Introducción:

¿Alguna vez escucharon decir algo como: "Lo que hacemos nosotros está bien hecho, lo que hacen los demás quizá no tanto"? ¿Alguna vez pensaron algo como: "Nosotros tenemos todo el derecho, los demás lo tendrán si hacen méritos para ello"?

En esta historia se han mezclado lo que en realidad son dos historias bien distintas: un Pedro verdaderamente justo y honrado y otro que sólo lo aparenta y en realidad es bastante egoísta y poco respetuoso de los derechos de los demás.

Vamos a convertirnos en detectives para desentrañar a los "Pedros" de la historia. Y también en detectives de nosotros mismos para pensar después cuándo actuamos de una u otra manera.

¡Tomen sus lupas y manos a la obra!

Tarea:

Formarán parejas de detectives privados. ¡Dos detectives piensan siempre mejor que uno! Su misión será separar a los dos "Pedros" de esta historia.

El relato podría despistarlos, pero ¡no lo permitan! Si se concentran en analizar los derechos y deberes que inspiran la conducta de Pedro podrán resolverlo.

Una vez que hayan identificado qué párrafo corresponde a qué Pedro, podrán separar las dos historias, y ¡caso cerrado!

Esta actividad les permitirá comprender cómo se ponen en juego los derechos humanos en la vida cotidiana.

Proceso y recursos:

Lean la historia de Pedro.

PEDRO

1. Pedro es un hombre bueno, o por lo menos todos lo creen así. Naturalmente bueno, íntegro y honrado. Lástima que no todos sean como él.

2. Pedro paga todos sus impuestos y nunca ha dejado de emitir su voto en los días de elecciones. Pedro es un "ciudadano ejemplar" que cumple con sus deberes.

3. Pedro lleva puntualmente todas las mañanas a sus hijos a la escuela, y se asegura de que no falten a clases. Pedro se preocupa por la educación de sus hijos.

4. Pedro nunca falta a su trabajo. Su compañero, Luis, lo respeta porque Pedro es un hombre bueno. Pedro piensa que Luis está loco y no vale la pena hablar con él porque, siendo hombre, escribe noticias de opinión en contra de los hombres y a favor de las mujeres. Un "pensamiento lógico" el de Pedro.

5. De repente, el teléfono. Su esposa ha tenido un accidente. Pedro sale corriendo a buscar su auto para llegar pronto al hospital. En vano: por la salida del garaje acaba de comenzar una procesión de gente que parece encabezar una gran manifestación. Pedro comienza a tocar la bocina desesperadamente.

-¡Dejen pasar que estoy en una emergencia!

-No sea impaciente -le gritan unas mujeres.

-¡Estoy muy apurado, déjenme salir o llamo a la policía! ¡No pueden impedir mi circulación!

Pedro cree que las normas están para cumplirlas, y son normas para todos. Un pensamiento ecuánime el de Pedro.

6. De camino al hospital, Pedro recuerda comprar unos calmantes que le pidieron para su mujer. Deja el auto donde puede y corre a la farmacia. Mientras espera su turno, escucha el grito de un hombre:

-¿Quién es el infeliz que ha dejado su auto en doble fila?

-No sea impaciente hombre -le dice Pedro mientras sigue atento a su turno en la farmacia.

-¿Usted se ha vuelto loco? Saque su auto o llamo a la grúa.

Pedro escucha la amenaza y le duele. Él piensa que es un hombre comprensivo con los otros, y le duele que los otros no sean comprensivos con él.

7. Antes de entrar al hospital, en la calle, alguien le pide una moneda. Pedro no lo duda, ese hombre flaco y de aspecto harapiento sin duda tiene hambre. Pedro le da dos pesos. Un corazón generoso el de Pedro.

8. De vuelta en su casa, con su esposa repuesta, encuentran una carta dirigida a su hija. Pedro se sorprende, ¿su hija de 9 años recibiendo correspondencia? Tiene mucha curiosidad por abrirla, pero no lo hace. Pedro es un hombre respetuoso de la intimidad ajena.

9. Otra vez una persona pidiendo dinero, un joven de buen aspecto. Pedro piensa: "Un borracho, seguro que pide plata para gastarla en alcohol. Ni una moneda para él". Pedro es un hombre íntegro. Sabe medir las consecuencias de sus actos.

10. Por la noche tiene reunión de consorcio. Los vecinos se quejan de los ruidos que salen del departamento de Pedro durante la hora de la siesta. El hijo de Pedro toca la batería. Pedro ama a sus hijos y le parece bien que su hijo haya encontrado un medio artístico para expresarse. Pedro sabe que el ruido es molesto, a él también le disgusta la batería. Pero él respeta a su hijo, ¿por qué los vecinos tienen que ser tan intransigentes y no pueden respetarlo también? Además, Pedro no se queja del perro de la señora de arriba.

Pedro sabe lo que está bien y lo que está mal. Pedro, evidentemente, es un hombre bueno. ¡Lástima que haya tan pocos hombres como Pedro!

Preparativos

Cómo buenos detectives, primero hay que ponerse en tema. Los derechos fundamentales del hombre serán la clave que les permita desentrañar este caso. ¿Pero de qué se trata eso? Comiencen su investigación respondiendo estas preguntas:

Recursos

Busquen la respuesta a estas preguntas en:

En busca de dos Pedros

Primero analicen cada párrafo y detecten qué derecho o deber del hombre se pone en juego en las acciones de Pedro, tanto si se respeta como si no. Identifiquen el artículo correspondiente.

Les sugerimos que copien la historia de Pedro completa en un archivo de texto y escriban al lado y en otro color el artículo que corresponda. No olviden guardar el archivo con su nombre y en el lugar que les indique su docente.

Recursos

Utilicen la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre.

Un ejemplo.

En el segundo párrafo leemos:

"Pedro paga todos sus impuestos y nunca ha dejado de emitir su voto en los días de elecciones. Pedro es un ciudadano ejemplar que cumple con sus deberes."

Derechos o deberes que se ponen en juego:

El Pedro "justo" y el Pedro "egoísta"

Una vez que tienen identificados todos los derechos o deberes que rigen la conducta de Pedro en cada párrafo, llegó el momento de hacer la valoración de su conducta y así desentrañar a uno y otro Pedro. Al Pedro respetuoso de los derechos lo llamamos "justo" y al no respetuoso "egoísta".

Con la Declaración Americanade los Derechos y Deberes del Hombre en la mano, y teniendo en cuenta que los derechos son para todos, señalen en qué párrafo el derecho o deber que identificaron está siendo respetado y en qué párrafo no.

Pueden utilizar el resaltador para identificar con un color los párrafos que respondan al Pedro que respeta los derechos y con otro color los párrafos que respondan al Pedro que no los respeta.

Creen una tabla con dos columnas y copien en cada una la información de cada Pedro por separado.

Pedro "justo"

Pedro "egoísta"

Hipótesis del caso

Todo detective utiliza hipótesis que argumentan la solución del caso.

Una hipótesis es una explicación razonable, que se admite provisionalmente como base para llegar a una consecuencia, como punto de partida para una investigación o como arranque de un argumento, aunque su verdad no esté comprobada.

Una forma de argumentar las hipótesis que utilizamos es pensando cómo hubiera sido la situación en el caso contrario. Es decir, ¿cómo hubieran sido las acciones de Pedro si siempre hubiera respetado los derechos y deberes del hombre?

Agreguen una columna, y reescriban las acciones de la columna Pedro "egoísta" para que los derechos y deberes del hombre se vean respetados.

Pedro "justo"

Pedro "egoísta"

Pedro "transformado"

Caso cerrado

Comparen entre todas las parejas de detectives la solución del caso. ¿Han coincidido? ¿Hay discrepancias? ¿En el análisis de qué conductas tuvieron más dificultad para ponerse de acuerdo en la valoración?

Finalmente los invitamos compartir sus opiniones con la clase:

Lean las preguntas de la introducción. Consideren ese tipo de mentalidad e identifiquen situaciones de la vida cotidiana en que dicha mentalidad se pone de manifiesto.

Evaluación:

Para la valoración de su trabajo se tendrán en consideración los siguientes aspectos:

Conclusión:

Los derechos son para todos, y no valen para unos más que para otros, pero parece que es muy fácil confundirse.

Esta experiencia les habrá permitido comprender cómo nuestras conductas de la vida cotidiana pueden respetar o violar los derechos fundamentales del hombre.

Como se habrán dado cuenta, ¡todos tenemos mucho por hacer!