La novela epistolar está compuesta por las cartas que un personaje le manda a otro. Así, se justifica la inclusión de un narrador en primera persona, que pone por escrito todo lo que piensa y siente. Por eso no es casual que haya tenido su auge durante el siglo XVIII, con el Romanticismo. En la actualidad, se escriben novelas epistolares compuestas por mails.