Los documentos
Documento 1: Comentario del historiador Carlos Ibarguren acerca del ambiente en la Casa de Gobierno durante el primer gobierno de Yrigoyen
“El
espectáculo que presentaba la casa de gobierno (…) era pintoresco y
bullicioso; como en un hormiguero la gente, en su mayoría mal trajeada,
entraba y salía hablando y gesticulando con fuerza; diríase que esa
algarabía era más propia de comité en vísperas electorales que de la
sede de gobierno. Un ordenanza me condujo a la sala de espera. (…) Allí
vi yo un conjunto de personas de las más distintas cataduras: una mujer
de humilde condición con un chiquillo en los brazos, un mulato en
camiseta, calzado con alpargatas, que fumaba y escupía sin cesar,
un señor de edad que parecía funcionario jubilado, dos jóvenes
radicales que conversaban con vehemencia de política con un criollo
medio viejo de tez curtida, al parecer campesino por su indumentaria y
acento.”
Carlos Ibarguren: “La historia que he vivido”. Citado en: Darío Cantón y otros. La democracia constitucional y su crisis. Buenos Aires. Paidós, 1994, pág. 92.
Documento 2: Comentario del historiador Manuel Gálvez sobre la Casa de Gobierno durante el primer gobierno de Yrigoyen
“La
casa de gobierno ha cambiado de aspecto. Ya no es el lugar frío, casi
abandonado, que ha sido hasta ayer. No se veía antes, en los
corredores, ni un alma, fuera de los empleados. Era un templo sin
fieles. Ahora es como una mezquita marroquí, hormigueante de devotos,
oliente a multitudes, llena de rumores, de pasiones y de esperanzas. El
gobierno de Hipólito Yrigoyen, lo mismo que el partido radical, es muy
viviente. Tiene color y acento radicales.”
Manuel Gálvez: “Vida de Hipólito Yrigoyen…” Citado en: Felipe Pigna: Los mitos de la historia argentina 3. Buenos Aires. Planeta, 2006, pág. 40.
Documento 3: Coplas sobre la personalidad de Marcelo T. de Alvear
Sobre Alvear escribía la Revista Caras y Caretas:
“En cuanto salta del lecho
se viste muy satisfecho.
Juega el golf con elegancia,
Igual que lo hacía en Francia.
A la Casa de Gobierno
Corre, que ‘corre eterno’;
(…)
Apenas se sienta ya
A las carreras se va.
Llega e inmediatamente
Se va al fútbol velozmente.
Corre al puerto a las regatas,
Pues le resultan muy gratas.
Y asiste a una exposición
Artística, de rondón.
Aunque el calor le sofoca,
Recorre luego La Boca
(…)
Saluda a sus relaciones
Y asiste a mil reuniones
Y a ver al masajista
Murmurando ‘Dios me asista’
En Caras y Caretas, 30 de diciembre de 1922. Citado en Felipe Pigna, Los mitos de la historia argentina 3. Bs. As. Planeta. 2006. P. 140.
Documento 4:
Comentario de Mariano Bosch, legislador por el Partido Conservador,
sobre el Congreso Nacional, donde los radicales eran mayoría
“[…]
el Congreso estaba lleno de chusmas y guarangos inauditos. Se había
cambiado el lenguaje parlamentario usual, por el habla soez de los
suburbios y los comités radicales. Las palabras que soltaban de sus
bocas esos animales, no habrían podido ser dichas nunca ni en una
Asamblea salvaje del África o del Asia. En el Congreso ya no se
pronunciaban solamente discursos, sino que se rebuznaba.”
M. Bosch: “Historias del radicalismo”. Citado en: Eggers-Brass, T., Historia Argentina. Buenos Aires, Maipue, 2007.