Gestionar la información no consiste meramente en apropiarse de nuevos datos o procesarlos, es más que eso. Se trata de un proceso en que cada sujeto transforma la nueva información que recibe construyendo su propio conocimiento.
En el marco de un aprendizaje significativo, un contenido no se incorpora de manera simple o mecánica a la competencia de los alumnos. Lo nuevo debe relacionarse con conocimientos previos para lo cual el alumno debe contar con ideas inclusoras y tener predisposición a realizar esta operación. En la era en que vivimos -era del conocimiento- los niños aprenden no solamente por lo que les aporta la educación escolar -maestro- o los libros de texto, sino que también hay una gran variedad y cantidad de información disponible en internet.
Gestionar la información es lograr que la misma forme parte de la memoria de largo plazo, tomando en cuenta lo expresado por Carretero: en relación con la memoria. Este autor explica la interconexión permanente entre la memoria a corto plazo -como "lugar" transitorio de almacenaje de la información- y la memoria a largo plazo, constituida por todo el cuerpo de conocimientos que un sujeto posee.
Asimismo, la gestión de la información está articulada con otras competencias fundamentales del aprendizaje: la capacidad lingüística, la capacidad crítica y la reflexión. Una escuela que apunta a una gestión del conocimiento debe formar sujetos lectores, escritores, hablantes capaces de hacerse escuchar y oyentes solidarios y críticos. Por ello es muy importante enseñar estrategias para mejorar la comprensión lectora y la capacidad de procesamiento: omitir, seleccionar, generalizar, construir o integrar la información.
En todos estos procesos la metacognición desempeña un papel fundamental: enseñar a un alumno a aprender es además de un objetivo relevante en sí mismo, un medio para alcanzar los demás objetivos educativos.
La información que brinda internet es innumerable. Si bien es un medio potencialmente poderoso para apoyar los procesos de enseñanza y aprendizaje, toda esa información que proporciona la Web no es sinónimo de conocimiento.
Para llegar desde la información al conocimiento la información debe gestionarse, es decir, deben ponerse en marcha de manera eficiente los procesos que señalamos arriba.
¿Cómo lograrlo?
Motivando a los alumnos para que:
El docente debe poner en práctica la estrategia necesaria para que sus alumnos aprendan a transformar las informaciones que se les presenten.
¿Cómo hacerlo?
El rol del docente será el de coordinar, mediar, colaborar, a veces ayudar a hacer observable un problema que los niños no percibieron; algunas veces problematizar las decisiones a tomar en el momento de la gestión de la información; otras, generar el problema o aportar contraejemplos.
El docente debe ayudar a los alumnos a que desarrollen confianza en sí mismos y en sus convicciones; orientarlos hacia una apertura mental, que los alumnos aprendan a pensar creativa y reflexivamente; que los alumnos cuestionen la información desde otros puntos de vista. Así, en cada práctica se construirá un análisis sobre lo planteado que será complementado con una buena comunicación.
Carretero, Mario: Constructivismo y educación, Buenos Aires, Aique, 2004.