Ilustración: Gustavo Damiani
¿Por qué esta propuesta?
Asumiendo que uno de los fines de la educación es la socialización y que la presente es una
época en la que, por distintas razones, hombres y mujeres están cada vez más aislados
-solitarios, con acciones y trabajos sumamente individualistas y estimulados a ser 'el mejor' aun en
detrimento de...-, el poder sostener y reforzar la cadena de comunicación entre pares nos parece uno de los
puntos primordiales de la tarea educativa.
Claro que ello requiere, ante todo y más allá de enunciados, que cada docente lo tenga bien claro y
busque los caminos más propicios para determinado grupo, clase, situación, incluso en los juegos.
Supuestamente, cada situación de juego grupal supone un funcionamiento cooperativo, pero no es así.
Porque para que sea verdaderamente cooperativo tendrán que estar presentes los acuerdos internos, la
asunción de distintos roles personales, la distribución coordinada de tareas, el aprovechamiento grupal
de lo que mejor sabe hacer y puede cada uno de los integrantes del grupo; la acción conjunta; la
reflexión sobre lo actuado para tratar de hacerlo mejor.
¿Quién no comprende la importancia del poder comunicarse con otro/s, a la sazón
compañeros de tareas, de equipo, para tratar de resolver juntos un problema, una tarea, una estrategia?
El trabajo cooperativo requiere, en principio, que cada uno pueda pedir y ofrecer ayuda, aceptar complementar y
complementarse con otro/s, pasar del yo al nosotros para empezar a tejer, propiciar y/o fortalecer una actitud
solidaria, altruista, fraternal.
Actividades sugeridas
- En grupos, indíqueles que construyan, entre todos, una pirámide humana bajita -de modo tal que
nadie quede afuera- cuya base sea de (x cantidad de) integrantes. Será válido colocarse de cualquier
manera, siempre que sea segura
Ilustración: Gustavo Damiani
- Ahora indíqueles que construyan, también con los cuerpos de todos los integrantes del grupo, un
tren, un automóvil, un televisor, un reloj cucú. Deben ponerlo en funcionamiento y jugar al
"Adivina adivinador" entre equipos.
Ilustración: Gustavo Damiani
- Formar una "línea de albañiles" (o de jugadores de rugby) y, entre todos, se pasan una
pelota (una silla, una caja de cartón, un globo, un buzo) y tratan de hacerla ir desde una marca hasta la
otra, lo más rápido posible.
- Los equipos se organizan de modo de hacer llegar lo más rápido que puedan, de un sector a otro
distante a unos 15 metros, los elementos que cada equipo haya recibido (para cada equipo deberán ser los
mismos en tipo y cantidad). Plantee consignas muy abiertas, que posibiliten la búsqueda de distintas
respuestas en cada grupo (la mejor, al parecer de cada uno). Asegúrese de que haya más elementos que
jugadores y de que cada uno sólo pueda transportar un elemento por vez. Analicen juntos las variantes que
surjan.
- Distribuya bolsas de distintos pesos. Cada grupo debe organizarse para hacerlas llegar desde un sector a otro
sector cercano, poniendo especial atención en las más pesadas o más grandes.
- Defender al compañero u objeto. Juega un equipo contra otro: uno ataca y el otro defiende por fuera del
sector delimitado dentro del cual se encuentra el compañero (u objeto) a defender. El equipo atacante se
pasa una pelota liviana (plástica o desinflada) mientras busca claros en la valla humana que los defensores
forman para llegar hasta el objetivo (compañero u objeto). Luego, cambian las posiciones.
El análisis de las distintas situaciones que se produzcan servirá tanto para los que defiendan como
para los que ataquen.

Ilustración:
Gustavo
Damiani
- Los cazadores y los patos Juegan dos equipos de igual cantidad de integrantes. Necesitan un reloj
cronómetro. Se marcan dos sectores: el equipo de los patos (perseguidos) se ubica dentro del sector
más grande y, a cierta distancia de aquél, en hilera, lo hacen los del equipo de los cazadores
(perseguidores).
A la señal, los cazadores, de a uno por vez y con el sistema de relevos que se decida, entran al otro sector
a perseguir a los patos. Cuando el perseguidor de turno toque a un pato, éste debe agacharse en el lugar y,
de ahí en más, actuar como obstáculo pasivo, mientras que el cazador sale rápidamente a
habilitar al compañero siguiente. El juego finaliza cuando los cazadores han atrapado a todos los
patos.
Al cambiar de roles se compararán los tiempos empleados por ambos equipos y se verá cuál de
ellos lo hizo más rápido. Se pueden plantear interrogantes tales como: ¿Quién
irá primero como cazador? ¿Tratará de tocar a algún pato en especial?
¿Cómo ayudarse y organizarse para defenderse del mejor modo posible?
- Sugiérales a los alumnos jugar al fútbol, al básquet o al handball sobre espacios de juego
con diseños cambiantes, que nada tengan que ver con los trazados de las canchas de esos tradicionales
juegos/ deporte. Propóngales que se organicen grupalmente en función de cada variante.

Ilustración:
Gustavo
Damiani
- Con la misma propuesta de juego deportivo, en secreto cada equipo establece (y se lo comunica a usted)
quién será el jugador que debe apoyar la pelota en el sector del equipo contrario la próxima
vez. Juegan para intentar cumplir con el objetivo y, en el transcurso del juego, adivinar la estrategia del otro
equipo para impedir que éstos puedan cumplirlo.
Aspectos a tener en cuenta
- Le sugerimos que arme grupos pequeños porque con menor cantidad de integrantes se facilita la
participación de todos.
- Propicie entre los alumnos el hábito de escucharse unos a otros, de buscar juntos las soluciones para
lograr así mejores resultados.
- Estimule la organización interna y las tácticas originales, impensadas, apoyando el lado creativo
de sus alumnos.
- Es aconsejable dejar siempre un horario dentro de la clase -en lo posible inmediato al juego central- para
conversar acerca del trabajo realizado.
- Destaque oportunamente, ante todos los presentes, a aquel grupo que, por una acción cooperativa bien
sincronizada, haya alcanzado un logro con eficiencia.
Aportes sobre el tema
Velázquez Callado, C. y otros. Ejercicios de Educación Física para Educación
Primaria. Fichero de juegos no competitivos. Escuela Española, Madrid, 1995.
Ministerio de Educación
Programa Nacional de Innovaciones Educativas