Los transeúntes circulan de diversas formas; incluso un mismo transeúnte puede modificar su estilo de circulación según los momentos del día, las calles o según lo apurado que esté por llegar a destino. Las diferentes modalidades de circulación de los transeúntes influyen en el aumento o en la disminución de los riesgos de fricción que la circulación trae aparejados. Por eso, existen normas que regulan dicha circulación.
A través de esta propuesta los alumnos podrán explorar las diferentes modalidades de circulación de los transeúntes y su impacto en el tránsito.
Que los alumnos logren:
Año escolar sugerido: Preescolar
Proporcione a sus alumnos distintos dibujos o fotografías de situaciones de calle, como las siguientes:
Indíqueles luego que piensen en una frase para cada uno de esos personajes, y converse con ellos sobre los motivos por los cuales podrían haberse dicho esas frases.
Luego, usted podrá recuperar las modalidades de circulación de los chicos a través de preguntas como las que siguen:
Luego de la charla, proponga a los chicos una salida con el objetivo de observar las conductas de los transeúntes durante un tiempo determinado en función de analizar qué actitudes ayudan o dificultan la circulación y por qué.
Para orientar la observación, es conveniente realizar una lista de aspectos como la que le proponemos:
En la sala, proponga a sus alumnos una puesta en común de lo observado y luego analicen en conjunto las diferentes conductas en términos de los riesgos que implican o que evitan, según los casos.
A continuación, le sugerimos trabajar con los chicos el contenido de algunas normas existentes que regulan
la circulación de los transeúntes. Un abordaje posible consiste en plantear la diferencia entre
aquellas situaciones observadas para las que existen normas y aquellas para las que no las hay.
Esta propuesta es una adaptación de la que se halla en el Documento de Trabajo N° 5 del área de
Formación Ética y Ciudadana de la Secretaría de Educación del Gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires.