La Biblioteca Nacional fue bautizada como "Doctor Mariano Moreno”
Creada el 13 de septiembre de 1810 por la Primera Junta, la Biblioteca Pública de Buenos Aires —antecesora directa de la Biblioteca Nacional- tuvo su primera sede en la Manzana de las Luces, en la intersección de las actuales calles Moreno y Perú de la Ciudad de Buenos Aires.
Mariano Moreno impulsó la creación de la Biblioteca como parte de un conjunto de medidas —la edición, la traducción, el periodismo— destinadas a forjar una opinión pública atenta a la vida política y cívica. Esta propuesta estaba en línea con otras dos actividades clave de Moreno: la fundación de la Gazeta, el “primer periódico argentino” y la traducción y edición del Contrato Social, de Rousseau.
El primer fondo de la Biblioteca se formó a partir de la expropiación, ordenada por Moreno y Cornelio Saavedra, de los bienes y libros del obispo Orellana, juzgado como conspirador contra la Junta. También integraron el primer acervo las donaciones del Cabildo Eclesiástico, el Real Colegio San Carlos, Luis José Chorroarín y Manuel Belgrano.
Sus primeros bibliotecarios y directores fueron el doctor Saturnino Segurola y Fray Cayetano Rodríguez, ambos hombres de la Iglesia. Luego, vendrían Chorroarín y Manuel Moreno, hermano y biógrafo del fundador. Los nombres que se suceden son hilos de una trama histórica y cultural: Marcos Sastre, Carlos Tejedor, José Mármol, Vicente Quesada, Manuel Trelles, José Antonio Wilde.
Durante todo el siglo XIX fue centro vital para el desarrollo de las letras y la política local, siendo sede de encuentros y fuente de inspiración de pensadores y militantes.
La adquisición por parte de la Biblioteca del carácter de Nacional, recién en los años 80 del siglo XIX, guarda inequívoca correspondencia con la evolución de las instituciones del país. En el momento de efectiva formación del Estado nacional, la Biblioteca se erigió como reservorio patrimonial y cultural.
Paul Groussac es el protagonista de la modernización de la biblioteca. Durante su desempeño como director, la Biblioteca Nacional obtuvo un edificio exclusivo en México 564. La gestión de Groussac duró más de cuarenta años, y entre otras cosas logró que la Biblioteca fuera un punto de referencia para el pensamiento argentino, en especial en temas históricos y de crítica literaria.
Durante el siglo XX hubo dos largas gestiones recordadas por razones diversas. La primera, de 25 años, fue la de Gustavo Martínez Zuviría, autor de libros de venta masiva y difusor de posiciones antisemitas.
La otra presencia destacada en la Biblioteca Nacional fue, sin dudas, la de Jorge Luis Borges. El autor de “La Biblioteca de Babel” supo erigir a la Biblioteca como tema de pensamiento y literatura, y gestionar la institución junto con el subdirector José Edmundo Clemente, quien asimismo fue muy activo en la construcción del nuevo edificio, situado en la manzana que antes había alojado a la residencia presidencial en que habían convivido Juan Domingo Perón y su esposa Eva Duarte.
La sede definitiva de la Biblioteca fue objeto de una prolongada empresa arquitectónica que abarcó desde la concepción de la necesidad de un nuevo edificio en 1960, cuando la ley 12.351 destina tres hectáreas para su construcción, entre las avenidas del Libertador General San Martín y Las Heras, y las calles Agüero y Austria, hasta su inauguración, recién en 1993. A partir del correspondiente concurso de anteproyectos, la obra fue adjudicada a los arquitectos Clorindo Testa, Alicia D. Cazzanica y Francisco Bullrich.
Fuente: Argentina.ar
Ficha
Publicado: 16 de enero de 2013
Última modificación: 16 de enero de 2013
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Artículos
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Biblioteca Nacional
Mariano Moreno
Autor/es
Fabricio Espíndola
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