Iniciar este texto como si fuera una charla entre colegas tiene que ver con la idea de convocarlos/as a su lectura desde un lugar de confianza, de desafiante invitación a pensar juntos y pensar-nos, remarcando en el escenario que les proponemos ese “entre” colegas, como un modo de representarnos la situación desde la evocación de nuestra propia historia vivida.

Nada mejor entonces que comenzar con un cuento titulado “La estrellita de mar”

Había una vez un escritor que fue a descansar a una playa lejana y paradisíaca, en algún lugar del planeta. Durante las mañanas caminaba por la playa sintiendo la brisa del mar, el ruido de las olas, la sensación de la arena bajo sus pies, el canto de las aves; y durante la tarde, escribía su deseada obra maestra. Una mañana, mientras caminaba por la playa solitaria, vio a lo lejos a un joven que hacía extraños movimientos de agacharse y levantarse. Lo observó y siguió caminando, absorto en los temas que pensaba escribir más tarde. Pero todas las mañanas se repetía la escena del joven que caminaba sin cesar haciendo extraños movimientos. Curioso, decidió averiguar qué pasaba. Una mañana se acercó al joven y pudo ver que recogía estrellas de mar de la arena y las arrojaba al mar. Más curioso todavía, se acercó y le preguntó:
- ¿Qué haces?
- Recojo las estrellas de mar que están en la arena seca y las arrojo al mar.
- Y eso… ¿por qué?
- Porque si no vuelven al mar, morirán secas por el calor del sol.
Asombrado, el escritor meditó unos minutos y volvió a preguntar:
- Pero son muchas, es una tarea imposible. Además, ¿cuál es la diferencia?
El joven, recogiendo una estrella de mar de la arena, la levantó, se la mostró y dijo sonriendo dulcemente, mientras la arrojaba al mar:
- ¡Para esta, yo hice la diferencia!
El escritor aprendió la lección rápidamente y a partir de ese día se levantaba muy temprano y ayudaba al joven a recoger las estrellas para arrojarlas al mar.

Ile (Ileana Romero). —Como reforzando aún más esta invitación que les hacemos con Ale, me parece interesante introducir acá un comentario que hace Jorge Larrosa en una entrevista realizada por Alfredo J. da Veiga Neto, retomando conceptos de Heidegger, y que tiene que ver con la experiencia. En ese sentido él dice: … hacer una experiencia con algo significa que algo nos acaece, nos alcanza; que se apodera de nosotros, que nos tumba y nos transforma (…) hacer una experiencia quiere decir, por tanto: dejarnos abordar en lo propio por lo que nos interpela, entrando y sometiéndonos a ello. Nosotros podemos ser así transformados por tales experiencias, de un día para otro o en el transcurso del tiempo… (Da Veiga Neto, 1995).

Ale (Alejandra Herrera).—En este diálogo, sin duda ese “algo” que queremos proponer que nos alcance, que se apodere de nosotros, que nos interpele, está referido al planteamiento que investigadores y estudiosos en el tema, como Inés Dussel y Alberto Quevedo, hacen en relación con la omnipresencia de las TIC en el contexto actual, sabiendo que existen en el ámbito educativo diferentes posicionamientos respecto de … la magnitud de los cambios que suponen las nuevas tecnologías para la enseñanza y el aprendizaje en las escuelas (Dussel, 2011).
Entre tantas miradas y percepciones, la que nos parece más significativa para compartir aquí tiene que ver con pensar la inclusión de las TIC en las prácticas de la enseñanza y del aprendizaje de nuestro campo de conocimiento y, más precisamente, en la Educación Secundaria, no solo como una oportunidad para enriquecer digitalmente esas prácticas, sino también como una manera innovadora en la producción y circulación del conocimiento del ámbito disciplinar.

Ile. —En relación con esto último, dice Dussel en su escrito Aprender y enseñar en la cultura digital (2011) que … los educadores que se enrolan en esta posición sostienen que estamos ante un cambio de época, y que hay que reorganizar la enseñanza pensando en los nuevos rasgos de producción de los saberes… (Martín-Barbero, 2006).

Ale. —Decime, Ile, y ¿cuáles son esos rasgos? Porque para poder empezar a pensar en reorganizar la enseñanza de la Educación Física en la Secundaria que hasta hoy hemos venido sosteniendo, incluyendo a las TIC como desafío, necesitamos tener en claro algunas cuestiones.

Ile. —Te podría decir, parafraseando a Dussel, que estos rasgos son la hipertextualidad, la interactividad, la conectividad y la colectividad. Dependiendo en gran medida de cuál sea la experiencia en el acceso a las TIC, el tiempo de exposición frente a la pantalla, parámetros que en un primer momento definían la brecha entre nativos e inmigrantes digitales y que hoy está determinada más bien por los “usos” que hagamos de ellas, cada una de esas palabras se nos representan, en el mejor de los casos, como desafíos o potencialidades y, en la contracara de la moneda, como temores e incertidumbres.

Ale. —Pero también es preciso decir y pensar que, si bien hoy son los “usos” los que determinan la brecha digital intergeneracional; …los desafíos que están en juego no son técnicos sino políticos y culturales… (Dussel y Quevedo, 2010).
A esto lo relaciono con… ¿te acordás de que hace poco lo escuchamos al ministro Sileoni, en el cierre del Encuentro de Tutores Virtuales del Programa Conectar Igualdad, decir sobre las TIC que: Más allá de la potencialidad técnica, de cómo estos recursos nos mejoran los aprendizajes, quiero decir… acá hay una herramienta extraordinaria de igualación social, de dignidad.

Ile. —¡Sí! ¡Claro que lo recuerdo! También recuerdo que en aquel momento conversamos acerca de que como integrantes de un colectivo de docentes, y siendo parte de la Educación Secundaria, si estaremos asumiendo el desafío de transformar la propia práctica de nuestro campo de conocimiento a partir de repreguntarnos lo que desde hace muchos años venimos reproduciendo.

Ale. —Sí, y sobre todo atendiendo a que la Secundaria hoy se enmarca en el principio de universalidad, desde la perspectiva del derecho a la educación y el desafío de la inclusión de todas y todos los jóvenes que por ella transitan. Te confieso que pensar en el “sinsentido” de las propuestas de enseñanza, que me atrevo a decir no son solo patrimonio de la Educación Física en este tramo de la escolaridad obligatoria, me retrotrae a aquel momento del Congreso Nacional de Educación Física recientemente llevado a cabo en Ciudad Autónoma de Buenos Aires, cuando las y los estudiantes que participaron hicieron mención a ella… ¿cuál fue la reacción de muchos de los presentes ante esa interpelación?

Ile. —El punto en cuestión me parece que tiene que ver, tal como venimos reflexionando, en que estamos transitando un momento histórico con rasgos singulares, donde la coyuntura en la educación en general, en el Nivel Secundario y en la Educación Física en particular, está dada por:

- Los cambios culturales a partir de la omnipresencia de las TIC, que configuran nuevas percepciones respecto de los vínculos interpersonales, la espacialidad, la temporalidad, la velocidad a la que circula la información, la construcción del conocimiento, el lugar de la familia y de la escuela, entre otras cuestiones.

- Los desafíos expresados en la Ley de Educación Nacional N° 26.206, que en el Capítulo IV para la Educación Secundaria, Artículo N° 30, entre sus Finalidades y Objetivos plantea: … f) Desarrollar las capacidades necesarias para la comprensión y utilización inteligente y crítica de los nuevos lenguajes producidos en el campo de las tecnologías de la información y la comunicación. (…) j) Promover la formación corporal y motriz a través de una educación física acorde con los requerimientos del proceso de desarrollo integral de los adolescentes.

- Aquellos otros desafíos que se consignan en las Resoluciones del Consejo Federal Nº 84/09 que aprobó el documento Lineamientos Políticos y Estratégicos de la Educación Secundaria Obligatoria, la Nº 88/09 que aprueba el documento: Institucionalidad y Fortalecimiento de la Educación Secundaria Obligatoria – Planes Jurisdiccionales y Planes de Mejora Institucional y la N° 93/09 que aprueba el documento Orientaciones para la Organización Pedagógica e Institucional de la Educación Obligatoria.

Ale. —En tu enumeración te está faltando mencionar también los Documentos de NAP para el Ciclo Básico Secundario y el Marco de Referencia del Bachillerato con Orientación en Educación Física, ambos a un pasito de ser aprobados por el Consejo Federal. En los dos documentos se retoman cuestiones para pensar los ejes que nombrábamos referidos al uso de las TIC en el propio campo de la Educación Física, con el desafío, por un lado, de enriquecer digitalmente las prácticas y, por otro lado, de producir y hacer circular el conocimiento.
En ese sentido podríamos preguntarnos: ¿De qué manera, quienes hacemos la Educación Física, percibimos estos cambios culturales con la presencia e inclusión de las TIC? ¿Cómo asumimos el compromiso de diseñar iniciativas para preservar todo aquello que la Educación Física en la Escuela Secundaria ha sido capaz de construir en su devenir histórico y que por su significatividad y coherencia con los lineamientos políticos educativos es necesario mantener vigentes? ¿Cómo dar respuesta a los desafíos que emergen de la vida contemporánea con especial atención a los principios y finalidades de la Educación Secundaria actual, propiciando que las y los jóvenes incluyan a las prácticas corporales, ludomotrices y deportivas en sus proyectos de vida?

Ile. —Sin duda, las respuestas que seamos capaces de construir nos posibilitarán asumir posiciones más flexibles para dialogar con la realidad –a esta altura ya no podemos mirar para otro lado–, a fin de mantener activa la capacidad de innovación que nos permita configurar prácticas más inclusivas, participativas y con “sentido” para quienes interactúan con nosotros en la escuela.
Recordando algunos otras conversaciones como esta, caracterizadas por la búsqueda de ideas contenedoras de respuestas a tantas preguntas que nos hacemos sobre lo que se construye en las prácticas pedagógicas de Educación Física, y cómo las TIC han llegado para generarnos controversias, te propongo profundizar, o buscar nuevos interrogantes sobre esta irrupción que nos genera un poco de… incomodidad, ciertas fisuras en el modo de vincularnos, nos paraliza en gestiones relacionadas estrechamente con la didáctica… apenas por nombrar algunas…

Ale. —Sí, y que claramente queda de manifiesto cuando se escuchan las voces de nuestros colegas diciendo por ejemplo: son lógicas diferentes, hasta te diría opuestas… que no encuentro el modo de compatibilizarlas… ¿Cuál y dónde se localiza la situación problemática, si es que se le puede asignar un lugar?

Ile. —Y allí está el desafío: “visibilizar ese lugar” en cada uno de nosotros y asumirlo como tal, buscando resolver aquello que parece acorralarnos y que, casi como un callejón sin salida, nos obliga a poner en palabras aquello que “creemos”, aquello que “no sabemos”, lo que “nos paraliza de esta cultura de las nuevas alfabetizaciones digitales”…
Hay que realizar un gustoso y placentero esfuerzo, adoptando una posición que permita avanzar sobre un camino posible, donde lo digital conviva con lo analógico, que la Educación Física incorpore las TIC a su paisaje disciplinar… En este sentido, la propuesta es poder descubrir cuáles son los motivos que nos conducen a posicionarnos en un paradigma alejado de la omnipresencia de las nuevas tecnologías en el escenario escolar, porque si miramos otros contextos asociados al deporte de alto rendimiento, a la preparación física, a los diagnósticos de niveles de salud, por nombrar algunos, esto no ocurre. ¿Qué pasa con la Educación Física en la escuela? Sabemos que los lineamientos políticos pedagógicos de los que hacíamos mención hace un momento, manifiestan esta conveniencia…

Ale. —Me inquieta profundizar aquellas cuestiones sobre la irrupción. Se me ocurre que la intención de tu propuesta tiene que ver con desarrollar con más detalle esas dos proposiciones, de las que siempre hacemos mención cuando compartimos esta mirada renovada y de oportunidades con respecto a las TIC en la Educación Física; y que tienen que ver, por un lado, con enriquecer digitalmente las prácticas de enseñanza y de aprendizaje; y por el otro, lo vinculado con la producción y circulación de la información ligada a nuevos saberes en un marco de equidad y derechos educativos que se priorizan en esta transformación.
Cuando menciono esta última proposición, siempre recuerdo cómo en el cursado de nuestra licenciatura los colegas nos remarcaban que la Educación Física demanda a quienes somos los responsables de ponerla en acto que escribamos sobre esas prácticas para dejar, de una buena vez, de tomar teorías prestadas de otros campos de conocimiento. Y en esto los “usos” que hagamos de las TIC se transforman en oportunidades.

Ile. —Sí, claro, además podremos dar más claridad a los rasgos a los que Dussel hace mención en relación a esa segunda cuestión.

Ale. —Justamente, también traigo a mi memoria la lectura de una entrevista que le fuera realizada al chileno Hugo Martínez, que desde hace más de quince años trabaja en la incorporación de tecnologías de la información al quehacer didáctico. El periodista indaga sobre qué consejos les daría a los docentes que no han dado el primer paso hacia las nuevas tecnologías.

Ile. —Una pregunta que debe traer consigo una respuesta sencilla, pero que, en su sencillez, también contiene un mensaje innovador y vanguardista con respecto a las TIC.

Ale. —“Atreverse”, esa fue la respuesta, atreverse… Como miembro de la Comisión de Expertos de la OEI, y en la publicación digital de esta entrevista, él declaró: Mi consejo es justamente ese: atreverse. Acá no se va a romper ni estropear nada. Atreverse es la forma más eficiente de desarrollar habilidades en el uso de la tecnología. (…) Jugar: esa es la clave.

Ile. —Y para agregar a lo que decís, recuerdo haberlo escuchado en una teleconferencia expresando una idea que me quedó en el corazón… y decía algo así como que un docente innovador no se prepara para el futuro, crea el futuro…
Aceptar y tomar la controversia que genera la llegada de las TIC y su posibilidad de incorporarlas a nuestras prácticas, ¿será una cuestión de traer a la conciencia que es “momento” de crear ese futuro? Y en esa creación de futuro en el presente, ¿abandonar el monopolio de una cultura de lo motriz cimentada solo en prácticas reproductivas, con predominio de lo deportivo sobre otros contenidos relevantes, con la mirada evaluativa puesta solo en lo orgánico funcional y en una brecha cada vez más pronunciada con la demanda de los y las estudiantes?

Ale. —Atreverse y crear, junto a innovar y arriesgar… los chicos y las chicas ya transitan esos senderos… son muchas y variadas las experiencias extraescolares multimediáticas. De algún modo, debemos reconocer que este es un camino sin retorno, las TIC llegaron para quedarse… a nuestra cotidianidad, a nuestras tareas laborales, a nuestras aulas, a nuestros patios, a nuestros campos de deporte… A tu pregunta, sumo otra: ¿será que si esta llegada nos hace creer que ellas aquietan, sedentarizan, desplazan los momentos lúdicos, es porque ello está sucediendo? ¿Es responsabilidad de las TIC o tendremos que revisar nuestra didáctica y los modos de diseñar y elaborar propuestas de formación en Educación Física? ¿Es una oportunidad que presenta dos caras? Aclaro: mejoremos nuestra didáctica, y si las TIC están allí, debemos tomarlas de algún modo.

Ile. —Creo que el compromiso debe reflejarse no solo en mirar retrospectivamente lo que ha sucedido en particular con nuestra disciplina, sino en el sentido de construir “un nuevo sentido” en el marco de la escuela, un lazo que permita procesos de aprendizajes motrices más profundos y relevantes, y en los cuales se generen contextos donde los y las jóvenes no solo puedan lograr ser competentes motrizmente, sino también puedan ser competentes con lo digital e incorporar junto a sus maestros la diversidad de alfabetizaciones de ese mundo a las actividades corporales, ludomotrices y deportivas.

Ale. —Te escucho decir alfabetizaciones. Y como rectora de un colegio secundario y participando de un trayecto para directivos en la Gestión del Modelo 1:1, logro la lectura de un texto de Manuel Area Moreira sobre La competencia digital e informacional en la escuela. Allí el autor hace una propuesta de “las nuevas alfabetizaciones” y las dimensiones de esa “multialfabetización”.

Ile. —Es una mirada interesante. ¿Cuáles son aquellas distinciones que se plantean en esa propuesta?

Ale. —El autor plantea que …desde hace, al menos, dos décadas distintos expertos, colectivos, asociaciones y especialistas educativos reclaman la necesidad de que se incorporen nuevas alfabetizaciones al sistema educativo. Alfabetizaciones centradas, bien en la adquisición de las competencias de producción y análisis del lenguaje audiovisual, en el dominio del uso de los recursos y lenguajes informáticos, o en el desarrollo de habilidades de búsqueda, selección y reconstrucción de la información. Por ello, muchos expertos han empezado a proponer nuevas alfabetizaciones: alfabetización audiovisual, alfabetización digital, alfabetización informacional.

Ile. —Para comprender y poder establecer un puente con el desarrollo de prácticas inteligentes en Educación Física, sería conveniente poder caracterizar estas nuevas alfabetizaciones… ¿no te parece?

Ale. —Es cierto. De hecho, Area Moreira propone un cuadro especificando qué comprende cada una…

Alfabetización audiovisual Se desarrolla con la finalidad de formar al alumnado como sujeto con capacidad para analizar y producir textos audiovisuales, así como para prepararlo para el consumo crítico de los productos de los medios de masas como el cine, la televisión o la publicidad. Se considera la imagen y sus distintas formas expresivas como un “lenguaje” con sus propios elementos y sintaxis. Se implementó parcialmente en el sistema escolar en los años ochenta y noventa.
Alfabetización tecnológica o digital El propósito de esta alfabetización es desarrollar en los sujetos las habilidades para el uso de la informática en sus distintas variantes tecnológicas: computadoras personales, navegación por internet, uso de software de diversa naturaleza. Se centra en enseñar a manejar el hardware y el software. Tuvo un desarrollo limitado en el sistema escolar en la década de los noventa, aunque continúa en la actualidad.
Alfabetización informacional El origen de esta propuesta procede de los ambientes bibliotecarios. Surge como respuesta a la complejidad del acceso a las nuevas fuentes bibliográficas distribuidas en bases de datos digitales. Se pretende desarrollar las competencias y habilidades para saber buscar información en función de un propósito dado, localizarla, seleccionarla, analizarla, y reconstruirla.
Multialfabetización El concepto procede del ámbito anglosajón formulado por el New London Group a mediados de la década de los noventa. Defiende que en una sociedad multimodal debe prepararse y cualificarse al alumnado ante los múltiples medios y lenguajes de la cultura del tiempo actual con un planteamiento integrado de los distintos alfabetismos.

Ile. —Es muy interesante comprender estos conceptos para repensar a la Educación Física escolar en el contexto actual. También, hay que decirlo, no podemos repensar a la Educación Física escolar aislada del contexto institucional donde cada uno de nosotros se desempeña, porque así como históricamente estuvimos por fuera de la escuela, en horario a contraturno, lejos del “control” de las autoridades, ahora con las TIC podemos construir nuestra presencia como espacio de formación también desde la virtualidad, donde los aportes, ideas, debates, conocimientos sean significados por la institución de otra manera.

Ale. —Y también trascender los límites de lo institucional para poner a disposición las producciones de estudiantes y docentes en blogs, sitios para alojar presentaciones de diapositivas, mapas conceptuales, videos, etc., reconociendo en la cultura colaborativa otro de los rasgos valiosos de esta inclusión.

Ile. —Tal cual decís… pensar que es posible trascender la soledad de lo individual, competitivo y exitista que nos ha caracterizado como colectivo, para pasar a vivir en una cultura de colaboración y grupalidad, que sin duda nos enriquece, es aprovechar la oportunidad que nos ofrece el contexto actual.
Para hacer realidad este desafío es oportuno cambiar la mirada sobre las TIC, vividas como amenazas a nuestra tarea formadora, y pensar que sus “usos” complejos, mirados a priori, representan una realidad que puede ser abordada paso a paso, con la finalidad de que los mismos posibiliten la mejora de la enseñanza y el aprendizaje de la Educación Física.
En ese sentido podemos hacer propio este Decálogo para el uso de las TIC en el aula (Area, Gros y Marzal, 2008)

1. Lo relevante debe ser siempre lo educativo, no lo tecnológico. Un docente cuando planifique el uso de las TIC siempre debe tener en mente qué es lo que van a aprender los alumnos y en qué medida la tecnología sirve para mejorar la calidad del proceso de enseñanza que se desarrolla en el aula.
2. Un profesor o profesora debe ser consciente de que las TIC no tienen efectos mágicos sobre el aprendizaje ni generan automáticamente innovación educativa. El mero hecho de usar ordenadores en la enseñanza no implica ser mejor ni peor profesor ni que sus alumnos incrementen su motivación, su rendimiento o su interés por el aprendizaje.
3. Es el método o estrategia didáctica junto con las actividades las que promueven un tipo u otro de aprendizaje. Con un método de enseñanza expositivo, las TIC refuerzan el aprendizaje por recepción. Con un método de enseñanza constructivista, las TIC facilitan un proceso de aprendizaje por descubrimiento.
4. Se deben utilizar las TIC de forma que el alumnado aprenda “haciendo cosas” con las mismas. Es decir, debemos organizar en el aula experiencias de trabajo para que el alumnado desarrolle tareas con las TIC de naturaleza diversa, como pueden ser el buscar datos, manipular objetos digitales, crear información en distintos formatos, comunicarse con otras personas, oír música, ver videos, resolver problemas, realizar debates virtuales, leer documentos, contestar cuestionarios, trabajar en equipo, etcétera.
5. Las TIC deben ser utilizadas tanto para el trabajo individual de cada alumno como para el desarrollo de procesos de aprendizaje colaborativo entre grupos de alumnos, tanto presencial como virtualmente.
6. Cuando se planifica una lección, unidad didáctica, proyecto o actividad con TIC debe hacerse explícito no solo el objetivo y contenido de aprendizaje de la materia o asignatura curricular, sino también el tipo de competencia o habilidad de alfabetización tecnológica/informacional que se quiere promover en el alumnado.
7. Es muy importante tener planificados el tiempo, las tareas o actividades, los agrupamientos de los estudiantes, y el proceso de trabajo que los alumnos tienen que realizar con las computadoras. Cuando se pongan en práctica actividades con los recursos digitales debe evitarse la improvisación.
8. Las actividades de utilización de los ordenadores tienen que estar integradas y ser coherentes con los objetivos y contenidos curriculares que se están enseñando. Es decir, el uso de las TIC no debe considerarse ni planificarse como una acción ajena o separada del proceso de enseñanza habitual.
9. Debe desarrollarse un proceso de enseñanza de la multialfabetización dirigido a que el alumnado cultive y desarrolle las habilidades de búsqueda, consulta y elaboración de información, de expresión y difusión de la misma a través de diferentes canales y lenguajes, así como para relacionarse y comunicarse con otras personas.
10. Todo proceso de desarrollo de competencias informacionales y digitales debe cultivar simultáneamente la dimensión instrumental, cognitiva, actitudinal y axiológica del aprendizaje del alumnado con relación a la multialfabetización.

¿Y si hacemos la diferencia?

Imaginar a la Educación Física como la estrella de mar del cuento renueva la invitación con la que iniciamos este diálogo, el cual no pretendió dar certezas para la apropiación de las TIC en nuestro campo disciplinar, pero sí pretende –entre controversias, debates y sentidos compartidos– que asumamos una actitud reflexiva para repensarnos y configurar nuevas prácticas que marquen la diferencia.