Chicos corriendo
Ilustración: Gustavo Damiani

Muchas veces, la escuela da por supuesto que los alumnos conocen ciertos criterios que permiten llevar a cabo el trabajo en equipo en el aula, en el recreo o en el campo de deportes. Sin embargo, los chicos que comienzan a cursar el primer ciclo no tienen un conocimiento acabado de este tipo de trabajo ni cuáles son sus derechos en ese ámbito. El trabajo en equipo y la toma de decisiones colectivas, como fruto del diálogo, el debate y la deliberación, son procedimientos que se emplean para desarrollar el sentido de la vida en democracia y de la responsabilidad social. En este sentido, el trato con los demás es un campo propicio para enseñar a vivir al niño en la diversidad y también un paso importante para su desarrollo social. Por este motivo, es importante ayudar a los niños a aprender que deben ser respetados y, a su vez, ayudarlos a aprender a vivir con el otro y a respetarlo.

Las personas poseen gustos, ideas e intereses diferentes que, en algunas oportunidades, pueden verse enfrentados. Por ello, durante el devenir de las relaciones humanas el conflicto se presenta como una constante. Sin embargo, estos conflictos pueden perpetuarse o volverse negativos sólo si las partes se cierran y no buscan nuevas alternativas. Por eso es importante que el conflicto no se convierta en un obstáculo para el trabajo en equipo y, por lo tanto, será necesario que los niños aprendan a enfrentarlos y que desarrollen modos de superarlos.

Propósito

Mediante esta actividad se pretende reflexionar con los alumnos sobre el trabajo en grupo, las formas de organización, el enfrentamiento de conflictos y la toma de decisiones colectivas. Asimismo, se propone considerar las consecuencias de la acción de cada integrante del grupo sobre la conducta de los demás y sobre las conductas que posibilitan u obstaculizan la materialización de la decisión colectiva. Uno de los aspectos importantes de este tipo de aprendizaje consiste en que los niños consideren el valor del compromiso y de la cooperación a través de la reflexión sobre la práctica grupal.

Desarrollo de la actividad

Le recomendamos que inicie la actividad con un juego grupal, para que luego los niños reflexionen sobre su dinámica. Con este objetivo, aquí desarrollamos como ejemplo el juego de la "entrevista".

Juego de la entrevista

Los niños y el docente se sentarán en una ronda y cada niño formulará preguntas al niño que está a su lado (en el sentido de las agujas del reloj) para saber lo que piensa sobre algún tema (es decir que lo "entrevistará"). Entonces le dirá, por ejemplo: ¿cuál es tu juego favorito?, ¿cuáles te disgustan?, ¿a qué juegos te gustaría jugar en la escuela?, ¿cuándo puede ser peligroso jugar? O... ¿te gusta jugar con otros niños? y ¿con los adultos?

Cada una de estas entrevistas no durará más de cinco minutos y, luego, el entrevistado formulará las mismas preguntas al entrevistador. A continuación, cada uno presentará a los demás las respuestas de su compañero respetando los turnos y sin hablar durante la presentación de los otro s. Por último, el docente invitará a los alumnos a reflexionar sobre el juego de la "entrevista" a través de preguntas como las siguientes: ¿qué les resultó más difícil preguntar o escuchar?, ¿cómo se sintieron al ser entrevistados?, a los entrevistadores ¿les costó transmitir lo que escucharon a los demás entrevistados? , ¿ creen que el entrevistador interpretó adecuadamente lo que pensaba el entrevistado sobre el juego?, ¿a todos les costó respetar el turno para hablar?, ¿qué ocurre si todos hablamos al mismo tiempo?

Luego de esta ronda de intercambio, le proponemos que narre a los niños algún cuento, relato o caso donde se presente un conflicto. Le presentamos el caso de los "niños que sólo sabían jugar un juego" para que usted pueda emplearlo durante su tarea.

Los niños que sólo sabían jugar un juego

Es la hora del recreo. Irina y Leandro juegan en el patio de la escuela a "atraparse". El primero que toca el piso pierde. En el intento de tirar al otro han perdido varios botones del guardapolvo y uno de los bolsillos de Irina luce descosido. Finalmente, Irina logra tirar a Leandro. Pero al caer, Leandro tira a Ramiro y a Claudio, que en ese momento estaban paseando por esa zona del patio. Entonces, Irina contenta grita: -gané... y ¡por triplicado!
Después de contar este episodio, usted podrá formular a sus alumnos preguntas de este tipo: ¿por qué será que la forma de jugar de Irina y de Leandro termina afectando a los otros niños?, ¿qué soluciones proponen ustedes para que todos (Irina, Leandro, Ramiro y Claudio) puedan jugar sin perjudicarse mutuamente?

Las soluciones propuestas podrán ser escritas como una lista de conclusiones en el pizarrón o podrán ser clasificadas en columnas que digan: "todos pierden" (por ejemplo, si la propuesta de solución es "ninguno juega y todos se esconden en algún rincón del patio para no ser molestados"), "algunos ganan" y "todos ganan". Por último, le sugerimos que cuente a los niños la solución que una maestra de primer grado imaginó para tratar de poner fin a los juegos violentos.

El invento de la "seño"

La seño observó que todos los niños querían jugar en el patio y que Irina y Leandro siempre jugaban a los "atrapados ". Entonces, habló con ellos por separado y los dos coincidieron en la misma respuesta: jugaban a los "atrapados" porque era el único juego grupal que conocían. Al otro día, la seño dedicó casi una hora de clase para confeccionar una larga lista de juegos. En más de una oportunidad, los niños la ayudaron: algunos proponían juegos y otros descifraban sus reglas. Quince minutos antes de terminar la clase la maestra les propuso salir al patio para jugar a la mancha y los niños aceptaron con mucho gusto. De este modo se "celebró" un acuerdo. La seño asumió el compromiso de respetar la hora semanal del juego y los niños acordaron jugar durante los recreos pero no en forma violenta.
Cada semana, un nuevo juego: escondida, gallito ciego, huevo podrido, rayuela... La meta era no repetir el juego. Querían aprender a jugar la mayor cantidad de juegos posibles y, en forma espontánea, se conformó una comisión de juegos. Cada variante de un juego era considerada como uno nuevo. Las posibilidades eran infinitas: mancha congelada... mancha venenosa... mancha en cámara lenta... Los niños se alegraban con la esperanza de un nuevo invento. Desde entonces, ningún chico volvió a jugar a los "atrapados".

Después de contar esta anécdota, todos los chicos se reunirán en un plenario para reflexionar sobre esta solución (comparándola con las propuestas que han realizado los niños) mediante diferentes preguntas, como ¿por qué surgió el conflicto durante el recreo?, ¿todos los niños (Irina, Leandro, Ramiro, Claudio y los demás) tienen derecho a jugar en el patio de la escuela durante los recreos?, ¿por qué?, ¿por qué Irina y Leandro no volvieron a jugar en forma violenta?, ¿acaso se "rompe" el acuerdo si algunos vuelven a jugar en forma violenta?, y entonces... ¿tendrán que volver a acordar?, ¿les parece aceptable lo acordado por los chicos en el caso que se relata? La solución de este caso ¿presenta algún parecido con las soluciones propuestas por ustedes?, ¿cuál de todas las soluciones les parece la mejor?, ¿cuáles les disgustan?, ¿con cuál de todas las soluciones estarían ustedes de acuerdo?, ¿Conocen o recuerdan algún caso parecido?

Cierre de la actividad

Como conclusión de esta actividad sería provechoso que usted y los niños reflexionen sobre los aspectos que involucran el trabajo en equipo y la toma de decisiones colectivas, entre ellos: reconocer al otro a través de la escucha atenta, comprender los argumentos del otro tratando de "ponerse en su lugar", mantener una actitud abierta para el acuerdo y para reconsiderar temas y razones a través del diálogo, enfrentar los conflictos y tratar de solucionarlos por medio de la consideración de alternativas que sean aceptables (es decir, de aquellas que toman en cuenta los intereses de todos).

Sugerencias

En esta propuesta se escogió el tema del juego, porque resulta una actividad que suele realizarse en grupo y que, además, comúnmente genera conflictos. Sin embargo, cualquier otra situación conflictiva que surja durante el trabajo en grupo puede servir como una oportunidad para el aprendizaje.


Juego de la rayuela
Ilustración: Gustavo Damiani