La Convención sobre los Derechos del Niño considera al niño como un sujeto de derecho. Esto implica la necesidad de replantear los vínculos que se establecen con el niño en el hogar, en la escuela, en la comunidad de pertenencia y también durante su tránsito o asentamiento en otros países. Por lo tanto, será necesario incluir la perspectiva del niño en todas aquellas decisiones que lo afecten. Asimismo, será importante considerar que el niño, como sujeto de derecho, es un ser que tiene capacidad para actuar con libertad. Sin embargo, para que pueda hacer ejercicio efectivo de esa libertad, será necesario que vaya comprendiendo algunas de las normas jurídicas que reconocen sus derechos y que tome conciencia de ellas.

Además, el niño se debe familiarizar con los medios de protección de sus derechos para ponerlos en práctica en caso de que se vean afectados. El Estado, los adultos, la sociedad y la comunidad internacional tienen la obligación de respetar y posibilitar el ejercicio efectivo de todos los derechos del niño. Formación Ética y Ciudadana no sólo se propone que los niños conozcan las normas que rigen sus propios derechos y sus medios de protección, sino también la reflexión sobre la inclusión del otro como sujeto de derechos y de obligaciones. De esta forma, el niño crece y desarrolla su subjetividad, como ser individual, y su intersubjetividad, como ser social.

Propósito

Esta actividad se propone continuar con la reflexión sobre qué significa ser una persona poseedora de derechos.1 Será importante, entonces, que los niños reconozcan quiénes están obligados a respetar sus derechos. Los padres (o las personas que cumplan ese rol) y el Estado deben otorgarles afecto, protección y seguridad en el ámbito familiar, escolar, comunitario y estatal. Mediante esta actividad se buscará reflexionar sobre cómo respetar los derechos del niño durante una situación de la vida familiar.

Desarrollo de la actividad

Un modo de educar en y para los derechos humanos del niño es a través de una dramatización. La dramatización es una técnica que permite explorar los sentimientos, las actitudes, los valores y las percepciones que influyen en la conducta del niño y, al mismo tiempo, ayuda a descubrir y aceptar la posición de los demás. Esta dinámica favorece el desarrollo de la capacidad de comprender los derechos propios y los de los otros. La actividad podría comenzar con la lectura de un caso, un cuento o un relato, que los niños podrían escuchar sentados en ronda alrededor suyo. A continuación, le presentamos como ejemplo para que lea a sus alumnos el "caso de Mariel, una nena de nueve años".2

Mariel

Los padres de Mariel se separaron hace dos meses. Mariel vive con su madre en la casa de sus abuelos maternos. A Mariel le gusta vivir en la casa de su abuela porque su correspondencia no se pierde como en su casa anterior. ¡Y qué importantes son sus cartas! Todas sus primas viven a miles de kilómetros de su casa. Pero... ocurre que la abuela quiere controlar el correo de Mariel. Y para ella, esto afecta su derecho a que se respete su vida privada (artículo 16 de la Convención sobre los Derechos del Niño). Además, la abuela pasa todas las mañanas la enceradora. Y para Mariel, que la obliguen a soportar ese ruido ensordecedor es una violación al artículo 37 de la Convención de los Derechos del Niño que prohíbe los tratos inhumanos. Le molesta, asimismo, que su abuela no le permita escuchar música durante la hora de la siesta. Y son tantos los derechos que considera violados, que ya ni recuerda qué artículo de la Convención de los Derechos del Niño se encontraría afectado.

Pero la abuela quiere mucho a Mariel y por eso se encarga de ella mientras su madre está trabajando, cumpliendo así con la obligación de asistencia que determina el artículo 18 de la Convención sobre los Derechos del Niño. Sin embargo, no tolera escuchar música en el momento en que ella quiere ejercer su derecho a descansar (artículo 11 de los Principios a favor de las Personas de Edad). ¡Qué día difícil para la abuela! El padre de Mariel tiene "nuevamente" otro compromiso durante el fin de semana. Esto afecta el derecho de Mariel de visitar regularmente a su padre (artículo 9 de la Convención sobre los Derechos del Niño). Y... durante la siesta, Mariel se divierte bailando con su perrito al ritmo de su música preferida. Su abuela encolerizada la interrumpe y le dice: -¡No soporto más esta situación! Tengo derecho a descansar, por lo menos, durante el fin de semana. ¡Basta! Esa "musiquita" no será escuchada nunca más en ¡mi casa! -Pero... ¡eso viola mi derecho! -contesta Mariel, mientras la abuela sin escucharla se dirige al perro y lo ata. Y ahora... ¿cómo se soluciona esta "ensalada" de derechos?

Al terminar el relato, usted invitará a tres niños para que representen a los diferentes personajes. Los actores se tomarán unos minutos para profundizar sobre las características de sus personajes y luego representarán la historia en el aula improvisando algunos diálogos. Cuando la dramatización finalice, usted podrá organizar la siguiente secuencia de tareas.

Los alumnos espectadores formularán diferentes preguntas a cada uno de los personajes (la abuela, Mariel y el perro), por ejemplo: ¿cómo se sintieron en relación con el personaje que les tocó representar?, ¿y en su relación con los otros personajes?

A continuación, usted guiará el diálogo por medio de preguntas que dirigirá tanto a los espectadores como a los actores para esclarecer: a) los problemas de los personajes (por ejemplo, por qué la abuela quiere leer la correspondencia de Mariel, por qué Mariel quiere mantener correspondencia con sus primas, por qué creen que Mariel quiere escuchar música y jugar con su perrito, por qué quiere visitar a su padre, por qué la abuela ata al perro; b) los derechos: cuándo tiene derecho Mariel a escuchar música, por qué la abuela no tendría derecho -en este caso- a leer la correspondencia privada de Mariel, cuándo tiene la abuela derecho a descansar, por qué tiene el padre de Mariel la obligación de visitarla con cierta regularidad.

Una vez que hayan intercambiado sus pareceres mediante el diálogo, usted podrá proponer a los niños que cuenten situaciones imaginarias, personales o de la vida cotidiana parecidas a la del relato. Para que ellos se sientan motivados para desarrollar sus historias, usted los podrá incentivar con preguntas como éstas: ¿conocen algún caso parecido al del relato?, ¿en qué casos los mayores se molestan cuando ustedes quieren jugar?, ¿cuándo pueden jugar?, ¿por qué los niños tienen derecho a ser cuidados y amados?, ¿por qué es importante no sólo proteger los derechos propios sino también los de los otros?

Por último, una nueva serie de preguntas buscará introducir a los niños en el ámbito de la normativa jurídica: ¿escucharon hablar alguna vez de los derechos de los niños?, ¿de cuáles?, ¿cuándo se afectan los derechos de los niños?, ¿a quién le corresponde proteger y defender a los niños?, ¿cuáles son los medios de protección de los derechos de los niños?

Cierre de la actividad

Durante la finalización de la actividad será conveniente que usted intente alcanzar junto con sus alumnos la siguiente conclusión: no sólo será importante comprender que pueden alegarse argumentos basados en necesidades, deseos, preferencias e intereses, en la historia de la humanidad y en convicciones religiosas, morales y políticas a favor del respeto por los derechos humanos, sino que -además- será fundamental reconocer que existen normas jurídicas que legitiman estos derechos y que ofrecen un marco de protección.

Sugerencias

Como una variante de la entrevista final hecha a los personajes, se puede trabajar con la técnica de la "silla vacía". Dos o tres alumnos espectadores se sentarán a los pies de una silla vacía que represente a alguno de los personajes que no aparecen durante la dramatización, pero sobre los cuales los protagonistas hablan o establecen referencias (por ejemplo, el padre y la madre de Mariel). Mediante esta técnica, los alumnos contestarán entre sí algunas preguntas que se les ocurra formular a esos personajes tácitos.

Otra variante (esta vez, de trabajo domiciliario) será entregar a los niños una copia del relato, pero omitiendo la referencia a los artículos de la Convención de los Derechos del Niño y dejando en su lugar espacios vacíos. Entonces, ellos tendrán que completar las zonas en blanco con la ayuda de sus padres o de las personas mayores con las que vivan.


1. Véase la Propuesta de Formación Ética y Ciudadana EGB 1, Nº 7, ¿Qué significa tener derechos?

2. Este relato se inspira en la estructura del cuento de Ema Wolf, "Donde los derechos del niño Pirulo chocan con los de la rana Aurelia", publicado en Cuento con vos, Ministerio de Cultura y Educación de la Nación, 1999.