Internet se ha transformado en una herramienta casi indispensable en la vida de los niños, niñas y adolescentes. Nuestros hijos e hijas la utilizan a diario y encuentran en la comunicación digital y en las redes sociales un espacio que, muchas veces, reemplaza al contacto directo.

Así como intercambian archivos con información escolar o ven videos musicales, también deciden las salidas y encuentros por mensajeros instantáneos -por ejemplo, messenger- o bien en los muros de Facebook, que son el lugar en el que aparecen sus pensamientos, sus sentimientos y sus fotografías. Curiosamente, ese espacio público contiene buena parte de la vida privada de nuestros hijos.

Como papás y mamás o adultos responsables de niños, niñas y adolescentes es importante que sepamos cuáles son las reglas que imperan en Internet, que conozcamos su funcionamiento, que nos interioricemos -aunque sea mínimamente- sobre las herramientas digitales que nuestros hijos e hijas utilizan.

1. Internet es una herramienta de comunicación. También es un lugar de encuentro, sobre todo para niños, niñas y adolescentes.

2. En líneas generales, los usuarios y usuarias muestran en Internet las mismas características de comportamiento que en la vida off line. Sin embargo, dado que es posible mantener cierto anonimato, también pueden elegir mostrarse como aquello que no son y mentir respecto de su sexo, edad, historia, etc.

3. Con frecuencia se registran casos de acoso o discriminación, sobre todo en comunidades y grupos de jóvenes.

¿Qué es la discriminación en Internet?

Hay formas variadas de discriminación en Internet: cadenas de correos electrónicos ofensivos, creación de grupos en redes sociales destinados a agredir o excluir a una persona o comunidad o, incluso, difusión de imágenes manipuladas.

Por lo general, las víctimas de este tipo de acciones son niños, niñas y adolescentes que sufren en silencio las situaciones de discriminación por género, aspecto físico, religión, origen étnico, condición económica, social o intelectual.

a.¿Cómo detectar el acoso?

Frecuentemente, los niños, niñas o adolescentes que están siendo sometidos a una estrategia de acoso sistemático tienen cambios en su conducta: se muestran tristes y silenciosos, se cierran sobre sí mismos, tienen altibajos en el rendimiento escolar y, en algunos casos extremos, presentan trastornos conductuales -de la alimentación, del sueño, de agresividad- más serios debidos a la angustia contenida. Asimismo, en ocasiones también comienzan a prestar una desmesurada atención a lo que sucede en los sitios que habitualmente frecuentan en internet porque están pendientes de cualquier nueva agresión que se produzca.

Es importante que como padres y madres prestemos atención a los cambios de conducta, que hagamos que se sientan contenidos y confiados para que puedan compartir con nosotros sus preocupaciones, y que cada una de nuestras acciones esté dirigida a hacer que nuestro hijo o hija se sienta protegido.

b.¿Qué hacer frente a la discriminación?

Si nuestro hijo o hija está siendo víctima de acciones de acoso y discriminación podemos ayudarlo o ayudarla de la siguiente manera:

1. Siendo equilibrados en la ponderación del problema. Sin minimizarlo ni sobredimensionarlo.

2. Sin echarle la culpa a Internet. La interacción en Internet tiene las mismas características que la interacción en la vida "off line" o "vida real". La queja acerca del medio o la prohibición de utilizarlo no solucionan el problema. Cerrar el perfil de Facebook tampoco.

3. Hablando mucho con él o ella acerca de qué tipo de información brindar en las redes sociales y cuáles son las herramientas digitales con las que cuenta para protegerse.

4. Alentándolo o alentándola a que no se sientan avergonzados y compartan la situación con maestros, maestras, profesores, profesoras, amigos y amigas. Mantener el secreto hace más fuerte a quien o quienes están discriminando o acosando.

5. Desalentando cualquier actitud de revancha. Es esencial que nuestros hijos e hijas comprendan que no tiene objeto responder a la discriminación con más discriminación.

6. Consultar con los organismos dedicados a combatir este tipo de acciones. La Plataforma por una Internet libre de Discriminación recibe las consultas y pone en marcha las acciones necesarias para desarticular todo tipo de expresión intimidante o discriminatoria. (formulario de consulta)

c. El derecho a la privacidad

Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a la privacidad. Por lo tanto, como padres, madres o adultos responsables por los menores, tenemos que respetar y preservar este derecho.

Cuando se presentan situaciones de acoso o discriminación, es mucho más importante y también mucho más constructivo observar la conducta de los niños, niñas y adolescentes que instrumentar cualquier acción que signifique una invasión de su privacidad. Nuestra tarea de supervisión tiene que, necesariamente, ir de la mano con la construcción de un vínculo de confianza que permita un diálogo fluido para que los menores compartan con nosotros sus preocupaciones e inquietudes y, de este modo, podamos ayudarlos a que superen sus dificultades.

La revisión no autorizada de correos electrónicos, mensajeros instantáneos y perfiles de redes sociales es, a largo plazo, fuente de decepción para los menores que, lejos de sentirse acompañados por los adultos, perciben estas acciones como actitudes de control y vigilancia y, consecuentemente, se vuelven más reservados aún y se alejan de quienes pueden ayudarlos a resolver sus ocasionales problemas.