La espada de Aquiles, de Isaac Asimov (fragmento)

Muchos profesores de lengua no están interesados en la ciencia ni en la ciencia ficción. Molestos ante relatos de un mundo extraño al suyo, que les parece fantástico, siguen el camino más fácil y prohíben tales lecturas. Afortunadamente esta tendencia va disminuyendo, pero me gustaría que desapareciera lo antes posible. La ciencia ficción tiene sus buenos ejemplos, como las demás ramas de la literatura, y si los maestros de lengua, por falta de experiencia, tienen dificultad en distinguir la buena de la mala ciencia ficción, solo tienen que solicitar ayuda, y lo digo con toda sinceridad, a cualquier rapaz de doce años de su clase.