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Familias niños sordos

Josefina Fernández, docente de Educación Especial

Video | Material audiovisual

Josefina Fernández es docente en la Escuela Especial N° 31 "Luisa María Sesin" para sordos e hipoacúsicos de San Fernando del Valle de Catamarca. Ella nos cuenta que es muy diferente enseñar a chicos sordos e hipoacúsicos desde la llegada de las netbooks: "Antes les ofrecíamos información fragmentada", nos dice. Josefina Fernández, docente de alumnos sordos e hipoacúsicos, preparó un video para compartir con sus alumnos con el programa E-learning Class, y un archivo para mandarles –con el mismo programa– en el que hay folletos de distintos países que explican los pasos a seguir para prevenir el contagio de la gripe. A partir de eso, los alumnos deben preparar una presentación en digital, para toda la escuela, que explique cómo prevenir la gripe. Cada uno con su computadora sacó fotos de sus compañeros lavándose las manos y realizando distintas acciones que tienen que ver con la prevención de la gripe. Josefina comenta que las netbooks ayudaron mucho a los docentes que trabajan con chicos que tienen problemas de audición, porque estos chicos son personas netamente visuales y se dificulta transmitirles y explicarles la información sin ningún soporte visual. Destaca también como positivo el hecho de que los chicos con problemas auditivos puedan comunicarse con gente de su misma condición, y así poder utilizar su lenguaje natural, el de las señas. Y que el progreso más importante es que ahora los chicos se sienten conectados y se sienten parte del mundo que los rodea, al poder comunicarse mejor con todas las personas, sordos y no sordos. En las escuelas especiales, la utilidad de las netbooks para docentes y alumnos es inmediata. Es fundamental todo lo referido a lo visual para los chicos sordos e hipoacúsicos. A los docentes y a los alumnos les facilita, en todos los sentidos, el proceso de enseñanza y aprendizaje. Además, lo que es fundamental para este tipo de escuelas es el programa de señas, que viene cargado en las máquinas. Eso permite a muchas familias de chicos sordos aprender la lengua de señas, y en consecuencia comunicarse de un modo más rico con sus hijos.

Josefina Fernández, docente de Educación Especial

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Josefina Fernández es docente en la Escuela Especial N° 31 "Luisa María Sesin" para sordos e hipoacúsicos de San Fernando del Valle de Catamarca. Ella nos cuenta que es muy diferente enseñar a chicos sordos e hipoacúsicos desde la llegada de las netbooks: "Antes les ofrecíamos información fragmentada", nos dice. Josefina Fernández, docente de alumnos sordos e hipoacúsicos, preparó un video para compartir con sus alumnos con el programa E-learning Class, y un archivo para mandarles –con el mismo programa– en el que hay folletos de distintos países que explican los pasos a seguir para prevenir el contagio de la gripe. A partir de eso, los alumnos deben preparar una presentación en digital, para toda la escuela, que explique cómo prevenir la gripe. Cada uno con su computadora sacó fotos de sus compañeros lavándose las manos y realizando distintas acciones que tienen que ver con la prevención de la gripe. Josefina comenta que las netbooks ayudaron mucho a los docentes que trabajan con chicos que tienen problemas de audición, porque estos chicos son personas netamente visuales y se dificulta transmitirles y explicarles la información sin ningún soporte visual. Destaca también como positivo el hecho de que los chicos con problemas auditivos puedan comunicarse con gente de su misma condición, y así poder utilizar su lenguaje natural, el de las señas. Y que el progreso más importante es que ahora los chicos se sienten conectados y se sienten parte del mundo que los rodea, al poder comunicarse mejor con todas las personas, sordos y no sordos. En las escuelas especiales, la utilidad de las netbooks para docentes y alumnos es inmediata. Es fundamental todo lo referido a lo visual para los chicos sordos e hipoacúsicos. A los docentes y a los alumnos les facilita, en todos los sentidos, el proceso de enseñanza y aprendizaje. Además, lo que es fundamental para este tipo de escuelas es el programa de señas, que viene cargado en las máquinas. Eso permite a muchas familias de chicos sordos aprender la lengua de señas, y en consecuencia comunicarse de un modo más rico con sus hijos.