Karina Peisajovich

Flotar

, 2007

Instalación de luz, sombra y pintura

Dimensiones aprox.: 5,50 x 4,00 x 3,00 m

19 lámparas de luz halógena, filtros de color, timer, pintura acrílica, cartón y tarima de madera

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Karina Peisajovich, Flotar

Imaginemos por un momento que nos encontramos en una sala en penumbras; aquí parece no haber gravedad, sino solo rombos de colores que flotan en el espacio. Algunos están pintados en el techo, el suelo y las paredes; otros cuelgan suspendidos y también están los rombos inmateriales hechos de luz o de sombra. Estos últimos nacen de artefactos lumínicos ubicados en lo alto y en lo bajo, luces de diferentes colores que intervienen la arquitectura y las demás figuras generando también sus sombras. ¿Cómo sería transitar un lugar como este?, ¿qué sensaciones nos provocaría?, ¿sería mágico?, ¿bello?, o ¿misterioso y extraño?

Y es que para poder responder a estas preguntas habría que vivir la experiencia. De esto se trata la instalación de Karina Peisajovich, una obra que no es solo para mirar sino también para recorrer y experimentar.

Pero volvamos un instante a la sala: estamos allí, y repentinamente, las luces cambian de color e intensidad creando un nuevo dibujo que altera los rombos y la percepción del espacio. Es porque la artista ha conectado las luces a un dispositivo programado para modificarlas cada diez segundos, lo que genera nuevas escenas. Así esta obra no es siempre igual, sino que se transforma a lo largo del tiempo.

Karina Peisajovich no solo trabaja con formas y luces sino que a través de estas también juega con el tiempo y el espacio, invitándonos a vivir una sutil y novedosa experiencia.