A lo largo de este fascículo podrán conocer distintas técnicas para desarrollar una práctica de estudio estratégica y eficaz.
Los seres humanos aprenden desde la más temprana infancia de forma natural, pero durante la edad escolar hay algunas asignaturas que se hacen arduas y difíciles de dominar o adquirir. Veremos que con el desarrollo de hábitos adecuados se puede aprender a aprender. La organización del tiempo a través de un plan de trabajo y la práctica de técnicas de lectura comprensiva son dos pasos fundamentales para iniciar este proceso.
Existen herramientas eficaces para organizar y planificar el material de estudio: las fichas bibliográficas, los apuntes, el subrayado, el resumen, los esquemas, los cuadros sinópticos y los mapas conceptuales.
Ponerse a estudiar es un trabajo difícil si no se encuentra el momento oportuno, el lugar adecuado o la forma eficaz, pero les contaremos cómo pueden organizarse y adquirir un método adecuado en función de sus tiempos y de su vida cotidiana.
Desarrollar hábitos como la autodisciplina, la distribución del tiempo y la capacidad de establecer prioridades, más las ganas de aprender, les servirán para mejorar su rendimiento en el estudio y para la vida en general.
Mc Carthy, Michael, Domine la era de la información,
Barcelona,
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1991.
Novak, Joseph y Gowin, Bob,
Aprendiendo a aprender;
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Ontoria Peña, Antonio y Molina Rubio, Ana, Los mapas conceptuales y su aplicación en el aula,
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