Ilustración: Gustavo Damiani
¿Por qué esta propuesta?
A veces nos encontramos con que no contamos con un lugar apto para desarrollar nuestras clases. No obstante, con
un poco de ingenio y mirando al espacio en forma diferente, podemos generar nuevas instancias muy valiosas y
atractivas para nuestros alumnos y, por qué no, para nosotros mismos.
¿Jugamos a modificar los espacios de trabajo y a ponerle una nueva tónica a nuestras clases?
Actividades sugeridas
- Proponga a los alumnos la búsqueda de elementos en desuso en distintos ámbitos de la escuela (en
el patio, en el aula, en el salón de actos?) y que puedan utilizar en el armado y la delimitación de
sectores para jugar. Procuren conseguir usted y sus alumnos sillas, sogas, una tarima, una escalera de madera, dos
cubiertas de auto, un andamio o tablón grande, un trozo de tela también grande? Entre todos, armen
una plaza de juegos. Luego organice con los alumnos qué hacer en cada lugar, de manera de trazar un
recorrido con distintas estaciones. Los chicos completarán el recorrido o cada uno jugará en la
estación que desee. A una indicación suya, pueden cambiarse a otros sectores que ellos elijan. Es
importante asegurarse de que ninguno de los sectores requiera su presencia como cuidador; esto significa que tienen
que ser lo suficientemente seguros para que los alumnos puedan circular entre los distintos espacios sin
dificultades ni riesgos.
- Aproveche las posibilidades del edificio escolar y su entorno para generar situaciones de juego: escalinatas
pequeñas, paredes bajas con rejas, arboledas, senderos en el jardín, líneas de baldosas de
diferente color, etc.
- Si en la escuela (o en un espacio alternativo para las clases) tiene a su disposición un arenero, piense
qué espacios de juegos podría preparar en él para que los chicos puedan jugar descalzos. Si la
escuela cuenta con un lugar así, propóngales realizar saltos en longitud, recorrer rayuelas de
pisadas o plantillas, reptar por un camino bajo obstáculos o techitos, rolar y rodar, armar grandes
montañas, dejar distintas huellas, construir muñecos de arena, y otras actividades que los alumnos o
usted inventen.
- Le sugerimos aprovechar también espacios que ya estén construidos para realizar allí una
propuesta no habitual, no convencional. Por ejemplo, deténgase a pensar cómo utilizar el sector de
juegos infantiles de la plaza más cercana de la escuela, del club o del centro municipal de deportes donde,
a veces, se realizan las clases de Educación Física.
- Márqueles o dibújeles a los alumnos distintos diseños espaciales o figuras para que en
función de ellos y con los elementos que usted les asigne, inventen juegos reunidos en pequeños
gruos.p
- Propóngales, además, que inventen juegos pero sobre la figura o el diseño espacial de que
disponga (sin elementos que apoyen o condicionen).
- Organice una kermese de juegos en el patio. Allí pueden realizar actividades como:
- jugar al tenis arrodillados, figuritas (revoleo o punto), cabeza-pechito (o minivóleibol con pelota
de playa), rayuelas; carreras de autitos en parejas;
- con elásticos, hilos o sogas, diseño de un entramado de líneas a distintas alturas
para jugar a pasar entre ellas;
- también pueden probar la propuesta anterior pero con grandes telas (sábanas, cortinas, trozos
de nailon, bolsas) que cuelgan o están atadas de distintas maneras;
- crear distintos laberintos
Ilustración: Gustavo Damiani
Es muy importante que todo espacio que se construya contemple, ineludiblemente, todas las normas de seguridad
necesarias como para jugar sin riesgos.
Aportes sobre el tema
Amicale EPS. El niño y la actividad. 2 a 10 años. Paidotribo, Barcelona, 1986.
Ministerio de Educación
Programa Nacional de Innovaciones Educativas