Adorables pero peligrosas

Tener una mascota como compañía puede ser muy agradable además de que sensibiliza el carácter, ya que rescatamos nuestro espíritu lúdico. Pero si tiene animales en casa, recuerde que cada año un gran número de personas contraen alguna enfermedad infecciosa o parasitaria por el contacto que sostienen con animales.

Hay que tener especial cuidado con la estrecha relación que se da entre los niños y las mascotas, para que empleen y sobre todo comprendan la importancia de practicar las medidas de prevención adecuadas. Casi ninguna de las enfermedades transmitidas por mascotas es mortal, muchas se pueden prevenir y curar; pero para eso hay que saber definitivamente más sobre ellas. Existen muchos padecimientos que pueden ser transmitidos por mascotas, aunque sólo los más peligrosos como la rabia o la peste bubónica llegan a aparecer en las primeras planas de los diarios.

La peste bubónica

Es muy rara hoy en día, pero en el siglo XIV causó la muerte de 25 millones de europeos. Es transmitida por la picadura de una pulga que porta la bacteria infecciosa y que generalmente vive parásita en los roedores, aunque a veces también en los animales domésticos. Tanto los gatos como los perros pueden contraer la peste, pero estos últimos no la contagian a los humanos. Si se detecta a tiempo, la peste puede ser curada con antibióticos.

Encefalitis por rasguño de gato

Se trata de una infección bacteriana transmitida casi siempre por el rasguño de un gato, aunque a veces el medio de contagio es una mordedura o un lengüetazo. Las mordidas y los rasguños, sin importar el tamaño, pueden contaminarse y diseminar bacterias a otras partes del cuerpo. Recuerde que las mordeduras y los rasguños que rompen la piel son más propensas a infectarse.

Los síntomas principales de la encefalitis son hinchazón e hipersensibilidad de los ganglios linfáticos, un enrojecimiento pasajero en la zona del rasguño y, en algunos casos, fiebre. Estos síntomas pueden persistir por un periodo que va de dos a seis meses, y en la mayoría de los infectados no requieren tratamiento.

Anquilostomiasis y ascaridiasis

Usted sabe que los perros y los gatos a veces tienen lombrices intestinales, pero quizá ignore que los canes y, en menor medida los gatos, pueden transmitirle a sus dueños los huevecillos de los parásitos. El contagio ocurre cuando los seres humanos se llevan las manos a la boca después de haber tocado tierra contaminada con la materia fecal de sus mascotas.

El anquilostoma es un gusano que vive parásito en el intestino de algunos perros. Sus huevecillos salen al exterior junto con las heces del animal, eclosionan en la tierra y se convierten en larvas diminutas capaces de atravesar la piel humana. Una vez debajo de ella, hacen brotar erupciones que provocan intensa comezón. Algunas veces la afección sana espontáneamente, al cabo de una semana; pero otras es necesario tomar medicamentos.

Tiña

Esta enfermedad es causada por un hongo microscópico que infesta la piel de perros y gatos. Las mascotas y sus dueños pueden contagiarse mutuamente por simple contacto. En las personas la tiña afecta principalmente el cuero cabelludo, pero también puede manifestarse como pie de atleta

Toxoplasmosis

A pesar de ser muy común, esta enfermedad suele pasar inadvertida. El agente causal es un agente presente en las heces de los gatos infectados, que a su vez lo contraen de pequeños roedores.

El parásito llega a sobrevivir hasta un año en las cajas donde defecan las mascotas o en el suelo de los jardines, y las personas pueden recogerlo junto con la tierra o la suciedad que se les queda adherida bajo las uñas.

Muchas personas portan este parásito, pero 9 de cada 10 no padece ninguna molestia. En los casos restantes los síntomas característicos son: fiebre, dolor de cabeza, hinchazón de los ganglios linfáticos y erupciones cutáneas.

Si una mujer contrae la enfermedad durante el embarazo, el feto puede sufrir grandes daños. Se calcula que anualmente nacen miles de niños con lesiones cerebrales y otras anomalías congénitas causadas por la toxoplasmosis.

La enfermedad se diagnostica con un examen de sangre, y el empleo de ciertos fármacos reduce hasta en un 60 por ciento el riesgo de transmitirla al feto. Pero la mejor medida es la prevención: si está usted gestando, haga que otra persona se encargue de limpiar la caja donde defeca su mascota.

Mordeduras

Incluso un mordisco leve puede transmitir la Pasteurella multocida, bacteria causante de septicemia que se transmite en una de cada cuatro mordeduras de perros y gatos. La señal más frecuente de que se ha producido el contagio es hinchazón en la zona de la herida, a veces acompañada de fiebre. Tratándose de un perro callejero que no es posible localizar para mantenerlo en observación, será necesario vacunarse contra la rabia.

Psitacosis

Curiosamente la mayoría de las personas tiene especial cuidado con mascotas, como perros y gatos, sin tomar en cuenta que otras como aves, reptiles y roedores también pueden transmitir enfermedades.

Las heces y el polvo de las plumas de varias especies de aves, entre ellas los loros y los periquitos son la vía de transmisión de la psitacosis. Los síntomas son tos y dolor de pecho, acompañados a veces de fiebre, escalofríos, dolores musculares y vómito. La infección se cura con la administración de antibióticos.

Enfermedad de Lyme

Esta afección es causada por la picadura de un ácaro que entra en las casas adherido al pelo de algunos animales. La primera señal suele ser una roncha muy abultada en el lugar de la picadura; más tarde se experimentan debilidad, fiebre y dolores de cabeza, músculos y articulaciones. Si se detecta oportunamente, la enfermedad cede con antibióticos; pero, como ocurre con la toxoplasmosis, puede ser causa de malformaciones congénitas si la contrae una mujer embarazada.

Salmonelosis

Después de manipular reptiles es muy importante que se lave las manos, porque los reptiles pueden transportar una bacteria llamada salmonela. La salmonela puede causar salmonelosis, que se caracteriza por causar diarrea, fiebre y calambres abdominales hasta por una semana. La mayoría de las personas que contraen la salmonela tendrán los síntomas de cuatro a siete días y se recuperarán sin tratamiento.

Las tortugas criadas como mascotas llegaron a ser motivo de preocupación cuando se supo que podían transmitir la salmonelosis. De ahí la necesidad de recordar con insistencia a los niños que se deben lavar las manos después de jugar con tortugas o cualquier otra clase de mascotas. También las iguanas pueden transmitir la salmonelosis.

¿Qué hacer?

Recuerde que ningún artículo o consejo puede sustituir la experiencia de un profesional. Los remedios caseros no deben poner nunca en riesgo la salud de sus seres queridos.

Trate de explicar de manera práctica a los niños la gran necesidad de cumplir las medidas de higiene con sus mascotas, trate de conseguir algún microscopio para que puedan ver las pulgas, o simplemente con una lupa deje que vean los surcos de mugre que quedan en sus manos después de acariciar a su mascota.

Son relativamente pocas las personas que contraen enfermedades por contacto con sus mascotas, pero para reducir el riesgo hay que tomar algunas precauciones:

Vacune siempre a su mascota contra la rabia; y si adopta un animal callejero, llévelo al veterinario a que lo inmunice.

Lávese cuidadosamente las manos después de tocar animales o de limpiar sus desechos.

Mantenga limpia el área de vivienda y la cama de su mascota.

Haga que examinen a sus perros y gatos cada año para determinar si tienen parásitos intestinales, sobre todo si son de corta edad. Como las heces de los cachorros suelen tener huevecillos de lombrices y éstos podrían contaminar la tierra con que juegan los niños, insista en que se laven las manos y que no se las lleven a la boca.

Recuerde desparasitar también a su familia.

Aunque su mascota sea adorable, nunca la bese ni deje que los niños lo hagan. Tampoco permita que su perro o gato coma del plato de las personas.

Las aves que pierden el apetito y a las que se les caen las plumas, pueden estar enfermas de psitacosis. Cuando limpie las jaulas, póngase guantes de hule y, si teme que las aves estén infectadas, cúbrase nariz y boca con un cubrebocas.

Limpie la caja de arena de su gato todos los días. Los guantes de hule evitan el contacto con los parásitos. Para reducir al mínimo el riesgo de contraer toxoplasmosis, hay que lavarse las manos y enjuagar la caja con agua muy caliente.

Alimente a su mascota con una dieta equilibrada, evite que coma alimentos crudos o beba agua del inodoro.

Si su mascota anda suelta en el jardín, cerciórese si es posible de que no haya recogido garrapatas.

Lleve con regularidad a su perro o gato al veterinario para revisiones de salud.

Recuerde que si cuida de manera adecuada a su mascota, evitará que ésta se enferme y que surja la posibilidad de que infecte a su familia: finalmente las mascotas también forman parte de nuestros seres queridos.