El grabado, una de las técnicas tradicionales de las artes visuales, responde a la necesidad de realizar varias copias iguales o muy similares de una misma imagen o texto.
Los grabados más antiguos nacieron en China, cuando se necesitó reproducir las imágenes sagradas y los textos clásicos para que los discípulos pudieran estudiar. Así, sobre grandes losas de piedra plana se cincelaban imágenes y textos y luego se imprimían en papel.1
Durante la Edad Media, el grabado pasó a Europa junto con las técnicas de la fabricación del papel. Los primeros grabados se utilizaron para fabricar juegos de naipes y estampas de santos. Los libros, que hasta entonces se copiaban e ilustraban a mano, también comenzaron a imprimirse por medio de esta técnica, dando luego lugar a la imprenta. Mediante el grabado es posible explorar las "huellas" de las cosas, descubrir el encanto de reproducir la propia imagen (siempre similar, nunca idéntica...), jugar en su multiplicación con diversas variantes (soportes, colores, agregado de nuevos elementos, etc.).
Hoy, con los variados medios de reproducción, el grabado sigue siendo un medio de expresión de numerosos artistas, quienes experimentan nuevas posibilidades expresivas, incorporan materiales y procesos de realización recientes.
En la escuela, el grabado suele ser una técnica que se trabaja con poca asiduidad. Algunas veces, temida por el tiempo o por la organización que requiere, no suele ser suficientemente valorada en sus aportes específicos, aquellos que ninguna otra técnica puede reemplazar.
Hendir un taco explorando su resistencia y descubriendo con qué herramienta se lo puede dominar para realizar los trazos buscados, explorar la densidad de las pinturas para la estampa, dominar el entintado para lograr la estampa y maravillarse cada vez que surge una nueva imagen... he aquí algunas características propias e insustituibles del grabado.
Se puede definir el grabado como la técnica de realización en la que la imagen se obtiene por medio de la impresión de una matriz previamente elaborada por el autor.
Esta definición engloba una gran cantidad de variantes procedimentales y diversidad de materiales y herramientas. Cualquiera sea el procedimiento del que se hable, la matriz, su impresión y la estampa resultante formarán parte del mismo.
Proponemos, a continuación, algunas actividades relacionadas con diferentes procedimientos de grabado posibles de ser trabajados en el aula.
La matriz (también llamada taco) es un elemento que funciona como molde original del que se obtienen copias iguales.
La impresión es el proceso por el cual se reproducen textos y/o imágenes sobre una superficie (papel, tejido, cuero, etc.).
La estampa es la imagen que resulta de imprimir la matriz sobre un soporte.
La monocopia es un procedimiento que permite realizar una impresión única, es decir que sólo se puede obtener una buena reproducción de cada placa.
Para hacer monocopias hay que trabajar sobre una superficie plana no absorbente: un vidrio o una lá mina de metal o algún material plástico, como por ejemplo placas radiográficas.
Utilizando pintura espesa2 los alumnos podrán dibujar y/o pintar sobre la placa o también cubrir toda la superficie y, por sustracción de materia, eliminar pintura de algunas zonas (con los dedos, con un pincel, con un hisopo, etc.) hasta obtener la imagen deseada.
Para obtener la estampa se aplica un papel sobre la placa con la pintura húmeda y se frota suavemente el reverso; de este modo, la imagen queda transferida al papel.
Este tipo de grabado se obtiene por impresión de una plantilla con zonas abiertas (que dejan pasar la tinta) y otras cerradas (que impiden su paso). Hay muchas maneras de realizar plantillas, entre ellas:
El estarcido brinda a los alumnos la posibilidad de jugar con distintas combinaciones de las formas en el plano: estampándolas en forma superpuesta o yuxtapuesta, variando su posición en el plano, imprimiéndolas total o parcialmente, etc.
Este procedimiento consiste en realizar la imagen hendiendo o tallando algunas zonas de la matriz. Para quitar el material se utilizan las herramientas fabricadas específicamente para esta tarea.
Como resultado de este proceso, la matriz queda con zonas cavadas (ya sean líneas, tramas o planos) en las que, al entintar, la pintura no se depositará y, por lo tanto, en la estampa aparecerán sin color (negativo); en cambio la pintura imprimirá en las formas que, en la matriz, son las partes que están en relieve (positivo).
Para la confección de matrices posibles de realizar por los alumnos de este Ciclo, se sugiere recurrir a distintos materiales: tacos de madera, placas de yeso, de telgopor o planchas de linóleo. La impresión se logra usando pintura espesa, pero también elástica, esparciéndola con un rodillo. Luego de entintar el taco, se coloca una hoja de papel sobre él y se frota el reverso de la hoja para ayudar a que la tinta se adhiera al papel y así la imagen quede impresa.
Otra forma de realizar matrices es mediante el pegado de formas realizadas con distintos elementos texturantes sobre un soporte. Plumas, botones, telas con distintas tramas, cartón corrugado, puntillas, trocitos de esponja, piolines, lanas, hilo sisal serán algunos de los tantos elementos que los alumnos podrán recolectar para luego emplearlos en sus producciones.
Igual que en el collage común, la imagen de la matriz resultará de la combinación y el pegado de formas y texturas, las que, una vez organizadas, deben fijarse con abundante cola vinílica y luego dejarse secar para que queden firmemente adheridas al cartón de base.
Es conveniente contar con una buena organización del aula, especialmente cuando algunos alumnos están todavía realizando las matrices y otros ya comenzaron a estamparlas.
Recomendamos destinar distintos sectores del aula para las diferentes tareas y reunir, en cada uno de ellos, los materiales y las herramientas que se usarán en la realización de esa actividad.
Es un buen momento para enseñarles a los chicos a ordenar y cuidar tanto los elementos como los lugares de trabajo: ellos se encargarán de cubrir las mesas de impresión con papel de diario y destinar un lugar para ir colocando las estampas a medida que las terminan.
Las dimensiones de las hojas para estampar deben ser siempre un poco más grandes que las de la matriz, para que ésta quepa con comodidad.
No es preciso que estas experiencias sean consecutivas, sino que se pueden distribuir en distintos momentos del año escolar o en distintos momentos del Ciclo.
Resultará interesante y enriquecedor que los alumnos, a medida que vayan realizando las distintas producciones, puedan observarlas conjuntamente con las de sus compañeros. Así podrán comparar las distintas impresiones de una misma imagen -en cuál se ven con mayor claridad las formas, cómo quedó el color, si resultó suficiente o excesiva la cantidad de pintura-, los distintos materiales utilizados por cada uno, las texturas que quedaron estampadas sobre el papel, la relación que hay entre cada elemento empleado y su estampado final, etc.
También pueden observar los diferentes trazados o cavados sobre cada tipo de soporte: líneas gruesas, finas, combinadas, utilización de puntos, cavado de planos, etc.
Sugerimos organizar con los alumnos -para compartir procesos y producciones con el resto de la escuela- una muestra en la que ellos mismos expliquen los distintos procedimientos y expliquen los pasos intermedios por los cuales arribaron a los productos finales.