Ya no son una novedad los cambios que las nuevas tecnologías han producido en la educación.
En los últimos tiempos y en forma acelerada la introducción de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en los procesos de enseñanza y aprendizaje ha tenido un desarrollo bien heterogéneo. Las causas de estos diferentes recorridos son variadas y pueden ir desde los distintos soportes tecnológicos con que cada escuela ha contado históricamente hasta el interés por el desarrollo de proyectos dentro de esta línea. Dentro de estos recorridos tampoco resultan menores las resistencias naturales que se generan en algunos grupos ante la introducción de esas tecnologías, resistencias que suelen presentarse en una fase inicial y luego van disipándose a medida que se incrementa el conocimiento sobre las herramientas informáticas.
Este nuevo panorama sociocultural tiene profundas implicancias pedagógicas. Las personas necesitan ahora desarrollar autonomía e iniciativa para emprender y autodirigir procesos de aprendizaje, comunicar ideas claras y precisas con diferentes recursos técnicos, y saber tomar decisiones. Se está llevando a cabo un proceso de transformación paulatino, y comienza a manifestarse el interés por establecer canales de trabajo cooperativo que permitan hacer innovaciones didácticas, para lograr un enriquecimiento de la labor educativa que genere un modo creativo de tratar los contenidos curriculares. Ciertamente la evolución de las redes telemáticas nos ofrece la oportunidad de poder trabajar con una gran variedad de personas, a veces físicamente lejanas.
Negroponte (1995) se refiere a tres grupos de tecnologías:
radiodifusión, cinematografía, TV;
imprenta y publicaciones; y
computación y telecomunicaciones.
El desafío de la escuela de hoy y sus actores es lograr la integración de estos tres grupos aprovechando los beneficios de cada uno en pos de mejores resultados educativos. La informática e internet se constituyen en una herramienta poderosa que, si se utiliza con una metodología apropiada, optimiza la calidad y diversidad de experiencias de aprendizaje en el aula y concurre al logro de actividades más pertinentes, entretenidas, activas, constructivas y contextualizadas.
Podemos valorar sus distintas aplicaciones en los diferentes ámbitos educativos, pero las destacamos particularmente en el pedagógico como elementos motivadores, herramientas de apoyo y material didáctico del docente. Como una nueva forma de comunicación humana que elimina las distancias, ya que, desde ese punto de vista, con una computadora conectada a la red da lo mismo estar en cualquier lugar del mundo. No sólo se facilitan los vínculos entre los docentes sino también entre las instituciones, los alumnos y los padres. Se constituye, además, en una herramienta importante de capacitación.
La tecnología se acerca a la escuela como objeto de estudio y como herramienta de uso permanente. El docente se enfrenta a una infinidad de funciones para las cuales debe adquirir nuevas habilidades.
Poder discriminar las ventajas y desventajas del uso de las nuevas tecnologías en educación hará que la implementación en el aula convierta el acto pedagógico en un espacio apto para desarrollar destrezas que permitan analizar, seleccionar, cuestionar y evaluar la información que estos recursos entregan. Entonces, para planificar actividades y diseñar proyectos de aula con la utilización de las TIC debe especificarse cuáles serán los usos pedagógicos a implementar, ya que ello permitirá un diseño más claro y una mejor puesta en marcha y evaluación del trabajo.

Vivimos en un mundo en continuo cambio, medial, global, de alta innovación y diversificación, donde los alumnos interactúan tempranamente con distintas tecnologías. Los docentes no podemos negar esta realidad ni evitar replantear nuestro rol, que será principalmente el de mediador/facilitador: el puente entre el alumno y el conocimiento a aprender.
Los alumnos de hoy viven en este mundo cada vez más interactivo, de acción y reacción, de rápida retroalimentación, de conversación y diálogo con las tecnologías de su entorno. Internet es un recurso que la mayoría de los alumnos conocen y utilizan cotidianamente para comunicarse con sus pares, aunque a veces no imaginan que podría tener un uso escolar más allá de la búsqueda de información para las tareas de cada materia. En el contexto de un intercambio, internet es una potencial herramienta para que la comunicación y los vínculos se generen en forma espontánea, rápida y eficaz. Nuestro desafío es encaminar el conocimiento bajo un marco pedagógico-didáctico que enriquezca la visión sobre este mundo hipermedial. Diseñar y coordinar estrategias de trabajo para introducir en la escuela la utilización adecuada de las TIC, potenciando así la capacidad creadora de alumnos y docentes.


Las Artes Plásticas son concebidas como lenguajes generadores de mensajes para transmitir cultura. La obra siempre lleva implícito el marco cultural y social donde fue gestada. El autor que le dio origen y trasmite ese mensaje, y la interpretación que la sociedad del momento realiza de la obra hacen que se le otorgue un significado propio.
Hoy es impensable diseñar, crear y hablar de realización artística sin la inclusión de las nuevas tecnologías en alguna de sus fases: proyecto, creación, difusión.
Generar proyectos educativos que amplíen el marco referencial de nuestros alumnos, les permitan acceder a creaciones de distintos artistas y maestros, actuales y de otros tiempos, visitar a través de internet museos y galerías de todo el mundo, abre un abanico hasta hace unos años increíble para docentes y alumnos.
En el acto de creación, las nuevas tecnologías acuden a facilitar el proceso de ampliar el marco contextual desde el cual se comienza a crear, agilizando, enriqueciendo y posibilitando otras vías modernas. Se constituyen en herramientas viables para la creación, ya sea por sí mismas o en combinación con otras tradicionales.
En la fase de difusión, internet y la Web explotan al máximo los espacios de exposición. Acercando comunidades y grupos por medio de la gran red mundial, nuestros alumnos pueden compartir experiencias de trabajo artístico, recibir en instantes las imágenes de pares residentes en el otro extremo del planeta y mostrar sus producciones al mundo entero, promover las obras de arte creadas por los alumnos para dejar al descubierto la particular visión que poseen los chicos de su entorno: la escuela, la ciudad y la cultura de la sociedad en la que viven.
Uno de los propósitos que perseguimos como docentes de arte, orientadores del aprendizaje de nuestros alumnos, es el de ampliar la capacidad creadora. Capacidad que más allá de la creación del objeto artístico nos impulsa para encontrar nuevas propuestas, encontrar soluciones novedosas a problemas antiguos, resolver los acertijos de la vida en forma creativa. El primer propósito trae implícito impulsar la educación de seres íntegros, no fragmentados, que estén capacitados para conformar una sociedad diversa, crítica y democrática. Entonces, no podemos dar la espalda al progreso: tenemos que volcarlo a favor de la creatividad.


Bibliografía:Albanesi, C., "El desafío de la Tecnología Informática e Internet en la Educación", Exo Informática, Buenos Aires, 2000.
Gardner, H ., La mente no escolarizada, Barcelona, Paidós, 1993.
Gimeno Sacristán, J., "Los materiales y la enseñanza", en Cuadernos de Pedagogía 194.
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Negroponte, N., Ser digital , Buenos Aires, Atlántida, 1995.
Rolandi, Ana María, "Taller de informática aplicado a las áreas disciplinares", Universidad Nacional de Lanús.
Libedinsky, Marta, La innovación en la enseñanza. Diseño y documentación de experiencias de aula, Buenos Aires, Paidós, 2001.


Anabela David. Maestra de Artes Visuales. Profesora del equipo de Telpin Educa.