Horacio Quiroga nació a fines del siglo XIX en el Uruguay, país donde su padre, de nacionalidad argentina, desempeñaba funciones diplomáticas. Se trasladó a Buenos Aires hacia 1900 y un par de años más tarde se marchó a la provincia de Misiones junto a Leopoldo Lugones. La selva misionera y algunas tragedias son los puntos de contacto entre la obra y la vida de Quiroga. Mientras se dedicaba a la literatura, incursionó en la producción de yerba y algodón. Se interesó por el cine. Escribió poesía, prosa y teatro; se destacó en el cuento breve. En su obra se destacan Cuentos de amor, de locura y de muerte (1917), los Cuentos de la selva (1918) y Los desterrados (1926).