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Mariana Lavari: La educación es una práctica política; así se pensó Del Viso Ciudad Educativa

Mariana Lavari es licenciada en Ciencias de la Educación y coordinadora de la Fundación Del Viso. En esta entrevista, cuenta cómo impulsó la Fundación Del Viso la declaración formal de «Del Viso Ciudad Educativa». «Así se construye la ciudad educativa: desde el proceso de articulación en los barrios», cuenta Lavari.


Mariana Lavari es Lic. en Ciencias de la Educación por la UBA y cuenta con una extensa trayectoria en gestión educativa, tanto en organizaciones civiles como estatales. Trabajó también en formación docente y como profesora en escuelas primarias.

Hoy es la coordinadora de la Fundación Del Viso, una organización con arraigo en las zonas más humildes de Del Viso, que lleva 20 años de trabajo orientado a la reinclusión escolar de jóvenes. En 2006 la Fundación Del Viso impulsó la declaración formal de «Del Viso Ciudad Educativa», que marca el comienzo público de tantos años de trabajo. Noventa y cuatro instituciones firmaron esta declaración, que explicita los compromisos y acciones de la propuesta, y que fue calificada de interés educativo nacional por el Ministerio de Educación.
Con una población estimada en 38.000 habitantes, en Pilar, provincia de Buenos Aires, Del Viso se caracteriza por ser una localidad con una estructura social marcadamente heterogénea, ya que conviven, casi pegados, lujosos countries y barrios en situación de extrema pobreza.

Desde la Funcación surge la idea de transformar Del Viso en una ciudad educativa, de reinventar esta ciudad, de no permanecer indiferentes y naturalizar la pobreza, de no resignarse. La herramienta que han encontrado es la educación, y la estrategia para desarrollarla es la organización popular.

Mariana Lavari. Tiene el pelo castaño y largo y sonríe.

Hoy hay una vuelta a muchos de los estudios que hablan de la importancia de las ciudades, como se puede leer en Una breve historia del futuro, donde Jacques Attali afirma que el futuro de las ciudades es el resurgimiento de las ciudades-Estado, que van a querer independencia de decisión para afrontar el mercado competitivo con otras ciudades del mundo. Hay muchas ciudades hoy que emplean sus recursos en reinventarse. Por ejemplo, Barcelona bajo el lema «la ciudad de la gente», u otras como las ciudades llamadas «del futuro», como Singapur, etc. Del Viso se ha decidido por ser una ciudad educativa. ¿Cómo nace la idea del proyecto? ¿Cuál es la visión que tienen desde la Fundación Del Viso sobre lo que significa una ciudad educativa?

Festejo popular con personas adultas, niñas y niños. Algunos llevan sombrero y traje de murga. Hay estandartes de una escuela y un carro alegórico de una locomotora.

―Del Viso fue declarada oficialmente ciudad educativa en el 2006, pero la Fundación Del Viso lleva ya 20 años de trabajo socioeducativo, orientado a la reinclusión escolar de chicos y jóvenes. Lo que pasó fue que la fundación fue creciendo y empezó a trabajar con toda la comunidad, a vincularse con escuelas y otros centros comunitarios, y la demanda fue creciendo también. Entonces empezamos a pensar en un proyecto más integral, desde una visión de desarrollo local. Siempre trabajamos desde la concepción teórica de la educación popular y comunidades de aprendizaje. Una pedagoga referente en la línea que nosotros construimos es Rosa María Torres, pedagoga ecuatoriana que plantea cuestiones bien interesantes para pensar la relación entre el aprendizaje, la comunidad y la participación. Lo que planteamos desde el equipo de la fundación es que la educación es un tema que nos ocupa a todos sin desconocer la responsabilidad indelegable del Estado para garantizarla. Pero entendemos que, en tanto personas que vivimos en una comunidad, todos tenemos recursos para poner para caminar hacia transformaciones deseadas en la comunidad. Esto es parte de lo que concebimos como comunidad de aprendizaje y, a partir de estas reflexiones, fue surgiendo la idea de construir una ciudad educativa.

»Para ello convocamos a las instituciones de la comunidad y a organismos y programas provinciales, municipales y nacionales a sumarse y apoyarnos para declarar a Del Viso ciudad educativa. Terminó siendo una fiesta popular de la que participaron los chicos, las chicas, los maestros, los directores, los inspectores, los papás y mamás, los vecinos. Participaron también Daniel Filmus ―en ese tiempo ministro de Educación―, el intendente de Pilar y gente de la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, entre otros. Porque creemos que para fomentar el desarrollo local y defender el derecho a la educación es importante la participación organizada desde dentro de la comunidad, pero también en diálogo activo con los organismos oficiales a cargo de implementar las políticas públicas.

Un chico de cabello castaño corto toca un bombo con platillo. Tiene un traje de murga de colores alegres. Hay gente alrededor.

—Mantener la relación dialéctica es importante para que la comunidad sea la que pueda identificar sus necesidades y fijar las líneas de acción de forma conjunta. ¿Qué mecanismos de participación se ponen en juego para este diálogo? ¿Cuáles son las principales líneas de acción concretas que llevan adelante?

—Claro, la Fundación Del Viso es la que impulsa la ciudad educativa, pero vamos caminando hacia la construcción de una ciudad en la cual el conjunto de instituciones que la componen puedan ir participando activamente en la toma de decisiones sobre las acciones a partir de un diagnóstico de sus necesidades. Esto es un proceso y un aprendizaje para todos, estamos aún en una etapa incipiente.

»El modo que encontramos para organizarnos fue definir espacios territoriales y espacios temáticos. Llamamos espacios territoriales a las organizaciones comunitarias que están dentro de la ciudad. Por ejemplo, la Fundación Del Viso tiene 4 centros comunitarios en distintos barrios de Del Viso. Esos centros trabajan para fortalecer la relación institucional de cada uno de ellos con las escuelas, con los vecinos, con otras organizaciones comunitarias, los centros de formación profesional y los comercios cercanos, para articular todos los recursos de los barrios. Así se construye la ciudad educativa: desde el proceso de articulación en los barrios. No entendemos la construcción de la ciudad educativa de una forma directiva que baja líneas de acción hacia la gente, sino más bien creemos en el protagonismo de las personas que habitan el barrio. Juntos vamos pensando qué es una ciudad educativa, por qué y cómo quieren transformar la realidad, cómo se liga la educación con el barrio, con la necesidad de tener agua potable, una vivienda digna y una escuela que garantice el derecho a la educación.

Personas adultas, jóvenes, niños y niñas en un festejo popular. Algunos tienen galeras verdes; otros, collares coloridos y nariz de payaso. Sostienen pancartas y estandartes coloridos.

»Los espacios temáticos no tienen que ver con el territorio específicamente, son espacios abiertos para todos organizados según instancias, por ejemplo de formación para educadores comunitarios y docentes, acceso a libros, cine, actividades culturales a través de las Bibliotecas en Red, trabajo sobre los derechos en el marco de la REDX DER, etc.

»También construimos una unidad de recursos educativos, que nació en un primer momento a partir de una red de bibliotecarios escolares que impulsamos junto con el CENDIE de la Dirección de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires. La biblioteca es un buen lugar para ingresar a las escuelas y desde allí articular acciones con los docentes, con los chicos y con la comunidad, ingresar a la escuela de la mano no solo de los directores, sino también de los bibliotecarios fue interesante. En las reuniones, muchos de los bibliotecarios contaban que se sentían alienados dentro de la escuela, porque están todo el tiempo cubriendo lugares y no encuentran su especificidad, de aquello para lo que se formaron, y en este espacio lo encontraron o al menos lo creamos juntos. Porque en las reuniones no vienen a que les digamos lo que hay que hacer, sino que las propuestas salen entre todos, es la mejor manera de que las personas se apropien.

»La Unidad de Recursos Educativos identifica y reúne los recursos de la comunidad, y los que están fuera de la comunidad local también. Por ejemplo, educ.ar puede ser una de nuestras fuentes de recursos, las editoriales, los sitios de internet, las universidades, los lugares donde se producen recursos pedagógicos y a los cuales muchas de las escuelas, de los docentes y de los chicos de Del Viso en general no acceden. Hay barrios muy carenciados en Del Viso. Desde la fundación tratamos de acercar, atar el mundo en el que hay muchos recursos educativos con el mundo donde faltan. Y, al mismo tiempo, también socializar lo que se produce dentro de Del Viso. Ahora, por ejemplo, estamos haciendo funciones de cine en las escuelas con un cañón que tenemos (que es parte de esta unidad de recursos disponibles para que los usen las escuelas). Este proyecto tiene muy buena recepción porque las comunidades con las que trabajamos en general no tienen acceso ni al cine ni a espectáculos de ningún tipo. La pobreza cultural es muy grande lamentablemente, pero tenemos un montón de puertas para empezar a pasar muros; hay que organizarse, identificar necesidades y sueños, armar un plan de acción viable y colectivo y ¡se puede!

»También trabajamos con la Universidad de General Sarmiento, específicamente con El Museo va a la escuela, en el que producen valijas de recursos didácticos sobre ciencia. Desde Del Viso Ciudad Educativa convocamos a los profesores de Ciencias del nivel secundario, con el apoyo de los inspectores, a una capacitación y ahora todos los docentes de Del Viso tienen acceso a las valijas, por medio de la Unidad de Recursos Educativos.

»Y todos los años asumimos el compromiso de reunirnos en un evento al que llamamos Semana de la Educación, para encontrarnos y conocer todo lo que hacemos en nuestra ciudad, mostrar lo que somos y articular con otras instituciones. La idea es que cada vez seamos más haciéndolo, para que la gente de la comunidad se conozca. La última vez hicimos este evento en la puerta de la escuela 39, en la calle; hicimos una feria interactiva para que todos tuvieran un espacio participativo.

Multitud de niñas y niños en pleno festejo. Algunos tienen trajes de murga de color azul y otros, más atrás, traje y galera verdes. Al fondo, hay árboles.

»Hubo 35 stands en la calle Del Viso, bibliotecas en el medio de la calle, obras de teatro, experimentos que hacían los chicos, un vivero que funciona dentro de la escuela 504 ―y que muy pocos conocían― abrió sus puertas a la gente ese día, y ahora todos saben que allí hay un vivero para ir comprar sus plantas. Porque Del Viso ciudad educativa no se hace solo con las escuelas, sino también con los vecinos y con las organizaciones. Y también estuvo Canal Encuentro, la gente de la Biblioteca del Maestro. Que esté el sector público es importante para que vean que también la comunidad tiene mucho que aportar: solo falta que nosotros mismos tomemos conciencia de eso. En esta línea va el trabajo de hormiga que hacemos todos los días.

—En Del Viso hay zonas de muy alto poder adquisitivo y otras zonas muy desfavorecidas. ¿Cómo manejan este terrible contraste?

—Sí, es así; es uno de los lugares de la provincia de Buenos Aires donde la inequidad está más fuertemente marcada, y una de las consecuencias de tal espantosa desigualdad es la violencia simbólica y física. Nuestra opción es el trabajo en los barrios y lo que nos preguntamos es cómo, desde dónde incluir a la educación privada en nuestras acciones. Porque, por un lado, están las escuelas públicas, a las que les faltan muchísimas cosas, y, por otro lado, las escuelas privadas, que parecen tenerlo todo.

»Cuando empezamos en el 2006 pensamos en invitar a las escuelas privadas a ser parte de este proyecto, pero llegamos a la conclusión de no hacerlo. Pero no por capricho, sino porque las escuelas privadas de Del Viso tienen un funcionamiento y unos recursos tan dispares en relación con las escuelas públicas de Del Viso que primero queríamos ajustar en algo esta disparidad antes de articular con ellas para trabajar el sentido político, el posicionamiento, la perspectiva. Nuestro interés principal es fortalecer la educación pública. Queremos estar más consolidados y construir identidad como grupo para luego articular con las escuelas privadas. Recién ahora diría que estamos preparados.

Chicos en fila caminan por una calle llevando pancartas y estandartes. Visten trajes de murga y algunos tienen galeras verdes.

—De todas formas, hay una apuesta importante y necesaria entre los sectores público y privado. La Fundación Del Viso es un ente privado que intenta fortalecer la educación pública, los comercios del barrio son entes privados y también participan de esta ciudad educativa. ¿Cómo funciona y qué beneficios conlleva la alianza público-privado?

—Estamos queriendo potenciar mucho más la alianza con el sector privado como estrategia para obtener recursos, pero somos un grupo chico de personas que trabajamos en la fundación y no llegamos a hacer todo lo que nos gustaría. De todas formas, en todo este tiempo obtuvimos varios apoyos y lo más importante es que en algunos casos no significan solo un apoyo económico, sino que se establecen alianzas muy ricas para la construcción.

»Lo interesante es que empezamos a trabajar desde la perspectiva de la economía social. Básicamente, con el programa El Banquito popular de la buena fe, del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires. La estrategia de El Banquito es muy interesante, y está muy vinculada con lo que nosotros veníamos imaginando con la construcción de Del Viso ciudad educativa. El Banquito (como se lo conoce) aporta un dinero a un grupo de 5 personas que se compromete a realizar un microemprendimiento. Lo interesante de este tipo de estrategias es que implica necesariamente fortalecer la organización comunitaria y solidaria entre los participantes. En este caso, la condición para recibir este dinero es asistir a una serie de capacitaciones con los otros grupos y con profesionales. Entonces, más allá de la posibilidad de recibir dinero para su emprendimiento ―que ya es mucho, porque la dimensión de lo económico también interpela lo educativo en el sentido de que transforma la vida y construye la dignidad de las personas―, este tipo de encuentros les cambia la vida a las personas que asisten. Les da un motivo y una oportunidad para salir de su casa, encontrarse con otros en un espacio de capacitación productiva, un espacio que a esta gente le falta. En los encuentros también surgen otros temas que atraviesan las vidas de las personas, como la sexualidad, la violencia familiar, el vínculo y la ayuda mutua se fortalecen.

»Sin embargo, diría que para desarrollar todos nuestros sueños necesitamos buscar mucha más cooperación de las empresas y otras entidades y que esta búsqueda no es solo de un equipo técnico, sino de una estrategia de organización comunitaria; es un desafío pendiente.

—¿Cuáles son las expectativas de los chicos y los jóvenes de Del Viso en torno a su futuro y el futuro de su ciudad?

—A los chicos hoy los atraviesan la inequidad, la violencia y la injusticia. Nosotros somos parte de la Red X Der ―red por los derechos de los jóvenes― en la que la consigna pensada por los mismos chicos es: «No somos peligrosos; estamos en peligro».

»Actualmente se plantea el tema de la baja edad de imputabilidad de los jóvenes, por ejemplo, y esto es algo terrible, porque la ecuación jóvenes y pobres ya los deja en situación de sospecha para gran parte de la gente. Ante esta perspectiva, y en el contexto del contraste con los grandes countries de Del Viso pegados a un arroyo contaminado, las expectativas de los chicos de Del Viso (y de muchos otros barrios también) se ven terriblemente amenazadas.

»En la fundación trabajamos desde la reflexión sobre lo que nos pasa. Nuestros espacios comunitarios son para los chicos que están en la lona, que han delinquido o que consumen droga. Obviamente trabajamos con ellos para promover otras oportunidades, para contener y para educar, para que se comprometan por un espacio de todos y para que puedan ayudar a otros. Son espacios donde los chicos tienen un lugar y donde hay un supuesto básico: «todos pueden aprender, todos pueden cambiar, todos pueden aportar». Es un espacio para personas que están en peligro, no que son peligrosas. Por supuesto que no podemos solucionar los problemas desde la fundación solos, por eso articulamos siempre con otras instituciones especializadas en el trabajo sobre estos problemas. Tenemos que incidir en la política pública para mejorar las condiciones institucionales y a la vez tratamos de pensar alternativas concretas en nuestros centros para darles otras posibilidades a los chicos.

»Por ejemplo, hace tiempo que hacemos un taller con los jóvenes en el que en los primeros 10 minutos entre todos tratamos de recuperar las noticias de los últimos 15 días. Allí salen temas como que «a Susana se le murió el perro» hasta que «Evo Morales es el presidente de Bolivia»; todos dicen lo que escucharon para luego tomar algunos temas y trabajarlos desde su perspectiva histórica. Trabajar desde nuestra propia identidad, saber quiénes somos, nos permite manejarnos mejor en el presente y proyectar para adelante. Contrariamente a lo que parece suponerse, a los jóvenes les encanta saber de historia. Saber sobre cómo se organiza el mundo no es poca cosa para entender la inequidad de nuestro propio barrio, porque obviamente la inequidad no nace en Del Viso, sino que es parte de un sistema global, complejo y que carga con una historia.

»Tenemos que poder anclar en Del Viso y al mismo tiempo salir de Del Viso para poder construir otra cosa, y creemos que la herramienta es la educación, la participación organizada de todos los que habitan la ciudad.

Ficha

Publicado: 15 de diciembre de 2008

Última modificación: 26 de octubre de 2021

Audiencia

Directivos

Docentes

Área / disciplina

Cultura y Sociedad

Nivel

Secundario

Ciclo Básico

Ciclo Orientado

Categoría

Entrevistas, ponencia y exposición

Modalidad

Todas

Formato

Texto

Etiquetas

educación popular

ciudad educativa

reinserción escolar

desigualdad educativa

Autor/es

Verónica Castro

Licencia

Creative Commons: Atribución – No Comercial – Compartir Igual (by-nc-sa)


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