Grupo Humus: películas para grandes que les gustan a los chicos (primera parte)
Juntos trabajan de manera cooperativa y le imprimen a sus películas un sello que solo se consigue gracias a su genuina confianza en el poder de la imaginación y el trabajo colectivo. Tienen su propio sitio web, un blog y también su espacio en Facebook. La mayoría de sus cortos están subidos a la Web y pueden verse a través de YouTube o de Google videos. Sus películas pasaron por ciclos televisivos como Cortorama, Cortoscopía (Canal á), I-sat Cortos y Telefé cortos. Una mañana, mate mediante, el grupo hizo un alto en su jornada laboral para charlar con educ.ar sobre sus películas y su manera de entender el cine.
—En algunas entrevistas ustedes plantean que no se asumen como realizadores de "cine infantil", sino que en todo caso hacen películas para grandes que les gustan a los chicos. ¿Podrían explicar un poco eso?
Federico Barroso Lelouche (FBL): Cuando uno se pone a trabajar en cualquier hecho artístico, pensado para un espectador, tiene un espectador modelo, y ese espectador modelo generalmente es similar al artista; digo generalmente porque sino el teatro o el cine para niños deberían hacerlo solo los niños. En nuestro caso hacemos películas que nos gustaría ver a nosotros. En Básicamente un pozo hay partes en que se manejan códigos que los chicos no manejan. Por ejemplo: ritmos, tiempos, silencios o planos fijos que se hace difícil sostener ante el público infantil. Los adultos quizás por respeto, no se mueven, por ahí no les gusta lo que están viendo pero se quedan en la sala. Un chico no, enseguida dice: "Papá, me aburro".
Agu Grego (AG): Yo me acuerdo de una chica que en una función que hicimos en Neuquén se fue llorando. Y pensé: "¡Uy! no le está gustando nada la película". Y al final era que se iba porque la mamá se tenía que ir: ella se quería quedar.
FBL: No encasillaría Básicamente un pozo como una película "para chicos", porque claramente no lo es.
AG: Sí tiene una mirada desde un punto de vista si se quiere infantil, tiene elementos muy de nuestra infancia, cierta inocencia. Y eso quizás resuena en un adulto que vivió eso. Tal vez para un chico de hoy que no jugó a las bolitas, que solo conoce la PlayStation, esos no son signos de su infancia.
Rodaje de Básicamente un pozo (Claromecó, octubre 2007).
FBL: Apelamos al niño interior que tiene el adulto, no al niño exterior. De hecho Sergio Wolf –director artístico del BAFICI– presentó al BAFICITO como un conjunto de películas para chicos que les gustan a los grandes, sin mensajes ni moralejas. Nosotros por ejemplo vimos las funciones al aire libre de los cortos de Juan Pablo Zaramella. Él claramente no hace películas para chicos pero maneja el código, esto de los ritmos, los silencios; el código que maneja es perfecto para los pibes. Nos dimos cuenta por la respuesta del público.
Que una película sea para toda la familia no significa que sea "para chicos". Que pueda venir el papá a la función y que la disfruten padre e hijo no quiere decir que una película de las nuestras sea "para chicos".
— ¿Hicieron funciones para chicos, en las que luego de ver la película hayan podido charlar con ellos y conocer sus impresiones?
AG: Hicimos funciones con charla posterior. Nos ofrecieron ir a las escuelas pero todavía no lo organizamos. ¡Estaría bueno!
Ber Chece (BC): Yo lo que vi es que en el BAFICITO muchos chicos preguntaban por cuestiones técnicas, quizás porque pocas veces habían tenido la posibilidad de estar frente los directores de una película. Por ejemplo, nos preguntaban cómo hicimos el efecto de la chinita al final de la película, cómo hicimos el pozo. Me parece que les intriga el detrás de escena. En el BAFICI yo fui a la función de Brendan & Secret of Kells, y como estaba la directora preguntaban sobre cómo se hizo, se interesan por la realización, por los trucos.
— Quizás porque lo que les inquieta es la ficción, el saber si eso pasó "de verdad".
AG: Un chico nos preguntó: "¿Cómo hicieron para que la chica pase por el túnel ese?", y yo le dije que era verdad, que la habíamos empujado porque el chico realmente se lo había creído.
Básicamente un pozo (2008, 70 min.)
Premio del Público a Mejor Película del BAFICITO, 11º BAFICI
FBL: Básicamente un pozo es una película para esa gente que disfruta de un truco de magia sin preguntar después cómo se hizo. Hay tipos que disfrutan de ver un truco de magia y ya; en cambio hay adultos que en vez de disfrutar el truco están viendo el cómo. Esas dos clases de adultos se paran distinto, caminan distinto, piensan distinto, se manejan diferente en la vida. Y ese adulto que se deja encantar por el truco tiene un espíritu añiñado, si se quiere. Por eso se engancha con nuestras películas, porque nosotros trabajamos con esos elementos, porque nos parece que somos esos adultos. Pero ese espectador no es un niño sino que es un adulto.
Alguna vez leí una nota en la que el productor teatral Carlos Rotemberg criticaba la inexistencia de espectáculos para adolescentes, decía que los chicos a partir de los 10, 13 o 15 años dejan de ir al teatro para volver solo en algunos casos en edad universitaria. Rotemberg observaba esto desde una cuestión de mercado. Terminada la infancia solo regresan al teatro los intelectuales universitarios. Justo en el momento que salió esa nota yo estaba ensayando con un grupo de teatro una versión de El médico a palos, de Molière, una obra con una crítica social muy fuerte, en clave de dibujo animado, para presentar en horario infantil, porque la versión estaba destinada al público adolescente. Me parece que Básicamente un pozo también tiene algo de esa línea de trabajo.
A las funciones que hemos hecho en la gira fueron muchos adolescentes, de esa franja que va entre los 13 y los 20 años a los que les pegan mucho nuestras películas. Mientras que en el mercado se les ofrecen a los chicos historias en la que los personajes viven experiencias de adultos.
Ignacio Laxalde (IL): A mí me pasaba con Amigovios – telecomedia de la década del 90–, cuando era chico.
FBL: Yo me sentía reatrasado.
IL: Yo decía "¡ya se dan besos!", "¡tengo que estar de novio!"
FBL: Uno se sentía retonto. En ese sentido yo creo que con nuestra película estamos aportando algo fresco, presentando otra alternativa para esa edad, que al menos no te frustra, apunta a la imaginación, es otra opción. Cuando yo miraba Amigovios estaba en esa edad en que jugás a los autitos y te gustan las chicas, y veía Amigovios y me decía: "Ahora me tienen que gustar las minas", y entonces aparecía la represión del juego.
— Tal vez las expectativas, lo que se espera de los niños, cambió mucho con el tiempo. Cambió la idea de infancia que tenemos.
FBL: ¡Sí!, y la idea de adulto que tenemos.
BC: Yo lo que veo es que a los chicos se los carga con muchas exigencias. Van al colegio a la mañana, a la tarde a inglés, a la noche a fútbol y... ¡hay niños estresados!
—Sí, cambió la mirada sobre el juego. Tal vez antes la gente no se preocupaba tanto por si un chico jugaba “demasiado”.
BC: Esas exigencias sobre los niños se ven en las nuevas patologizaciones de la niñez: ADD (déficit de atención), ADHD (déficit de atención con hiperactividad). Más que mostrar una patología real de los chicos, muestran la exigencia de los adultos sobre los niños. ¡Cómo no va a ser hiperquinético si está encerrado en un departamento de 4x4, y tiene un montón de excedente de energía!
FBL: Claro, los adultos no lo toleran, y le diagnostican ADHD.
BC: Respecto de las obras con mensaje y demás, yo creo que si bien Básicamente un pozo como él dice no es para niños, o no es para niños exclusivamente, yo prefiero decir que también es para niños. Yo encuentro que es genuina en lo que cuenta y cómo lo cuenta. A veces me pasa que veo obras para niños enfocadas en un sentido formativo, educativo, y resulta muy evidente la intención del adulto. Y a veces se me hace que es más para que lo vea el adulto, se tranquilice, diga: "¡Ah! mi hijo está viendo algo que le enseña que tiene que leer, que tiene que ser bueno..." y no sé si el niño realmente está incorporando como si fuera un valor per se el hecho de que hay que leer; probablemente lee por la compu. Por ejemplo, un adulto toma el valor: "¡Tenemos que inculcarle el hábito de la lectura!", y hacen toda una película enfocada en eso. Siento que eso es para tranquilizar al adulto.
AG: Si al chico no le interesa posiblemente ni le llegue el mensaje.
FBL: Es poner el carro delante del caballo; primero pensás qué hay que transmitir.
IL: Para conseguir un subsidio (Risas).
FBL: Otra cosa es cuando empezás diciendo "¡quiero contar algo!", "desde mí", después lo ve alguien, y le llega; yo lo que quise es contar algo. La consigna "vamos a transmitir valores" no funciona. Por eso aportó frescura nuestra película, porque nosotros no la pensamos para chicos, y salió (ponele) para chicos.
IL: Lo que pasa mucho con nuestras películas, por ejemplo a la salida de una función o cuando nos mandan e-mails, es que la gente nos dice: "Gracias, la película me hizo sentir mejor persona", "me siento feliz", y hablan de una sensación de felicidad y de esperanza. Yo no sé hasta qué punto el término "formativo" está bien usado para hablar de películas como la nuestra, porque una obra de arte trata de generar sensaciones.
— Ustedes tienen algunas "máximas" o pautas a la hora de crear historias. Temas o tratamientos que prefieren evitar. ¿Cómo es eso?
AG: Si bien no pensamos la película para chicos, siempre pensamos en el público en general. Nos interesa que el cine, como el arte en general, le permite expresar y comunicarse a cualquiera. Además es lindo que una película pueda ser vista por todos, que no niegue el acceso a nadie. Ya poniendo escenas de violencia, droga, etc. seguramente te estás arriesgando a que te pongan un cartel que diga: "Apta para mayores de 13, 14 o 18" y se pierde un montón de gente que podría ver nuestras películas. Y la manera en que hacemos cine nosotros hace que se le abran las puertas de la sala a gente de cualquier edad.
FBL: Nosotros hacemos películas para todo público, y tratamos de abrir cada vez más el abanico.
AG: Hace poco fuimos invitados a un taller en el Centro Cultural Rojas para mayores de 50 años. Pasamos la película y lloraron, se emocionaron muchísimo. Nos comentaban cosas, estuvimos charlando con ellos.
FBL: En esa función estaba el hijo de la profesora del grupo, que tiene 15 o 16 años, que había visto nuestra película en el BAFICITO. Estaba fascinado y la quería volver a ver.
AG: Al otro día de verla nos escribió un e-mail contándonos qué le había parecido la película.
FBL: Lo que hacemos en el interior, cuando vamos de gira con las películas, es invitar a la abuela con el nieto, y a todos los que están en el medio. En el interior muchas veces no hay demasiada población. Tenés al pueblo entero viendo la función.
A Las Grutas fuimos con la peli y en la función había gente con su reposera y el mate, la mamá, el nene; eso me parece buenísimo. No ponemos la restricción "para niños" o "para adultos", que vengan quienes quieran. Ahí hay una mixtura, es la sociedad toda.
AG: No decimos: "A ustedes se las prohibimos porque son chicos".
FBL: Uno de los programadores del BAFICI nos dijo: "A ustedes los agarra un distribuidor de cine y le generan un dolor de cabeza, porque no sabría dónde poner la película". El mercado necesita la segmentación.
—Pero eso pasa con muchas otras películas "inclasificables".
IL: Les pasó también a los programadores del Festival. Nos decían: "No es el perfil de película para Competencia Oficial", y sin embargo mucha gente nos preguntaba por qué no estaba en la Competencia Oficial.
FBL: Yo creo que el no ponernos en la Competencia Oficial del Festival fue para cuidarnos.
AG: El BAFICI tiene otra mirada sobre la Competencia Oficial.
IL: Al público le hubiese encantado; ahora no sé si le hubiera gustado a la crítica que busca temas más crípticos, más solemnes.
— Sergio Wolf, director artístico del BAFICI, presentó la función de estreno de la película con mucho entusiasmo y aprecio por el trabajo de ustedes.
FBL: Sí, y esa actitud la mantuvo con nosotros durante todo el proceso del Festival. Fue como un padre, él y todo el equipo se comportó así. De todas formas creo que para el año que viene van a tener que rever el BAFICITO. O tal vez quieren que esa sección quede así.
BC: A mí lo que me sorprendió es que en el BAFICITO no hubiera ninguna otra película argentina independiente. Tal vez no es fácil encontrar películas argentinas independientes no exclusivamente para chicos pero sí que puedan ver los chicos. Por lo general en el cine independiente hay violencia, sexo, droga, son miradas muy de autor, muy cerradas.
IL: A nivel corto tampoco recuerdo si existen. Está Zaramella.
FBL: Y en el circuito comercial ¿hay cine argentino para chicos? ¿Papá es un ídolo?
BC: Tenés a Valentina, Patoruzito, Isidoro.
AG: Manuelita.
FBL: Esas películas son decididamente infantiles. Ahí está primero el carro, que es el mercado. Manuelita fue la película más taquillera de la historia del cine argentino. Dijeron: "Tenemos que hacer plata con este público que necesita qué consumir, con esta pequeña sociedad de consumo", después viene el arte. Películas que no son "para chicos" pero que las pueden ver ¿hay en la Argentina?
IL: Por ahí las de Campanella en un punto.
BC: A mí me pasó que en BAFICI cada vez que veía nuestra película me decía: "¡Sí!, es para chicos".
— Es que también una obra genera su público.
AG: La caja original que hicimos primero para la película era una caja artesanal forrada con papel araña y una etiqueta como los cuadernos de la escuela. En esa caja mandamos el DVD de la peli al BAFICI.
—En los créditos también hay una estética infantil.
BC: Esta es la tarjeta que hicimos para un preestreno de la película.
—Parece una invitación a un cumpleaños, como las que se usaban cuando éramos chicos.
IL: Igual justo tiene que ver con el personaje central, un maestro de escuela, con sus alumnos, y en función de eso elegimos la estética.
AG: Gira alrededor de un concepto, que es lo escolar, y la invitación tipo de cumpleaños es porque en la película hay un ambiente de fiesta.
FBL: Qué loco que un adulto se autoprohiba esas cosas, y diga: "Ah, no, esto es para chicos", o como puede pasar con un adolescente que dice: "Esto es para más chicos", y tiene 13 años pero se lo autoprohíbe, lo mira despectivamente. ¡Te estás perdiendo algo que te puede hacer mejor persona!
Bigotes de chocolate (Argentina, 2005, 7 min.)
Mención en el Festival de Jóvenes Realizadores Latinoamericanos (FEJOREL 2005).
BC: Se cree que especializando distintos nichos de consumo se puede sacar más provecho.
FBL: Para no quedar como esos artistas independientes que dicen "a mí no me gusta que me encasillen". A mí me gusta que me hayan encasillado en el BAFICITO, porque nos permitió estar en el BAFICI, que la película sea vista por 600 personas, que en los medios le hayan dado manija. Nosotros hace cinco años que estamos trabajando como grupo. ¿Por qué ahora nos hicieron una nota en Canal Siete, en la Revista Ñ, y ahora en educ.ar?. Sí me gusta que pase esto. Esto es lo que hacemos, no es para chicos, no es para grandes, es para todos.
AG: ¿Y si ahora nos encasillan en que hacemos cine para todos? (Risas)
IL: Imposible que no nos encasillen. Entendemos que son reglas del juego.
AG: Lo nuestro fue hacer la película. Después que un festival tenga secciones nos excede. Hay festivales donde compiten cortos contra cortos documentales, y cortos en 3D, y bueno es el juego del festival. No hay drama, eso no es algo que nos afecte.
FBL: Cuando hacemos giras la entrada es gratuita, nadie tiene restricciones económicas impuestas para ingresar. Cuando la gente ingresa a la sala se les da jugo, pochoclos, chizitos gratis. Hay actores y músicos en vivo que los bienvienen, les regalamos felicidad a rabiar, tratamos de que se sienten en butacas cómodas para ver cine en las mejores condiciones posibles. Nos ocupamos más allá del hacer la película. Si vos decís esta película es para chicos y llenás la sala de niños la película va a ser bastardeada merecidamente porque los niños van a responder a eso. Imaginate a 100 niños viendo Básicamente un pozo que dura 70 minutos, después de media hora de propagandas y media hora más de cortometrajes abstractos, como pasó en el BAFICI. Por eso, ojo con las clasificaciones, a veces pueden ser contraproducentes.
AG: Por eso yo decía que, al menos que lo organicemos nosotros, como la gira, nos excede. Son parámetros que maneja la gente que organiza un festival de esa manera. Cuando nos dijeron que íbamos a estar en la sección BAFICITO aceptamos también.
FBL: Además estuvo bueno porque no vinieron solamente chicos.
— En el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata siempre hay una sección de cortos de animación que organiza Caloi junto con María Verónica Ramírez. Son funciones a las que asisten tanto adultos como niños. Y a la salida del cine se puede escuchar a padres e hijos conversando sobre el sentido de las películas que vieron. Es sorprendente, y sucede más allá de en qué sección pongan una película, o cómo se llame la función.
AG: Sí, por eso, mientras lo que se proyecta sea para todos, puede pasar eso.
FBL: Y pasa que el chico entiende una cosa, la madre otra...Como nos pasó ayer en el Rojas con una abuela, nos dio una sorprendente interpretación sobre Básicamente un pozo.
AG: Eso es lo lindo del arte, que tiene interpretaciones múltiples.
—También está bueno que una película te descoloque y uno salga del cine preguntándose qué vio, ¿Es infantil? ¿no es infantil? ¿qué es lo que vi?
IL: También nosotros nos lo preguntamos.
FBL: La idea es transmitir felicidad, y que eso también se genere en el trabajo. Esa felicidad de la fiesta que se ve en una de las escenas de la película es la que vivimos cuando rodamos.
Rodaje de Básicamente un pozo (Claromecó, octubre 2007).
—¡Además aparecen ustedes en pantalla dentro de esa fiesta!
FBL: No podíamos estar afuera. En esa escena hay una sola persona detrás de cámara, todo el resto está en la fiesta mezclado. Era mejor generarlo estando adentro de la fiesta que desde el distanciamiento que produce estar diciendo: "¡Acción!", "¡Corte!". Nosotros improvisamos una canción de verdad, la gente bailaba de verdad. A nuestro modo de entender es el único modo de que después el amor logre trascender la pantalla, sino está muy diferido el cine.
Rodaje de Básicamente un pozo (Claromecó, octubre 2007).
AG: No se cómo lo harán en el cine "de verdad". Nosotros lo hacemos así, poniendo mucho amor en el set, siendo felices juntos, si hay un roce o algo malo, bueno no importa. Si con esa luz se ve mal, o el sonido no está tan bueno ante todo tratamos de estar bien nosotros, que no pase que estemos peleando porque alguien corrió la luz, no podemos estar peleándonos por la luz. Un crítico muy impiadoso podrá decir hay dos sombras en la escena tal; bueno a nosotros ese crítico no nos interesa. Nos importa lo que genera la película. Lo que trasciende la pantalla no es la sombra ni la luz, sino el amor.
IL: Julio, el protagonista de la película, para hacer el pozo no tiene las condiciones técnicas. Agarra una pala que le prestan, lo llama a su amigo el profesor de física que algo sabe del asunto, y después invita a los alumnos pero no es su intención hacer un pozo con todo. Por nuestro lado, nosotros hacemos las películas como entendemos que tenemos que hacerlas, dando prioridad a la parte humana y no a lo técnico.
Rodaje de Básicamente un pozo (Claromecó, octubre 2007).
FBL: Eso teniendo en cuenta que cada uno de nosotros viene de distintas ramas del arte, en las que tenemos mucho entrenamiento, y venimos trabajando en cine de manera "grupodidacta" hace cinco años.
AG: Además de Básicamente un pozo, que es nuestro primer largometraje, ya hicimos siete cortos y un videoclip. No somos amateurs. Lo que hacemos lo hacemos de manera profesional. El avance de las tecnologías también ayuda.
BC: Está establecido que "El cine se hace así, con una estructura piramidal, hay un tipo que da una orden, y esa orden es reproducida por otros dos que están más abajo, y así". Una estructura jerárquica como la del ejército, y como muchas otras estructuras sociales. El cine no solo reúne muchísimas disciplinas sino también grupos humanos, muchísimas subjetividades, corrientes estéticas, todo involucrado en una hora o dos hora de un hecho artístico. Entonces hay que tener en cuenta un montón de variables, y hay que estar más permeables. Hay que explorar muchísimo. Nosotros, por ejemplo, empezamos a explorar con lo que es la realización colectiva, filmar como grupo y demás. Nos sentimos a gusto con esa forma y seguimos explorando. Para nosotros hacer cine es un juego. En las jornadas de rodaje es donde particularmente hay más tensión porque se involucra más gente, chocan todas las fuerzas. Hay tiempo para diseñar en la preproducción y también hay tiempo para bajar la tensión después en la postproducción.
El cine es un arte muy nuevo donde es necesario estar repensando todo el tiempo lo que se quiere contar y de la manera en que se quiere contar. Es un arte; a veces se toma como un producto y se olvida que es un hecho artístico, que es muy complejo por todas las actividades que intervienen y toda la gente que involucra. Un pintor puede estar pintando a su manera por años, está él solo con su pintura.
FBL: Si estamos haciendo juntos una obra de arte, esas cincuenta personas se tienen que amar, te tiene que importar esa gente. No vamos a cambiar el mundo, pero sí nuestro cine.
AG: Tenemos como un miedito al pensar qué va a pasar si algún día nos dan un subsidio y tenemos que rodar de manera más industrial, qué vamos a hacer nosotros. Sin duda una cosa es trabajar con un equipo de amigos, gente que uno quiere, conoce, respeta, y a la que se le pueden decir las cosas; distinto es trabajar con alguien que viene de afuera.
GRUPO HUMUS
Cada uno de los cuatro integrantes del Grupo Humus se presenta a sí mismo en su sitio web más o menos así:
Ber Chese nació en Cipolletti, en octubre de 1981. A punto de recibirse de sociólogo, es un artista polifacético o un creador insomne, un hombre gracioso con máscara de hombre correcto.
Federico Barroso Lelouche nació un 31 de diciembre en Tres Arroyos. Para poder jugar a mentir o exagerar, sin que su moralidad lo escarmiente, Federico Barroso Lelouche olió teatro y se metió. Estudió en el IUNA y mucho más. Sin mentir ni exagerar forma parte del elenco de tres espectáculos en cartel, entre ellos Tango Turco , en el Teatro Nacional Cervantes.
Ignacio Laxalde nació el 22 de septiembre de 1980 en Coronel Vidal. Egresado de la carrera en Diseño de Imagen y Sonido de la FADU (UBA). Ya de chico documentaba los viajes familiares y hacía videoclips caseros con imágenes de partidos de fútbol de su club favorito: Independiente, a los que les agregaba sonido con un walkman.
Nacido en Cipolletti (Río Negro) en 1983, Agu Grego se empecina en definirse como arquero. Tiene una Licenciatura en Comunicación Audiovisual bajo el brazo. Es capaz de hacer una película con una sola moneda y varias monedas con una sola película. Un desvelado guionista, actor desvergonzado, plástico ocurrente y músico iletrado.
CONTINUARÁ . . .
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Ficha
Publicado: 12 de junio de 2009
Última modificación: 26 de febrero de 2020
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