De transnacionalización y censos. Los «afrodescendientes» en Argentina

El tema de la cuantificación oficial de los afrodescendientes viene siendo una exigencia de actores globales[i] sobre los Estados nacionales en América Latina en vistas de evaluar la situación socio-económica de ese segmento de la población y, en base a los resultados obtenidos, planificar el financiamiento de proyectos de desarrollo para esas comunidades. Dichas exigencias cobraron nueva fuerza a partir de la Conferencia Mundial de las Naciones Unidas contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y otras formas correlativas de Intolerancia, celebrada en Durban, Sud-África en el año 2001. La Declaración Final, firmada por los estados participantes, recomienda a los países de América Latina contar con datos oficiales sobre los afrodescendientes, para formular y evaluar políticas de reparación destinadas a esa población en relación a la deuda resultante del proceso esclavista [...] Analizamos los censos como procesos políticos, constructores de la realidad social y no sólo como un reflejo de la sociedad: tanto históricamente como también en las luchas actuales por las clasificaciones censales para el reconocimiento oficial de minorías excluidas. La construcción dominante de una «blanquitud» de la nación argentina a partir de procesos de invisibilización de los negros en la historia y cultura nacional fue materializada, entre otros mecanismos, a través de operaciones censales. El proyecto político basado en el principio liberal de igualdad ante la ley, apuntaba a una homogeneización de la población, que privilegiaba como elemento conformador al segmento blanco, despreciando a negros e indígenas. Los censos de población no fueron un instrumento pasivo o simplemente descriptivo de medición, ya que mediante la definición y selección de categorías de análisis contribuye a crear una imagen de la nación que resultó, en parte, autónoma del proceso histórico […]. La Constitución de 1994 incluyó por primera vez derechos vinculados a los pueblos indígenas y se ratificaron pactos internacionales sobre la eliminación de la discriminación racial… Sin embargo, no hubo un dispositivo específico para la población negra. Igualmente, fueron usados por los activistas afro los mecanismos existentes tanto para canalizar denuncias de racismo como para reclamar políticas de reparación en relación a la deuda histórica de la esclavitud […]. Para los activistas, más allá de los datos objetivos que puedan extraerse de los censos esto significaría un primer paso para que la sociedad civil reconozca su existencia. En este sentido, el censo no cumple solamente una función de contabilidad, también es un eje de luchas por la invención y legitimación de categorías de identidades colectivas. «Invención» en el sentido de divulgar públicamente una categoría «nueva» para la sociedad civil que expresa la existencia de afrodesendientes y del racismo como problema nacional; y «legitimación en relación al propio grupo minoritario, oficializando una categoría con la que se autodenominan y así, reivindican su existencia social y su inclusión en las representaciones de «nacionales».


[i] Los «actores globales» son organizaciones cuyo ámbito de acción supera las fronteras nacionales. Pueden ser divididos en: organizaciones supra-estatales basadas en acuerdos que envuelven países signatarios, llamadas también «agencias multilaterales de cooperación» (UNESCO, OEA, OIT); fundaciones filantrópicas transnacionales con «misiones» sociales y científicas; organizaciones internacionales que financian proyectos de desarrollo económico en el mundo (Banco Mundial) o en una región (Banco Interamericano de Desarrollo), llamadas «agencias multilaterales de financiamiento».