María Rosa Lojo

Buenos días, querida gente del Plan Nacional de Lectura. Soy María Rosa Lojo, escritora argentina, autora de muchos libros de poesía y de narrativa. Mi último título publicado es la novela Solo queda saltar, destinada especialmente a los jóvenes.

En este Día del Libro y del Idioma Español, si tengo que hablar de un libro, debo empezar siempre por El Quijote, donde el motor de arranque de la acción es la lectura. Don Quijote quiere ser como los héroes de las novelas de caballería y, por eso, sale a buscarse aventuras gloriosas en el mundo exterior. En ese tránsito, va descubriendo todos los aspectos de la condición humana, con humor, con dramatismo y de una manera siempre entrañable.

En la Argentina, nuestro Jorge Luis Borges toma frecuentemente los libros y la lectura como gran tema de sus narraciones. No es nada extraño porque el libro, con sus connotaciones sagradas, está para él en el centro y la base de la cultura occidental. Entre otros textos suyos, recomiendo el cuento «El libro de arena».

Como suele suceder en los relatos de Borges, ese libro, al igual que otros objetos similares («El zahir», «El aleph»), es un objeto mágico que fascina y esclaviza al protagonista de la historia. Es un espejo de su alma y del mundo: monstruoso, maravilloso, siniestro. No tiene numeración de páginas, no tiene principio ni fin.

Léanlo, por favor, para averiguar qué hace con él el narrador, que se llama Borges como el autor mismo.