En esta actividad se presenta un texto en el que se desarrolla el concepto de desastre tal como se lo define en las ciencias sociales (y la geografía en particular). Se proponen dos actividades para que los alumnos respondan una serie de preguntas vinculadas a la comprensión de ese concepto e identifiquen las características principales de las amenazas y evalúen el grado de vulnerabilidad de la zona donde viven.
Las actividades propuestas pueden ser utilizadas para la enseñanza de los siguientes Contenidos Básicos Comunes de Ciencias Sociales para Secundaria (Ministerio de Educación, República Argentina).
Que los alumnos:
Se estima que el desarrollo de la actividad requiere dos horas cátedra.
El docente puede apoyar la explicación del concepto de desastre con algún ejemplo concreto y conocido de desastre natural o tecnológico en el área donde viven sus alumnos.
Para realizar la segunda actividad, el docente puede dividir la clase en grupos pequeños (no más de tres chicos por grupo) e indicarles que identifiquen y caractericen los desastres (naturales o tecnológicos) propios de la zona en la que viven.
Complementariamente, se puede proponer una actividad de investigación para que los chicos indaguen acerca de la existencia de planes de prevención, el accionar de distintas instituciones y otros temas a los que refieren algunas de las preguntas de la segunda actividad. En todos los casos, es conveniente que los alumnos elaboren informes (individuales o grupales) sobre los desastres en sus lugares de residencia.
Se pueden distinguir dos grandes tipos de desastres: los detonados por amenazas naturales y los detonados por amenazas tecnológicas. La amenaza o peligro natural tiene su origen en fenómenos propios de la dinámica terrestre: inundaciones, terremotos, erupciones volcánicas, etc. La amenaza o peligro tecnológico se origina en fallas en el control o la manipulación de cualquier tipo de sistema tecnológico: una central nuclear, una industria química, una central hidroeléctrica, entre otras posiblilidades.
Desde hace ya varios años, los estudiosos de las ciencias sociales y particularmente de la geografía entienden que los desastres son situaciones detonadas por eventos físico-naturales que superan la capacidad que tiene una sociedad (o parte de ella) para hacerles frente y recuperarse de sus efectos. Desde esta concepción, la sola aparición de un evento, como una erupción volcánica o una inundación, no constituye un desastre. Para hablar de desastre es necesario que exista una población que, por diversos motivos, esté expuesta a la ocurrencia de estos eventos físico-naturales y no disponga de las herramientas o estrategias para contrarrestar sus efectos.
Los especialistas que analizan el impacto de los desastres tienen en cuenta dos aspectos. Por un lado, destacan que es necesario conocer las características de los eventos físico-naturales detonantes, llamados amenazas o peligros, para conocer y comprender mejor su funcionamiento y para tratar de predecir su ocurrencia. Así, por ejemplo, se monitorea el comportamiento de volcanes y ríos, se observa el funcionamiento de la atmósfera mediante satélites y radares. Por otro lado, señalan que es necesario estudiar la vulnerabilidad, es decir, el conjunto de condiciones que determinan si una comunidad puede (o no) anticipar, sobrevivir, resistir y recuperarse del impacto de una amenaza que se concreta. Las condiciones de vulnerabilidad pueden clasificarse en distintos tipos:
Lean el texto «Desastres, amenaza y vulnerabilidad» para responder las siguientes preguntas:
En la Argentina, los principales desastres son detonados por inundaciones, tornados, vendavales, terremotos, erupciones volcánicas, remoción en masa, deshielos, nevadas extraordinarias, sequías, colapso de represas, accidentes en instalaciones nucleares, accidentes en polos industriales y accidentes en el transporte de sustancias peligrosas.
Identifiquen una o varias amenazas que podrían ocasionar desastres en el lugar donde viven para responder las siguientes preguntas (pueden consultar diarios, revistas o informes especializados sobre el tema).
Colapso de represas: desastre relacionado con fallas o roturas en represas hidroeléctricas.
Erupciones volcánicas: emisiones violentas de cenizas, roca, lava y gases desde el interior de la Tierra a través de un volcán. Muchas veces el vulcanismo está asociado a los movimientos sísmicos o terremotos.
Inundación: anegamiento de tierras adyacentes al cuerpo de agua (río, arroyo, lago) que desborda. Las inundaciones pueden producirse por desborde de ríos, lluvias excesivas, insuficiencia de drenaje, mareas excepcionales, etc. Se pueden diferenciar las inundaciones de implantación lenta (que abarcan en general extensas superficies y tienen una gran duración en tiempo) y las repentinas.
Remoción en masa: movimiento de distintos elementos que cubren las laderas, como piedras, tierra, nieve o hielo. Se incluyen en este tipo de amenaza fenómenos como torrentes de barro, deslizamientos, aluviones, avenidas, avalanchas, etc. Estos fenómenos pueden producirse por deslizamiento en seco o ser provocados por lluvias torrenciales.
Sequía: período durante el que, por anomalías climáticas, se produce un déficit de agua. Un período de sequía se convierte en desastre cuando la sociedad no puede acceder al agua para el consumo, la industria, la agricultura, etc.
Terremoto: movimiento brusco y repentino de la corteza terrestre que se origina por la dinámica de las placas tectónicas o litosféricas.
Tornado: viento de gran intensidad que describe movimientos giratorios o circulares.
Vendaval: conjunto de vientos muy fuertes que, en general, provienen del cuadrante Sur.