El adolescente, de Fiódor Dostoievski (fragmento)
“Sin
resistir más, empiezo a escribir esta historia de mis primeros pasos en
la carrera de la vida. Y sin embargo, muy bien podría pasarme sin esto.
Una cosa es segura: que ya nunca más escribiré mi autobiografía, aunque
tenga que vivir cien años. Hay que estar prendado muy bajamente de uno
mismo para hablar así sin avergonzarse. La sola excusa que me doy, es
que no escribo por el mismo motivo que todo el mundo, es decir, para
obtener las alabanzas del lector. Si de repente se me ha ocurrido
anotar palabra por palabra todo lo que me ha pasado desde el año
anterior, es por una necesidad íntima: ¡tan impresionado me he quedado
de los hechos acaecidos! Me limito a registrar los acontecimientos,
evitando con todas mis fuerzas lo que les es ajeno, y sobre todo los
artificios literarios; un literato lleva escribiendo treinta años, y al
final ignora por qué ha escrito tanto tiempo. No soy literato ni quiero
serlo. Arrastrar la intimidad de mi alma y una bonita descripción de
mis sentimientos por el mercado literario sería a mis ojos una
inconveniencia y una bajeza.”