Cuando se piensan o evocan imágenes escultóricas, nos viene a la mente una gran variedad, diversas en estilos y modos de representación, en sus formas, dimensiones, en los materiales con las que están realizadas, en las emociones que nos producen. Seguramente, como elemento común de esta gran diversidad, pensaremos en imágenes estáticas, carentes de movimiento real.
Muchos escultores se interesaron por representar el movimiento y trataron de generar en sus obras la ilusión de movimiento mediante distintos recursos, como por ejemplo en la elección del tema, en el uso de elementos propios del lenguaje visual y de la composición, en la selección y tratamiento de materiales, etc.
En el siglo XX algunos escultores avanzaron aún más en la relación de la imagen con el movimiento y comenzaron a explorar diferentes modos para dotar de movimiento real a las imágenes tridimensionales. Así comenzaron a desarrollarse experiencias artísticas que dieron lugar a la creación de esculturas distintas a las hasta ese momento conocidas, como los móviles, la escultura cinética o cinéticoluminosa, y al uso de nuevos elementos como "materia escultórica", por ejemplo el agua y la luz.
Las distintas actividades que proponemos, toman como supuesto de base que los alumnos han trabajado en diversas propuestas relacionadas con la representación tridimensional.
En este caso, el objetivo es que los alumnos integren el movimiento (real) a la representación escultórica, poniendo en juego la imaginación y la creatividad en la búsqueda de distintos resultados.
Tal vez los alumnos nunca hayan imaginado al movimiento como posible o "propio de la escultura" pero seguramente pueden imaginar distintas posibilidades. Resulta importante tomar como punto de inicio aquello que ellos mismos puedan aportar y todas las relaciones que sean capaces de establecer con otros ámbitos, como por ejemplo el de los juguetes. A partir de eso, e incorporando alguna información relevante que no haya aparecido, se podrá establecer una clasificación acerca de las posibles relaciones entre lo "móvil" y lo "estático":
Boceto para escultura con partes móviles y formas suspendidas.
A partir de estas tres posibilidades, los alumnos tendrán una buena base para imaginar sus propias producciones, que pueden desarrollarse como trabajos individuales o subgrupales, en pequeño formato o en gran tamaño.
Una propuesta posible es que los alumnos realicen bocetos de sus ideas, ya que éstos resultan un muy buen organizador de la tarea y permiten prever recursos y resoluciones.
Con envases plásticos 1 , cajas o alambre se pueden realizar estructuras sobre las cuales trabajar con capas de papel de diario y pegamento, papel maché , o, si es posible, con tiras de tela embebidas en yeso. El enduido y la pintura contribuyen al logro de una buena terminación de las superficies.
Es necesario tener en cuenta que este tipo de actividades se desarrolla en varias clases y que, por lo tanto, hay que prever un espacio para guardar los trabajos en proceso de realización. Cuando estén terminados, puede organizar una pequeña muestra, colocando los trabajos terminados junto con los bocetos previos. Pida a los alumnos que los agrupen de acuerdo con la relación entre volúmenes móviles y estáticos que plantean las esculturas.
Proponga un intercambio en el que todos puedan hablar de los proceso de trabajo, desde el planteo de la idea inicial hasta el logro del producto final.
1. Para dar estabilidad a las estructuras hechas con botellas de plástico, es conveniente ponerles peso en la base colocando, en su interior, un poco de arena o tierra.