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Consolidación del neoliberalismo de 1989 a 1999

El modelo de ajuste estructural que se puso en marcha en este período fue fruto de la alianza del gobierno con sectores del capitalismo financiero. La siguiente selección de audios da cuenta de las grandes líneas sobre las que operó la transformación.


El presidente Carlos Menem anuncia nuevas medidas económicas, 1991

CARLOS MENEM: Hermanas y hermanos de mi patria. Mi deseo no consiste en dirigirme a todos los habitantes de esta bendita tierra para señalar un conjunto de buenas intenciones, de simples promesas o de especulaciones demagógicas o sectarias. Hablo al país para anunciar una serie de decisiones históricas, concretísimas, verdaderamente revolucionarias. Un conjunto de decisiones que apuntan a continuar la transformación de raíz de nuestro sistema económico y social. Para beneficio de la estabilidad; del crecimiento; de la inversión; del trabajo; de la producción. Es decir, para beneficio principal de los más desposeídos, en un marco de justicia y de libertad.

A partir de hoy, rompemos la telaraña de un Estado prebendario, asfixiante y arbitrario, que trabó la vida productiva nacional con un conjunto de innecesarias regulaciones.
A partir de hoy, sentamos las bases firmes para favorecer un proceso de inversión; de iniciativa económica y de equidad social.
A partir de hoy, liberamos energías durante largo tiempo enmasilladas bajo la falsa disyuntiva de un sector público regulador y un mercado incompetente.

Estas medidas no son una receta ideológica, ni abstracta, ni declamatoria. Se trata de decisiones que tienden al bienestar de todos los argentinos y, por consiguiente, se trata de medidas que van afectar favorablemente la vida cotidiana de cada ciudadano, constituyendo un auténtico cambio cultural.

No es mi intención abundar en introducciones retóricas, tampoco técnicas o incomprensibles para cada uno de los habitantes de la República Argentina. En consecuencia, voy a pasar a enumerar de un modo claro y conciso, cada una de las principales disposiciones que el Poder Ejecutivo Nacional, ha instrumentado mediante un decreto de necesidad de urgencia, imprescindible para asegurar el marco de estabilidad y bien común, conquistado gracias al esfuerzo del pueblo en su conjunto.

El Estado se fortalece en sus funciones básicas. Reitero: combatiendo la corrupción y deshaciéndose de los controles y regulaciones inútiles. Por eso mismo, se fortalecerán, especialmente, los organismos de recaudación, como la Aduana y la Dirección General Impositiva. Y se eliminan organismos que gravaban innecesariamente la producción. En este sentido se ha dispuesto la liberación profunda para los productores de vino, azúcar, yerba mate y leche. Para que puedan generarse genuinas condiciones de competencias y para que puedan liberarse energías contenidas, en todo el territorio del país. En este contexto, se ha dispuesto la disolución de los siguientes organismos: Comisión Reguladora de la Producción y Comercio de la Yerba Mate; Mercado Consignatario Nacional de Yerba Mate; Dirección Nacional del Azúcar; Junta Nacional de Granos; Junta Nacional de Carnes; Instituto Forestal Nacional; Mercado de Concentración Pesquera; Instituto Nacional de la Actividad Hípica; Corporación Argentina de Productores de Carne; Mercado Nacional de Hacienda de Liniers. En todos estos casos el personal será transferido a otras áreas a fortalecer. En cuanto al contralor del Estado, sin perjuicio de encararse los procesos de privatización que correspondan. Queremos incentivar el trabajo, la producción y las exportaciones. Por eso, hemos dispuesto, la supresión de más de diez impuestos que pesaban sobre el crecimiento y el empleo de los trabajadores. Se disminuyen, asimismo, las Comisiones de Agentes Bursátiles y se asegura la transparencia de las operaciones financieras, para que los argentinos podamos ahorrar invirtiendo en nuestras empresas. Esto significa: más trabajo y más empleo para todos.

El ministro de economía Erman González acerca de las medidas económicas, 1990

PERIODISTA: LRA1, Radio Nacional Buenos Aires, República Argentina. LS82, televisión canal
7, juntamente con todas las emisoras que integran la cadena nacional de radio y televisión del país, directamente desde el salón sur de la Casa de Gobierno. Con motivo de anunciar las medidas económicas que se adoptan para normalizar los mercados, en compañía de los
señores Ministros y señores Secretarios de Estado, integrantes del Gabinete Nacional, habla
el señor Ministro de Economía de la Nación, doctor Antonio Erman González.

ANTONIO ERMAN GONZÁLEZ: Argentinos, tal como les anuncié el sábado a la noche, vuelvo
a comunicarme con ustedes, a través de todos los medios de difusión, para explicarles las
decisiones que hemos adoptado. Ellas persiguen detener el terrible proceso hiperinflacionario que, en vísperas de Navidad y Año nuevo, ha vuelto a golpear, de manera salvaje, a todas las familias, y en particular, a las más humildes. Les dije el sábado, que ratificábamos todos los lineamientos de fondo de la política económica del presidente Menem. La reforma del Estado; el programa de privatizaciones; la reforma impositiva; la libertad de los mercados; la integración de Argentina a América Latina y al mundo; la eliminación de los privilegios y prebendas a los más poderosos y la apelación a la responsabilidad y a la iniciativa privada, para la inversión y la producción.

Hoy, les voy a explicar cómo protegeremos el trabajo y el ahorro popular. Comienzo hablándoles a quienes viven de un sueldo, de un haber jubilatorio o los ingresos que les genera el trabajo por cuenta propia, es decir, a los sectores más humildes de nuestra población. Así también, a las familias y a los pequeños ahorristas. Ustedes cobran el fruto de su trabajo y mantienen sus ahorros preponderantemente en australes, porque no tienen acceso a los ingresos en dólares, ni se pueden manejar con los sofisticados instrumentos financieros de una economía cada vez más dolarizada. Hay, sin embargo, alguna gente, no muy numerosa, pero sí muy influyente, que gana y gasta en dólares. Mientras ustedes sufren la hiperinflación, ellos viven cada vez mejor. La hiperinflación, es ese proceso meteórico de desvalorización del austral, que se refleja en aumentos cada vez más pronunciados del dólar, y de todos los bienes y servicios.

Nuestro objetivo inmediato es cortar, abruptamente, este proceso desgarrador de la sociedad argentina. Por eso, no les vengo a anunciar ningún aumento de nafta, y mucho menos, una devaluación adicional. Por el contrario, las medidas que ponemos en ejecución, a partir de este momento persiguen que el precio del dólar y de todos los bienes que han subido abruptamente durante los últimos días, primero bajen y luego se estabilicen. Para lograr este resultado, hemos decidido limitar, por los mecanismos que expongo más adelante, la circulación de australes a lo estrictamente necesario, para que puedan pagarse los sueldos y jubilaciones, para que puedan hacerse las transacciones comerciales que requiere la vida cotidiana y para que las entidades financieras puedan atender puntualmente los retiros de depósitos de las familias y los pequeños y medianos ahorristas.
Una vez definida, con precisión, esta cantidad de australes necesarios, dejaremos de emitir,
tal como lo ha comprometido, el Presidente del Banco Central.

Además, hemos iniciado negociaciones con los organismos multilaterales de crédito y con el
tesoro del gobierno norteamericano, para conseguir apoyo financiero especial. Con esos recursos, más las reservas de divisa del Banco Central, que en este momento ascienden a 880 millones de dólares, y las reservas de oro, que ascienden a 1400 millones de dólares, daremos respaldo del cien por cien, a todos los australes en circulación. Cuando hayamos logrado ese respaldo, y haya desaparecido el déficit fiscal, el austral se estabilizará definitivamente, tal como ocurre con las monedas de los países que se manejan en forma responsable. Como ustedes van a poder apreciar, esto será en un plazo breve.

Mientras tanto, el dólar, en término de australes, se seguirá cotizando en un mercado único
y libre de cambio, sin intervención del Banco Central, pero su precio tenderá a bajar. No les
puedo prometer que el proceso será suave y sin ningún sobresalto adicional. Y haremos todo
lo que esté a nuestro alcance para que haya la menor incertidumbre posible.

Para orientación de todos los que participen de este mercado, publicaremos, con la máxima
frecuencia, la cantidad de australes en circulación, el nivel y composición de las reservas en
oro y divisas, y la marcha de las cuentas fiscales en forma completa y detallada. Invitaremos
a los más prestigiosos analistas económicos a hacer auditorías y escrutinios minuciosos, de
toda esta información, porque queremos que los agentes económicos operen en un ambiente de máxima transparencia.

Les dije que el precio del dólar debería bajar. La razón de esta afirmación, es muy sencilla.
Van a quedar muy pocos australes en circulación y muchos de quienes, hasta el jueves
pasado, estuvieron pasándose de australes a dólares, desde ahora van a tener que hacer lo
contrario. Deberán vender dólares para conseguir los australes necesarios para cumplir sus
obligaciones fiscales, cumplir con el Estado y con los bancos. Seremos extremadamente
rigurosos en cobrar en australes las deudas que los grandes grupos económicos tienen con
el Banco Central por préstamos que les dieron entidades hoy liquidadas. Con el Banco
Nacional de Desarrollo y otros bancos oficiales, por préstamos promocionales, que han
venido refinanciando permanentemente. Con la Secretaría de Hacienda, por avales caídos.
Con la Dirección General Impositiva, por impuestos impagos. Y con el sistema previsional,
por aportes jubilatorios atrasados.

Si estos señores dicen que no tienen recursos para pagar, procederemos a la venta, por
licitación publica, de todos estos créditos. Invitando a los bancos privados, nacionales e
internacionales, a participar como compradores. De esta forma, los grandes grupos económicos dejarán de ser deudores crónicos del Estado, para tener que entenderse con banqueros privados. Se va a concretar así otro de los anuncios que hiciera ya nuestro Presidente pero que hasta ahora no habíamos logrado realizar: la privatización de las empresas privadas.

Las familias, así como los comerciantes, industriales, productores y todos los que necesiten
trabajar con australes, podrán mantenerse en forma de billetes y monedas, en forma de depósitos en cuenta corriente en los bancos o en la tradicional caja de ahorro bancaria, que fue y volverá a ser, la forma más simple y segura del ahorro popular. Los depósitos en cuenta corriente y en caja de ahorro seguirán teniendo cien por cien de garantía del Banco Central y los bancos podrán pagar una tasa de interés libre. Para los ahorristas que puedan tener dudas sobre la evolución futura del dólar se les ofrecerá, hasta tanto se produzca la plena estabilidad del austral, la alternativa de que sus cuentas en caja de ahorro sean ajustables diariamente por la cotización del dólar, más la tasa de interés que libremente se pacte, sobre ese ajuste. Con la capacidad prestable generada por las cuentas corrientes y por las cuentas de caja de ahorro, los bancos podrán otorgar préstamos en australes, pero solo para financiar necesidades familiares y pago de sueldos y salarios de las empresas, con tasas de interés que también serán libres. En síntesis, trabajadores en relación de dependencia y jubilados, trabajadores por cuenta propia y las familias en general, podrán manejarse por australes, mientras toda la política del gobierno, estará enderezada a revalorizar y finalmente estabilizar nuestra moneda. De tal forma que el trabajo y el ahorro popular tengan cada vez mayor valor. Pero, para que todo esto funcione, cada uno de
ustedes tiene que ayudar. Los australes van a ser muy escasos y valiosos. Cuídenlos. No se
apresuren a gastarlos. Esperen a que los precios se ubiquen de nuevo en los niveles que tenían antes de Navidad, porque los aumentos de la semana pasada fueron totalmente injustificados y fruto de una especie de histeria colectiva.

Les voy hablar ahora a los titulares de depósitos a plazo fijo, en el sistema financiero. Así
como a todos aquellos que tienen títulos de la deuda interna del gobierno. A partir del día
de la fecha, las entidades financieras no podrán recibir ni renovar depósitos a plazo fijo. La
posibilidad de que este tipo de depósitos en australes vuelva a existir, solo se dará después
de que la estabilidad de precios esté completamente asegurada y los depositantes acepten
plazos no inferiores a los 90 días, como ocurre en los países estables. Adoptamos esta decisión porque es, precisamente, toda esta masa de australes que vence cada siete días, la que en su intento de transformarse en dólares, ha intensificado la hiperinflación. Se trata de un fenómeno de autodestrucción de los propios ahorristas e inversores, pero que, paradójicamente, ningún titular de depósitos de plazo fijo puede evitar por decisiones individuales. Es decir, es algo así como un suicidio colectivo que solo el gobierno puede detener. Para ponerlo en términos más claros, si mañana entregáramos australes a todos los tenedores de depósitos a plazo fijo, que vencen en el sistema financiero y ellos, en actitud desesperada, como ha venido ocurriendo hasta el jueves último, trataran de convertirlos en dólares, el precio del dólar podría subir a cuatro, cinco o hasta seis mil australes. Ustedes se dan cuenta que si ello ocurriera, todos los ahorros terminarían pulverizados y con una terrible consecuencia adicional. Esta inusitada escalada del dólar daría lugar a que todos los precios de bienes y servicios, sigan aumentando igual o más que en los últimos días del año. Es decir, se produciría la hiperinflación en su fase final: la destrucción de todo el sistema monetario y la paralización completa de todo el aparato productivo y comercial.

Seríamos absolutamente irresponsables si como gobernantes no evitáramos caer en este abismo. Por esta razón, y en el entendimiento de que la mejor forma de preservar, no solo el valor del trabajo y el ahorro popular, sino también los derechos de propiedad totalmente legítimos de los titulares de depósitos a plazo fijo, hemos dispuesto su pago obligatorio, en Bonex serie 1989, al valor técnico que tenían al jueves pasado. La misma conversión se ha dispuesto para todos los títulos de la deuda interna del gobierno. Es decir, que quienes hasta el día jueves tuvieron depósitos a plazo fijo o cualquier otro título de la deuda interna, serán titulares, a partir de este día, de bonex por un valor equivalente. Para eximir de este pago obligatorio en Bonex a los pequeños y medianos ahorristas que pudieran no estar habituados a manejarse con títulos, se ha dispuesto que por cada certificado a plazo fijo a vencer, su titular podrá cobrar, en australes, hasta un importe de un millón de esa moneda.

Se devolverán de la misma forma los depósitos de las empresas que aún no hubieren terminado de pagar las remuneraciones de diciembre y aguinaldos a su personal. Pero hasta el monto estricto de las mismas más sus contribuciones sociales, debidamente efectivizadas. Habrá penas severísimas para las entidades financieras y titulares de depósitos a plazo fijo que utilicen esas excepciones para cobrar en australes más de lo que estrictamente les corresponde. Hace a nuestra responsabilidad de gobernantes, que los australes que queden en circulación, sean la menor cantidad posible, solo así haremos que el austral se valorice, en lugar de seguir perdiendo valor. Pero es también nuestra especial preocupación cuidar que el bonex no se desvalorice en términos del dólar, porque la conversión obligatoria de títulos públicos no se hace para perjudicar a sus titulares, sino todo lo contrario. Es decir para evitar que la hiperinflación destruya totalmente el valor de sus activos.

Hemos elegido el Bonex para esta conversión por varias razones. Porque se trata de un título pagadero en dólares, que es la moneda que la gente ha estado demandando en las últimas semanas. Además, porque es un título a largo plazo, que en forma responsable, el gobierno puede comprometerse a cumplir. En tercer lugar, porque está retribuido con tasas de interés internacionales. Y finalmente porque se trata de un título que siempre ha sido pagado puntualmente. Pero dado que con este canje, la cantidad de Bonex en circulación va a aumentar en alrededor de 3 mil millones de dólares, hemos tomado precauciones para reducir, a un mínimo, el riesgo de desvalorización, del Bonex, en terminas del dólar. Con ese fin se ha dispuesto, que las rentas de aduana, que a partir de hoy, serán cobradas directamente en dólares, estén específicamente afectadas a garantizar el pago del servicio de los Bonex. También se ha dispuesto, que por el plazo de dos años, las entidades financieras y otras personas jurídicas que no se desprendan de los bonex a que han accedido a través de este canje, podrán confeccionar sus balances, manteniéndolos en sus activos valuados a la par, en lugar de al valor del mercado. En otros términos, tratamos que las empresas que necesitan australes los obtengan vendiendo bienes o dólares y no Bonex.

De todas maneras el Bonex se seguirá cotizando libremente, tanto en dólares como en australes, sin ningún tipo de restricción, por lo que dispondrá de total liquidez. Más aun, las entidades financieras podrán recibir depósitos y hacer préstamos en Bonex y en dólares, con tasas libres y sin garantía del Banco Central. La única restricción será que los fondos, así captados, sean prestados en el país y no en el exterior. También estarán totalmente permitidas las operaciones de alquiler de Bonex. Se trata de prácticas financieras a las que están habituadas tanto las entidades bancarias, como las grandes empresas del sector privado y que permitirán que siga existiendo crédito financiero hasta tanto se estabilice el austral.

Me dirijo ahora a todos los habitantes en general. Como ustedes habrán apreciado a través de mis palabras se mantienen todos los rasgos de nuestra política económica. Los precios y los salarios serán libres, para que puedan recomponerse a niveles adecuados y porque estamos convencidos de que los controles no funcionan en ningún país del mundo.

Trabajaremos denodadamente para cobrar en forma muy estricta los impuestos legislados y seremos muy austeros en todo lo que sea gasto público. Con las medidas anunciadas hemos
logrado que los intereses de la deuda interna, que se habían transformado en el componente más abultado de ese gasto, se reduzcan de 600 millones de dólares al mes, a una cifra de solo 600 millones de dólares al año, fácilmente atendible. Si a esto le sumamos los compromisos asumidos al firmar el ultimo stand-by con el fondo monetario, de pagar con recursos internos aproximadamente 1400 millones de dólares en concepto de intereses con la deuda externa, el costo financiero de todas las herencias de endeudamiento del sector público por los grandes déficits del pasado, se limitará en 1990, a alrededor de 2 mil millones de dólares, en lugar de los aproximadamente 7 mil millones de dólares que llegaron a ser durante 1989. Quiero aclarar que estos intereses que se fueron devengando y que heredamos de las administraciones anteriores, fueron la causa de la emisión de australes y títulos de la deuda interna, que nos llevaron a la hiperinflación que también heredamos y que, como dije el sábado a la noche, durante los primeros cuatro meses de gestión solo logramos adormecer.

La drástica reducción del gasto en intereses, unido a la reforma del Estado, a la privatización de empresas privadas y públicas y a la eliminación de subsidios y privilegios injustificados, permitirá equilibrar las cuentas fiscales en un plazo muy breve. Aun aumentando las partidas para atender a las urgencias sociales y a las necesidades de los más humildes. Para ser más precisos en esta materia, quiero informar que, el gobierno nacional, ha decidido lo siguiente:
1.°) Teniendo en cuenta que el presupuesto de 1989 ha tenido ya una reducción en términos de moneda constante del 32%, vamos a aplicar, sin actualización, esos mismos valores para 1990, con la autolimitación de no comprometer, en el primer cuatrimestre, más del 30% de las partidas resultantes, tanto para la administración central, reparticiones autárquicas y organismos descentralizados.
2.°) La creación de un fondo unificado que centralice la aplicación de todos los recursos de
las empresas del Estado, a fin de lograr una aplicación coherente y coordinada de los mismos, evitando influencias distorsionantes en los mercados financieros. Para dar una idea cabal de la magnitud de esta corriente financiera, consignamos que la misma supera el 20% del total de los fondos que se mueven en los mercados del corto plazo.
3.°) Por el término de cuatro meses, se prohíbe todo llamado a licitación nueva o adjudicación, para adquisición de bienes o inversiones del Estado, tanto en la administración central, como en organismos y empresas públicas. Las excepciones serán resueltas por el Poder Ejecutivo nacional.
4.°) Toda gestión de compra o contratación que deba realizar algunos de los organismos del Estado y para lo cual no sea obligatoria la licitación pública, deberá ser autorizada por el ministro del área, con el dictamen previo de la SIGEP (Sindicatura General de Empresas Públicas). Organismo que pasará a depender del Ministerio de Economía.
5.°) A fin de lograr un saneamiento en el estado de cuentas a cobrar y deudas del Estado con
proveedores y contratistas, se reglamentará un sistema que agilice los cobros de avales caídos, créditos en mora de las empresas con el sistema financiero oficial y, al mismo tiempo, procurará la compensación en pago de las deudas del Estado con esas mismas empresas.
6.°) Se ha resuelto crear, en el plazo de 30 días, el Instituto Movilizador de Activos.Organismo al cual se le han de transferir todos los bienes y créditos de las entidades bancarias en liquidación por parte del Banco Central y otros activos inmovilizados que el Estado ha de prescindir. Su misión será realizar estos bienes, en un término perentorio.
7.°) La reestructuración del sistema financiero oficial se llevará a cabo con un cronograma de acción que, públicamente, se dará a conocer a corto plazo.
8.°) A efectos de dotar de la mayor transparencia los mercados, y especialmente como una
defensa al consumidor, la Secretaría de Comercio ofrecerá la publicación gratuita, en los
medios de comunicación, de las ofertas que el comercio decida realizar. Al mismo tiempo, de
acuerdo con las estructuras de costos que este mismo organismo ha venido manejando, elaborará precios orientativos de los principales productos de la canasta familiar. Precios que no serán considerados mínimos ni máximos, sino meramente indicativos.
9.°) La apertura de la economía será razonable pero firme y procurará a las empresas, el tiempo y los medios necesarios para que puedan participar en la competencia nacional e internacional. Esta disciplina fiscal y el apoyo externo que conseguiremos en base a la seriedad de nuestro programa económico, nos permitirá que el austral deje de ser símbolo de nuestra autodestrucción y se transforme en moneda cada vez más valiosa para retribuir el trabajo productivo y el ahorro popular. Asimismo, para neutralizar los efectos inmediatos que el desbocado aumento de precios ha producido en el salario, el gobierno nacional ha dispuesto otorgar a los trabajadores del sector público, un anticipo a cuenta del aumento que resulte luego de mediciones del deterioro, de 30 mil australes por agente que será liquidado y abonado en la presente semana.

Por último, deseo enfatizar, especialmente, los siguientes aspectos de estas medidas que hoy ponemos en marcha.
No hay aumento de combustibles ni de tarifas.
No hay fijación de valores de tipo de cambio a las cifras extravagantes, que manejaron algunos teóricos.
No hay razones para que continúen las especulaciones ni los desabastecimientos.
No se admitirá el deterioro salarial a costa de la ganancia de los especuladores.
No hay punción de la deuda interna, sino un operativo de salvataje, que les permita recuperar sus ahorros en moneda estable. Los tenedores de certificados de depósitos a plazo fijo podrán retirar hasta un millón de australes a su vencimiento.
Este programa apunta a terminar con la patria financiera y la patria contratista.
Argentinos, la década del 80 fue muy mala en términos económicos para todos nosotros.
Trabajaremos juntos con fe y esperanza, para que este primer día de la década del 90, inaugure un período duradero de estabilidad y prosperidad, para todos los argentinos. Nada más.

PERIODISTA: Se acaba de escuchar la palabra del señor Ministro de Economía de la Nación,
doctor Antonio Erman González. Directamente desde el salón sur de la Casa de Gobierno, ha
transmitido LRA1, Radio Nacional, Buenos Aires, República Argentina. LS82, televisión canal
7. Juntamente con todas las emisoras que integran la cadena nacional de radio y televisión
del país, las que, a partir de este instante, continúan con la difusión de sus respectivos
programas.

El ministro de economía Domingo Cavallo anuncia la reestructuración de la deuda externa, 1992

Señor Presidente, Dr. Carlos Saúl Menem, señores legisladores, señores ministros, señor presidente del Comité de Bancos Dr. William Rose, señores banqueros, señoras, señores: hoy asistimos a la firma de los contratos que permiten reestructurar definitivamente nuestra deuda externa. Siento, Sr. Presidente, la misma sensación de deber cumplido que cuando en febrero de 1990, acordamos con el Reino Unido el restablecimiento de las relaciones diplomáticas. En ambas circunstancias, usted había fijado objetivos muy claros y fechas precisas; recuerdo que en el momento en que me designaba Ministro de Relaciones Exteriores, usted me dijo: «debemos negociar con los ingleses, lograr que levanten la zona de exclusión que vedaba nuestro ingreso a las aguas de Malvinas y reestablecer las relaciones diplomáticas», y todo esto debía estar concluido dentro del primer trimestre de 1990. Lo logramos el 19 de febrero de ese año. En noviembre del año pasado, cuando usted advirtió que conseguiríamos el apoyo del Fondo Monetario Internacional para el programa de tres años 92-94, fijó también objetivos y fechas para la normalización completa de nuestras relaciones financieras con los acreedores del exterior. Debíamos lograr una reestructuración de la deuda que permitiera el cumplimiento puntual de las obligaciones, con un esfuerzo fiscal compatible con el crecimiento rápido de la economía y la preservación del clima de estabilidad en forma permanente. También puso una fecha: debíamos firmar los acuerdos dentro del año 1992. Hoy, como en 1990, tenemos la satisfacción de haber alcanzado estos objetivos en las fechas preestablecidas. Aprovecho esta oportunidad para recordarlo porque creo que es importante que el mundo sepa que la República Argentina cuenta con la dosis necesaria y suficiente de liderazgo y coraje político, y de capacidad ejecutiva, para transformar en realidad el rumbo político, económico y social que eligió en 1989. El presidente Menem dijo claramente el 8 de julio de ese año que Argentina pasaría a pertenecer al único mundo que debería existir en el futuro: el mundo de las naciones amantes de la paz y la libertad, que buscan afanosamente el progreso económico y que son capaces de asegurar crecientes niveles de bienestar para sus pueblos. El mundo debía percibir claramente que Argentina respeta los principios de convivencia entre las naciones, plasmados en la carta de las Naciones Unidas, y que la solución de sus problemas de límites internacionales y territorios en disputa se resolvería por la vía pacífica. También debía percibir que Argentina es una nación dispuesta a cumplir con sus obligaciones externas; ello significaba, ni más ni menos, que normalizara las relaciones políticas y económicas con el mundo. Lo hemos logrado. Pero nuestro objetivo no solo es recuperar el prestigio de la Nación sino, y sobre todo, como siempre lo señala el Presidente Menem, asegurar el bienestar del pueblo. Y a esto ayuda mucho la firma de los acuerdos a la que hoy asistimos. Argentina recupera su crédito, esto significa que los capitales vienen y vendrán, en lugar de fugarse como ocurrió durante más de una década. La historia demuestra que la dirección de los capitales y de las migraciones humanas es siempre coincidente, por eso hoy vemos que los jóvenes han dejado de irse de la Argentina y muchos que están afuera quieren volver a nuestro país. Así como nuestras empresas regresan a los mercados de capitales del mundo, gentes de otras latitudes, que buscan una tierra de promisión para radicar a sus familias, vuelven a pensar en nuestra patria, como no ocurría desde varias décadas atrás. Todo este panorama es alentador y no podrá sino acentuarse con la firma de estos acuerdos. Estamos convencidos que el acceso en términos cada vez mejores al mercado internacional de capitales es fundamental para que argentina pueda exportar y crecer, pero no a costa de bajos salarios como ha sido tan frecuente en otras oportunidades, sino a partir del pleno aprovechamiento productivo de los recursos humanos, apoyado vigorosamente por la inversión de capital. Es el proceso de inversión el que aumenta la productividad del trabajo, haciendo compatibles los ingresos crecientes de las familias con el abaratamiento de los costos de las empresas. No le tenemos miedo al superávit de la cuenta capital de la balanza de pago y a su contracara, el correspondiente déficit de la cuenta corriente. Y no le tenemos miedo porque la entrada de capitales es un signo de confianza en el país y porque la aplicación de esos capitales la decide el sector privado como inversión de riesgo. En Argentina, dos principios rectores de la reforma económica constituyen un reaseguro de que la entrada de capitales no es ni será especulativa y no es ni estará destinada a financiar gastos excesivos del sector público; se trata del equilibrio presupuestario y el pleno respaldo en oro y divisas a nuestro peso, que determinan nuestras leyes de presupuesto y convertibilidad. En Argentina no atraemos los capitales prendiendo la aspiradora del déficit fiscal, sino abriendo oportunidades de inversión productiva, a partir de las privatizaciones, la desregulación, la libertad económica, la estabilidad monetaria y la seguridad jurídica. Si se produce un déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos porque los emprendedores de Argentina y el mundo deciden invertir en nuestro país, bienvenido sea. Ya no se observa crecimiento exagerado de la demanda interna para consumo, por lo que solo el aumento de la inversión puede provocar déficit de la balanza comercial. El reequilibrio de los incentivos para producir bienes de exportación en comparación con los que consigue la producción para el mercado interno asegurará que, con el tiempo, la economía argentina generará el superávit comercial necesario para pagar los respectivos intereses y dividendos de los capitales que hoy entran al país. Quiero destacar el gran significado que para nosotros tiene que por primera vez en este tipo de acuerdos, los acreedores reconozcan explícitamente la inembargabilidad de las reservas externas que respaldan a nuestro peso; esto, además de demostrar el respeto externo por nuestra Ley de Convertibilidad, significa también que, inteligentemente, los acreedores de la Argentina entienden que la mejor garantía de pago son la estabilidad y el crecimiento de su economía, y no sus reservas monetarias. Es alentador ver que los banqueros advierten que la verdadera riqueza de las naciones reside en la inversión y el trabajo productivo. Señor Presidente, no quiero terminar sin hacer mención explícita de quienes más esfuerzos han dedicado para que estos acuerdos pudieran hoy ser firmados… [Se corta el audio].

Informe sobre los despidos de Acindar, 1991

[Se escuchan silbatos, cantos, multitud.]
EDUARDO ALIVERTI: Este 24 de abril de 1991 no hubo un banco, ni una escuela, ni un comercio abierto en la ciudad santafesina de Villa Constitución. Doce mil personas se volcaron a las calles, en solidaridad con los trabajadores despedidos por la empresa Acindar. Unos días antes tres mil seiscientos empleados quedaron en la calle porque no aceptaban que su trabajo fuese flexibilizado.
No está de más recordar que la ley de flexibilización laboral, en el momento que se desata este conflicto, solo tiene media sanción en el Congreso.

TESTIMONIO 1: [Grabación.] El trabajador, en realidad… buen trabajador, no tiene que ser despedido, de esta manera. Porque esto eh… es... no sé, que sé yo, para mí es una cosa… es una cochinada, de parte de la empresa ¿no?

TESTIMONIO 2: [Grabación.] Quedamos tres mil familias en la calle… sin plata… porque realmente nos echaron como si echaría… ¿cómo te puedo decir? Sin ropa. Vos estás adentro vestido y te echan a la calle sin ropa. Así que quedamos todos así…

TESTIMONIO 3: [Grabación.] Mi papá no trabaja, pero… hay padres de mis compañeros que sí trabajan y… [se mezcla el testimonio 4.] Además, cuando uno va caminando por la calle, se ve la cara de la gente. Y eso, es un motivo como para venir apoyar.

EDUARDO ALIVERTI: La empresa fabricante de aceros, estuvo siempre favorecida por el estado nacional con subsidios que van desde el no pago de impuestos, hasta créditos externos, con garantía estatal. Pero además, los dueños de Acindar, son quienes más deuda externa le adosaron al estado, cuando Domingo Felipe Cavallo, estatizó la deuda privada.

TESTIMONIO 5: [Grabación.] Es un golpe fuerte para todos. Tanto para el obrero como para la ciudad… todo lo que compone la ciudad. Que quedamos tres mil familias en la calle

TESTIMONIO 6: [Grabación.] Y si cierra… la fábrica, Villa se… no… se viene abajo, se viene abajo.

TESTIMONIO 6: [Grabación.] Yo soy… delegado, también, de mi sector. Llegó un momento en que se nos prohibió hablar con los compañeros, salir del sector, hacer reuniones. Eh… a los compañeros de comisión interna, inclusive, le habían cortado el teléfono, el agua, todo…

EDUARDO ALIVERTI: El cierre del acto es conmovedor. Primero, habla el titular de la seccional Villa Constitución de los metalúrgicos, Alberto Pichinini, quien sostiene: «En una etapa de corrupción, de descreimiento, donde se ha cambiado la escala de valores, es inmensamente importante demostrar con esta manifestación, que se puede seguir creyendo en el ser humano y en una sociedad más justa». Pero cuando habla Irene García todos se estremecen. En el momento que ella toma el micrófono y se dirige a más de doce mil personas, el círculo histórico se cierra. El papá de Irene fue asesinado en 1975… lo mataron los militares. Cayó muerto en medio de una represión contra de los trabajadores, que marchaban en repudio por el maltrato de la empresa. ¿Se acuerda quién era el director de Acindar en 1975 cuando mataron al papá de Irene? José Alfredo Antonio Martínez de Hoz. Además, el esposo de Irene García, es uno de los despedidos en este 1991.

IRENE GARCÍA: [Grabación.] Compañeros, compañeras de Villa Constitución. Hoy, he pensado toda la mañana qué podía decirles. Lo he visto todo, cuando han venido caminando con un… cuando nos hemos unido nosotras, las mujeres, a la marcha… fue algo tan hermoso. Como dijo Vittorio: A mí la represión me llevó un padre, hace muchos años. Pero eso no me quita de seguir luchando, por mi marido, por mis hijos, por mis hermanos, por todos ustedes. [Aplausos y ovaciones.] Siempre hay que pensar que la mujer, atrás del hombre, pero siempre… hizo un papel fundamental, en apoyo hacia el hombre. En el sentido de la casa, los hijos… En este momento, llegó la oportunidad de demostrarles a todos que estamos verdaderamente con nuestros maridos, con ustedes, compañeros. En este momento, estamos activando la carpa, ayudando con los niños, haciendo chocolates, ayudando a cocinar. Para que se olvide un poco de este mal rato que están pasando. Porque ellos no tienen la culpa o muchas veces no tienen, tal vez… tal vez sí tienen, que hay gente, que de nosotros no se preocupa ni un instante, ni se detienen a pensar si vamos a pasar hambre, si vamos a vivir mal, si vamos a quedar totalmente… en la ruina. Ellos solamente piensan en los capitales que tienen, en sus empresas, en que la gente le trabaje pero como su esclavo. No dignamente como se merecen ustedes, que son los obreros, porque la fábrica, sin ustedes, no son nada, compañeros. [Aplausos y ovaciones.]

[Se escucha «Eclipse de Mar», interpretada por Juan Carlos Baglietto y Joaquín Sabina.]
Hoy dice el periódico… que ha muerto una mujer que conocí.
Que ha perdido en su campo el Atleti,
y que ha amanecido nevando en Paris.
Que han pillado un alijo de coca,
que a Piscis y a Acuario les toca el vinagre y la hiel…

Que aprobó el parlamente europeo
una ley a favor de abolir al deseo.
Que falló la vacuna anti-sida
y un golpe de estado ha triunfado en la luna y movidas así…

Pero nada decía el diario de hoy, de esta sucia pasión…
de este lunes marrón… del obsceno sabor a cubata de ron de tu piel.
Del olor a colonia barata del amanecer…
De este cuarto sin medias ni besos,
de este frío de agosto en los huesos…
como un bisturí…

Hoy amor, como siempre…
En el diario no hablaban de ti,
en el diario no hablaban de ti,
en el diario no hablaban de ti… ni de mí…
[Se desvanece la canción.]

EDUARDO ALIVERTI: En los diarios no hablaban de vos, ni de mí, ni de Irene García… ni de los tres mil seiscientos obreros que perdieron su trabajo en Acindar. Pero ellos están ahí… peleándola. Peleándola y dando vueltas, por este difícil país. En este 1991, también está Juan Carlos Baglietto, que presenta su disco: Ayúdame a mirar, con este tema, que Joaquín Sabina le escribió especialmente. Chau… nos oímos en la próxima.

[Sigue la canción.]
Hoy amor igual que ayer, como siempre…
En el diario no hablaban de ti,
en la radio no hablaban de ti,
el diario no hablaba de ti…
no hablaba de ti…
[Se escucha a Joaquín Sabina:] ¡Juan Carlos Baglietto! Amigos como él, los deseo.

LOCUTORA 2: De boca en boca… Historia criolla… 50 - 2000.

El presidente Carlos Menem sobre la estabilidad y la baja inflación, 1992

MIRTHA LEGRAND: Presidente, cuéntenos... ¿Anda bien el país de verdad?

CARLOS MENEM: Yo creo que anda bien. Por lo menos hay estabilidad, hay seguridad, funcionan a pleno los poderes. Bueno, hemos tenido la oportunidad de conversar con distintas figuras en el mundo de lo político, de lo artístico y de todos los sectores de la comunidad internacional. Los comentarios son de primer nivel, son excelentes. Consideran a la República Argentina como una especie de modelo, a los efectos de que lo puedan recetar otros países que están en situaciones harto comprometidas, como las que vivimos nosotros en 1989, a partir de las últimas décadas.
Yo creo que no hemos recibido ningún tipo de comentario desfavorable respecto a la Argentina desde el exterior y esto es muy importante.

MIRTHA LEGRAND: Pero en la Argentina se critica al gobierno...

CARLOS MENEM: Pero por supuesto, ¿cómo no se lo va a criticar? ¿Qué gobierno no es
criticado? ¿Qué gobierno no es criticado?

MIRTHA LEGRAND: Pero que paradoja, ¿no? Qué extraño, que lo elogien tanto afuera y aquí se lo critique tanto.

CARLOS MENEM: Pero nosotros en ningún momento cuando las papas quemaban, cuando estaba incendiado el país y lo recibimos, hemos apelado a terminologías como las de tratar de imponer una economía de guerra, por ejemplo. Porque sabíamos que eso era un argumento artificial y tendiente a, bueno, a apaciguar la efervescencia de nuestra gente, que estaba mal en aquella época. Muy mal, diría yo. Tampoco hablamos de la posibilidad de «libanización» de Argentina, era prácticamente decir que íbamos a entrar en una guerra como la que vivió el Líbano, como son argumentos que se utilizaron durante épocas anteriores, en la República Argentina, muy reciente. Y por último, Mirtha, el 26.000% de inflación en 1989. Así recibimos el país. Yo le pregunto si usted no está cargando su tanque de nafta en su vehículo con el mismo precio de la nafta de hace un año y medio atrás o dos años... [Lo interrumpe Mirtha Legrand.]

MIRTHA LEGRAND: [Interrumpiendo.] No, yo considero que la vida está muy cara en Argentina, es carísima.

CARLOS MENEM: Pero no es el mismo precio…

MIRTHA LEGRAND: Creo que es uno de los países más caros del mundo.

CARLOS MENEM: No... Antes éramos el más barato, ¿y? Era el desorden, era el caos, era todo. Yo prefiero un país caro… [Lo interrumpe Mirtha Legrand.]

MIRTHA LEGRAND: [Interrumpiendo.] Sí, pero los sueldos no han subido en la medida que ha subido… [La interrumpe Carlos Menem.]

CARLOS MENEM: [Interrumpiendo.] Han subido algo… pero hay estabilidad, ¿eh? Y eso es lo mejor que le puede ocurrir a un país. Los impuestos… [Lo interrumpe Mirtha Legrand.]

MIRTHA LEGRAND: [Interrumpiendo.] ¿No le parece que esta inflación última es alta?
¿Uno como cuánto?

CARLOS MENEM: No…

MIRTHA LEGRAND: Uno coma… ¿Cuánto?... ¿Uno coma…?

CARLOS MENEM: Después de tener el 200...

MIRTHA LEGRAND: Y sí, pero no debiéramos llegar a un punto... [La interrumpe Carlos Menem.]

CARLOS MENEM: [Interrumpiendo.] Pero no, por favor...

MIRTHA LEGRAND: Cero coma algo debiéramos ser.

CARLOS MENEM: No, bueno, en eso estamos. Estamos haciendo los esfuerzos necesarios para llegar a eso. Pero hablar de que salta la inflación, con un punto, que estamos a la altura de los grandes países del mundo, después del 200 o 300 por ciento de inflación mensual, me parece que es una injusticia.

MIRTHA LEGRAND: Yo he leído a economistas que dicen que no debe llegar a un punto; cero coma seis, cero coma siete… [La interrumpe Carlos Menem.]

CARLOS MENEM: [Interrumpiendo.] No sé quiénes serán esos economistas.

MIRTHA LEGRAND: Bueno, algunos meses hemos llegado a cero coma seis y usted estaba pero…muy feliz, muy contento...

CARLOS MENEM: Y bueno, ahora estoy muy feliz.

MIRTHA LEGRAND: ¿Está también? ¿Sí?

CARLOS MENEM: Por supuesto, por supuesto.

MIRTHA LEGRAND: ¿Qué es lo que más...? [La interrumpe Carlos Menem.]

CARLOS MENEM: [Interrumpiendo.] Bueno, pero no hemos estado en una, en un balde y… ¿Quién era? ¿Qué gente era la que se acercaba al Presidente a decirle que no afloje? Que siga, que profundice todo lo que estamos haciendo… ¿Los poderosos? ¿Los que siempre han estado bien, aun en las épocas de la hiperinflación? ¿O la gente humilde, la gente que trabaja, la gente que se sacrifica todos los días? Es esa gente la que está ahí, ¿o no?

MIRTHA LEGRAND: Pienso que sí…

CARLOS MENEM: Y bueno, esa es la realidad que tendría que ser asumida por muchos de los argentinos que critican, permanentemente y que no hacen nada por Argentina.

MIRTHA LEGRAND:¿Qué lo emociona Presidente, doctor Menem? ¿Qué lo emociona a usted? ¿Llora? ¿Llora alguna vez?

CARLOS MENEM: Siempre. La desaparición de una familiar, de una amigo. He llorado de emoción cuando visite a nuestros soldados en Croacia.

MIRTHA LEGRAND:¿En Croacia? ¿A Sí?

CARLOS MENEM: Claro, ver la actitud de ellos…

MIRTHA LEGRAND:¿Eso lo emocionó?

CARLOS MENEM: Eso me emocionó.

MIRTHA LEGRAND:¿Hasta cuándo van a estar las tropas allá?

CARLOS MENEM: Y, hasta que lo decidan las Naciones Unidas. Hay un cambio de contingente cada seis meses, son cerca de mil. Pero hay muchos que no…no quieren…

MIRTHA LEGRAND:¿No quieren regresar?

CARLOS MENEM: Se quieren quedar, se quieren quedar mientras dure la permanencia de las tropas allá y más o menos van quedando cincuenta, sesenta, para cuando lleguen los nuevos, ellos los vayan poniendo en información.

MIRTHA LEGRAND: Claro, lo van adiestrando…

CARLOS MENEM: Adiestrándolos, en posición de las cosas, ¿no? Pero la imagen que tienen de las tropas argentinas en Croacia, es excepcional.

MIRTHA LEGRAND: Ah, ¿sí? Ajá…

CARLOS MENEM: Por la forma que cumplen su misión, por su hombría bien, por su caballerosidad. Son oficiales y suboficiales que fueron voluntariamente.

MIRTHA LEGRAND: Son voluntarios.

CARLOS MENEM: Son voluntarios y, además, por cada puesto se han inscripto tres o cuatro.

MIRTHA LEGRAND: Qué bien, ¿eh?

El ministro de economía Domingo Cavallo sobre los aportes jubilatorios, 1994

DOMINGO CAVALLO: En la Argentina se produce un cambio que será histórico. Y creo que va a tener, para el crecimiento de la Argentina y para el bienestar de los jubilados del futuro y de las futuras generaciones, el mismo efecto que tuvo, a partir del 1.° de abril, la puesta en vigencia de la ley de convertibilidad; en este caso último que estoy mencionando, en relación a la estabilidad de nuestro país.

A partir de mañana, todos los trabajadores argentinos que no hayan hecho renuncia expresa, readquieren el derecho de propiedad sobre sus aportes personales jubilatorios.

El presidente Menem sobre el cambio de Ministros de Economía, 1996

DANIEL HADAD: Cambiamos de Ministro de Economía, se llamen Cavallo, Pérez, Rodríguez o González, y no pasó absolutamente nada, fue un día normal. Yo me acuerdo todos los que decían: Se va Cavallo y se viene el fin del mundo. Y no pasó absolutamente nada. Se fue Cavallo y no cambió la convertibilidad. La única cola que había hoy en la calle Corrientes, donde están los arbolitos, era para sacar entradas para Chiquititas o El Jorobado de Notre Dame. Esas eran las únicas colas que había. Es más, el Presidente despidió a su Ministro de Economía y subió la bolsa, se recuperaron los títulos públicos. Pero agrego un dato más, me lo van a confirmar en el próximo bloque, creo que la única bolsa que subió en todo el continente, a pesar de que cayó Wall Street, fue la bolsa de Buenos Aires.

Hoy vamos a hablar con el Ministro de Economía nuevo, recientemente asumido. Muchos se preguntarán por qué Menem no lo echó antes a Cavallo, si no pasaba nada. Bueno… algunos dirán que porque este era el momento porque Menem maneja los tiempos. Yo simplemente quiero contar una pequeña anécdota –me parece que ya hay señal con Olivos–, ahí está el Presidente de la República, pero una persona que conoce hace muchos años al doctor Menem me dijo, no sé si será cierta la anécdota o no, dijo: Menem nunca apaga una vela, la deja derretir. ¿Se entiende, no? Señor Presidente, muy buenas noches, Hadad lo saluda, ¿cómo está?

CARLOS MENEM: Qué tal Daniel. Buenas noches. ¿Cómo está?

DANIEL HADAD: Muy bien Presidente. ¿Imaginaba usted una reacción de esta manera, una bienvenida tan positiva en el mercado?

CM: Sí, por supuesto. Yo creo que lo que le hacía falta al mercado era la certidumbre necesaria; la consolidación del modelo. O dicho en otros términos, la consolidación del sistema que pusimos en marcha en 1989. Pero antes Daniel, déjeme que le corrija a quien estuvo en el programa radio América con anterioridad. Yo no puedo admitir una desprolijidad tan grande. No hubo en el palco donde le tomé juramento al ministro Fernández un desplante por parte del doctor Cavallo. Yo no puedo estar en toda la organización del ceremonial. La silla que yo le indiqué a Caballo [lo pronuncia mal y se corrige], Cavallo, estaba reservada para el doctor Eduardo Menem, presidente provisional del Senado y el doctor Cavallo se sentó en la silla que se le había asignado en el momento de organizar el acto. Estas cosas que se dicen tan alegremente, tan disparatadamente, lo único que crean es una situación inadmisible entre personas amigas porque, más allá de lo que ha sucedido, hay una amistad de años con el doctor Cavallo.

DANIEL HADAD: Presidente, por lo visto terminó bien la relación con el ex Ministro.
CM: Un poco más fuerte, no…

DANIEL HADAD: No, digo, por lo que usted dice, terminó bien la relación con el ex Ministro.

CARLOS MENEM: Pero por supuesto, como tienen que terminar todas las cosas entre hombres que trabajaron incansablemente por un objetivo, a partir de lo que el pueblo dispuso para uno y de lo que uno dispuso eligiendo a sus colaboradores en funcionas fundamentales o esenciales como es el área económica. Así que las relaciones son buenas, las palabras del doctor Cavallo en la conferencia de prensa de ayer y lo que yo dije hoy cuando asumió el doctor Fernández son más que elocuentes

DANIEL HADAD: Señor presidente, ¿cuándo comenzó usted a pensar en un alejamiento o en rescindir el contrato al Ministro de Economía?

CARLOS MENEM: Bueno, yo no, no, no le puedo dar una fecha, Daniel, pero yo pienso que todos los hombres cumplen etapas en sus vidas. Y especialmente en el ámbito de la política. Por más que el doctor Cavallo haya sido y es un excelente economista, él se movió también políticamente. Una política económica es lo que pusimos en marcha, distinta a la que heredamos en 1989 en aquellas épocas. Por lo tanto, esta situación y esta etapa se cumplieron y por lo tanto decidí solicitarle la renuncia al doctor Cavallo.

DANIEL HADAD: Yo lo oí, presidente, el día que anunció usted que el doctor Cavallo dejaba de ser su ministro, utilizar la palabra desgaste. Y sin duda, la figura del doctor Cavallo, a pesar de todo lo positivo que uno pueda encontrar en su gestión, estaba desgastada, las encuestas así lo mostraban. Tal es así que creo que el 70% u 80%, según el diario Clarín, de la gente, apoya su medida, dicen que está bien que lo haya despedido. ¿Qué cree que lo desgastó al ex Ministro? ¿La desocupación, la poca actividad económica, el déficit, el trato que tenía con los legisladores? ¿Usted cree que hubo algún elemento en particular?

CARLOS MENEM: No, yo creo que cuando se cambia el rumbo de un país, cuando se transforma totalmente el Estado a partir de férreas decisiones políticas que los colaboradores, el hombre que tienen esa responsabilidad, cumplen. Cuando se instala en un país que estaba totalmente cerrado hacia el exterior, en todos los aspectos, una economía de mercado. Cuando se establece una sólida disciplina en el campo de lo fiscal y de lo monetario sin dar ningún tipo de concesiones, ocurren este tipo de situaciones. Evidentemente hay un desgaste. Yo, inclusive, tengo un desgaste; es lógico y normal después de siete años de gobierno, es muy bueno que todavía la gente siga confiando en uno

DANIEL HADAD: Señor presidente, ¿encuentra en Roque Fernández la fortaleza necesaria para decir muchas veces no cuando se pide dinero para un montón de cosas, la fortaleza suficiente para recaudar todo lo que hay que recaudar?

CARLOS MENEM: Pero por supuesto, por eso mi designación y además, la fortaleza y la firmeza y las convicciones del presidente de la Nación, eso es fundamental. De nada sirve la fortaleza de los colaboradores de un presidente si el presidente no es fuerte, firme y actúa a partir de sus convicciones y de sus principios

DANIEL HADAD: Señor presidente, ¿usted es consciente que, a partir de ahora...? Yo notaba antes que, tal vez, Cavallo era una especie de colchón entre la gente y usted; entre los problemas y usted. Me parece que ahora no existe tal figura tan fuerte que le va a hacer de colchón… ¿No siente que eso le va a traer más dificultades?

CARLOS MENEM: Yo nunca, Daniel, por principios, utilicé a los hombres ni de almohada, ni de colchón, ni de nada que se le parezca. Yo lo que procuré es que los hombres, a partir de su conocimientos y de su talento, estén al servicio de la comunidad. Además, yo no… nunca utilicé a hombre alguno para estar separado del pueblo, todo lo contrario, sigo siempre junto a la gente; hablo en forma directa con ellos; viajo por todo el país. Por lo tanto, el ministro Cavallo, como todos los colaboradores, los ministros de mis gabinetes, están en funciones, en áreas distintas pero en funciones idénticas tratando de hacer bien las cosas, que es lo que corresponde por otra parte.

DANIEL HADAD: Doctor Menem, ¿usted sabe que el nombre de Caro Figueroa, su ministro de trabajo, permanentemente en los últimos días, se lo vio asociado, de alguna manera, la suerte del ministro Cavallo. Es mas, tengo entendido creo que ganó una banca y debería asumirla. ¿Cuál será la suerte que tendrá Caro Figueroa?

CARLOS MENEM: Yo he ratificado al ministro Figueroa así que, en lo que respecta a su banca, él decidirá, puede pedir una licencia o puede renunciar, pero lo he ratificado en sus funciones. Me parece que es un hombre realmente excelente en las tareas que lleva a cabo, es un especialista en la materia y está cumpliendo a consciencia sus funciones. Yo entiendo que este tipo de relacionamiento existe entre todos los ministros, entre todos los que integran el gabinete. Es cierto. Siempre el ministro Cavallo apeló en materia de derecho laboral, conocimientos del ministro Caro Figueroa como apelamos todos en determinados momentos. Pero eso no significa, bajo ningún punto de vista, que el ministro Caro Figueroa tenga que seguir la misma suerte que el ministro Cavallo.

DANIEL HADAD: Señor presidente, hoy tuve la oportunidad de poder hablar por teléfono con gente que está en Estados Unidos y que seguía muy de cerca la marcha de los mercados, estaban realmente sorprendidos porque lo de hoy fue así como un boom, no se esperaba tanta suba de los títulos argentinos y nos decían: Ahora vamos a seguir muy de cerca cuál es el apoyo político del Partido Justicialista o de los legisladores justicialistas que le dan a Roque Fernández. ¿Usted cree que lo van a acompañar en las privatizaciones que hacen falta, por ejemplo?

CARLOS MENEM: Mire hoy estuve hablando, casualmente, con algunos legisladores de los hombres que están al frente de los distintos bloques, o tienen un fuerte predicamento en el Parlamento y ya para mañana, quizás, tengamos alguna respuesta en lo que hace a la privatización de los aeropuertos; a las privatizaciones en el ámbito de las usinas nucleares. Quizás en los próximos días Yacyretá y, por supuesto, Correo que también está pendiente de la aprobación del proyecto de ley sobre este tema, en fin, todas aquellas leyes que son proyecto de leyes por ahora, que están en el Parlamento, van a tener especial consideración y rápida, por supuesto, por parte de los legisladores, por eso suspendieron sus vacaciones y resolvieron retomar las sesiones correspondientes.

DANIEL HADAD: Señor Presidente, dos últimas consultas, no quiero robarle más tiempo. La primera, lo oí decir esta mañana, en alguna radio, que había usted tomado, personalmente, contacto con los líderes de los otros países del Mercosur. Así como tomó contacto con ellos, ¿tuvo alguna relación, algún llamado, no sé digo, de la Banca Internacional de los organismos multilaterales que pueda contar?

CARLOS MENEM: Bueno, yo, por una cuestión de principios, estamos viviendo un mundo totalmente distinto, Daniel, y quien no lo entienda así, va directamente, si es un político o un economista, al fracaso. Vivimos en un mundo altamente interdependiente, vivimos en un mundo que se «planetiza» o se globaliza, como le quieran decir, entonces, era lógico, era hasta normal, a partir de lo que yo entiendo por la política de alto nivel, que una vez asumida la medida le comunique inmediatamente a mis pares del Mercosur, incluidos Chile y Bolivia, diciéndoles que nada iba a cambiar el sistema imperante en Argentina. El modelo que pusimos en operatividad allá por 1989. Pero también hablé ese mismo día con el presidente del Fondo Monetario Internacional, el señor Camdessus y el presidente del BID; el señor Enrique Iglesias, diciéndoles, de la medida que había tomado, no para consultarles si estaban de acuerdo o no, porque esto nada tiene que ver, si no simplemente, comunicándoles lo que había decidido y ellos me dijeron inmediatamente, mis pares del Mercosur, que confiaban en que las cosas sigan mejorando en Argentina a partir de este cambio y tanto el presidente del Banco Mundial como el del BID, me expresaron que iba a continuar apoyando firme y decididamente a nuestro país en el proceso de transformación que habíamos puesto en marcha ya hace varios años.

DANIEL HADAD: Presidente, la última y muy simple… ¿Le gustó el equipo que presentó públicamente el doctor Roque Fernández?

CARLOS MENEM: Sí, me gustó. Hay hombres de mucha capacidad, mucho talento, basta leer los antecedentes. Pero, principalmente, lo que aquí importa de los colaboradores y los miembros del cuerpo es la cabeza y estamos en presencia de un hombre muy capaz, sereno, reflexivo, que no va a perder en ningún momento su forma de ser, su personalidad, volcando todo lo que sabe al servicio de lo que le hemos encomendado. Pienso que el doctor Fernández va a hacer muy bien las cosas. Y por otra parte con el apoyo incondicional del Presidente de la República.

DANIEL HADAD: Señor Presidente le agradezco la gentileza de su tiempo, le deseo una muy buena noche en Olivos.

CARLOS MENEM: Al contrario, yo espero que el señor Enrique Llamas de Madariaga corrija el error enorme que ha cometido en su programa, muchas gracias.

DANIEL HADAD: Doctor, muchas gracias. Bueno, vamos a presentar el programa. Yo estoy viendo ya a Julio Ramos, está en el estudio. Lo veo a Luis Barrionuevo, veo a algunos operadores que nos van a contar exactamente lo que ocurrió hoy en el mercado. En el próximo bloque, el nuevo Ministro de Economía, el doctor Roque Fernández, lo presentamos y enseguida estamos juntos.

El ministro de economía Erman González acerca de la reforma del Estado, 1990

ESTEBAN MIROL: [Empieza cortado]….defectos a este gobierno. Incoherencias, cosas que se dicen un día, al otro día, muchísimas cosas. Pero en lo que sí nos hemos puesto de acuerdo todos los argentinos, es que tenemos que cambiarle el rol al Estado. Y si no, ¿qué tal si aprovechamos que ya lo tenemos al Ministro de Economía para preguntarle si es cierto o no que ustedes visualizan algún pacto entre los sindicalistas para, de pronto, cambiar este sentido, este objetivo que se propuso el gobierno?

ANTONIO ERMAN GONZÁLEZ: Yo creo dos cosas. Que acá nos tenemos que ubicar en que, seguir ideologizado, privatizaciones, funciones del Estado, en definitiva, el rol de la economía, nos lleva a estos errores, a cuando manejamos la economía con dogmas, entonces, también cometemos nuevos errores. Porque en definitiva, el mismo justicialismo, el mismo líder y fundador del justicialismo, dijo alguna vez que «La realidad, es la única verdad». Y, nosotros, tenemos que partir de esta realidad, una realidad que es el fruto, que es la consecuencia, de rumbos equivocados, que ya se han advertido, no solamente en nuestro país, si no en todos los países del mundo. Cuán equivocados son los intervencionismos, los proteccionismos; de allí nacen los privilegios, de allí nace todo lo que desde el llano, como ciudadano, todos los días estamos criticando, protestando y diciendo: ¿Por qué yo voy a pagar los impuestos? Si son para que los lleve alguien que no trabaja, que no cumple una función, que no me responde con eficiencia, que no me respeta como ciudadano. Entonces, se va creando un clima de inconducta, por parte del ciudadano, pero como consecuencia de que ve que el Estado no le está respondiendo.
El Estado se expande… Un gran economista como Prebisch, decía una vez, que el Estado creció como un gordo como un gran tejido adiposo, pero débil, no tenía músculos. Y esto, es lo que nos está pasando este momento. Nos damos cuenta que, ante un reclamo legítimo de pagarle al docente, como corresponde, no tenemos los recursos suficientes. ¿Por qué? Porque están aplicados muy mal esos recursos, en otras funciones que no debiera cumplir. No estamos cumpliendo, ni respondiendo, acabadamente, con una justicia como debe funcionar en un Estado moderno. No estamos cumpliendo inclusive a veces con una política social acorde con los tiempos modernos. Una política profunda, que lleve a terminar con la dádiva que no hace más que bañar al individuo, que ofenderlo en su dignidad, en lugar de buscarle fuentes de trabajo, de buscarle la posibilidad de rescatarles sus dignidades y que vuelva a ser el hombre. Para eso está la economía. Es decir, la economía si no está al servicio del hombre, no debiera funcionar. Por eso es que comparto esta parte. Usted me dice, después, si hay un algún pacto pendiente con el sindicalismo, los pactos... [Lo interrumpe el periodista.]

ESTEBAN MIROL: [Interrumpiendo.] No, un pacto pendiente no. A mí me parece que, si Saúl Ubadlini, dice que usted es lo más parecido a Celestino Rodrigo, me parece que hay una ofensiva del sindicalismo.

ANTONIO ERMAN GONZÁLEZ: Claro. Yo creo que puede partir, también, de esos dogmas, de esas posiciones absolutamente cerradas, sin querer entender la realidad, y sin querer ver lo más grave. Lo que nosotros estamos proponiendo, lo que el presidente Menem le está diciendo al país es: Señores, si nosotros, no aplicamos esta cirugía, la que se viene ya no va a poder ser aplicada porque el enfermo se nos murió. Entonces, es importante comprender que estamos graves; que estamos al borde de un abismo, al borde de un colapso, que el Estado argentino, alguna vez, llego también a este borde, alguna vez, le dijo a sus maestros: Por dieciocho meses no les pago los sueldos. A ese Estado de colapso, a ese Estado de cesación de pagos, a este Estado de ausencia total de prestación de los servicios esenciales, es a lo que no queremos llegar. Por eso, cuando nosotros hablamos en este momento de una verdadera racionalización, inclusive para que eso sea justo y sea creíble, empezamos por la propia estructura de la administración central. Empezamos, sacando las superestructuras de secretarías de Estado, achicando la subsecretaría... [Lo interrumpe el periodista.]

ESTEBAN MIROL: [Interrumpiendo.] En dos o tres días se saca esto...

ANTONIO ERMAN GONZÁLEZ: Exactamente. Nosotros por una instrucción precisa del doctor Menem aquellos 60 días, se dejan únicamente para luego reglamentar, asignar funciones, etcétera. Pero la decisión, respecto de la reducción, se cumple hasta el fin... [Se corta el audio.]

El ministro de economía Domingo Cavallo sobre el ajuste del gasto público, 1991

DOMINGO CAVALLO: Permítanme hablarles primero del excesivo gasto, tanto público como privado. Cuando van aumentando de manera sostenida los ingresos de las familias y del gobierno, es natural y conveniente que aumente la demanda de bienes y servicios. Pero si el aumento se produce demasiado rápido, el resultado es la elevación de los precios.

Hay síntomas, muy claros, de un aumento de los gastos de las familias, a partir de que comenzamos a conquistar un clima de estabilidad, con el plan de convertibilidad. Se ve mucha gente en los restaurantes, en los teatros, en las peluquerías, en los negocios. La gente compra más carne, más frutas, más electrodomésticos. Este aumento del consumo se ve favorecido por la reaparición del crédito, que se está acentuando cada vez más. Estos son síntomas claros de un mayor bienestar. Pero, si queremos que continúen en el futuro debemos evitar, a toda costa, que se ponga en peligro la estabilidad. Para ello, es necesario, en primer término, que los consumidores tomen un papel mucho más activo, que hasta ahora, en la defensa de su presupuesto.

Se observan, todavía, enormes diferencias de precios entre negocios. No del 5%, sino del 30 o del 50 por ciento. Hay que elegir muy bien dónde comprar. Buscando se pueden conseguir precios inferiores en un 30 o un 50 por ciento, a los que cobran comerciantes que se abusan.

En segundo término, también hay que saber esperar para comprar. La producción nacional y las importaciones están aumentando y, muchos márgenes de intermediación, siguen siendo altos. Por ello es seguro que, en los próximos meses, bajarán los precios de muchos productos. Es preferible, entonces, esperar ahorrando antes de precipitarse a comprar. No se confundan con las tasas de interés. Aunque sean bajas son mayores que el aumento de los precios mayoristas. Si cuando ven algo caro, esperan, saldrán ganando.

En tercer término, debo decir, que seremos inflexibles con el gasto público. A diario, recibimos muchas presiones para aumentar los gastos fiscales. Son todavía muchos los que creen que la estabilidad ya ha sido conseguida y que se puede volver a gastar indiscriminadamente. Están equivocados. Hemos recorrido un importante camino hasta ahora, pero falta mucho por hacer.

Tenemos un presupuesto y no nos moveremos de él. Se acabó la era del Estado privilegiado que estafaba a los ciudadanos con la inflación y que podía hacer lo que ellos no pueden hacer, vivir por encima del presupuesto.
Para terminar, quiero hablarles del papel de la competencia en la estabilidad y en el crecimiento. Así como el gasto público tiene que estar limitado por el presupuesto. El sector privado tiene que estar limitado por la competencia. También el empresario ha cobrado en el pasado a los ciudadanos, una especie de impuesto inflacionario. No había competencia y entonces era posible trasladar a los precios, por las dudas, cualquier aumento real o esperado de los costos. La competencia, sin embargo, no se organiza de un día para el otro, sino que tarda un tiempo. Hasta tanto ella funcione, más cabalmente hay que actuar con mayor responsabilidad y cuidado. Les pedimos, esto muy especialmente a los empresarios, no atenten contra la reactivación, ayúdenla moderando y disminuyendo los precios. Les decimos, también que no se equivoquen. El gobierno no va a aflojar; no va a devaluar para compensar la ineficiencia o el abuso. Tenemos una gran posibilidad al alcance de nuestra mano: consolidar la estabilidad, iniciar el crecimiento y conquistar cada vez mejores niveles de bienestar social. Pero todavía es una posibilidad. Debemos continuar con el esfuerzo. Si actuamos en la creencia de que ya lo hemos conseguido, vamos a volver a la inflación, la recesión y el caos social. Por eso, aun cuando pueda parecer poco simpático, quiero decirles, que debemos persistir en un camino que seguirá siendo de esfuerzos y sacrificios. Pero nuestros hijos estarán orgullosos de nosotros, si lo recorremos hasta el final. Muchas gracias.

El presidente Carlos Menem sobre el modelo económico, La Rioja 1989

CARLOS MENEM: Hermanos argentinos, quieren tan solo trabajo, no la limosna. Sino la posibilidad de que, a partir de esta herramienta que Dios puso en sus manos, puedan cumplir los objetivos que se han trazado en sus vidas. Y los vamos a hacer, con todos los trabajadores. Vamos a posibilitar, que esta fuerza fundamental, se ponga en acción, a partir de las enormes potencialidades que tiene Argentina en recursos humanos. Pero también, convocamos a las fuerzas de la producción, convocamos a los empresarios, convocamos a los comerciantes, convocamos a los hombres del campo, a los ganaderos, a los agricultores, a todos, para poner en marcha al país. Por eso, hablamos del pacto económico social, el trabajo por un lado, el capital, el sector de la empresa y la industria, por otro lado, para posibilitar ese desarrollo y ese crecimiento, al cual hice referencia. Aquí no habrá ningún tipo de posibilidades, de la especulación, no habrá posibilidades de la usura. Terminaremos con esta Argentina donde viven bien los que no hacen nada y viven muy mal los que trabajan todos los días del año. [Aplausos.]

El presidente Carlos Menem sobre la economía de emergencia, 1989

CARLOS MENEM: La primera y fundamental batalla que deberá ganar esta economía de emergencia, es la batalla contra la hiperinflación. El principal enemigo contra la justicia social, es la hiperinflación, que devora salarios y bienestar en millones de hogares argentinos. Este ataque frontal, que nos proponemos, requiere el apoyo decidido y comprometido de la dirigencia política, empresarial y gremial, para que respalde nuestra acción, y para que la confrontación sectorial no termine aniquilando la totalidad del aparato productivo. Sería un hipócrita si lo negara; esta economía de emergencia va a vivir una primera instancia de ajustes, de ajuste duro, de ajuste costoso, de ajuste severo. Pero la economía argentina, está con la soga en el cuello y ya no queda lugar para los titubeos. La justicia social, para nosotros, se va a conjugar con un solo verbo: producir, producir y producir. Trabajar, trabajar y trabajar. [Aplausos.]

El ministro de economía Erman González sobre comercio exterior y retenciones, 1990

LILIANA LÓPEZ FORESI: Estábamos hablando con el ministro Erman González, acerca del tema, ¿no? El coletazo cotidiano de la economía, los precios. Esta apertura de la importación, de la que tanto se habló, ¿Como la vive usted? Nos sirve, no nos sirve a nosotros.

ANTONIO ERMAN GONZÁLEZ: A nosotros nos sirve, primero, para sincerar las estructuras productivas de nuestro país, que durante muchos años, han mantenido ese paraguas protector, por parte del Estado, lo cual les hizo, a una garantía de determinada rentabilidad, sin competitividad alguna. Entonces, ahora, tampoco puede ser una baja abrupta que deje sin posibilidades de reacondicionarse y reestructurarse a todas nuestras industrias porque produciremos, de paso, un problema social y, además, podríamos quedar en manos de...

P: Exacto.

AEG: De, de otros importadores que, a través de dumping, nos invadirían y ya no dejarían posibilidades de creación o de recomposición de nuestra industria.

P: Con una industria devastada ya como la tenemos nosotros, ¿no?

AEG: No tan devastada. Lo que pasa... [Se interrumpe]

P: No tanto.

AEG [Interrumpiendo]: Sí, lo que pasa es que no se reinvierte. Ahora, si estuviera… si hubiera conductas de reinversión en tecnología, de bajar y racionalizar los costos estaríamos, quizás, en otra situación. Entonces, este es el camino que nosotros tenemos que emprender de una buena vez.

P: La retención de los diez puntos, en las exportaciones agropecuarias, justo cuando la cosecha de septiembre… Muchos indican que esto se subsidia con el mercado interno. Que en verdad, esos diez puntos que no pagan los que levantan las cosechas, lo estamos pagando nosotros, en el mercado interno.

AEG: Bueno esto también creo que es conveniente aclararlo debidamente. La baja de retenciones no significa que el Estado esté subsidiando a este sector o esté, nuevamente, sacando de sus recursos y de sus arcas para favorecer a determinado sector. Sino que, en este caso, es exactamente a la inversa. De tres mil millones de dólares que les sacaba el Estado a las exportaciones, la rebaja de las retenciones, significa bajarle 600 millones de dólares, no de regalo, sino al revés, quitarle un poco menos, pedirle o exigirle un poco menos de aporte, de las retenciones que antes ...[Se corta]

El ministro de economía Erman González acerca de la apertura de importaciones e inversiones extranjeras, 1990

ANTONIO ERMAN GONZÁLEZ: Van a tener arancel en cero...el papel para diario. Los productos agroquímicos y los productos farmoquímicos que no se produzcan en el país y los bienes de capital o maquinaria que no se produzcan en el país y otros elementos, amparados por regímenes especiales, que estamos en plena revisión. Asimismo, en cuanto a los derechos específicos, la mayoría de ellos, bajan al 50% y otros terminan su régimen, eh… para pasar al arancel único del 22%. Consideramos que esta apertura económica va a posibilitar crear las condiciones, como dije, para que Argentina comience su proceso de despegue, de desarrollo, de reactivación. Va a posibilitar, por otra parte, la demanda que va a ejercitar la importación, presione sobre el mercado de cambios, de manera de colocarlo a niveles razonables. Y por otra parte, va a posibilitar el atractivo de inversiones de capital dentro de un mercado que ya no es cautivo, no es un mercado aislado, no es un mercado cerrado... [Se corta el audio.]

El ministro de economía Domingo Cavallo sobre los créditos hipotecarios, 1994

CAVALLO: Calculamos que cuando se termine de aplicar todo el conjunto de medida previsto en este proyecto, las viviendas costarán, aproximadamente, 20% menos de lo que han costado en el pasado. Y, por otro lado, se ponen en marcha mecanismos financieros como los que existen en América del Norte, en Europa, en Japón, que permitirán que las familias con cuotas de $200, $300, $400, $500 pesos, según el ingreso de cada uno, pueda acceder a una vivienda apropiada en plazos muy largos, donde la garantía va a ser la misma vivienda, como ocurre en los países que tienen desarrollado el sistema de crédito hipotecario.

El sistema requiere, previamente, la aprobación por el Congreso de esta ley. Pero tratándose de un tema tan importante y habiendo sido los propios legisladores los que nos vienen reclamando que presentemos un proyecto, en este sentido, nosotros creemos que se va a poder tratar rápidamente, quizás en dos o tres meses. Mientras tanto, mientras tanto… tanto en el Banco Hipotecario Nacional, como en el Banco de la Nación, como en los bancos privados, ya se está trabajando para tener los sistemas administrativos que permitan poner en marcha este tipo de créditos tan pronto como salga aprobada la ley. Y por otro lado, estamos manejando la economía para que cada vez haya más ahorro argentino, para que siga entrando el ahorro del exterior, a financiar la inversión en la Argentina. Y todo esto va a ayudar a que existan los recursos para que este crédito hipotecario tenga respaldo.

El presidente de la Federación Agraria describe la situación del campo en 1994

A falta de rentabilidad, el trabajo quebrantó, que se viene arrastrando desde el año 90, 91. Se ha ido acumulando un déficit que nos ha llevado a gruesas deudas y por lo tanto, para poder hacer frente a esta situación, que mantiene toda su virulencia, es necesario una serie de medidas. De allí el número de medidas que encierra el documento de más de 70 páginas, que hemos hecho llegar al Ministerio de Economía, allá en los primeros días del mes de mayo.

Asume el nuevo ministro de economía Roque Fernández, 1996

ROQUE FERNÁNDEZ: Agradecer al presidente Menem la confianza que me brinda en esta nueva tarea.

PERIODISTA: [Intenta hacer una pregunta, pero el funcionario continúa hablando.] Perdón señor Ministro…

ROQUE FERNÁNDEZ: [Sigue.] Creo que el presidente ha sido lo suficientemente claro, hay un cambio de hombres, se cumplen algunas etapas. El trabajo desarrollados por el doctor Domingo Cavallo ha sido un trabajo de una envergadura notable. El presidente también ha manifestado que va a continuar con el programa que él ya definió hace algunos años y sobre los cuales, sobre medidas en las cuales he participado en algunas de ellas, en la parte monetaria, pero no puedo en este momento hacer muchas más declaraciones porque quiero reunirme con quienes van a ser la gente que va a colaborar conmigo, también con colegas del gabinete. Tomar información. Pensar desde el punto de vista nodal de economía que me ha venido siguiendo desde el punto de vista monetario, también tengo información de la parte fiscal. Pero antes de hacer cualquier tipo de anuncio les pido que me den un poquito de tiempo para… [Es interrumpido por varios periodistas, pero continúa.] Les aclaro, tengo una excelente relación con toda la gente que acompañó al Ministro y que creo que también va a querer seguir acompañando esta gestión. También tengo una cantidad de profesionales que han trabajado y trabajan conmigo en el Banco Central, pero no puedo dar nombres, no puedo formar equipos hasta que no me reúna con mis colaboradores y haga un análisis completo de la situación.

PERIODISTA: Ministro… ¿Cuáles son las urgencias que debe afrontar el nuevo Ministro de Economía ante las deficiencias que marcó el presidente y que derivaron en la renuncia de Cavallo?

ROQUE FERNÁNDEZ: Bueno, creo que el presidente ha sido lo suficientemente claro en la prioridad que él le da a la lucha contra la evasión tributaria. Creo que este es un problema sobre el que tenemos que seguir trabajando fuertemente. Así que ese es uno de los objetivos prioritarios que vamos a trabajar junto con quienes integran el resto del gabinete. Pero, repito, no puedo en este momento avanzar ningún tipo de propuesta porque quiero reflexionar, trabajar con la gente, y analizar la situación con la suficiente tranquilidad poder hacer una decisión correcta.

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Publicado: 08 de agosto de 2013

Última modificación: 15 de diciembre de 2015

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