Selección de textos

El paso de los libres (…) Primero vino Uriburu diciendo: ¡yo lo acomodo! Pero lo arregló de un modo qu’era mejor el barullo: dejó arreglado lo suyo y empeoró lo de todos. (…) Protestaban qu’el sufragio no estaba bastante abierto, y recién se ha descubierto que buscaban otro asunto: era el ‘sufragio ‘e difuntos’ ¡por eso votan los muertos! (…) a la Patria se la llevan con yanquis y con ingleses, al pueblo mal le parece pero se hacen los que no oyen: ¡Desde que falta Yrigoyen la han sacado de sus trece! Y así de baile corrido con esa gente ricacha, la van dejando en hilachas mientras el pueblo pregunta: ¿de dónde esa mala junta le ha salido a la muchacha? Y tiene que andar la niña cuidándose de los Jones, pues son los mismos patrones los que preparan la ronda: como a sirvienta de fonda le tiran los manotones. (…)

Jauretche, Arturo. “El paso de los Libres” (fragmento). Buenos Aires, Peña Lillo, 1974.


Somos una Argentina colonial: queremos ser una Argentina libre La Asamblea Constituyente de la Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina, considerando: 1º - Que el proceso histórico Argentino en particular y Latinoamericano en general, revelan la existencia de una lucha permanente del pueblo en procura de su Soberanía Popular, para la realización de los fines emancipadores de la Revolución Americana, contra las oligarquías como agentes de los imperialismos en su penetración económica, política y cultural, que se oponen al total cumplimiento de los destinos de América. 2º - Que la Unión Cívica Radical ha sido desde su origen la fuerza continuadora de esa lucha por el imperio de la Soberanía popular y la realización de sus fines emancipadores. 3º - Que el actual recrudecimiento de los obstáculos opuestos al ejercicio de la voluntad popular, corresponde a una mayor agudización de la realidad colonial, económica y cultural del país: Declara: 1º - Que la tarea de la nueva emancipación sólo puede realizarse por la acción de los pueblos. 2º - Que corresponde a la Unión Cívica Radical, ser el instrumento de esa tarea, consumando hasta su totalidad la obra truncada por la desaparición de Hipólito Yrigoyen. 3º - Que para ello es necesario en el orden interno del Partido, dotarlo de un estatuto que, estableciendo el voto auténtico y cotizante, asegure la soberanía del pueblo radical, y en orden externo, precisar las causas del endeudamiento argentino al privilegio de los monopolios extranjeros, proponer las soluciones reivindicadoras y adoptar una táctica y los métodos de lucha adecuados a los obstáculos que se oponen a la realización de los destinos nacionales. 4º - Que es imprescindible luchar dentro del Partido, para que éste recobre la línea de principismo e intransigencia que lo caracterizó desde sus orígenes, única forma de cumplir incorruptiblemente los ideales que le dieron vida y determinan su perduración histórica al servicio de la Nación Argentina. Dentro de estos conceptos y tales fines, la Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina, “F.O.R.J.A.”, abre a sus puertas a todos los radicales y particularmente a los jóvenes que aspiren a intervenir en la construcción de la Argentina grande y libre soñada por Hipólito Yrigoyen.

FORJA. “Declaración aprobada en la Asamblea Constituyente del 29 de junio de 1935”.
En: Puiggrós, Rodolfo. “Historia crítica de los partidos políticos argentinos (Tomo III)”. Buenos Aires, Hyspamérica, 1986.


Arturo Jauretche y la movilización a la plaza de Mayo del 17 de octubre de 1945 (…) El día anterior [16 de octubre de 1945], Arturo Jauretche se había encontrado con un dirigente forjista de Gerli. - Qué hacemos mañana, doctor? - ¿Mañana? ¿Qué pasa mañana? - Y… la gente se viene para Buenos Aires… ¡No los para nadie! Todos están con Perón… - ¿Y quién organiza eso? - ¡Qué sé yo! Nadie… Todos… ¿Qué hacemos nosotros? Jauretche confiesa que nada sabía de semejante movimiento. Pero no vaciló. -Mirá, si es así, cuando la gente salga, agarrá la bandera del comité y ponete al frente…! Y cuenta: Pedro Arnaldi movía treinta votos en Gerli. El 17 de octubre a la madrugada pasó el puente Pueyrredón con su bandera al frente de diez mil almas…”

Luna, Félix. “El 45. Crónica de un año decisivo”. Editorial Sudamericana, Buenos Aires 1999.


Carta de Arturo Jauretche a Ernesto Sábato Carta a Ernesto Sábato “(…) No, amigo Sábato. Lo que movilizó las masas hacia Perón no fue el resentimiento, fue la esperanza. Recuerde usted aquellas multitudes de octubre del 45, dueñas de la ciudad durante dos días, que no rompieron una vidriera y cuyo mayor crimen fue lavarse los pies en la Plaza de Mayo, (…). Recuerde esas multitudes, aun en circunstancias trágicas y las recordará siempre cantando en coro (…) y tan cantores todavía, que les han tenido que prohibir el canto por decreto-ley. No eran resentidos. Eran criollos alegres porque podían tirar las alpargatas para comprar zapatos y hasta libros, discos fonográficos, veranear, concurrir a los restaurantes, tener seguro el pan y el techo y asomar siquiera a formas de vida ‘occidentales’ que hasta entonces les habían sido negadas. Tengo aquí delante el tomo sexto de las ‘Memorias’ de Churchill (…). Allí el gran conductor inglés dice: ‘Por otra parte nosotros seguimos la línea de los EE.UU en Sudamérica, tanto como es posible, en cuanto no sea cuestión de carne de vaca o de carnero (…)’. Maravillosa continuidad que reitera un siglo y cuarto después, la fórmula de Canning: ‘Inglaterra será el taller del mundo y América del Sur su granja’. Es decir, el Río de la Plata. (…) Tampoco hemos enseñado en nuestra Escuela Naval cómo las instrucciones de Canning a Ponsomby frustraron nuestro destino marítimo al provocar la separación de la Banda Oriental, con el objeto de impedir que la posesión de las dos orillas del Plata nos transformara en país navegante suprimiéndonos el puerto de Montevideo, que es el natural de nuestros ríos (…) Es una broma trágica que quienes se vuelven contra su país al sentirse frustrados, no se vuelvan contra quienes lo frustraron deliberadamente. (…) Deje pues eso del resentimiento y haga el trabajo serio de que Usted es capaz y que el país merece. No importa lo que diga de nosotros, pero no eluda el problema de fondo (…) El ochenta por ciento de los argentinos y Ud. entre ellos, coincidimos en lo fundamental: la liberación nacional, la justicia social y la soberanía del pueblo. Unos marcan más el acento sobre una de las consignas y otros sobre otras. Nuestras diferencias en este momento dramático son adjetivas con respecto a lo fundamental pero entretanto, una mano extranjera organiza el cipayaje y los vendepatrias. (…)

Jauretche, Arturo. Montevideo, septiembre de 1956. En “Los profetas del odio y la yapa”. Buenos Aires, Peña Lillo, 1975.


Arturo Jauretche contra el Plan Prebisch, adoptado por el gobierno militar de la “revolución libertadora” “¿Hacia dónde vamos?” ...El plan Prebisch significará la transferencia de una parte sustancial de nuestra riqueza y de nuestra renta hacia las tierras de ultramar. Los argentinos reduciremos el consumo, en virtud de la elevación del costo de vida y del auge de la desocupación. De esta manera, no solamente aumentarán nuestros saldos exportables, sino que serán más baratos, lo que será aprovechado por el consumidor extranjero que ensanchará su cinturón a medida que nosotros lo vayamos achicando. La mayor parte de nuestra industria, que se sustentaba en el fuerte poder de compra de las masas populares, no tardará en entrar en liquidación. Los argentinos apenas si tendremos para pagarnos la comida de todos los días. Y cuando las industrias se liquiden y comience la desocupación, entonces habrá muchos que no tendrán ni para pagarse esa comida. Será el momento de la crisis deliberada y conscientemente provocada... Los productores agrarios, que en un momento verán mejorar su situación, no tardarán en caer en las ávidas fauces de los intermediarios y de los consorcios de exportación, que muy pronto absorberán el beneficio de los nuevos precios oficiales. Para ese entonces, ya no existirá el I.A.P.I. ni habrá defensa posible... Exportaremos más pero percibiremos menos por esas exportaciones en razón de la caída de nuestros precios como efecto directo de la reforma cambiaria. Luego, a medida que se destruya el sistema de comercio bilateral y quedemos sujetos al patrón de una única moneda de cambio internacional, tendremos que comenzar a ceder a la presión del ‘único comprador’. Llegado ese momento, no habrá más remedio que aceptar sus imposiciones, porque estará cerrada toda otra posibilidad. Se cumplirá así una clara sentencia de Prebisch: ‘las economías débiles no colaboran, se subordinan fatalmente’...

Jauretche, Arturo. “Del Plan Prebisch a Krieger Vasena”. En: Caraballo Liliana, Noemí Charlier y Liliana Garulli. “Documentos de historia argentina (1955-1976)”. Buenos Aires, EUDEBA, 1998.