VOLVER A FILTROS

«Deberíamos ayudar a los niños a ser consumidores críticos y creativos de los medios de comunicación y las TIC» 

Entrevista a Débora Chomski, experta en formación de formadores y evaluación docente. A partir de su experiencia como profesora y desarrolladora de proyectos educativos en lenguas, medios de comunicación y diversidad cultural, escribió el libro El uso didáctico de los medios de comunicación y las TIC en la educación infantil, publicado por la Editorial de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

Retrato fotográfico de Débora Chomski. En color.
¿Qué pueden aportar los medios de comunicación y las TIC en la tarea docente? ¿Son imprescindibles?

No son imprescindibles, pero sí ineludibles. El mundo actual está rodeado de medios de comunicación, que son un componente más de nuestra cultura. Los niños vienen a la escuela con un bagaje de conocimientos de los medios de información y, por tanto, la escuela y la familia tienen que ayudarlos a organizar estos conocimientos y luego relacionarlos con los contenidos escolares. La escuela no puede darle la espalda a esta realidad.

¿Alguna anécdota de la aplicación de estos medios en las aulas?

Hubo una experiencia hace tiempo que tiene que ver con los dibujos animados. Recuerdo que, en la hora del patio, había niños que estaban todo el rato dándose patadas, al estilo de las tortugas Ninja o diciendo «culete, culete» e imitando a Shin Chan. Las maestras estaban un poco preocupadas porque pensaban que ver estas cosas en la televisión los estaba volviendo violentos. En realidad, en el curso se dieron cuenta de que esto no era más que un reflejo estilizado de la violencia que sucedía en sus casas.

¿Un reflejo estilizado?

Estos niños vivían en entornos de violencia doméstica y lo que hacían en sus ratos libres en la escuela era una manifestación más de la violencia que vivían en sus casas. En lugar de hacerlo al estilo de los padres, lo hacían reproduciendo acciones o expresiones de los dibujos animados. Los dibujos les servían como mecanismo de expresión de emociones y para procesar ciertos problemas personales.

¿Por qué la cultura visual adquiere cada vez más peso en las vidas de los niños?

Los niños viven en una sociedad multipantalla: ordenador, tabletas, televisor, etc. La lógica hegemónica es la de la imagen, pero la cuestión es cómo la complementamos. Es importante abrir el abanico a variedad de experiencias, mediante otros consumos culturales, como los libros, los juguetes «analógicos», salir a la calle para sociabilizarse, experimentar con la naturaleza, en definitiva, poder contrastar y conocer otras lógicas de funcionamiento.

¿La programación televisiva actual está adaptada a las necesidades de los más pequeños?

La programación de la televisión catalana TV3 está bien seleccionada y es de mucha calidad. Hay un equipo que se ocupa de seleccionar los dibujos y comprarlos a países como Sudáfrica, Francia o Canadá. Este tipo de productos procedentes de otros lugares del mundo permite a los niños conocer variedad de culturas y realidades. Canales educativos latinoamericanos, como el argentino Pakapaka, también tienen una muy buena oferta. Pero, en cambio, los canales comerciales son proclives a series de bajo coste, sin calidad, y funcionan sin una figura experta para la selección de los programas.

¿Cómo influye en las conductas de los niños el consumo de varios medios a la vez o su alternancia en espacios cortos de tiempo?

Este tipo de consumo, llamado multitarea (en inglés, multitasking), es muy habitual en los niños. Miran la televisión, escuchan música y leen a la vez y, en muchos casos, eso afecta a su concentración y comprensión lectora. En ciertas tareas, la multitarea no repercute, como, por ejemplo, dibujar o pintar mientras escuchan música o ven la televisión o realizar una tarea en la que no haya que responder a una consigna o concentrarse en un contenido de una lectura.

Recientemente, hubo un caso de una niña de cuatro años hospitalizada por adicción al iPad. ¿Qué piensa sobre este tipo de casos?

En el libro relato un caso similar, que, de hecho, fue uno de los motores para que lo escribiera. Era un niño de cuatro años enganchado a su maquinita, una videoconsola portátil. Tenía un problema de adaptación a la realidad y de integración social y escolar, en el sentido de que no podía seguir el ritmo de la escuela o las normas propuestas en un contexto. Estaba acostumbrado al «tú mandas», a «tú creas las reglas», que es lo que sucede en muchos videojuegos. Aquí lo importante era ayudarlo a él y su familia a controlar el tiempo de exposición y hacerles un acompañamiento.

¿En qué consiste un buen acompañamiento?

No solo se trata de saber lo que nuestro hijo está mirando, sino también preguntarle qué entendió de lo que vio. Hay que dar pie a una conversación de este tipo para que él exprese sus sentimientos y ayudarlo de esta manera a procesar la información. En la escuela podemos realizar preguntas sobre lo que ha visto y relacionarlo con los contenidos académicos. Así se educa a los niños en la construcción de la opinión y la sistematización de la información. En definitiva, no podemos sustraerles de la realidad que ven en los medios, pero sí que podemos regular los tiempos de exposición, tener un control del contenido que están viendo y dialogar sobre ello en la escuela, en las comidas familiares o en horas de ocio compartido.

¿El acceso tan temprano de los niños a estos medios no desplaza su dedicación a la lectura?

Los medios pueden servir como punto de partida para que los maestros o los padres les cuenten temas relacionados con la historia, la geografía o culturas de otros lados del mundo. Mirar dibujos animados sobre un libro o mencionar una obra en unos dibujos puede incentivar la lectura entre los más pequeños. En Los Simpson, por ejemplo, muchas veces hacen referencia a grandes libros, como Donde viven los monstruos de Maurice Sendak, y dan pie a que vayan a buscarlo. Por otro lado, internet y las tabletas permiten lecturas enriquecidas de libros, donde se puede escuchar el texto o ver los personajes del relato e incluso corporizarlos mediante la realidad aumentada. Los medios vuelven la lectura más atractiva utilizando otros códigos y medios.

¿De qué otra manera los medios de comunicación y las TIC pueden complementar la tarea docente?

En el aprendizaje de idiomas, por ejemplo. Los dibujos animados, la programación infantil en general e incluso muchos videojuegos pueden ayudar en este sentido. Son un recurso extraordinario porque traen muchas expresiones y situaciones de la vida cotidiana que en las clases de idiomas a menudo no se tratan por centrarse en aspectos gramaticales o de corrección lingüística.

Ante un uso creciente de las nuevas tecnologías en el ámbito escolar y familiar, ¿qué infancia se imagina en el futuro?

Estamos ante la generación de nativos digitales, niños que han nacido en un entorno multipantalla, en el que se mueven con mucha plasticidad. Sería interesante, desde la escuela y la familia, ayudarlos a ser consumidores críticos y creativos. Esto es, orientarlos para que puedan escoger sus imágenes de la red y sus programas con criterio propio, para que den su opinión sobre lo que ven y sean capaces de crear sus propios «medios», por ejemplo, blogs, libros digitales e incluso videojuegos. En este camino, naturalmente exigirán una programación televisiva y unos juegos de mayor calidad y darán pie a una retroalimentación más inteligente entre los medios y los consumidores más pequeños.

* Agradecemos a Anna Sánchez-Juárez su permiso para publicar esta nota. Fuente: Universitat Oberta Catalunya (UOC). Mayo de 2013.

Ficha

Publicado: 23 de mayo de 2013

Última modificación: 04 de octubre de 2013

Audiencia

Docentes

Familias

Área / disciplina

Nivel

Categoría

Artículos

Modalidad

Todas

Formato

Texto

Etiquetas

infancia

nuevas tecnologías

medio de comunicación

televisión (TV)

Autor/es

Anna Sánchez-Juárez

Licencia

Creative Commons: Atribución – No Comercial – Compartir Igual (by-nc-sa)


;