Claves para llevar adelante la tarea de alfabetizar. Testimonio de un alfabetizador
Invitación
Es importante que la forma de invitar (de boca en boca; personalmente, algún referente o un cartel) transmita confianza, para poder asistir al centro.
En muchas ocasiones se animan porque hay un vecino, un familiar, un amigo o bien conocen al referente que los ha invitado.
Animarse porque hay alguien que conocen.
El primer día
El primer día de encuentro es de tensión, nervios, de vergüenza. Es ahí donde presentarse, donde cada uno dice su nombre y el motivo (los que se animan) de su presencia, adquiere una dimensión de importancia para cada uno de ellos.
Porque son parte de un grupo que los convoca, que los convoca una misma realidad y los une un mismo objetivo (resolver algo pendiente).
El vínculo entre los alfabetizandos y el alfabetizador abre puertas
Es a través de esta relación que se genera confianza y se pierde muy de a apoco la vergüenza.
La maduración del grupo depende de esta relación.
El saludo, la bienvenida, el cálido recibimiento, el buen ánimo para afrontar cada encuentro.
Durante el proceso
Ver que a medida que pasan los días los alfabetizandos aceptan equivocarse, es un buen indicador.
Alentar, valorar, cada aporte de los alfabetizandos al grupo.
Tener en cuenta que si un alfabetizando ha dejado de participar, ha sido por motivos que se pueden resolver con una visita o una charla. Pasar a buscarlo o encontrarse en otro lugar puede ayudar a repensar la decisión. Valorar el camino que se ha realizado.
Algunos alfabetizadores que llegaron al objetivo dicen:
• Recomendamos que reconozcan en carteles de la calle, en la televisión, en diarios, o en cualquier otro lugar que tenga letras, palabras o frases, las letras o las sílabas que hayan aprendido.
• Tomar las palabras y las oraciones que proponen los alfabetizandos porque están cargadas de significados.
• Saber y preparar el encuentro de cada día (saber que vamos a ver ese día).
• Escuchar con respeto a cada uno, y proponer que lo mismo hagan con ellos.
• Procurar que de cada encuentro se vayan con algo aprendido (una letra, una opinión, una reflexión, ser escuchado, escuchar una palabra, una oración, etc.).
Fuente: Sergio de la Vega (Alfabetizador e integrante del equipo de Coordinación Educativa
del Programa Nacional de Alfabetización y Educación Básica para Jóvenes y Adultos).