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Daniel Wolkowicz: "Uno de los deberes de la enseñanza es desarrollar lo inédito"

Es el director de la carrera de Diseño Gráfico de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UBA, además de ser unos de sus fundadores. También es Coordinador Académico de la carrera de Multimedia en la Universidad Maimónides, y ejerce la docencia universitaria en esas universidades y en la Universidad Nacional del Litoral, el Instituto Universitario Nacional de Arte y la Universidad ORT, del Uruguay. Es también Investigador Categorizado de la UBA, y director de la Biblioteca de Diseño de la Editorial Argonauta. Ha dictado conferencias y cursos en distintas universidades del país y el exterior.

01112006En la entrevista que concedió a educ.ar habla del origen de la carrera de Diseño Gráfico de la UBA, y de los desafíos que enfrenta el diseño en general ante los cambios sociales y la apertura tecnológica que, en sus palabras, en los últimos diez años “transformaron totalmente la estructura de la comunicación visual, no sólo en sus aspectos de producción tecnológica o velocidad de medios o interacción: obligaron a repensar características esenciales de la disciplina en relación con los necesarios cruces e intercambios de distintos saberes conjugados”.

La incorporación del Diseño al currículo y otras cuestiones relacionadas con la práctica docente –y no es la menor la esquizofrénica distancia entre una escuela organizada como en el siglo XIX y un mundo exterior a la escuela inserto en el siglo XXI– tienen también un lugar destacado en esta entrevista, que los invitamos a leer.

Por Carolina Gruffat

—Usted participó de la creación de la carrera de Diseño Gráfico en la UBA, a mediados de los 80. ¿Qué motivó la apertura de una carrera dedicada a este tema, y qué ejes eran considerados fundamentales en el diseño en esos años?


—La carrera de Diseño Gráfico se creó en 1985. Fue un momento particular: la universidad volvía a un gobierno democrático y comenzaban a estimularse nuevas carreras de duración menor que las tradicionales. En el caso especial de la Facultad de Arquitectura, sólo se dictaba Arquitectura. Sin embargo, existía una masa crítica de arquitectos devenidos diseñadores, y considerados los antecedentes de las carreras e Diseño Gráfico y Diseño Industrial que en la década del 60 se fundaron en las Universidades de La Plata y Cuyo, la apertura de nuevas carreras y una consolidación de la enseñanza universitaria del diseño en Buenos Aires se transformaron en imprescindibles.

La carrera nació con 120 alumnos y un grupo de 30 docentes de formación autodidacta y poca experiencia académica. Sólo un par de docentes eran egresados de la carrera de Comunicación Visual de La Plata; sin embargo lo inédito de la experiencia, la motivación colectiva y las distintas procedencias de los docentes sentaron las bases fundacionales de lo que luego se transformaría en una experiencia de masividad e inserción de la disciplina en el medio social.

Los ejes fundamentales considerados en aquel momento respondían a un resumen de las experiencias profesionales, a adecuaciones de la enseñanza de la arquitectura en las áreas de morfología e historia, más las particularidades tecnológicas propias. Todo ello fue bastante dificultoso, ya que encontrar los especialistas para cada materia llevó varios años de esfuerzo. El análisis de otras experiencias educativas nacionales e internacionales permitió conformar un plan de estudios, que se fue modificando a medida que la carrera fue avanzando y consolidando su saber.
—¿En qué medida el diseño multimedia e interactivo reinventó la disciplina? ¿Cuál fue el impacto de la Web y las nuevas herramientas tecnológicas en el trabajo de los diseñadores?

—Los últimos diez años transformaron totalmente la estructura de la comunicación visual, no sólo en sus aspectos de producción tecnológica, velocidad de medios o interacción: obligaron a repensar características esenciales de la disciplina en relación con los necesarios cruces e intercambios de distintos saberes conjugados. Hoy un estudio de diseño implica la participación distintos especialistas de la sociología, el marketing, la investigación y el branding, desarrollando equipos de trabajo con diseñadores, arquitectos, analistas de sistemas y artistas, para un fin común. La complejidad de las estrategias y el hacer de la comunicación no son patrimonio exclusivo de los diseñadores: es una tarea mancomunada de inteligencias confluentes aplicadas.
—¿Qué aspectos son centrales en la formación de los diseñadores en tanto especialistas de comunicación visual? ¿Hay experiencias de diseño como trabajo colaborativo?

—Si bien la profesión estuvo caracterizada por el hacer, y eso está en el imaginario popular respecto de la disciplina, la consideración actual pone al diseñador en el rol de “operador cultural”. Este sentido mucho más abarcativo implica estructuras de pensamiento conceptual profundas, conocimientos fuertemente sociales en el análisis de las problemáticas y respuestas más complejas en su elaboración.

La universidad propone su espacio reflexivo y experimental, sin apartarse de las realidades del mercado y el contexto social. Sin embargo, es el lugar desde donde se pueden reproponer sin condicionamientos experiencias que puedan transformarse en valores agregados a la comunicación visual: uno de los deberes de la enseñanza es desarrollar lo inédito y romper límites, dar nuevos sentidos como producto de la investigación y el desarrollo aplicado.
—¿Cómo se vincula esta formación más experimental o práctica con el aspecto conceptual, es decir, aquello que se quiere comunicar en diferentes formatos?

—Hoy hablamos de algunos formatos o soportes de la comunicación. Durante muchísimos años el soporte fue la palabra y la imagen en versión estática; cada nuevo desarrollo tecnológico amplió el espectro y hoy nos resulta habitual hablar de comunicación on line, chat, interacción, telefonía celular, etcétera. Pensar que esto sucedió en los últimos diez años nos obliga a reflexionar sobre lo que sucederá en los próximos diez años; todo hace suponer que los medios y los soportes evolucionarán en progresión geométrica, y lo que vendrá transformará absolutamente cualquier modelo imaginado hoy. Una mente abierta y entrenada para el cambio permitirá pensar y producir en estos términos.

Sabemos que las teorías vienen después que los hechos; entonces, recién dentro de una década podremos tener clara conciencia sobre lo que sucedió en esta.

—¿Cómo es la relación entre la tarea del diseñador y el contexto social en el que se encuentra? ¿En qué medida un diseñador puede expresar nuevas significaciones sociales?


—Si volvemos al concepto de “operador cultural” podemos pensar al diseñador o a los equipos de diseño como intérpretes de sus contextos, y allí activarán en formato masivo los emergentes del medio. Probablemente no sea en las aplicaciones comerciales o publicitarias donde este hecho tome fuerza, pero sí en los modelos pedagógicos, en las variables de enseñanza-aprendizaje, donde es posible que encuentren su planteo más significativo.

—¿Qué cree que podría aportar al aprendizaje en los distintos niveles escolares la incorporación del Diseño como materia?


—En algunas escuelas primarias ya se instrumentan experiencias vinculadas al concepto de diseño; estos modelos son sumamente útiles para incorporar el concepto de prefiguración, el desarrollo de ciertas metodologías para llegar a determinado resultados.

El término diseño se ha extendido y hoy se habla de diseño de estrategias económicas, diseño de operaciones médicas, diseño cultural, etc.; el concepto de prefiguración es aquel que le da sentido al proyecto y es quizás el argumento mismo de su existencia.

—Algunos especialistas en artes plásticas, educación y nuevas tecnologías opinan que la actual saturación de imágenes y sonidos podría estar generando un nuevo tipo de sujeto, que conoce a través de las sensaciones más que de las argumentaciones de la razón. ¿Qué opina al respecto?

—Creo que es una postura más de incapacidad de comprensión que de realidad Las nuevas generaciones tienen una velocidad de incorporación de conocimiento diferente, no es la misma con la que aprendemos nosotros; por ello el temor y la denostación. Sin duda vivimos una existencia más visual, pero eso no implica menores niveles de reflexión; es distinta producto de nuestros tiempos. Dentro de cincuenta años los nacidos en el 2000 se quejarán de los jóvenes del momento. ¿Todo tiempo pasado fue mejor? No lo creo, apuesto al futuro y a la evolución, todo tiempo futuro debería ser mejor y uno debería tener capacidad de vivirlo en tiempo presente.

—¿Podría comentar alguna experiencia educativa innovadora en el campo del diseño ligado a los nuevos formatos?

—Qué hubiera dado Da Vinci por vivir en nuestra era, poder acceder al conocimiento universal desde su PC; cuántas mentes hubieran concretado teorías maravillosas si hubieran tenido los medios a su alcance.

Es quizás uno de los momentos históricos en los que la educación debe sentar sus bases en los medios. Un niño de 10 años de clase media encuentra en su hogar TV con 75 canales, telefonía celular, internet, webcam, chat, etcétera: vive en el siglo XXI. Sin embargo, la mitad de su jornada la pasa en una escuela pública o privada, donde su maestra le enseña al mejor estilo del siglo XIX. Esta antinomia, además de esquizofrenia produce por lo menos desinterés, y allí es donde debemos concentrar esfuerzos.

Las experiencias educativas, a todo nivel, desde primarias hasta universitarias, que aplican inteligentemente el potencial de los nuevos medios, sin duda marcarán calidades diferenciales, inteligencias superiores y concepciones del mundo más abiertas.

Tanto en educación presencial como a distancia el medio no es sólo un facilitador, es un flujo continuo de información, intercambio, interés y desarrollo donde la didáctica tradicional muta a modelos de dinámica que nunca fueron imaginados por los pedagogos tradicionales.

El diseño opera como un generador de interfaces que colaboran para la optimización, la funcionalidad y la estética de lo que serán los modelos educativos futuros.


Fecha: Septiembre de 2006

Ficha

Publicado: 01 de noviembre de 2006

Última modificación: 18 de diciembre de 2012

Audiencia

Área / disciplina

Nivel

Secundario

Categoría

Entrevistas, ponencia y exposición

Modalidad

Todas

Formato

Texto

Etiquetas

comunicación visual

diseño

Autor/es

Carolina Gruffat

Licencia

Creative Commons: Atribución – No Comercial – Compartir Igual (by-nc-sa)


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