La búsqueda de los hermanos
Frente a la injusticia, la distorsión de la memoria y la
imposición del olvido, desde el momento en que nació H.I.J.O.S.
(Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el
Silencio) nos planteamos el camino de la recuperación de la historia,
de las huellas, de la lucha, de la vida. Es por eso que uno de nuestros
objetivos
fundacionales es la Restitución
de la Identidad de
los 500 jóvenes que fueron apropiados
durante la última dictadura militar. Muchas
detenidas-desaparecidas estaban embarazadas en el momento en que fueron
secuestradas por las fuerzas de «seguridad», a otras
las secuestraron junto con sus hijos pequeños y/o bebes. Esos niños,
hoy adultos, nunca fueron devueltos a sus familias biológicas. Se los
quedaron los militares o sus amigos. Así como los militares se quedaron
con los muebles de las casas de los militantes políticos que detenían,
también tomaron a sus hijos como parte de ese «botín
de guerra».
Esta metodología de secuestro y apropiación de los hijos de
las desaparecidas no fue un hecho aislado sino que, por el contrario,
los militares tenían armado un plan para la apropiación de niños. Este plan
sistemático
de apropiación de menores, que se llevó a cabo
durante la dictadura más sangrienta que se vivió en la Argentina, es
uno de los motivos, aunque no el único, que confirma que en Argentina
hubo un Genocidio. La convención contra el
genocidio de las Naciones Unidas dice: «se
entiende por genocidio cualquiera de los actos mencionados a
continuación, perpetrados con la intención de destruir, total o
parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como
tal:
a) Matanza de
miembros del grupo; b)
Lesión grave a la integridad
física o mental de los miembros del grupo; c) Sometimiento intencional del
grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción
física, total o parcial; d)
Medidas destinadas a impedir
los nacimientos en el seno del grupo; e)
Traslado por fuerza de niños
del grupo a otro grupo» (1)
Si bien en la década del setenta los militares utilizaron varios de los
puntos recién mencionados como metodología para implantar el terror,
aquí remarcamos solamente los dos últimos pues nos estamos refiriendo a
la apropiación de menores Los chicos
secuestrados y apropiados son alrededor de 500. Hasta ahora sólo 90(*)
de ellos recuperó su verdadera identidad. Es decir, en la Argentina del
siglo XXI, hay más de 400 desaparecidos con vida.
Son 400 jóvenes que no saben quienes son. Son 400 familias que buscan,
después de 30 años, con la misma ansiedad y desesperación que el primer
día. Son abuelas, abuelos, hermanos, hermanas, tíos, tías, primas,
primos y hasta, en algunos casos, padres que los siguen esperando
porque saben que están con vida en algún lugar y que, tal vez, no están
al tanto que existe una familia que los busca. Pero, además, es una
sociedad que si no busca debe hacerlo. Porque una sociedad que no
pretende averiguar la verdad acerca de su pasado, está destinada al
fracaso. Por todo esto es que los buscamos. Decimos
que son nuestros hermanos porque algunos de los miembros de la
agrupación buscan a sus hermanos/as biológicos/as, pero también porque
generacionalmente (aunque no sean parte de nuestra familia biológica)
los consideramos nuestros hermanos. Porque son los hijos de la
generación de nuestros padres y sus compañeros. La
restitución de la identidad supone localizar a los y las jóvenes
desaparecidos/as, determinar su identidad biológica, restituir una
historia, la historia de vida de sus padres y sus compañeros/as. Porque
la
apropiación de menores durante la dictadura fue algo pensado para
borrar toda huella de esos padres y de la lucha de esa generación.
La búsqueda de la identidad de nuestros hermanos/as no es
sólo la búsqueda de ese chico/a, sino que implica la búsqueda
de la identidad de
toda una generación, búsqueda absolutamente
necesaria para reconstruir la verdadera historia de nuestro pueblo.
Porque mientras haya una sola identidad cambiada toda una
generación podrá tener dudas acerca de su origen.
(1). Convención
contra el Genocidio. Tratado Internacional con jerarquía Constitucional
desde 1994. Adoptada y abierta a la firma y ratificación, o adhesión,
por la Asamblea General en su resolución 260 (III), de 9 de Diciembre
de 1948. Entrada en vigor: 12 de Enero de 1951, de conformidad artículo
XIII.
LA COMISIÓN DE HERMANOS EN EL PAÍS. En
1998 se crea a nivel Nacional la comisión Hermanos. A la fecha,
funciona en las regionales de Capital, Chaco, Córdoba, Jujuy, La Plata,
Mendoza, Paraná, Río Cuarto, Rosario, Santa Fe, Tucumán y Zona Oeste.
Alrededor de tres veces por año nos juntamos las comisiones
de todas las regionales, para poder delinear políticas de trabajo en
conjunto, discutir e intercambiar información y experiencias.
(*)Nota del editor: en Octubre de 2010 los jóvenes que
recuperaron su identidad son 102.