividades. Así, en esta sociedad de consumo, prácticas cotidianas como alimentarse, educar, entretenerse —entre otras— se llevan adelante de una manera particular, obedeciendo a ciertas reglas que regulan nuestras relaciones con los demás y con el mundo. 

Numerosas sustancias −no solo las ilegales− objetos y prácticas de consumo están presentes en nuestra vida cotidiana, forman parte también de la manera en que las personas nos relacionamos. En algunos casos marcan las ideas que tenemos sobre el encuentro, la diversión, el compartir, disfrutar, incluso desde donde se arman las identidades o las diversas formas de ser y de estar en el mundo. Si bien el consumo de sustancias (como por ejemplo el alcohol) sigue siendo parte de prácticas rituales colectivas y/o celebraciones, en lugar de ser un componente más del proceso, en algunos casos, pasa a ser un fin en sí mismo. Asimismo, se sostiene una percepción generalizada sobre la temática basada en prejuicios y estereotipos. Otra característica de la sociedad de consumo está relacionada con la circulación de discursos que incitan a la experimentación de intensidades, la exploración de muchas y variadas vivencias, la búsqueda de “sensaciones” fuertes. 

En este contexto reconocemos a la escuela como un lugar donde acontecen encuentros, donde se produce comunidad, donde se fortalecen tramas de cuidado que pueden poner en tensión las lógicas de la sociedad de consumo. Consideramos a la escuela como un ámbito privilegiado para poner “en suspenso” la lógica de consumo. Tenemos aquí la oportunidad de ofrecer espacios en donde identificar y mirar de manera crítica los patrones sociales vigentes y dar lugar a experiencias colectivas significativas

Las diferentes formas que adopta el UPD pueden ser consideradas como ritos. Los ritos son prácticas regladas cargadas de densidad simbólica que refieren a una forma de estar con otras personas, constituyen una marca de una primera persona plural. Funcionan socialmente como núcleos de inscripción de la subjetividad habilitando pasajes. De este modo, resulta clave desde la escuela reconocer que estas celebraciones están estrechamente relacionadas no solo con el sentido de pertenencia y la afirmación entre pares, sino también con la construcción de la identidad de las personas jóvenes. Por otro lado, como la mayoría de los ritos en la actualidad, estos festejos se encuentran atravesados por la lógica de consumo, lo que propicia que ciertos consumos tengan un lugar central en el desarrollo de la celebración. 

Pero el UPD no es solo un festejo organizado por personas jóvenes, sino que es necesario reconocer que el último primer día de clases constituye un hito en la escolaridad. Es importante tanto para el estudiantado como para las personas adultas que acompañan las trayectorias escolares. Muchas veces los conflictos que se pueden generar alrededor de esta celebración se sitúan en la distancia que se abre entre lo que cada quien (estudiantes, docentes, directivos) espera de ese día y lo que finalmente sucede. Por ello, es fundamental sostener una actitud de apertura habilitando espacios desde la escuela para acompañar, alojar y resignificar estas celebraciones. 

Es recomendable generar espacios de intercambio en los cuales docentes, directivos, preceptores y otras personas adultas referentes puedan intercambiar qué sensaciones generan estas fechas, como puntapié para construir propuestas para acompañar al estudiantado. Ofrecemos algunas preguntas orientadoras para trabajar entre personas adultas en jornadas institucionales previas al inicio de clases.

  • ¿Cómo fue el cierre de las personas adultas de su propio ciclo escolar?¿Qué recuerdan de esos días?
  • ¿Qué sensaciones les genera a las personas adultas el cierre, la finalización de esta etapa de estudios por parte del estudiantado?
  • ¿Qué les gustaría compartir con el grupo o los grupos de estudiantes que egresan a lo largo del año?
  • ¿Cómo les gustaría a las personas adultas transitar el primer y último día de clases? ¿Qué experiencias consideran que puede ofrecer la escuela para iniciar y cerrar ese ciclo?

Este tipo de eventos festivos ofrecen un tiempo y un espacio para encontrarse y celebrar que establece un ritmo diferente al habitual. Esto involucra a la escuela modificando su dinámica cotidiana y supone un desafío respecto de los cuidados porque en estas celebraciones pueden ponerse en tensión algunos de los acuerdos que forman parte de la vida cotidiana de las escuelas, como por ejemplo, el lugar que ocupamos las personas adultas y el lugar que ocupan las personas jóvenes.

En este punto, es importante reflexionar sobre la idea de autoridad, ya que la forma en que la pensamos va a condicionar la capacidad de realizar propuestas al estudiantado. Para esto necesitamos revisar críticamente concepciones históricamente aprendidas que restringen la autoridad a lo normativo, lo punitivo, lo disciplinador, tanto como de la confusiones procedentes de la equiparación de autoridad con autoritarismo. De este modo, podemos pensar la autoridad como parte de un vínculo, «una autoridad que se hace cargo de otras personas, y de su crecimiento y despliegue subjetivo, en el marco de una relación de confianza que no es accesoria sino instituyente» (Ministerio de Educación de la Nación, Autoridades que habilitan, 2021).

Tapa de la publicación «Autoridades que habilitan».

Desde esta concepción, podemos pensar en propuestas para el último primer día de clases del último año. Sin perder el encuadre, podemos flexibilizar la dinámica habitual de la jornada escolar y planificar actividades que contemplen las particularidades del día y el significado que tiene este momento en las historias personales y colectivas.

Hacer esto no implica de ningún modo que, como personas adultas, pasemos por alto situaciones que observamos y que nos preocupan en relación con el consumo de alcohol u otras sustancias. Estas fechas resaltan la necesidad de potenciar el trabajo acerca de los consumos problemáticos pensando propuestas que pongan el centro en los cuidados ―y que es importante que no se limiten a una jornada o a un día puntual, sino que puedan desarrollarse a lo largo del recorrido escolar―. Para esto sugerimos la lectura del material Tomá la voz: ejes y propuestas para el abordaje de los consumos problemáticos en el ámbito educativo, que presenta actividades para orientar las prácticas educativas respecto de la prevención de consumos problemáticos y la promoción de los cuidados en todos los niveles y modalidades del Sistema Educativo Nacional.

Algunas recomendaciones para abordar esta fecha en la escuela

Históricamente, las celebraciones o rituales impulsados por jóvenes generaron una primera reacción del mundo adulto caracterizada por una mirada demonizadora y por acciones tendientes a prohibir o desterrar esos festejos. Más allá de lo que cada miembro de la comunidad educativa piense sobre el UPD, necesitamos asumir su existencia y generar las mejores condiciones para que pueda entramarse con la dinámica escolar.

Por ello, compartimos las siguientes recomendaciones:

  • Brindar, desde la escuela, propuestas construidas en conjunto con el estudiantado. Pueden ser actividades de reflexión en torno a la fecha y los festejos realizados el año anterior o una convocatoria a estudiantes para planificar el comienzo de su último año. Algunos ejemplos de actividades realizadas por distintas escuelas son recibirlos con un desayuno o una merienda para celebrar el día; organizar la jornada en un lugar amplio o abierto como un polideportivo del barrio en donde se puedan compartir actividades recreativas y de reflexión en torno a la etapa que están comenzando a cerrar las personas jóvenes; trabajar en la elaboración de un mural que quede como marca de su paso por la escuela.
  • Generar acuerdos entre personas adultas y estudiantes proponiendo un marco consensuado sobre los festejos de ese día. En este punto es muy provechoso trabajar con toda la comunidad educativa incluyendo también a las familias.
  • Fomentar espacios de participación como los centros de estudiantes o consejos escolares de convivencia para dialogar y establecer acuerdos para la organización de estas celebraciones.
  • Abrir espacios de diálogo para conversar sobre cómo están transitando o quieren transitar la finalización de esta etapa: expectativas, necesidades, preocupaciones respecto al futuro y sus proyectos de vida, etc.
  • Habilitar espacios para conversar sobre los sentidos de cada festejo y las formas de festejar donde se pueda problematizar el lugar de los consumos en estas celebraciones y, al mismo tiempo, promover prácticas de cuidado entre pares. 

Para profundizar en los cuidados como algo constitutivo de la formación de nuevas ciudadanías, invitamos a leer el material Cuidados, en el que se realiza un recorrido por diferentes miradas sobre las prácticas de cuidado y se proponen una serie de actividades que destacan el rol de la escuela como un ámbito de promoción y protección de derechos de niñas, niños y adolescentes.

Ilustración de la publicación «Tomá la voz...» Muestra personas de varias edades haciendo un mural en una pared.

Actividades

Análisis de artículos periodísticos

Las noticias periodísticas y el tratamiento de los medios masivos son otro insumo para favorecer los intercambios y problematizar los prejuicios y estigmas que usualmente recaen sobre las juventudes.

Proponemos seleccionar, ya sea en medios de alcance nacional o locales, diferentes noticias sobre las personas jóvenes y analizar cómo abordan las relaciones intergeneracionales, la mirada sobre ellas y los consumos problemáticos en cada contexto en particular.

Es valioso ofrecer noticias que puntualmente relatan situaciones en torno al UPD para realizar el análisis. Les proponemos algunas consignas para orientar el intercambio:

  • ¿Cómo se caracterizan las celebraciones en los artículos?
  • ¿Cómo se describen a los y las adolescentes que las protagonizan?
  • ¿Qué idea, representación de los y las adolescentes construyen dichas noticias?
  • Observen las imágenes que se incorporan. ¿Qué opiniones les surgen?
  • ¿Cómo describirían ustedes, desde su perspectiva, lo que sucede en los festejos del UPD? ¿Qué les gustaría que las personas adultas conocieran sobre esa fecha y las celebraciones que organizan?

A partir de esta lectura, resultará interesante reflexionar sobre qué miradas sobre las juventudes se muestran y cuáles son los hechos relatados; identificar si aparecen consumos de sustancias, de qué manera, si se muestran prácticas de cuidado del cuerpo y de la salud en adolescentes. Además, podemos preguntar al estudiantado si siente identificación con la forma en la cual estos medios describen a las personas jóvenes y por qué.

Es posible complementar y profundizar esta actividad con la propuesta «¿Cómo nos ven y… cómo nos vemos?», que se encuentra en la página 63 del material Tomá la voz...

Intercambio a partir del capítulo «Natu»

Foto promocional de la serie «Presentes» con todo el elenco.

Les proponemos mirar junto con los y las estudiantes el capítulo «Natu» de la serie Presentes de Canal Encuentro. El episodio refleja diversas situaciones de consumo de alcohol en adolescentes y las maneras diversas de vivir y de divertirse, las salidas y la escolaridad. Luego les proponemos conversar a partir de lo visto y compartir opiniones y miradas. 

Ofrecemos aquí algunas preguntas para habilitar el intercambio a partir de las escenas: 

  • Recuperar la consigna 1 que se propone en la guía de actividades del capítulo : «Natu y Carla están cursando el último año de la escuela secundaria de forma distinta. Carla prefiere disfrutarlo con excesos y se emborracha cada vez que sale. A Natu, en cambio, le preocupa Carla, porque cada vez que toma alcohol termina vomitando, inconsciente o perdiendo la memoria. ¿Qué otras diferencias encuentran entre Natu y Carla? Si se tuvieran que enfrentar a una situación similar a la que vive Natu en este capítulo, ¿qué posición tomarían ustedes ante los excesos de Carla? ¿Por qué?».
  • Mientras se están preparando para ir a la fiesta, Carla le dice a Natu: «no puedo creer que Estefi no quiere que vendamos alcohol, va a ser un fracaso esa fiesta». ¿Qué debe tener una fiesta para no ser un fracaso? ¿Qué asegura que una fiesta sea divertida y salga bien? 

Pueden encontrarse otras consignas para trabajar este capítulo en Tomá la voz..., página 60. 

A partir del intercambio en torno al capítulo y las respuestas que vayan dando el grupo o los grupos de estudiantes, planteamos una posición que permita pensar y analizar el consumo de alcohol en adolescentes desde una mirada compleja, deteniéndonos en la vinculación entre los sujetos (Carla, Natu y sus compañeros), el objeto (en este caso las bebidas alcohólicas) y los diferentes contextos (las fiestas, la escuela). Es sumamente importante que podamos coordinar los intercambios sin miradas que prejuzguen o condenen las opiniones y generar un entorno de confianza y escucha genuina. Es fundamental recuperar la idea de consumo problemático en tanto afecta negativamente la salud y las relaciones sociales de forma crónica o esporádica. A partir de los intercambios, podremos reflexionar sobre las prácticas de cuidado entre pares y el papel de los vínculos intergeneracionales y el apoyo adulto para aquellas situaciones que generan malestar, angustia, incomodidad.

Los detectives salvajes

Tapa de la publicación «Juventudes»

La siguiente actividad forma parte del número Juventudes, de la colección Derechos Humanos, Género y ESI en la escuela (página 109).

Los detectives salvajes es una novela del escritor chileno Roberto Bolaño publicada en 1998. En la primera parte del libro, titulada «Mexicanos perdidos en México (1975)», se cuentan las peripecias de un joven que comienza su carrera universitaria a la vez que se adentra en el mundo de la poesía y los poetas contemporáneos. El mundo de la bohemia literaria, el primer «maestro» y el grupo de los «real visceralistas» serán la escenografía en la que el joven García Madero encuentra un modelo de artista que, a la vez, lo deslumbra y decepciona. 

Lean el fragmento de Los detectives salvajes (Bolaño, 2003) y realicen las actividades. 

3 de noviembre.
No sé muy bien en qué consiste el realismo visceral. Tengo diecisiete años, me llamo Juan García Madero, estoy en el primer semestre de la carrera de Derecho. Yo no quería estudiar derecho sino Letras, pero mi tío insistió y al final acabé transigiendo. Soy huérfano. Seré abogado. Eso le dije a mi tío y a mi tía y luego me encerré en mi habitación y lloré toda la noche. O al menos una buena parte. Después, con aparente resignación, entré en la gloriosa Facultad de Derecho, pero al cabo de un mes me inscribí en el taller de poesía de Julio César Álamo, en la Facultad de Filosofía y Letras y de esa manera conocí a los real visceralistas o viscerealistas e incluso vicerrealistas como a veces gustan llamarse. Hasta entonces yo había asistido cuatro veces al taller y nunca había ocurrido nada, lo cual es un decir, porque bien mirado, siempre ocurrían cosas: leíamos poemas y Álamo, según estuviera de humor, los alababa o los pulverizaba; uno leía, Álamo criticaba, otro leía, Álamo criticaba, otro más volvía a leer, Álamo criticaba. A veces Álamo se aburría y nos pedía a nosotros (los que en ese momento no leíamos) que criticáramos también, y entonces nosotros criticábamos y Álamo se ponía a leer el periódico. (13).

Conversen a partir de las siguientes preguntas:

  • ¿Cuáles son, según su punto de vista, las marcas de «juventud» que se pueden advertir en el discurso de Juan García Madero? 
  • ¿Cómo está presentada la relación del «maestro» con sus «discípulos»? 
  • ¿Cuál es la oposición entre el mundo de las personas adultas y el de las personas jóvenes? ¿Qué rol juega «la crítica»? 

La novela de Bolaño tiene la forma de un diario íntimo. Esto lo advertimos a partir de una marca característica del género: el texto está fechado. Actualmente hay otros formatos disponibles para contar lo que nos sucede a lo largo del día. Les proponemos que escriban una entrada de diario íntimo contando experiencias, sensaciones o sentimientos que consideren importantes en este momento de sus vidas. Si lo prefieren, pueden escribir sobre un personaje ficcional, inventado por ustedes o tomar alguno que les interese. Por ejemplo, el manga/animé japonés suele tener personajes con una interioridad y psicología muy complejos que elaboran reflexiones sobre sus sensaciones, su vínculo con el entorno y las relaciones interpersonales. Pueden tomar un personaje de un universo que les guste y escribir un día de su vida. 

De despedidas y bienvenidas

A lo largo del año podemos generar diversas estrategias para «despedir» a quienes se preparan para egresar. Dar la bienvenida y ser parte de recibir a quienes llegan al primer año permite trabajar el egreso, las transiciones, recuperar vivencias en la escuela y delinear proyectos futuros. Una actividad posible es proponer un espacio de intercambio entre estudiantes de primer año y estudiantes del último año durante los primeros días de clase. En principio, les podemos pedir a los chicos y chicas de 5º o 6º que organicen un recorrido por la escuela, mostrándola desde su mirada. Además de guiar a las personas ingresantes por los distintos lugares, podemos invitar a compartir recuerdos, anécdotas, historias y «datos útiles» de los espacios que se recorran. Luego, les podemos ofrecer un momento de intercambio entre ambos grupos. Sugerimos organizar grupos pequeños para facilitar un clima de confianza. Podemos invitar a los y las estudiantes de primero a que compartan sus dudas, preguntas, temores, expectativas y a quienes están por egresar les podemos pedir que les cuenten algunas cuestiones que consideren relevantes de la escuela, consejos que consideren útiles, algo «que no se puedan perder de hacer» en estos años de secundaria.

El cofre de la familia husihuilke

Tapa del primer número de «La saga de los confines», «Los días del venado» de Liliana Bodoc.

Los días del venado es uno de los libros de La Saga de los Confines, de la autora argentina Liliana Bodoc. En el capítulo «Dos visitantes» se describe el ritual de la familia husihuilke. Les proponemos leer el siguiente fragmento de ese capítulo:

Cada familia husihuilke conservaba un cofre, heredado por generaciones, que los mayores tenían consigo. Aunque tenía algo menos de dos palmos de altura, y un niño pequeño podía rodearlo con sus brazos, en él se guardaban recuerdos de todo lo importante que le había ocurrido al linaje familiar a través del tiempo. Cuando llegaban las noches de contar historias, volteaban el cofre haciéndolo dar cuatro tumbos completos: primero hacia adelante, después hacia atrás y, finalmente, hacia cada costado. Entonces, el más anciano sacaba del cofre lo primero que su mano tocaba, sin vacilar ni elegir. Y aquel objeto, evocador de un recuerdo, le señalaba la historia que ese año se debía contar. A veces se trataba de hechos que no habían presenciado porque eran mucho más viejos que ellos mismos. Sin embargo, lo contaban con la nitidez del que estuvo allí. Y de la misma forma, se grababa en la memoria de quienes tendrían que contarlo, años después.

A partir de la lectura del fragmento, les proponemos el ejercicio de armar un cofre propio del curso con «todo lo importante que les haya ocurrido en la escuela» y que, al igual que la familia husihuilke, se pasaría de generación en generación o de «camada en camada» con objetos llenos de historias. Invitamos a pensar en las siguientes consignas para orientar su construcción:

  • ¿Qué atesorarías en ese cofre?
  • ¿Qué historia, anécdotas vividas durante la secundaria te gustaría que se guardaran, se recordaran, se compartieran?
  • ¿Qué objeto pensás que condensa esas vivencias?

Les proponemos ir trayendo esos elementos para construir el cofre del curso que egresa. 

La familia husihuilke abría el cofre por las noches y, tal como dice el relato, «volteaban el cofre haciéndolo dar cuatro tumbos completos: primero hacia adelante, después hacia atrás y, finalmente, hacia cada costado. Entonces, el más anciano sacaba del cofre lo primero que su mano tocaba, sin vacilar ni elegir». A partir del modo en el cual se organizaba dicho ritual, les proponemos organizar la modalidad de apertura del cofre y compartir lo que allí guardaron.

  • ¿Cómo se imaginan ese día?
  • ¿Con quiénes compartirían los elementos guardados?, ¿con otros integrantes de la familia?, ¿con estudiantes de otros años?
  • ¿En qué espacio de la escuela llevarían a cabo la actividad?
  • ¿Hay alguna otra propuesta o iniciativa que quisieran incorporar a ese día?

Ficha

Publicado: 21 de febrero de 2022

Última modificación: 22 de febrero de 2023

Audiencia

Directivos

Docentes

Área / disciplina

Salud y Ambiente

Nivel

Secundario

Ciclo Orientado

Categoría

Actividades

Modalidad

Todas

Formato

Texto

Etiquetas

cuidado de la salud

Autor/es

Programa de Prevención y Cuidados en el Ámbito Educativo

Licencia

Creative Commons: Atribución – No Comercial – Compartir Igual (by-nc-sa)


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