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Grupo Humus: películas para grandes que les gustan a los chicos (segunda parte)

El Grupo Humus es un cuarteto argentino de cine. Ya cuentan con varios cortometrajes que han fueron exhibidos y premiados aquí y en diversos lugares del mundo. Este año recibieron el Premio del Público en el BAFICI por su largometraje Básicamente un pozo, que se rodó en la ciudad balnearia de Claromecó, con la participación de los chicos de la Escuela Nº 11 y gran parte de la comunidad claromequense.
Juntos trabajan de manera cooperativa y le imprimen a sus películas un sello que solo se consigue gracias a su genuina confianza en el poder de la imaginación y el trabajo colectivo. Tienen su propio sitio Web, un blog y también su espacio en Facebook. La mayoría de sus cortos están subidos a la Web y pueden verse a través de YouTube o de google videos. Sus películas pasaron por ciclos televisivos como Cortorama, Cortoscopía (Canal á), I-sat Cortos y Telefé cortos. Una mañana, mate mediante, el grupo hizo un alto en su jornada laboral para charlar con educ.ar.
En esta segunda parte ellos nos hablan sobre sus influencias artísticas; cómo afectan las nuevas tecnologías en la realización y la exhibición de películas; dónde, cómo aprender a hacer cine y mucho más. Para leer la primera parte cliquear aquí.

190620091— Siendo ustedes un grupo de personas con una formación multifacética, como actores, músicos y en demás disciplinas artísticas ¿Por qué eligen las realizaciones audiovisuales para desplegar su imaginación? ¿Qué les permite el cine por sobre otras artes?

Agu Grego (AG)
: Creo que hacemos cine porque permite la multidisciplinaridad. No se qué es lo que nos unió para hacer cine. Quizás porque estábamos haciendo cine cuando nos conocimos. Estábamos haciendo cortos, uno dirigiendo, el otro montando. Se armó un grupo y salió en charlas. Dijimos: "Nos gusta hacer esto, ¿por qué no seguimos haciendo esto?".

Ber Chese (BC): Yo pienso que el cine es una herramienta muy efectiva de comunicación y muy poderosa, y en ese sentido a mí me interesa mucho.

Federico Barroso Lelouche (FBL): Vos (a BC) siempre decís algo, ¡buscá en tu papelera! Eso de que la dinámica del cine nos permite distintos estadios. Podés escribir y juntarte con algunas personas, sin reunir a todos, más adelante invitás a jugar a más gente, y después se vuelve a reducir la cantidad de gente. Nosotros dirigimos muchísimo haciendo el montaje, y eso por ahí no se podría hacer en otra rama del arte.

De a poco, todos vamos siendo un poco músicos, un poco actores, haciendo escenografías. El cine reúne todo eso que hacemos, y llega a la gente. El cine lo ven en una villa a través de la televisión, en el campo a través de DirecTV.

Ignacio Laxalde (IL): En un celular, en una PC, en el cine, una pantalla en el medio de una playa.

BC: Eso es lo bueno del nivel de desarrollo tecnológico en el que entramos en el cine. Podemos estar editando en una casa, en una habitación de 2x2, con una compu hogareña, filmar con la cámara que pudimos conseguir.

IL: De hecho en el corto que estamos filmando ahora, una parte va a estar filmada con cámara de foto, una cámara que puede tener cualquiera.

BC: El desarrollo tecnológico lo democratizó, se volvió relativamente más accesible. A su vez afectó las posibilidades de proyección. Nosotros no trabajamos en 35 mm porque ¿dónde proyectamos en 35 mm? ¡En las salas del Hoyts una semana!, dos o tres salas. Son cuatro años de trabajo que se terminan ahí. Se pueden hacer copias en DVD, etc., pero es mínimo el mercado en 35 mm. Nosotros seguimos a la peli, vamos con la película a todos lados.

—¿Esas giras y proyecciones las programan ustedes o reciben pedidos a través de su sitio en internet?

BC
: La gira que hicimos este verano es la primera, y la programamos nosotros. Recorrimos unas diez ciudades del interior. La organizamos conjuntamente con las Secretarías de Cultura de cada municipio que nos abrió las puertas. Nosotros les ofrecemos la propuesta de llevar la película, con músicos en vivo, etc.

AG: También hicimos muestras con nuestros cortos.

FBL: A Pigüé fuimos porque alguien nos vio en Claromecó presentando los cortos, entonces nos llamó el director de Cultura. Ahora tenemos una invitación de Puán. La gira hizo que aparecieran nuevas ciudades para visitar. El director de Cultura de Esquel nos invitó a hacer la gira por todos los pueblos alrededor de Esquel. En el BAFICI nos vio un productor que veranea en Claromecó que había escuchado que en enero habíamos hecho una gira por Claromecó y nos quiere contactar con un grupo de gente que se encargaría de toda la estructura para llevar la película por todas las escuelas del interior. Si funciona eso provoca el efecto dominó.

BC: Donde haya un proyector, un reproductor de DVD y una pantalla podemos llevar la película.

IL: En Claromecó también hicimos una función en la playa, al lado del mar.

FBL: También lo hicimos al aire libre al lado de un río.

AG: En centros culturales, en escuelas.

— Simultáneamente hay cortos de ustedes subidos a YouTube, que se pueden ver en la PC, y por otro lado están estas experiencias de las giras por los pueblos; todas son formas distintas de ver cine. ¿Qué piensan sobre esa multiplicidad de formas de acceso a lo que ustedes producen? ¿Cómo modifican la relación con el espectador?

AG
: Creo que así como estamos dispuestos a hacer historias para todos, esto está bueno para que le llegue a más gente lo que hacemos. Porque si proyectáramos solo en una sala, con butacas, pantalla de 35 mm, lo ve un público acotado. Si se empieza a vender o alquilar el DVD ya se amplía más. Si encima te lo podés bajar de internet, verlo en línea, es enorme. Cuanto más gente lo pueda ver mejor.



Un mantel escocés (Argentina, 2004, 7 min)
Premio Garambozia Festival Fantosfreack de Barcelona 2005.
Primer Premio Mejor Realizador de la Patagonia en el XX Concurso Nacional de Cine y Video Independiente de Cipolletti en el año 2004.

FBL: Nosotros estamos a favor de la piratería en internet que te permite disponer a través de la Web de un montón de cosas. No estamos a favor de lucrar con la piratería, por ejemplo con la venta callejera de CD y DVD. Estamos a favor de la difusión y la distribución sin restricciones de las obras de arte a través de internet.

AG: Incluso siendo películas subvencionadas por el INCAA, a las que se les dio un subsidio porque todos los ciudadanos pagamos un impuesto para financiar ese subsidio no se explica que después el espectador tenga que pagar a su vez 15 o 20 pesos la entrada para ver esa película. Poner la película en internet sería algo así como subsidiar al espectador, algo así como decirle: "Gracias por haberme dejado hacer una película con un subsidio con plata tuya".

FBL: Está buenísimo también ir al cine, no lo supera YouTube. Pero la Web capta otra gente. Hay gente que nos conoce a nosotros a través de internet. Tenemos un Facebook y no podemos creer el poder que tiene. Es increíble cuánta gente de un minuto a otro se enteró de que estábamos en el BAFICI.

IL: Fueron unas 1000 personas y algo más. Mucha gente que no conocíamos nos dejó comentarios.

AG: Creo que no hay que negarse a los avances de la tecnología. Los que aman el cine en fílmico tienen como un miedo, un amor muy conservador, y no quieren salirse de eso. Dicen que el video filma mal, que se ve feo cuando se amplía. Ven solo el lado malo. Cuando el video lo podés editar en tu casa y con pantuflas.

FBL: Hay ciudades en las que no hay salas de cine y donde sin embargo gracias a internet pueden ver cine.

AG: Por eso no hay que negarse a la tecnología, a que se reproduzca en un celular, por internet, en un iPod, en la tele, o en cualquier pantallita. Las escuelas por ejemplo tienen todas VHS, y algunas veces DVD.

—¿Qué otros cambios provocan las nuevas tecnologías?

BC: Yo lo que veo es que todo este avance, esa tendencia al "youtubismo" empieza a modificar la obra, en el sentido de que te exige ciertas cosas. De repente hacemos un corto de 4 min. y decimos: "¡Uy!, es muy largo", porque los ritmos que te impone YouTube y la adrenalina que marca internet; es todo tatatatata.

AG: Es cierto que las nuevas tecnologías tienen en contra que traen alteraciones en el proceso de postproducción. Por ejemplo pensar: "Ah, si lo hago muy largo no lo voy a poder subir a internet porque no lo va a ver nadie". Con eso también hay que convivir. Tampoco pensemos que el avance tecnológico es la panacea. Nosotros tenemos una cámara HD, en su momento fue VHS, después vino el Hi8, después el digital mini DVD, cada vez mejor, filmado en casetes más chiquitos. El avance tecnológico tiene sus límites porque es un comercio preparado para eso. Quizás ya tienen la cámara que va a salir dentro de ocho años pero esperan para sacar cuatro modelos en el medio. Con la cámara que tenemos nosotros ahora estamos tranquilos. Para internet sobra, para televisión alcanza, y para el cine también.

FBL: Estamos pensando en videominutos y distribuirlos por cadenas de e-mail. Yo creo que tampoco hay que creerse lo de la masividad de internet. Por supuesto que si hacemos un videominuto con un strip tease seguro que logra millones de visitas, pero nosotros no queremos hacer eso. Internet es una herramienta que puede servir y no tiene mucho sentido rechazarla por purismo.

IL: Lo que muestra internet es que hay mucha gente con ganas de compartir. La gente que sube una película a internet, lo hace por el hecho de que le gusta y quiere que mucha otra gente también la vea.

AG: Pensemos la cantidad de gente a la que le gusta una película o alguna serie como Lost o Friends y está en su casa escribiendo los subtítulos para que otros las puedan ver. La gente mayor piensa que los jóvenes están todo el día en la casa, solitarios, frente a la PC. Y solamente ven el costado malo de los avances de la tecnología.

BC: Los medios generan rupturas muy importantes. Surgió la radio, después se introdujo la tele y la charla familiar de la cena era un monólogo de la TV. Hoy internet te individualiza entre tus pares, y también te conecta con gente que nunca vas a conocer, todo es más virtual.

AG: La tecnología pudo hacer más popular el cine. También influyó para que hoy la mayoría de los diarios sean gratuitos.

IL: Quizás alguna vez el cine termine siendo gratis.

AG: Radiohead distribuye su último disco en la Web.

BC: Se están dando muchas transformaciones. Hay una virtualización de lo que significa hacer una película ¿Qué parámetro tenés para saber si te estás comunicando o no? ¡Salí de gira para ver qué pasa! La tecnología como modo de subsistencia revive el vivo. Radiohead, Madonna, etc. están haciendo giras porque la venta de discos ya no funciona. A nosotros estas transformaciones nos obligaron a hacer la gira y conectar con el público. Entonces salimos a hacer la gira, llevamos la película con músicos en vivo, le buscarmos la vuelta para que sea un espectáculo convocante, y que se produzca un hecho artístico, y el arte cumpla una función social.

— ¿Qué tipo de cine les gusta? ¿Qué directores de cine son sus preferidos?

BC
: Rumba me gustó mucho, es una película franco-belga.

FBL: A nivel grupal nos identificamos con algunos directores. Nuestro faro es Juan José Campanella –director de El hijo de la novia, Luna de Avellaneda–, y fuera de Argentina Jean-Pierre Jeunet – director de Delicatessen, Amélie, Amor eterno–.

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Rodaje de Básicamente un pozo (Claromecó, octubre 2007).

BC
: Hacer cine que pueda ser visto por mucha gente, permeable a un espectador bien amplio no necesariamente tiene que ir en detrimento de una mínima calidad y demás. Para el caso Amelié es una película excelente en todos los aspectos y la puede ver un abanico importantísimo de gente.

FBL: Buenos Aires tiene el peligro de hacerte creer que vivís en una realidad cuando en realidad te estás relacionando tan solo con un círculo social, con una burbuja artística o académica, y terminás diciendo: "Amelié le gusta a todo el mundo", que en realidad es "tu" mundo, no es la única realidad que existe. Hablo de Campanella porque me acuerdo que cuando vi Luna de Avellaneda, en el cine Tita Merello había gente de todo tipo, el que pudo ir a la universidad, el que no pudo, el que tenía trabajo, el que no lo tenía, el que era obrero metalúrgico, el que era universitario. Campanella logra reunir a toda esa gente de una manera envidiable.

AG: Nos gustan cuando son películas que cuentan.

FBL: Que intentan comunicar, que tienen una historia, no un mensaje.

AG: Lo que da un poco de bronca, no sé, aunque también te puede beneficiar, es cuando a las películas se canonizan a través de los medios, de la crítica, y en realidad no pasa nada, es un plano fijo, o un plano secuencia de una hora y media, o de cuatro horas, porque seguro cuanto más extenso les parece mejor, y el director dice que quiso transmitirle algo al espectador para que se enoje, se levante y se vaya de la sala. Que de eso se haga culto, se hable y se hagan buenas críticas no nos gusta mucho. Un poco aleja a la gente del cine.

De todos modos reconozco que de ese cine de vanguardia también nos nutrimos. Se animaron a probar y hacer en cine cosas raras, que ahora muchas películas incluyen.

BC: A nosotros como cineastas ir al BAFICI nos enriquece mucho.

FBL: No es casualidad que la película que gana el Premio del Público es una, y el Premio del Jurado siempre se lo lleva otra. ¿Qué está pasando ahí? Eso es marca registrada del BAFICI. A nosotros nos pasa que somos de los del voto del público. Otra cosa para observar es que en el BAFICI el premio material, en dinero, el que te permite seguir existiendo y trabajando lo da el jurado. Para mí eso es peligroso. Los festivales de todo el mundo suelen ser así, y los jurados premian la vanguardia. Y eso está bien, porque no quiero hacer cine conservador, ni que se canonice el cine conservador. Pero, guarda...

Lo que se canoniza a través de la crítica, la prensa y a través de los premios de los festivales es lo que hace ruido. Campanella hace ruido porque la gente lo va a ver, tiene buenas críticas y tiene público. Faltan más Campanellas.

— ¿Y Fabián Bielinski -director de Nueve Reinas, El aura-?

FBL: ¡¡Bielinski es un grosso!!

IL: Campanella y Bielinski ya son ahora la vanguardia, porque son lo más excepcional.

BC: El cine que más se produce es el que va para festivales europeos.

IL: Cuna de eso es la Universidad del Cine, por ahí pasa mucho del cine que se ve en el BAFICI. Van a festivales, ahí se canonizan, y consciente o inconscientemente los directores hacen cine para los festivales. Hay una bajada de línea en las escuelas de cine que no te hacen pensar en el público. Toda una camada de cineastas, y la que va a venir va a seguir ese rumbo, hacer cine para festivales.

FBL: Hay gente que no sabe que detrás de la General Paz hay un mundo. Lo supieron ver Caetano–director de Pizza, birra y fasos, Un oso rojo, etc.–, Trapero –director de Mundo grúa, Leonera, etc.– porque venían de ahí. Trapero venía de La Matanza. Hay que cruzar el AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires). Todo el cordón de Capital Federal siempre miró para afuera, hacia Europa. Así como los que crecimos en el interior crecimos mirando hacia Buenos Aires.

—Los cortos de ustedes pasaron por varios festivales.

AG
: Sí, ganamos muchos premios.

FBL: Ganamos muchos premios en Europa y también acá.

IL: Una vez ganamos latas de fílmico que vendimos para comprar casetes para seguir filmando nuestras películas.

BC: Plastiquito creo que es la que anduvo mejor, ganó en el Festival de Cine Latino de París (Francia). Mi experiencia con Al sol en bici que tiene más diálogos y demás, y es la que ganó en el concurso Telefé cortos, es que le pifiamos con los subtítulos. Lo presentamos en un festival que se llama UNICA. Es como un mundial de cine amateur. El año que yo fui el festival se hizo en Eslovaquia, y había gente de todas las nacionalidades posibles. Ahí tomé conciencia primero de todos los códigos que uno tiene en su cultura, segundo de lo que uno pierde cuando ve algo subtitulado. Se pierden un montón de chistes. Cuando uno lleva sus películas afuera tiene que tener muy en cuenta los subtítulos.



Al Sol en bici (Argentina, 2006, 16 min)
Segundo Premio en el 3º concurso de TELEFE cortos (2006); Mención Especial en la sección Mirada Interior del 22º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata (2007); Premio Mejor Cortometraje en las 29º Jornadas de UNCIPAR (2007); Medalla de bronce en el Festival Internacional UNICA (Eslovaquia, 2007); Mención en el XXIII Festival de Cine Independiente de Cipolletti (2007); Nominado al Premio Cóndor de Plata al Mejor Cortometraje (2007).

FBL: Plastiquito fue proyectada en un festival de cine en México, y sorprendía que siendo una historia tan localista el público igual se riera. El plasquito que acá le ponen en el centro a la pizza en México no existe, pero está contado de manera que se comprende. Las señas del truco tampoco las conocen. Cuando uno es localista en el sentido genuino defendés tu cultura sin pisotear a la otra, compartís tu cultura con la de otros. Distinto es cuando creas una obra pensando en cómo es visto nuestro cine en Europa.



Plastiquito (Argentina, 2006, 10 min.)
Premiado en el Festival de Cine Latino de París y por el Fondo Nacional de las Artes como mejor cortometraje argentino del año.

—¿En qué otros festivales se proyectaron sus películas?

IL
: Hace poco estuvimos en el MARFICI, en una sección que no es competitiva.

BC: Nosotros siempre vamos a festivales de cortos, que son encuentros de realizadores, gente que está empezando, donde conocemos a mucha gente. Muchas veces los organizadores se te acercan y te consultan si tenés alguna propuesta, y siempre sugerimos que planteen una reunión donde se hable de lo que hacemos, cómo lo hacemos, etc.

AG: Eso se dio muy lindo en Tandil Cortos, el último día, cuando ya se habían pasado todos los cortos. Los jurados propusieron juntarnos y charlar entre todos sobre nuestras películas y nuestro trabajo.

BC: Pensando siempre en enriquecer la producción local, que yo siento que todavía no es una industria. El cine no es redituable para nadie, vivís de subsidios que se consiguen por el INCAA y demás, o vivís al margen.

—Básicamente un pozo trata sobre un maestro de Lengua que decide construir un pozo con la ayuda de sus alumnos para demostrar la existencia del movimiento constante ¿Hay una intencionalidad alegórica en ese relato?

FBL
: Por momentos nosotros no podíamos parar de reírnos de lo absurdo de la idea de hacer ese pozo. En ningún momento mientras escribíamos el guión o editábamos nos pusimos a pensar: "Esto quiere significar esto o aquello". Sí aparecieron interpretaciones de la película, de parte de la crítica.

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Afiche de la película Básicamente un pozo (Argentina, 2007, 75 min)

AG
: Escuché a alguien decir que la película era una crítica a la educación, que los maestros no daban los contenidos que se esperaba que dieran a sus alumnos. O una señora interpretó que el protagonista como no tenía hijos, el pozo tenía un significado especial, no sé, nada que hubiéramos pensado nosotros al hacer la película.

—Lo que más destaca en la historia es el absurdo, el juego, y por supuesto la fuerza del deseo.

AG
: En realidad, en un hecho artístico las interpretaciones pasan mucho por el espectador más que por el realizador. El espectador seguramente encuentra muchas más interpretaciones de las que puedo hacer el artista. A nosotros nos parecía muy gracioso eso de que trasladen el pozo en la camioneta, como si un hueco hecho en un lugar siguiera existiendo, siguiera vivo, independientemente del lugar donde se hizo, y que lo lleven en la camioneta nos parecía muy absurdo y muy gracioso. Y nos damos cuenta de que en el espectador no causa el mismo efecto.

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Rodaje de Básicamente un pozo (Claromecó, octubre 2007).

FBL: Algunos piensan que el maestro en esa escena está soñando. El espectador necesita encontrar una lógica a algo que es absurdo. Hay toda una generación de directores que educaron al espectador para encontrar a todo relato sentidos cerrados, hacia una única dirección. Pero nosotros, inocente o inconscientemente, pensamos en un pozo.

BC: Ya lo dice el título: Básicamente un pozo. Hay multiplicidad de lecturas y de espectadores, unos van a leer alegorías, otros van al cine a llorar. En la función del Centro Cultural Rojas había gente mayor, todos lloraban, muy pocos se reían. Hay muchas formas de ver una obra de arte. En el cine hay múltiples espectadores que lo abordan desde diferentes lugares.

—El humor absurdo, lo lúdico se notan como una marca fuerte no solamente en Básicamente un pozo. Posiblemente eso surja por influencias, más allá de Juan José Campanella.

AG
: Sí, nos gustan los Monty Python, Los Simpsons.

BC: De Campanella admiramos mucho lo que logra con el espectador, cómo logra comunicarse tan fuerte con tanta gente. Es muy difícil cuando querés generar cierta sensibilidad lograr que no se vea el truco. Es muy delgada la línea, y no sabés en el momento de editar si se logra emocionar porque le estás poniendo una música o qué. Con la escena en la que Julio llora dentro del pozo, paramos una semana de editar y estuvimos debatiendo cómo queríamos hacerla. Revisamos si la música era tendenciosa, y si eso hacía que se notara enseguida lo que buscábamos transmitir. Estábamos trabajando con los límites.

FBL: Somos conscientes de que es muy difícil ser masivos, pero al menos queremos comunicarnos con la mayor cantidad de gente posible. Ber siempre dice que la comunicación con el público está asegurada porque en el grupo somos cuatro. El guión de una película nuestra tenemos que entenderlo los cuatro. Trabajar en grupo en ese sentido es una garantía.

AG: Somos cuatro que tenemos que estar conformes con la película.

FBL: Nosotros hacemos películas para la gente.

BC: Hacer cine ahora es muy fácil, con conocimientos mínimos, muchas ganas, mucha tenacidad salen cosas. Otro compromiso distinto es mostrarlas.

AG: ¿Buñuel era el que llevaba piedras en los bolsillos del saco por si su película no le gustaba al público?

FBL: El cine a diferencia del teatro le permite al director no asistir a la función. Sin embargo nosotros vamos al cine, y no llevamos piedras porque ya pensamos en el público antes hacer la película. Con la película quiero decirle a la gente que la quiero, no que no me importa. Todo director o artista le quiere gustar a alguien, aunque sea a cierta minoría, pero gustarle a alguien.

AG: De todos modos antes de uno siempre hubo otro artista que tuvo que pelearse con el público para dar cabida a algo distinto.

FBL: En la relación con el espectador tiene que prevalecer el amor, no le hagas daño si se puso las mejores galas para ir a ver tu obra.

—Cuando el creador trabaja con el amor, los buenos sentimientos, se coloca quizás en una zona también más amable y tendría garantizada cierta respuesta del público.

FBL
: Pero también desde el amor se pueden contar cosas duras. Para provocar el diálogo no puedo pegarle al otro.

AG: Una cosa es identificarte con los sentimientos, con el sufrimiento de lo que le pasa a un personaje y otra es estar sufriendo de aburrimiento y querer matar al director de la película.

—¿Hicieron o hacen talleres de cine para chicos?

BC
: La Fundación Kine que organiza el Festival Iberoamericano de Cortos Imágenes Jóvenes en la Diversidad Cultural también desarrolla unos programas en los que se hacen talleres de cine para chicos en zonas carenciadas. Ellos nos llamaron para participar como jurado, y además para hacer talleres de cine. El producto de estos talleres pasa a formar parte de la sección "Un minuto por nuestros derechos", que tiene el apoyo de Unicef, y se proyecta dentro del festival. El año pasado hicimos dos talleres, uno fue en el un centro cultural en Longchamps (provincia de Buenos Aires) con un grupo de edades muy heterogéneas, y el otro taller que hicimos fue con los chicos de una escuela. La propuesta del taller era que empezaran a incorporar algunas herramientas del cine, del lenguaje audiovisual, y hacer cortos de un minuto de duración que tocaran ciertas temáticas relacionadas con los derechos. Cada taller se extendió por seis meses, y terminaba con las producciones de los chicos, tres o cuatro cortometrajes en cada taller. Y esos cortos hechos por chicos de distintas provincias del país se exhiben cada año en una jornada especial dentro del Festival.

AG: Es muy transformador ese taller. Los chicos se sienten muy bien de terminar un corto.

FBL: Seis meses es un período muy acotado para aprender cine. En Longchamps como lo hicimos en un centro cultural, ellos se ocuparon después de darle continuidad a la propuesta. Los talleres que ofrece la Fundación Kine sirven de semilla.

Es muy nuevo el cine. Talleres de cine recién ahora aparecen. Sin embargo muchos pibes hoy tienen cámaras.

AG: Cualquier celular saca fotos.

—¿Qué consejos le darían a los chicos que quieren hacer cine?

FBL
: Les diría que la manera que nosotros encontramos de hacer cine es en grupo. Es muy movilizador lo que nos pasa, podemos ser actores, músicos, cineastas, guionistas. Si un pibe tiene interés, lo que tendría que hacer es juntarse con otros.

AG: A mí se me hace imposible pensar en trabajar individualmente.

—¿Y dónde formarse? Vos por ejemplo egresaste de la Carrera de Imagen y Sonido (UBA).

IL
: A nivel estructural debe ser común la formación que se recibe en la UBA y la que ofrecen otras escuelas de cine, donde están segmentados todos los roles del cine. Los trabajos son grupales, pero cuando entregás un trabajo práctico tenés que indicar quién hizo cada cosa. A mí siempre me pasó que trabajé como mínimo con otra persona. Cuando nosotros empezamos a trabajar juntos al principio poníamos los créditos por separado, uno en dirección, otro en otra cosa, y después nos dimos cuenta que a los cuatro nos gustaba trabajar en los diferentes rubros. Hay gente que trabaja en cine a la que solo le gusta hacer sonido, o le interesa la fotografía y no quieren meterse en otras tareas, y eso también es válido.

BC: Cuando alguien quiere hacer cine nosotros lo invitamos primero a armar un grupo y después desjerarquizar el rol del director, socializar esa figura de la dirección.

AG: No sé quién determinó que en el cine el director es lo más importante. Si el iluminador no ilumina o el camarógrafo no abre el iris de la cámara no se ve todo lo que el director quiere hacer. Importan todos los rubros.

IL: En el cine independiente en general el director es también productor y guionista de su proyecto. Si bien el cine es un arte colectivo, el director o el guionista es quien muestra el mundo, a través de él ves una toma de partido de lo que narra. Eso lo da el director y el guionista.

BC: Nosotros proponemos que la realización sea colectiva.

FBL: Son importantes todos, hasta los extras. En Pigüé tuvimos una charla post proyección y un señor al final nos dice "Todo muy lindo lo de la producción colectiva, pero ¿quién manda?". Y yo le conté que la escuela le había enseñado a nuestra generación a trabajar en grupo.

IL: A mí me sirvió estudiar en la universidad, por lo menos en los primeros años.

AG: Sí, en la vida todo sirve, pero para hacer cine o cualquier arte hay que experimentar. Trabajar y trabajar, y por otro lado ver cine, televisión. Así vas a aprender cómo hacer un encuadre, qué es un plano medio, por qué cuando una persona empieza a llorar el camarógrafo del noticiero hace un zoom a las lágrimas para emocionar más. En las escuelas de cine, por lo general, los docentes no vienen del ámbito del trabajo, sino de la misma docencia.

IL: Muchos docentes trabajan en cine en rubros técnicos, no tanto en lo artístico.

AG: Las escuelas tienen más que ver con leer, estudiar, que con hacer.

BC: El aprendizaje depende de cada persona.

IL: Las escuelas de cine son muy nuevas. Hay toda una generación de directores de cine que no se formó en escuelas, que fueron autodidactas.

FBL: Lo que te enseña la universidad es a investigar.

IL: Es un rubro que se volvió un negocio, entonces todos los días sale una nueva escuela de cine. Si no sabés bien qué hacer, es una carrera ideal. La carrera sirve como puntapié, te da un bagaje de conceptos. En un rodaje aprendés mucho más, pero para arrancar está bien estudiar.

FBL: Algunos chicos que hicieron el taller de cine –organizado por la Fundación Kine– no pueden ingresar a la universidad porque no tienen el título secundario, ni el primario. Si a partir de ahora empiezan a reunirse asiduamente cuando tengan la edad de ingresar a la universidad van a tener mayores conocimientos que otros.

Algunas personas necesitan que le entrenen los ojos para ver cosas y aprender. Eso te lo puede dar un taller, la universidad o una persona que se te acerque para hablar de cine.

—¿Y ahora qué sigue?

BC
: Nosotros siempre pensamos en la función social del arte. Tratamos de promover un hecho social y artístico, por ejemplo lograr que todo un pueblo vaya a la plaza a ver una película. No solo nos interesa lo narrativo.

IL: No hacemos cine político, pero es político desde otro punto de vista.

FBL: Para algunas personas que trabajaron en Básicamente un pozo esa participación marcó una transformación, sobre todo en algunos de los chicos que aparecen en la película.

AG: A raíz de la película que se filmó en Claromecó, se armó un taller de teatro en el pueblo.

FBL: Con la gente de Claromecó quedó una relación muy sincera y emotiva.

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Final rodaje de Básicamente un pozo (Claromecó, octubre 2007).

Ahora nuestra película va a salir con nosotros y también va salir sola, porque nosotros no podemos estar todo el tiempo de gira. Seguramente a través del la muestra itinerante por el interior del país que realiza el BAFICI, en otros festivales de cine. En Octubre va a inaugurar el Festival Maipú Cortos.
En mayo se proyectó en el MARFICI. Y tenemos contactos para hacer funciones sueltas de la película. Y en Buenos Aires solemos hacer funciones de nuestras películas en el Teatro El Cubo.

Cada uno de los cuatro integrantes del Grupo Humus se presentan a sí mismos en su sitio web más o menos así:

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De izquierda a derecha: Agu Grego, Ignacio Laxalde, Federico Barroso Lelouche, Ber Chese.

Ber Chese nació en Cipolletti, en octubre de 1981. A punto de recibirse de sociólogo, es un artista polifacético o un creador insomne, un hombre gracioso con máscara de hombre correcto.

Federico Barroso Lelouche nació un 31 de diciembre en Tres Arroyos. Para poder jugar a mentir o exagerar, sin que su moralidad lo escarmiente, Federico Barroso Lelouche olió teatro y se metió. Estudió en el IUNA y mucho más.

Ignacio Laxalde nació el 22 de septiembre de 1980 en Coronel Vidal. Egresado de la carrera en Diseño de Imagen y Sonido de la FADU (UBA). Ya de chico documentaba los viajes familiares y hacía videoclips caseros con imágenes de partidos de fútbol de su club favorito: Independiente, a los que les agregaba sonido con un walkman.

Nacido en Cipolletti (Río Negro) en 1983, Agu Grego se empecina en definirse como arquero. Tiene una Licenciatura en Comunicación Audiovisual bajo el brazo. Es capaz de hacer una película con una sola moneda y varias monedas con una sola película. Un desvelado guionista, actor desvergonzado, plástico ocurrente y músico iletrado.


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Ficha

Publicado: 19 de junio de 2009

Última modificación: 26 de febrero de 2020

Audiencia

Docentes

Área / disciplina

Nivel

Secundario

Categoría

Entrevistas, ponencia y exposición

Modalidad

Todas

Formato

Texto

Etiquetas

festival de cine

cine independiente

cine infantil

medios audiovisuales

Autor/es

Mónica Klibanski

Licencia

Creative Commons: Atribución – No Comercial – Compartir Igual (by-nc-sa)


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