Huelga de inquilinos, Bs. As., 1907

Foto: Archivo General de la Nación, República Argentina.

Generalmente, los adolescentes analizan los fenómenos políticos en términos simplistas, apelando a explicaciones personalizadas y a valoraciones morales. De este modo, suelen explicar muchas situaciones de nuestro presente o del pasado reciente a partir de la genialidad o la incapacidad de un presidente o de su lealtad o traición al mandato popular. El poder político aparece encarnado únicamente en una figura, a la que se atribuye una capacidad de decisión ilimitada. Desde esta perspectiva, no se tiene en cuenta que el presidente no es el único depositario del poder político ni de los múltiples condicionamientos que normalmente sufre tal poder, procedentes de los grupos que detentan el poder económico, ideológico y también político.

El análisis de situaciones complejas donde se pueden observar los conflictos que se plantean entre distintos actores, con sus intereses concretos y los medios o recursos diversos que utilizan para imponerse, puede ser útil para desmontar teorías construidas por los propios alumnos y para colaborar en la elaboración de explicaciones más complejas sobre la realidad pasada y presente.

En esta propuesta, tomaremos como ejemplo El cambio en la política obrera del primer gobierno radical durante el período 1916-1922. A continuación ofrecemos una selección de fuentes primarias y secundarias sobre el tema, con el objetivo de:

Propuesta

  1. Le sugerimos realizar una breve caracterización del período a partir de la información brindada por enciclopedias, manuales y otros libros de texto que incluya, especialmente, los siguientes temas: a) principales actividades económicas de la Argentina (1880-1930); b) rol del capital extranjero en la economía; c) estratificación social; d) inserción social y política de los trabajadores; e) reforma electoral y ascenso de H. Yrigoyen al gobierno; f) acontecimientos relevantes que se produjeron durante ese período en el mundo.
  2. Luego, solicite a sus estudiantes que lean y analicen los siguientes textos.

La Argentina en la división internacional del trabajo

La economía argentina sufrió duramente las consecuencias de la Primera Guerra Mundial. Hacia 1917, comenzó a recuperarse gracias al incremento de las exportaciones de carnes y al aumento de la producción industrial.
Pero la reactivación de la economía a partir de 1917 no se tradujo en beneficios para todos. Los trabajadores, aunque contaron con más ofertas de empleo, sufrieron un deterioro en sus ingresos, ya que sus salarios estancados eran licuados por una persistente inflación.
Esta situación y las expectativas generadas por la llegada al gobierno del partido radical alentaron la agremiación y las luchas de los trabajadores. Entre 1917 y 1919, se desató una ola de huelgas que involucró a una gran cantidad de obreros. El movimiento se extendió a la mayoría de las actividades pero golpeó con singular fuerza a los capitales extranjeros en sus principales baluartes: ferrocarriles, frigoríficos y puertos.

Adaptado de De Sagastizábal, L. y otros, Argentina 1880-1943. Sociedad y Estado, Aproximaciones a su estudio, Buenos Aires, C.E.L., 1997.

Una nueva relación entre el gobierno y los trabajadores

A fines de 1916 comenzó una novedosa relación entre el gobierno y las agrupaciones sindicales más poderosas de la época (nucleadas en la FORA sindicalista). También se hizo visible una estrategia a la que recurrirían frecuentemente los trabajadores portuarios y ferroviarios en estos años, tendiente a aumentar su capacidad de negociación frente a la patronal.

En noviembre de 1916 se produjo una huelga de los trabajadores portuarios contra la reducción de salarios impuesta por las compañías navieras. "El sindicato eligió muy bien el momento para declarar la huelga: lo hizo en la primera semana de los embarques de la cosecha, con el fin de que los grandes transatlánticos no pudieran entrar al puerto por la falta de remolcadores y lanchones, y presionaron a las empresas de cabotaje para que éstas llegaran a un rápido acuerdo. Pero antes de que ello sucediera, el gobierno intervino súbitamente [...]. En primer término, el ministro del Interior, Ramón Gómez, emitió un comunicado de prensa poniéndose del lado de los obreros y condenando a las compañías por negarse a negociar. Al día siguiente [...], Francisco García encabezó una delegación de miembros de la FOM 1 y la FORA 'sindicalista', que mantuvo una entrevista con el presidente de la Nación. La FOM logró de H. Yrigoyen la importante concesión de que no se recurriría a la policía portuaria para reclutar y proteger esquiroles 2 , como había acontecido en otras disputas anteriores semejantes. [...] En definitiva, esta medida dio la victoria a los obreros [...]. Ambos bandos aceptaron el arbitraje del jefe de policía, quien luego de hacer una investigación al respecto otorgó a los obreros las principales concesiones salariales que reclamaban."

En enero de 1917 los delegados ferroviarios de La Fraternidad se acercaron al Ministro de Obras y Servicios Públicos, Pablo Torello, para manifestarle el malestar existente entre los trabajadores por los despidos, la reducción de salarios y el incumplimiento de las leyes jubilatorias:
"Nos recibió con toda deferencia y nos invitó a que expusiéramos amplia y francamente el motivo que allí nos llevaba. [...] El ministro escuchó con sumo interés [...] pidiendo explicaciones y aclaraciones sobre la forma de trabajo del personal y otras cuestiones que le interesaron. Hablando de jubilación, el ministro hizo manifestaciones categóricas en el sentido de que las empresas deben cumplir la ley [...] y [...] agregó que el gobierno está dispuesto a llevar a las empresas ante los tribunales si fuera preciso. [...]
La impresión que nos causó el nuevo ministro fue excelente: se trata de un hombre sencillo y atento que, aunque no conoce muy a fondo las cuestiones ferroviarias, se interesa por conocerlas porque quiere intervenir con eficacia. Por lo pronto, una ventaja tiene a nuestro favor: no tiene ninguna prevención contra los obreros, al contrario, se ha expresado en términos altamente elogiosos con respecto a ellos, y si alguna prevención ha manifestado ha sido contra las empresas que no cumplen la Ley."

Alentados por la actitud del gobierno, entre junio y septiembre de 1917 los trabajadores protagonizaron en diversos puntos del país una serie de huelgas. Las más importantes fueron las que se produjeron en los talleres del Ferrocarril Central Argentino, de propiedad británica, en la ciudad de Rosario y sus alrededores.

El gobierno continuó con la línea trazada en sus primeros meses de gestión:
"Torello [...] postergó el envío de tropas a Rosario, mientras que [Yrigoyen] se ofrecía para mediar personalmente en la cuestión. Luego de un mes de arduas negociaciones, Torello puso fin al problema amenazando a las compañías con imponerles multas si no reincorporaban a los dos hombres despedidos. En todo el transcurso de la huelga el gobierno se alistó siempre del lado de los obreros y en contra de la empresa, ingeniándoselas para demorar el envío de tropas hasta que la situación escapó por completo a su control; pero cuando, finalmente, en agosto se mandaron las tropas, se les impartieron órdenes estrictas de no actuar contra los huelguistas."

Las citas pertenecen a la obra de David Rock, El radicalismo argentino,
Buenos Aires, Amorrortu, 1977, págs. 138 a 166.

Las reacciones de los grandes empresarios y de la prensa

Desde mediados de 1917 se desencadenó una creciente oposición de los grupos patronales y de la prensa hacia la política obrera del radicalismo, que se agudizó por la huelga general ferroviaria de septiembre-octubre y por otras huelgas que inmediatamente se produjeron.

"La actitud del gobierno en la reciente huelga ferroviaria [...] fue de una debilidad absoluta, [...]. [Por] tierna que pueda ser la solicitud del poder público con las clases trabajadoras, nunca es admisible que llegue hasta el olvido de las funciones esenciales de policía que le compete como agente del orden general."

La Nación, 26-8-1917.

"El gobierno parece haber olvidado o ignorar que la prosperidad del país se debe en gran medida a los 22.000 kilómetros de vías férreas construidas con el capital de las compañías. [...] El gobierno parece haber imaginado que las empresas de ferrocarriles son una especie de entidad venturosa que debe pagar el costo de todos [sus] experimentos."

Declaraciones de Sir Alfred Bowen,
presidente del Ferrocarril Gran Sur de Buenos Aires, noviembre de 1917.

"Los primeros signos de impaciencia aparecieron cuando el presidente de la Sociedad Rural, Joaquín S. de Anchorena, ofreció sus servicios al gobierno como mediador; el fracaso de esta tentativa dio lugar a una marejada de coléricas peticiones exigiendo al gobierno que pusiera fin de inmediato al conflicto. Por último, en la segunda semana de octubre, se llevaron a cabo en Buenos Aires reuniones de prominentes empresarios bajo la presidencia de Anchorena; se analizó la posibilidad de declarar un lockout, y aunque al final sólo se decidió enviar una delegación a entrevistarse con Yrigoyen, era indudable que ahora los empresarios nacionales estaban unidos contra la huelga y eran totalmente leales a las compañías ferroviarias."

A fines de 1917, ante una sucesión de paros en los frigoríficos de propiedad norteamericana situados en la provincia de Buenos Aires, "los gerentes de los frigoríficos amenazaron cancelar sus contratos y trasladarse a Uruguay si no se les ofrecía plena protección".

En febrero de 1918, ante nuevas huelgas en ferrocarriles, "el representante diplomático británico, Sir Reginald Tower, informó perentoriamente a las autoridades que si no cesaban las huelgas se dejarían sin efecto los convenios sobre venta de cereales, y el gobierno británico impondría un boicot a los puertos argentinos".

La elite de empresarios locales y el capital extranjero se unieron en mayo de 1918 en la Asociación Nacional del Trabajo. A la reunión inaugural, celebrada en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, asistieron, entre otros, representantes de los frigoríficos, los ferrocarriles, las compañías navieras, los importadores y exportadores, la Unión Industrial Argentina y la Sociedad Rural. La condena a los sindicatos fue unánime. Pero la Asociación tenía fines más amplios que oponerse a las huelgas y a los sindicatos: combatir al gobierno porque lo consideraba responsable de las huelgas y del desarrollo gremial.

Las citas pertenecen a la obra de David Rock, op. cit, págs. 138 a 166.

El abandono de la política conciliadora

A fines de 1917, se observa un cambio de actitud del gobierno frente a las luchas de los trabajadores.

En ocasión de las huelgas en los frigoríficos de Berisso y Avellaneda: "Al declararse la huelga [...] de inmediato se enviaron infantes de marina para proteger las instalaciones de las empresas [...]. Su presencia fue aprovechada por los gerentes [...] para reclutar esquiroles que, a la postre, dieron por tierra con la huelga". A principios de 1918 continuaban las huelgas ferroviarias. Torello aprobó un decreto prohibiendo nuevas huelgas en los ferrocarriles y declaró ante el diario de habla francesa, Le Courier de La Plata, que consideraba a la huelga como "un verdadero acto de traición. [...] Ya hemos soportado bastante y nuestra paciencia llega a su fin. [...] El gobierno no vacilará en adoptar los más rigurosos procedimientos para reprimir estas manifestaciones de mala fe. [Las tropas han sido enviadas] con orden de actuar sin escrúpulos indebidos. [...] Los autores de estos excesos serán arrestados sin demora y puestos a disposición de la justicia".

Las citas pertenecen a la obra de David Rock, op. cit, págs. 138 a 166.

De la conciliación a la represión

A principios de 1919 con los acontecimientos de la "Semana Trágica" los conflictos sociales derivaron en un agudo conflicto político que puso en peligro la continuidad del sistema democrático en la Argentina.

En diciembre de 1918 se declaró una huelga en el gran establecimiento metalúrgico Pedro Vasena e Hijos Ltda. situado cerca de Nueva Pompeya, uno de los barrios proletarios de Buenos Aires. Las relaciones entre la parte patronal y las fuerzas policiales por un lado, y los obreros y vecinos del barrio por el otro, fueron haciéndose cada vez más tensas y, en enero de 1919, sus enfrentamientos dejaron un balance de un oficial y más de veinte obreros muertos. El conflicto se generalizó con la declaración por parte de los trabajadores de una huelga general. Las escaramuzas entre obreros y fuerzas de seguridad y la acción de grupos parapoliciales, que descargaron su violencia contra los barrios judíos de la Capital, desbordaron totalmente al gobierno de Yrigoyen. Éste afrontó en esos días, conocidos como "La Semana Trágica", la más aguda crisis política de su mandato. En una situación de extrema debilidad, recurrió al ejército. La represión que éste desató contra los obreros logró apaciguar a los grupos de poder que reclamaban un golpe de Estado. Los costos que debió pagar el gobierno fueron altísimos: desde entonces, abandonó los aspectos más progresistas de su política obrera y perdió el apoyo que ciertos grupos de trabajadores le habían brindado.

Adaptado de De Sagastizábal, L. y otros, op. cit.

3. Luego de la lectura y análisis reflexivo de los textos, solicite a los jóvenes que resuelvan las siguientes actividades:

4. A continuación, pida a los estudiantes que incorporen todos los elementos analizados durante la actividad anterior en un relato, de no más de tres carillas, que explique por qué el gobierno radical pasó de una relación de negociación con los trabajadores a una relación de represión.

5. Por último, le sugerimos que, como cierre de la tarea, solicite a los jóvenes que empleen los materiales ofrecidos y trabajados en esta propuesta y la información que brindan videos, libros de texto y libros sobre el período para confeccionar tres editoriales periodísticos sobre los acontecimientos de la Semana Trágica. Destaque que las producciones serán destinadas a diferentes medios: a) un periódico obrero, b) un periódico radical y c) un periódico conservador. Por lo tanto, cada editorial deberá reflejar el particular punto de vista que sobre los acontecimientos tiene cada medio.

1 FOM: Federación Obrera Marítima.
2 Esquiroles: así se designaba en la época a los obreros rompehuelgas.

Sugerencias didácticas

La temática de las relaciones sociales y el ejercicio del poder por parte de los distintos grupos y sujetos sociales, así como su accionar en diferentes momentos de la historia argentina, permiten trabajar con los alumnos de Nivel Polimodal sobre el eje de la construcción social de la ciudadanía y la importancia del respeto a los derechos humanos considerándolos como universales.

Si bien en la Propuesta el recorte se refiere a la etapa irigoyenista, estimamos que puede ser un disparador para abordar diferentes momentos históricos y el accionar de los partidos políticos, la prensa y otras asociaciones ciudadanas.

Se sugiere que los alumnos busquen en internet los sitios de los distintos partidos políticos de la Argentina. Es una práctica escolar frecuente enviar a los alumnos a buscar información a las sedes de los partidos políticos. Sin embargo, en muchos casos se encuentran con dificultades asociadas a horarios y disponibilidad de materiales. Los sitios permitirán el conocimiento de las plataformas y programas de los principales partidos nacionales, así como el análisis de los proyectos de ley o normativas presentados, la identificación de sus integrantes y el conocimiento de su recorrido político. También le dan al docente la posibilidad de introducir actividades didácticas vinculadas con la participación ciudadana, al incentivar a sus alumnos a preguntar, debatir o cuestionar actuaciones políticas.

También pueden buscarse enlaces a ONG y organismos internacionales, donde se sientan posiciones y se formulan recomendaciones con respecto a diversos problemas del mundo.