Acercamiento a la diversidad de paisajes y geoformas, y sistematización de la información
adquirida.
¿Por qué elegimos este tema?
El tratamiento del paisaje como parte del estudio de las Ciencias de la Tierra tiene poca tradición durante
el desarrollo de este ciclo. En esta propuesta, hablaremos de paisaje para referirnos a la diversidad de formaciones
naturales que ocupan un área geográfica, al margen de la intervención humana. Abordar este tema
permitirá trabajar las primeras nociones sobre el relieve visible del planeta (geoformas) y sus
transformaciones, las que luego podrán ampliarse durante los siguientes ciclos para considerar el origen de
las fuerzas que lo modelan. Esta ocasión también es pertinente para enseñar procedimientos de
descripción, búsqueda de información en soportes visuales, representación con modelos
estáticos y dinámicos y un primer acercamiento a la noción de escala.
A través de las actividades que se presentan a continuación, los alumnos podrán construir,
entre otros aprendizajes, las siguientes ideas:
- existen diversos paisajes continentales que se reconocen por su pendiente, su altitud, el tipo de suelo y la
presencia o ausencia de agua en superficie;
- algunos paisajes continentales tienen formas elevadas de distintas alturas, como montañas, mesetas,
sierras o médanos, que están formadas por materiales de distintos tipos;
- hay paisajes acuáticos, como los fluviales, lacustres o marítimos, donde la acción del
agua modifica el relieve.
Secuencia didáctica
Al realizar el primer acercamiento al tema, le sugerimos que tenga en cuenta que ya no quedan muchos paisajes no
humanizados. Una forma provechosa de conectar a sus alumnos con el concepto de paisaje, será iniciar una
conversación donde cada uno de ellos comente cómo es el lugar donde vive y cómo son otros sitios
que pueden haber conocido durante un viaje de vacaciones o visitas. Mediante esta experiencia podrá corroborar
cómo sus descripciones incluyen diversos factores: personas, edificios, caminos, animales, plantas, etc.
- Este momento puede ser una oportunidad para ayudar a los niños a que diferencien entre los productos de
la actividad humana, el ambiente natural y los seres vivos que lo habitan, por ejemplo, confeccionando listados de
objetos naturales y artificiales. Con este objetivo, le sugerimos que plantee como un juego la observación
de una fotografía y que, a continuación, pida a los niños que expresen qué es lo que
ven en la imagen si excluyen a la gente, las cosas construidas, los animales y la flora.
- Después de esta tarea, puede introducir la idea de paisaje, nombrando y describiendo las principales
geoformas. Como recurso, puede utilizar fotografías, segmentos de video, imágenes tomadas de revistas
o periódicos, en los que se visualicen claramente diferentes tipos de geoformas y varios ejemplos para cada
una de ellas.
- A partir de la información anterior, será interesante que les proponga a sus alumnos el armado de
un banco de imágenes de paisajes utilizando fotografías. Con este propósito, entre todos los
chicos pueden llegar a confeccionar un índice clasificando las fotos en torno a palabras clave. A
continuación le presentamos un ejemplo:
- A continuación, puede pedirles que modelen un paisaje estático, donde se representen varias
geoformas. Pa ra esta tarea, le sugerimos que emplee plastilina, telgopor, yeso, barro u otro material modelable.
Tal vez, usted observará en los modelos una gran desproporción en las dimensiones, por ejemplo,
árboles y montañas que tienen alturas parecidas y esto se debe a que muchos alumnos de este ciclo
todavía muestran dificultades para representar el tamaño de objetos muy extensos. Cuando se presente
esta dificultad, usted podrá auxiliarlos mediante preguntas que estimulen comparaciones de escala:
¿qué es más alto?, ¿cuántos árboles habrá que poner uno arriba
del otro para llegar a igualar la altura de las sierras?.
-
Ilustración: Gustavo Damiani
Una actividad posterior que usted podrá desarrollar es la construcción de un modelo
dinámico, a partir de la pregunta: ¿cómo se podría hacer un río chiquito que
fluya como los ríos reales?, y dejar luego que los alumnos recreen diferentes posibilidades. Para
ayudarlos, usted puede sugerirles el uso de algún depósito para contener el agua y emplear
materiales como tierra, madera, piedras, etc. Esta tarea le dará la oportunidad de estudiar mediante el
modelo el comportamiento de un paisaje fluvial, el efecto de arrastre de materiales producido por el agua y,
además, explorar cómo se mueve el agua cuando se presentan en el terreno diferentes pendientes.
El modelo también puede ser útil para comprender qué es una inundación y para discutir
los efectos que tiene sobre las poblaciones cercanas a las orillas de los ríos.