Juan Pablo Lichtmajer: "Una sensibilidad alternativa para los estudiantes"
Por Verónica Castro
Juan Pablo Lichtmajer es licenciado en Historia por la Universidad Nacional de Tucumán hizo un máster en Ideología y Análisis de Discurso y un doctorado –bajo la supervisión de Ernesto Laclau– en la Universidad de Essex, Inglaterra, en el que combinó historia y teoría política. Allí profundizó su trabajo en narrativas nacionales de la Argentina del siglo XIX, con la beca José A. Estenssoro otorgada por la Fundación YPF. Actualmente prepara un libro sobre “political narratives”.
Colaboró con el Proyecto Trama y tiene una amplia experiencia en docencia, investigación y gestión académica. Hoy su proyecto principal es su trabajo como secretario académico del Centro de Altos Estudios de la Fundación para el Desarrollo, y planificar su labor como vicerrector de la Universidad de San Pablo, de Tucumán, universidad cuya aprobación final está siendo evaluada por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la nación y la Coneau. En esta entrevista nos cuenta de este proyecto de universidad que presenta características innovadoras para la región del norte argentino.
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— Hace rato que escuchamos que vivimos en la sociedad de la información, o del conocimiento. Pero a excepción de algunos cursos muy especiales en EE.UU. o en Europa, en raras ocasiones hemos visto un currículo a la altura de este mundo en cambio perpetuo. ¿Cómo encararán ustedes esta necesidad de insertar graduados en un mundo hipercomplejo?
— La inserción siempre se produce; el problema es qué carácter de inserción buscamos. Si lo que se busca es una inserción competitiva y a la vez solidaria, se vuelven fundamentales dos aspectos. Un buen manejo de las coordenadas esenciales del nuevo orden global. Obviamente, estas coordenadas no sólo involucran a la sociedad de la información sino que información y gestión del conocimiento son una especie de columna vertebral del nuevo orden, algo parecido a lo que en su momento fue la producción (una dimensión desde la cual se explican las relaciones en general). La solidaridad viene de la mano del trabajo en red y de la plena articulación entre problemáticas globales y escenarios locales.
— Herramientas como Google Earth cambiaron para siempre nuestra forma de vivir la geografía. ¿Usarán ustedes estas herramientas en la formación de sus graduados? ¿Cómo utilizaran las TIC para diseñar egresados más polivalentes?
— Las TIC, en alguna medida, se relacionan con la desterritorialización. Debemos formar alumnos preparados para –si no la desterritorialización– seguro la emergencia de fronteras completamente novedosas. Considero que el otro gran aporte de las TIC debe estar dado por el fomento de la capacidad de autogestión, con una dosis de creatividad y búsqueda de soluciones alternativas a los problemas. Lo último son las implicancias que la matriz reticular de las TIC tiene para pensar las relaciones sociales, la solidaridad y la integración, la innovación y el largo plazo.
— Las carreras de ingeniería cambian sus programas cada cuatro años porque la mitad de lo que aprende un graduado se vuelve obsoleto en ese lapso. Curiosamente, el mundo social y político cambia casi tan rápido como el físico y son pocos los que lo advierten. ¿Cómo se traduciría una formación acorde? ¿Qué tipos de programas pondrán en marcha para dar cuenta de este cambio constante?
— Por un lado se pueden ofrecer contenidos súper actualizados, pero la actualización es siempre de corto alcance. Si tenés que convertir en hábito la búsqueda de la actualización, el manejo de herramientas de búsqueda, la capacidad de leer en otros idiomas y de gestionar la información adquirida son fundamentales. Creo que allí debemos prestarle nuevamente atención a dos cosas: lo lúdico y su relación con la resolución de problemas (la incorporación de perspectivas que puedan ir más allá de la racionalidad instrumental) y la identificación de áreas de interés que van más allá de las distinciones disciplinarias ortodoxas.
— Libros como los de Huntington acerca del choque de las civilizaciones o Fukuyama acerca del fin de la historia muestran cómo la pobreza de instrumentos conceptuales empequeñece nuestra comprensión de la dinámica mundial, y arrojan serias dudas acerca de la capacidad de la intelligentzia para pensar la actualidad. ¿Cómo se precaverán de formar graduados proclives a cometer errores como esos?
— Un instrumento conceptual es pobre, entre otras cosas, cuando no es flexible. La flexibilidad debe estar dada por la articulación entre escenarios diversos. Hoy por hoy manejamos dispositivos conceptuales que se precian de ser aplicables a prácticamente cualquier escenario, y eso debe revisarse. La innovación consiste, entre otras cosas, en esa capacidad de mirar desde otra perspectiva. Aquí es útil volver al análisis de Wittgenstein sobre el cambio de aspecto en torno a la figura del duck-rabbit”.
— ¿Qué características novedosas presentará la nueva Universidad de Tucumán, de ser aprobada su creación?
— Yo creo que existen varias razones que hacen que sea una universidad diferente. El proyecto deriva de la Fundación para el Desarrollo, que hace cuatro años viene trabajando en San Miguel de Tucumán en el área de formación de posgrado y continua a través de su Centro de Altos Estudios: el CAE. En caso de ser aprobada sería la primera universidad privada laica del norte argentino.
La orientación es la de una universidad emprendedora, dado que el proyecto surge de un holding de empresas, otro punto que no está desarrollado en el norte como sí lo está en otras provincias, por ejemplo Córdoba, Mendoza, Rosario o Buenos Aires. Y, por otro lado, presenta una oferta de carreras que si bien complementa la oferta ya existente también trata de crear demanda nueva y de satisfacer demanda insatisfecha; además, la propuesta estará fuertemente arraigada en las actividades tendientes al desarrollo local.
— ¿Qué carreras se dictarán?
— Ingeniería en Tecnología de Alimentos; Gestión de Empresas Agroindustriales; Gestión de la Cultura; Gestión de la Salud; Ciencias Políticas; Derecho con una orientación de abogado no litigante (un abogado que evita ir a tribunales, más que uno que va a tribunales); Licenciatura en Finanzas; Diseño industrial; Licenciatura en Periodismo; y un postgrado en Especialización en Caña de Azúcar. Hay algunas de estas carreras que existen en Tucumán y en el norte, pero no con la orientación que nosotros les vamos a dar, y algunas carreras sí son totalmente novedosas para la región, como Ingeniería en Tecnología de Alimentos, por ejemplo.
— ¿También están llevando a cabo un curso de preparación para la vida universitaria?
— Sí, se dictará desde mayo a octubre del 2006. No es un curso de ingreso a nuestra universidad, sino a la vida universitaria en general; lo puede hacer cualquier estudiante que actualmente esté cursando el 1.°, 2.° o 3.er año del Polimodal, para que el paso a la universidad sea más exitoso y menos traumático. Haremos énfasis en la autogestión para la vida universitaria.
— ¿Cuál es la propuesta pedagógica para este curso?
— El curso tiene una estructura matricial y se desarrolla en red. Formamos la matriz en torno a cuatro problemáticas que consideramos centrales para comprender las coordenadas del orden global actual: Nuestros cuatro ejes son: relación individuo/comunidad (nuevos actores políticos, económicos y sociales); individuo/innovación (nueva economía y sociedad de la información); individuo/medio (desarrollo sustentable), e individuo/patrimonio (identidades).
Estos cuatro ejes buscan analizar lógicas centrales en el mundo actual, y a partir de allí avanzar sobre grandes áreas donde la curiosidad de los chicos y chicas puede fijarse. Entonces la preparación no es la habitual orientación vocacional sino que tiene un objetivo más básico, previo a la elección de carreras.
Consideramos que existen factores más allá de la capacidad intelectual que son cruciales para explicar la deserción, como el mal desempeño en la universidad. De allí que busquemos reforzar aspectos como la autogestión (a través del trabajo en los proyectos); la visión compleja y multifocal de los problemas (gracias a la estructura reticular del curso); la identificación de grandes áreas de interés que subyacen a las carreras o disciplinas (los ejes de la matriz); las combinaciones complejas entre escenarios locales y globales (los problemas abordados en los proyectos). Esto en cuanto a pensar el mundo y encontrar un lugar en él (para lo cual la elección de una área de interés es importantísima). Aparte, a través de los talleres preparamos en aspectos instrumentales.
Creo que también los formamos en lo que yo llamo “una sensibilidad alternativa”, porque los chicos además tienen que poner en clave estética y artística los ejes de la matriz, coordinados siempre con artistas de la región. Es nuestro aporte innovador a la preocupación para lograr una mejor articulación entre la escuela media y la educación superior.
— ¿De dónde toma el concepto de “sensibilidad alternativa”?
— Esta idea estuvo siempre muy cerca de las ciencias sociales. No es historia del arte, no es sólo el mundo de lo no racional, porque siempre se interpretó que lo más racional pasa del lado de lo científico y todo lo estético tiene un carácter más irracional. Yo creo que esto no es así desde ningún punto de vista, sino que hay una lógica de construcción de sentido que opera tanto a nivel de lo científico, como opera en aproximaciones de otras características.
La perspectiva artística y estética es una herramienta fundamental para resolver problemas o encontrar soluciones innovadoras, tanto como la científica. Tony Negri y Michael Hardt hablando del nuevo mundo del trabajo ponen mucho énfasis en lo que es vender afectos y el lugar que ocupa la sensibilidad. Yo estoy totalmente de acuerdo; creo que el mundo hoy cada vez más está estructurado en sensibilidades y perspectivas que en alguna medida han abandonado la perspectiva más estrictamente científica de la razón instrumental.
— Sabemos que está escribiendo un libro —esto ya a modo de proyecto personal— que trata sobre la formación de identidades colectivas en la Argentina del siglo XIX y analiza las narrativas nacionales
— Por un lado está el trabajo de traducción de mi tesis doctoral “The frontiers of civilization: history and politics in 19th century Argentina”, que analiza las narrativas nacionales en la Argentina decimonónica. Por otro lado está un libro en torno a política y narrativa que analiza la relación entre narrativa e identidad y piensa algunos intentos de construir narrativas populares, como son el populismo, los estudios subalternos y el concepto de multitud. Este libro deriva de un curso que dicto en la Universidad de Essex hace tres años sobre Política y Narrativa.
— ¿Qué diría al respecto del panorama nacional?
— En la Argentina hay una explosión de distintas narrativas, nuevas historias de la recuperación y la debacle económica y social del país: desde las narrativas de las fábricas recuperadas hasta la de la lucha medioambiental. Pero sobre todo creo que hay una narrativa de las soluciones no ortodoxas a problemas de larga data.
En este sentido, el proyecto de la Universidad de San Pablo, de Tucumán, es también un proyecto de inserción competitiva de la región del norte, en el mundo educativo y en la sociedad de la información; y también el proyecto de una Argentina que apuesta a la educación, a la formación de nuevas clases dirigentes y profesionales como una condición necesaria para un futuro más digno.
Fecha: Abril 2006
Ficha
Publicado: 28 de junio de 2006
Última modificación: 19 de diciembre de 2012
Audiencia
Área / disciplina
Nivel
Secundario
Categoría
Entrevistas, ponencia y exposición
Modalidad
Todas
Formato
Texto
Etiquetas
ciencias políticas
agroindustria
gestión de la cultura
gestión de la salud
tecnología de los alimentos
Autor/es
Verónica Castro
Licencia
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